Capítulo 36
20 de julio de 2025, 23:56
Sirius frunce el ceño, Alphard le está contando que ayer llegó su hermano.
-¿Regulus? ¿mi hermano? ¿aquí?- pregunta confundido- pero si él nunca iría a la casa de un traidor a la sangre. Sin ofender.
-Quizás deberías hablar con él luego, parece que ha estado guardando algunas cosas.
James desayuna en silencio, mirando su bowl de cereales con leche. Sigue procesando lo que Regulus le contó.
-Buen día- saluda Fleamont, bajando las escaleras con Libra entre sus brazos.
-Buen día- responden James y Sirius.
-Papi- sonrie Libra, estirando los brazos hacia Alphard, quien deja su desayuno de lado y la toma en brazos.
[...]
Regulus espera por horas hasta que James suba, le da verguenza hablar con su familia, es... se siente que está invadiendo.
Pero James no sube, es Alphard el que toca la puerta.
-Regulus cariño- llama- ya es hora del almuerzo, baja a almorzar.
-No tengo hambre, muchas gracias señor Potter- responde desde adentro, mientras abraza sus piernas, sentado en la cama.
Escucha a Alphard irse y diez minutos vuelve a sonar la puerta.
-¿Baby Black? soy yo- habla James.
-Sí, pasa.
-Buen día- saluda James, entrando con una bandeja llena de comida- ¿cómo te sientes?
-Estoy....- suspira- estoy.
-Debes almorzar- deja la bandeja frente a él y estira una mano, para acariciar su mejilla.
-Huele muy bien- sonrie de lado, mirando el plato.
-Sé que no te gustan los traidores a la sangre y por eso no bajaste a almorzar pero- suspira- amarás a mis papás y tengo una hermana muy divertida.
-No es eso, es que... me siento invasor, creo que no debería haber irrumpido así a tu casa, lo siento mucho. Debí ir con Dora.
-Allí no estarías a salvo porque los padres son amigos de los tuyos- recuerda James- y estoy feliz de que estés aquí, Sirius también te espera, quiere hablar contigo.
-No hablaré con él- suspira, mirando sus manos- él me dirá que tenía razón y no lo soporto es... agh.
-Hablaré con él.
-No le digas lo que te conté, a nadie ¿escuchaste, Potter?- exige Regulus, James asiente, aunque ya le contó a sus padres porque ellos necesitan saber que pasa para poder ayudarlo, son los adultos. Aunque Mont y Alph no dirán nada.
-Bien- acepta James- pero come, debes almorzar- señala su plato.
-¿Y tú?- pregunta, mirándolo.
-Luego como, hay mucha comida.
Regulus niega con la cabeza.
-No comeré si tu no comes.
-Entonces iré por mi plato- sonrie levantándose.
-No, esto es demasiado, compartamos- propone, no quiere quedarse solo, le da pánico que sus padres puedan llegar a irrumpir en la casa y, extrañamente, se siente seguro cuando James está cerca
-Okey- asiente James, pensando en que a penas comerá para que Regulus coma mucho y luego almorzará bien.
[...]
Una hora después..
Sirius entra a la habitación de James y se sienta en la cama, junto a Regulus. James se está bañando.
-Entonces... ¿fue demasiado?- pregunta Sirius, mirando a su hermano. Regulus asiente- ¿ellos te golpearon?
-Yo creía en lo que decían- habla, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
-Sí, las veces que me haz insultado por no creer en eso...- suspira- pero, ¿no crees más en ellos y en todas las cosas que me reprochabas por no creer?
-Ellos hicieron algo terrible, Sirius. No puedo seguir fingiendo que soy igual a ellos- llora, hundiendo sus manos.
-¿Te encerraron en las mazmorras?
-Peor- responde en un hilo de voz.
-¿Qué es peor que te encierren en las mazm- su respiración se detiene y cierra los ojos- dime que no.
-Ellos querían un heredero- llora.
-Mierda, Reg, lo lamento tanto- se lamenta, tratando de abrazarlo, pero Regulus se aleja- ¿corriste antes de que te tiren el imperius?- Regulus niega con la cabeza- oh no- las lágrimas caen por sus ojos - ¿hasta donde te hicieron llegar?
Iba a ocultarle el tema, pero se siente vulnerable y ya no es el Regulus que su madre hizo, ya no tiene tantos muros. Sirius no pregunta más.
-No te preocupes, yo te cuido- recuerda Sirius- soy el mayor, yo te cuido- solloza, junto a su hermano- ¿puedo abrazarte?-
-No, no me toques- pide.
-Pero soy tu hermano, Sirius- intenta convencer.
-No me toques por favor- habla entre lágrimas.
Sirius suspira y asiente, decide tararear una canción de cuna, esa que le cantaba cuando era pequeño.
