ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
¡Vote por el trabajo que más le guste! Puede votar una vez al día.
Tamaño:
planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
41 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

Capítulo 13

Ajustes de texto
Sirius parpadea y mira a su alrededor. -¿Eh?- pregunta confundido. -¡QUE LAS AUYENTASTE, MALDITO NIÑO ESTÚPIDO! ¿AHORA CÓMO CONSEGUIREMOS NUEVAS PROMETIDAS TAN RÁPIDO? ¡CASI TERMINAS HOGWARTS!- lanza un crucio, Regulus jadea, asustado. Sirius cierra fuerte los ojos. -Lo siento, madre- se disculpa, sabiendo cómo iba a acabar eso si se sinceraba. -¡Un lo siento no es suficiente! ¡crucio!- lo apunta con la varita, Sirius se queja de dolor. -Madre...- llama Regulus, armándose de valor. Valor que desaparece cuando Walburga voltea a verlo. -¿Sí, Regulus?- habla con cuidado, mientras lo mira amenazante. -¿Puedes...? ¿puedes dejarlo? está sangrando. -¡¿Y?! ¡así aprenderá la lección! -Sí pero... me molestan sus gritos, me hace doler la cabeza. -Vete a tu cuarto- lo empuja, sosteniendo el crucios en Sirius. Regulus se mantiene de pie, sin moverse, ve a su hermano deshacerse del dolor. -¡A tu habitación!- grita Orión, lanzándole un crucio. Regulus grita de dolor y se arrastra hacia las escaleras, mientras sube, ve a su padre tomar a Sirius del cabello. -Ya aprenderás a dejar de arruinar las cosas, ningún hijo mío es descarrilado, mira tus horribles uñas, pareces una mujer- escupe, arrastrandolo hacia las mazmorras. [...] Cuatro horas después, Orión vuelve, lleno de sangre y con los nudillos rotos. Regulus espera a que vaya al comedor y se baja las escaleras, corriendo rápidamente a buscar a Sirius. -Sirius- llama Regulus- ¿dónde estás?- pregunta. Su hermano mayor está tirado contra el piso, lleno de sangre. -Reggie- llama, viéndolo de lejos- ayudame. Regulus llega a su lado y susurra varios hechizos, curando lo que más puede. -Te llevaré a tu habitación- propone- agarrate de mi, caminaremos juntos. [...] -No, tu no comes hoy- se niega Walburga- y agradece que tu hermano es bueno y fue por ti, porque por mi podrías estar muriendo de frío allí abajo. Sirius asiente, cada palabra de su madre rompe más su corazón. Quince minutos después, Regulus entra a su habitación. -Kreacher dijo que sobró un poco de comida- miente mirando su plato de comida- ¿qué haces?- pregunta, viendo a su hermano guardar su ropa en una maleta. -Me voy- el plato cae de las manos de Regulus, rompiéndose en mil pedazos. -¿Qué?- pregunta en shock- no puedes, no, no puedes. -Vamos, escapemos juntos. -¿Qué? ¡no! es... debemos estar aquí, somos un equipo ¿recuerdas? o sea sé que me cambiaste por Potter cuando empezamos Hogwarts pero... aquí en casa lo somos. -No quiero seguir sufriendo, creo que padre me rompió una costilla- señala su costado, tiene mucho dolor- ven conmigo. Regulus se la piensa por un segundo. Sabe que Walburga los encontraría y mataría a ambos si se queda sin herederos. -Me quedaré aquí- asiente, volviendo al tono serio, moviendo su varita para arreglar el plato-si tu no eres agradecido y no sabes cumplir con tus deberes no es mi culpa- habla, tratando de molestar a Sirius para que no se vaya con culpa- de hecho me gusta estar aquí, yo si cumplo, a mi no me hacen daño. Esta es mi familia. -Reg... -¿Y a dónde irás? ¿eh? ¿con tus bobos amigos maricas? -¡Regulus!- se queja, molesto. -Allí es donde perteneces, ve con esos imbéciles, ve- lo mira mal. -Podemos encontrar algo más donde vivir, ven conmigo. -No quiero, quiero quedarme aquí con mis lujos, mi fortuna y mis padres. Siempre soñé con ser hijo y heredero único, gracias Sirius. Sirius suspira y asiente. -Bien, nunca te comprenderé- cierra su maleta y baja las escaleras, llevándola con magia. -¿A dónde vas?- pregunta Walburga. -Me voy donde no me peguen- responde Sirius, abriendo la puerta. -Si sales por esa puerta quedas desheredado, considera a tu hermano el nuevo y único heredero de la casa Black. Sirius mira a Regulus, que mantiene su postura firma. -Sí, claro- suspira- adiós Reggie- saluda mirando a su hermano, mientras sale por la puerta, sintiendo el frío quemar sus pulmones. -Adiós, Sirius- saluda su hermano menor, cerrando la puerta en su cara. Sirius camina llorando hasta la casa de James, es el primer lugar a donde iría si necesitara refugio, y así lo hace. Toca el timbre, mientras tiembla de frío. -Yo voy, no empiecen la siguiente ronda sin mi- escucha la alegre voz de James antes de abrirle la puerta. La amplia sonrisa decae en una mueca de preocupación- ¿Sirius? -Hola, prongs- sonrie de lado. -Pasa, ¿qué pasó?- analiza su cara, mirando los golpes- ¿ellos...? -Me golpearon, Jaimie- se muerde el labio, intentando no llorar- me maldijeron y logré escapar- suelta las lágrimas, abrazandose a su mejor amigo. -Oh, Pads- se lamenta James, besando su cabeza. -¿Puedo quedarme contigo?- pregunta entre sollozos. -Claro que sí, obvio- asiente, abrazándolo firmemente. -Auch- se queja Sirius, tocándose las costillas. -Hay que ir a San Mungo, lo sabes, ¿no?- Sirius niega con la cabeza. -Estaré bien y no daré problemas, lo prometo. Yo puedo curarme solo. -Claro que no, ¡papá!- llama James. Alphard aparece por la puerta. -James, Libra está impaciente ¿vienes a jugar? oh hola Sirius- sonrie Alphard, saludándolo. Sirius se separa de James y mira al pelinegro- oh no, ¿Walburga?-Sirius asiente, Alphard lo abraza- Mont, vamos a San Mungo- avisa. -No, no, si se enteran... -Nada te pasará, ahora estás con nosotros- apoya Alphard- Mont, busca galeones- camina apresuradamente hacia el living. -¿Qué pasa, amor?- pregunta Fleamont, asomándose por la puerta- ¿Sirius? -Estoy bien- llora tratando de limpiarse las lágrimas, pero sus manos están llenas de sangre- estoy bien, no... -Vamos a San Mungo ahora- exige Fleamont y camina hasta Sirius, para tomarlo en brazos- malditos imbéciles- se queja mientras su esposo busca los galeones. -¿Qué pasa, James?- pregunta Libra, cuando sus padres pasan por la chimenea con Sirius. -Sirius se siente mal, toma una muñeca y vamos, ¿sí?- Lib asiente, toma una barbie y agarra la mano de su hermano. -¿Él se sentirá mejor?- pregunta mientras James toma un puñado de polvos flu. El mayor de los hermanos Potter asiente. -Él se sentirá mejor- afirma- ¡hospital San Mungo!- ambos desaparecen entre las llamas, rumbo al hospital.
41 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)