Capítulo 13
20 de julio de 2025, 23:56
Sirius parpadea y mira a su alrededor.
-¿Eh?- pregunta confundido.
-¡QUE LAS AUYENTASTE, MALDITO NIÑO ESTÚPIDO! ¿AHORA CÓMO CONSEGUIREMOS NUEVAS PROMETIDAS TAN RÁPIDO? ¡CASI TERMINAS HOGWARTS!- lanza un crucio, Regulus jadea, asustado.
Sirius cierra fuerte los ojos.
-Lo siento, madre- se disculpa, sabiendo cómo iba a acabar eso si se sinceraba.
-¡Un lo siento no es suficiente! ¡crucio!- lo apunta con la varita, Sirius se queja de dolor.
-Madre...- llama Regulus, armándose de valor. Valor que desaparece cuando Walburga voltea a verlo.
-¿Sí, Regulus?- habla con cuidado, mientras lo mira amenazante.
-¿Puedes...? ¿puedes dejarlo? está sangrando.
-¡¿Y?! ¡así aprenderá la lección!
-Sí pero... me molestan sus gritos, me hace doler la cabeza.
-Vete a tu cuarto- lo empuja, sosteniendo el crucios en Sirius. Regulus se mantiene de pie, sin moverse, ve a su hermano deshacerse del dolor.
-¡A tu habitación!- grita Orión, lanzándole un crucio. Regulus grita de dolor y se arrastra hacia las escaleras, mientras sube, ve a su padre tomar a Sirius del cabello.
-Ya aprenderás a dejar de arruinar las cosas, ningún hijo mío es descarrilado, mira tus horribles uñas, pareces una mujer- escupe, arrastrandolo hacia las mazmorras.
[...]
Cuatro horas después, Orión vuelve, lleno de sangre y con los nudillos rotos.
Regulus espera a que vaya al comedor y se baja las escaleras, corriendo rápidamente a buscar a Sirius.
-Sirius- llama Regulus- ¿dónde estás?- pregunta.
Su hermano mayor está tirado contra el piso, lleno de sangre.
-Reggie- llama, viéndolo de lejos- ayudame.
Regulus llega a su lado y susurra varios hechizos, curando lo que más puede.
-Te llevaré a tu habitación- propone- agarrate de mi, caminaremos juntos.
[...]
-No, tu no comes hoy- se niega Walburga- y agradece que tu hermano es bueno y fue por ti, porque por mi podrías estar muriendo de frío allí abajo.
Sirius asiente, cada palabra de su madre rompe más su corazón.
Quince minutos después, Regulus entra a su habitación.
-Kreacher dijo que sobró un poco de comida- miente mirando su plato de comida- ¿qué haces?- pregunta, viendo a su hermano guardar su ropa en una maleta.
-Me voy- el plato cae de las manos de Regulus, rompiéndose en mil pedazos.
-¿Qué?- pregunta en shock- no puedes, no, no puedes.
-Vamos, escapemos juntos.
-¿Qué? ¡no! es... debemos estar aquí, somos un equipo ¿recuerdas? o sea sé que me cambiaste por Potter cuando empezamos Hogwarts pero... aquí en casa lo somos.
-No quiero seguir sufriendo, creo que padre me rompió una costilla- señala su costado, tiene mucho dolor- ven conmigo.
Regulus se la piensa por un segundo. Sabe que Walburga los encontraría y mataría a ambos si se queda sin herederos.
-Me quedaré aquí- asiente, volviendo al tono serio, moviendo su varita para arreglar el plato-si tu no eres agradecido y no sabes cumplir con tus deberes no es mi culpa- habla, tratando de molestar a Sirius para que no se vaya con culpa- de hecho me gusta estar aquí, yo si cumplo, a mi no me hacen daño. Esta es mi familia.
-Reg...
-¿Y a dónde irás? ¿eh? ¿con tus bobos amigos maricas?
-¡Regulus!- se queja, molesto.
-Allí es donde perteneces, ve con esos imbéciles, ve- lo mira mal.
-Podemos encontrar algo más donde vivir, ven conmigo.
-No quiero, quiero quedarme aquí con mis lujos, mi fortuna y mis padres. Siempre soñé con ser hijo y heredero único, gracias Sirius.
Sirius suspira y asiente.
-Bien, nunca te comprenderé- cierra su maleta y baja las escaleras, llevándola con magia.
-¿A dónde vas?- pregunta Walburga.
-Me voy donde no me peguen- responde Sirius, abriendo la puerta.
-Si sales por esa puerta quedas desheredado, considera a tu hermano el nuevo y único heredero de la casa Black.
Sirius mira a Regulus, que mantiene su postura firma.
-Sí, claro- suspira- adiós Reggie- saluda mirando a su hermano, mientras sale por la puerta, sintiendo el frío quemar sus pulmones.
-Adiós, Sirius- saluda su hermano menor, cerrando la puerta en su cara.
Sirius camina llorando hasta la casa de James, es el primer lugar a donde iría si necesitara refugio, y así lo hace. Toca el timbre, mientras tiembla de frío.
-Yo voy, no empiecen la siguiente ronda sin mi- escucha la alegre voz de James antes de abrirle la puerta. La amplia sonrisa decae en una mueca de preocupación- ¿Sirius?
-Hola, prongs- sonrie de lado.
-Pasa, ¿qué pasó?- analiza su cara, mirando los golpes- ¿ellos...?
-Me golpearon, Jaimie- se muerde el labio, intentando no llorar- me maldijeron y logré escapar- suelta las lágrimas, abrazandose a su mejor amigo.
-Oh, Pads- se lamenta James, besando su cabeza.
-¿Puedo quedarme contigo?- pregunta entre sollozos.
-Claro que sí, obvio- asiente, abrazándolo firmemente.
-Auch- se queja Sirius, tocándose las costillas.
-Hay que ir a San Mungo, lo sabes, ¿no?- Sirius niega con la cabeza.
-Estaré bien y no daré problemas, lo prometo. Yo puedo curarme solo.
-Claro que no, ¡papá!- llama James. Alphard aparece por la puerta.
-James, Libra está impaciente ¿vienes a jugar? oh hola Sirius- sonrie Alphard, saludándolo. Sirius se separa de James y mira al pelinegro- oh no, ¿Walburga?-Sirius asiente, Alphard lo abraza- Mont, vamos a San Mungo- avisa.
-No, no, si se enteran...
-Nada te pasará, ahora estás con nosotros- apoya Alphard- Mont, busca galeones- camina apresuradamente hacia el living.
-¿Qué pasa, amor?- pregunta Fleamont, asomándose por la puerta- ¿Sirius?
-Estoy bien- llora tratando de limpiarse las lágrimas, pero sus manos están llenas de sangre- estoy bien, no...
-Vamos a San Mungo ahora- exige Fleamont y camina hasta Sirius, para tomarlo en brazos- malditos imbéciles- se queja mientras su esposo busca los galeones.
-¿Qué pasa, James?- pregunta Libra, cuando sus padres pasan por la chimenea con Sirius.
-Sirius se siente mal, toma una muñeca y vamos, ¿sí?- Lib asiente, toma una barbie y agarra la mano de su hermano.
-¿Él se sentirá mejor?- pregunta mientras James toma un puñado de polvos flu.
El mayor de los hermanos Potter asiente.
-Él se sentirá mejor- afirma- ¡hospital San Mungo!- ambos desaparecen entre las llamas, rumbo al hospital.