James abre la puerta del baño y sale en toalla.
-Me olvidé la ropa otra vez- se queja y los mira, entrecierra los ojos ya que no ve sin sus lentes- ¿todo bien?- pregunta, preocupado.
-Sí, ve a cambiarte- pide Sirius, Regulus mira a James de arriba abajo.
-¿Seguro?- pregunta James- ¿Regulus?- llama- ¿Sirius te molestó?
-No, estoy bien-limpia las lágrimas que quedaron en sus mejillas y asiente.
Sirius frunce el ceño y mira mal a su mejor amigo.
-A todo esto, ¿qué haces en la habitación de James?- pregunta Sirius, levantando una ceja.
-Limpiaremos una habitación hoy para Regulus- habla James, abriendo su armario- él se quedará con nosotros.
-Sí pero por qué no fue conmigo.
-¿Será porque estabas durmiendo con mi primo? oh mira- señala su armario.
-¿Qué?- pregunta Sirius.
-Ahí estás tú- molesta, Sirius toma un almohadón y se lo tira, la toalla de James se desata y logra atraparla antes de que su pene quede a la vista de los hermanos Black.
-¡Sirius! ¡está tu hermano!- se queja James, atándose la toalla a la cintura.
-A Regulus no le interesan los hombres igual. Lleva años diciendo que no le gustan los homosexuales.
-O quizá solo repetía lo que tu madre decía- defiende James, caminando de regreso al baño, con ropa en mano.
Sirius mira a Regulus quien baja la mirada.
-¿Tu no pensabas como ellos?- Regulus se encoge de hombros, cabizbajo-Manipulación- suspira triste, él también pasó por eso- entonces... ¿te quedarás?
-Ella dijo que nos matarían si escapaba yo también. Por eso no me fui contigo.
-¿Me estabas cuidando?- pregunta sorprendido, Regulus asiente- yo.... no sabía nada de esto, Reggie, las ultimas conversaciones que recuerdo fueron de ti insultándome por no cumplir con "mis obligaciones" siempre hablabas de que la pureza de sangre y el hombre con la mujer y... no sabía que pensaras diferente porque decías otras cosas.
-Sí, lo sé- asiente- y sé que te herí, dije cosas muy feas.
-Está bien- asiente- ahora estamos juntos, ¡como el dúo dinámico calcetines! ¿lo recuerdas? era nuestro nombre de equipo cuando éramos niños.
-Sí- sonrie divertido- era un nombre bobo.
-Era muy cool porque tu lo sugeriste.
-Siempre me apoyabas en todo aunque fuese tonto.
-Claro que sí, eres mi Reggie y siempre lo serás.
La puerta suena, es Remus, que lleva cara de dormido y se acuesta en los pies de la cama de James.
Regulus frunce el ceño.
-Bueno, ya estoy- sale James del baño- oh, hola Rem.
-Hola- saluda Lupin.
-Buenos días, bello durmiente- saluda Sirius, molestándolo.
-Sería más como la bestia- responde Remus.
-Y eso te convertiría en Bella- señala James- no te veo con un vestido amarillo, no es tu color- sonrie divertido, apoyándose en el marco de la puerta, Sirius le tira con un almohadón y esta vez James lo esquiva y le saca la lengua.
-Ah, no- Sirius entrecierra los ojos y James sale corriendo, Sirius lo persigue.
Remus se sienta en la cama y mira a Regulus.
-Siempre son así- señala la puerta- ya te acostumbrarás. Regulus sonrie divertido, el ambiente allí es ameno y relajado.
-Sí, podría acostumbrarme. ¿Recién te despiertas, Lupin?
-Sí, ante de anoche tuve una noche... complicada- ¿almorzaron?
-Sí, estaba exquisito.
-Oh, iré a almorzar, ¿me acompañas? no estoy acostumbrado a comer solo, tengo un gran equipo en casa.
-¿Tus hermanas?- Remus asiente.
-La tres locas- sonrie divertido, levantándose- ¿vamos?
-No, es que...
-¿Te da verguenza bajar porque están mis tíos?- Regulus asiente- ellos están muy contentos de tenerte aquí, mi papá y el de James pasaron por lo mismo que ustedes, ¿sabes?
-Algo mencionó James.
-Sí, tienen una historia interesante, te gustará conocerlos. Si te sientes muy incómodo puedes volver aunque para ser enemigo de James, te ves muy cómodo en su cama- molesta, Regulus sonrie divertido y se levanta, siguiéndolo escaleras abajo.
[...]
-Oh sí, es un gran libro- opina Alphard, hablando con Remus y Regulus- es una historia interesante.
Regulus asiente.
-El final fue inesperado, ¿cómo iba a dejarla ir?- se queja Regulus, sintiéndose cómodo en ese tópico.
-Yo me quejé de lo mismo- asiente Alphard- ¿y cuál fue tu personaje favorito?
-¿Entiendes de qué hablan?- pregunta Mont, mirando a James, ambos están parados junto a la chimenea.
-No, ni idea- responde James- no soy fan de leer.
-James, papá- llama Sirius, corriendo hacia ellos- perdón- se detiene- Fleamont- sonrie nervioso, Mont camina hacia él y lo abraza.
-Dime papá-pide, besando su cabeza.
-¿Qué pasó, Pads?- pregunta James.
-Una vaca me persiguió- señala la puerta del patio, de donde entró- yo solo quería llegar hasta los caballos.
-Debes esperar a que alguno de nosotros vaya contigo, Sirius- pide James- quizá hiciste algún movimiento que no les gustó.
-Yo quería cabalgar- sonrie de lado, alejándose de Fleamont.
-Bueno, ¿por qué no le prestas algo de ropa a Regulus y los llevo a cabalgar?- propone James.
-¿Por qué?- pregunta Sirius, ellos cabalgan siempre juntos, nunca invitaron a nadie.
-¿Por qué no? debe gustarle cabalgar también- apoya Fleamont- y ahora está con nosotros, hay que incluirlo.
Sirius asiente y sube las escaleras, suspirando.
-Espera, voy contigo- grita Libra, corriendo detrás de Sirius- pensé que eras ese- señala a Regulus- ¿él quién es?
-Es mi hermano.
-¿Qué es un hermano?
-Como tu y James, Lib.
-Oh- asiente y camina de su mano, hasta la habitación de Sirius- ¿me prestas un labial?
-Claro pero con cuidado, se pueden romper.
[...]
-Reg- llama James, Regulus se levanta de la silla y camina hacia el mayor.
-¿Sí?
-Iremos a cabalgar, ¿quieres acompañarnos?- pregunta suavemente, mirando los ojos grises. Regulus asiente- debes cambiarte, hace frío afuera.
Regulus abre los ojos grande.
-Oh no- se sonroja- tus padres y Lupin me vieron en pijama- se lamenta- eso no es adecuado.
-Es ropa, para dormir pero ropa, es pijama largo, nadie puede ver nada, si me dices que es de encaje y corto... pero no.
-Sí pero no es adecuado y muy irrespetuoso.
-Solo significa que estás cómodo y eso es genial- sonrie enternecido, guardando las manos en los bolsillos.
-Es una falta de respeto.
-¿Quién dijo eso?
-Todo el mundo.
-¿Quién te dijo eso?
-Mi madre- responde, bajando la cabeza, James estira una mano, elevando su mentón.
-No bajes la cabeza- pide suavemente y lleva su mano a la mejilla derecha de Regulus acariciándola- solo... aquí no es tan estricto, menos en vacaciones. Mis padres son muy comprensivos y todo se puede hablar. Ellos nunca te juzgarán.
-Es todo muy distinto- admite, mirando el avellana en los ojos de James- es... raro.
-Sí, comprendo pero es un buen cambio y te acostumbrarás luego. Ve a cambiarte, Sirius está buscando ropa para ti.
Regulus asiente y camina hacia las escaleras, pero luego vuelve y lo mira.
-Gracias, Potter- habla, realmente agradecido.
-Dime James- pide, tomando su mano y acariciando sus nudillos.
Remus, Fleamont y Alphard los miran desde la cocina.
-¿Ustedes saben sobre la profecía?- pregunta Remus.
-Sí, estamos esperando a que James se de cuenta por si solo, pero salió a Monty y tardará un poco.
-Ey- se queja Fleamont, mirando a su esposo.
James camina hacia ellos y se sirve un vaso de agua.
-¿Qué?- pregunta, viendo que lo observan.
-Nada, ¿puedo cabalgar con ustedes?- pide Remus, sabiendo que irá Sirius y, además de querer estar con él, quiere distraerlo para que James y Regulus puedan charlar.
-¿Tú? dijiste que no te gustaba porque te hacía doler las piernas.
-Sí pero quiero ir, ¿no puedo?
-Claro que puedes- asiente Fleamont.
-Pero cámbiate, hace frío afuera- exige Alphard, mirándolo.
Remus asiente y camina hacia la chimenea, rumbo a casa para cambiarse.
-Regulus parece mejor ¿no?- pregunta Fleamont, mirando a su hijo.
-Sí, aunque no descartaría ir a San Mungo- suspira preocupado.
-¿Por qué no lo convences? mientras cabalgan, quizá puedas convencerlo de ir por un chequeo.
James asiente.
-Eso haré- habla mirando a un punto muerto, pensativo.
Alphard y Fleamont se miran, orgullosos de ver a su hijo más responsable.