Capítulo 37
20 de julio de 2025, 23:56
-No quiero que me toquen- se queja Regulus, mientras cabalga junto a James- no quiero ir a San Mungo.
-No sabes si esa chica tenía alguna enfermedad, Reg- habla suavemente, llevando la cuerda con una sola mano- debes revisar que todo esté bien.
Regulus levanta la mirada y la clava en James, no había pensado en esa posibilidad.
-Tienes razón- suspira bajando la mirada nuevamente.
-Yo te acompaño y veo que nadie te haga daño ¿quieres?- propone, estirando su mano para acariciar su hombro.
-Si salimos mis padres podrán encontrarnos y hacernos daño.
-No, mi padre nos acompañará o podemos pedirle al tío Lyall, él estudió DCAO.
-No molestes a nadie- pide- no me gusta molestar a los adultos.
-Ay pero no es una molestia, Reg.
-Claro que si, ya estoy en tu casa, eso sería abusar.
-Iremos a San Mungo- afirma James- debemos confirmar que estás bien.
[...]
-¿Qué haces?- pregunta Regulus, mirando a Sirius cuando bajan de los caballos.
-Tomo algunas fotos- sonrie de lado viendo la foto que le tomó a Remus.
(esta)
-Oh- asiente, mirando la foto que su hermano acaba de tomar.
-¿Quieres tomar algunas fotos?- Regulus asiente, le encanta la fotografía, un poco menos que la pintura, pero le encanta.
Sirius va a coquetear con Remus y le deja la cámara a Regulus, quien observa a James. No hay nada más interesante a lo que le podría sacar foto, asi que toma una.
Regulus sonrie ante la foto.
-Tienen hambre, el vecino no les da el snack a media tarde- sonrie James, señalando a los caballos detrás del alambre.
-¿Snack de media tarde?- eleva una ceja, divertido.
-Como la hora del té- sonrie divertido, mirando a Regulus- ¿tomas fotos?- pregunta.
-Sí, estás sudando- señala el sudor que cae por su cara- debes salir del sol.
-Luego- responde, quitándose la remera.
-Ponte un sombrero por lo menos- exige Regulus, extendiéndole el sobrero que está sobre su caballo, James sonrie y se lo coloca.
-Gracias baby Black, ¿qué haría sin ti?- le guiña un ojo, Regulus se muerde el labio.
-¿Rostizarte? ¿morirte por la radiación?- habla "molesto" James ríe levemente y va por agua para los caballos del vecino- Sirius- llama Regulus- posá- pide, con la cámara en las manos.
(imagínense que es sirius porque es sirius core)
Remus eleva una ceja, observando a Sirius detalladamente y niega con la cabeza, divertido.
-Ponte tu- pide James, tomando la cámara de sus manos.
Regulus camina hacia el caballo y posa.
-No puedo creer que le hayas dado un traje para montar- sonrie James, mirando la foto. No presiona en que Regulus mire a la cámara, no lo presionará en nada.
-Él mismo lo eligió, dijo que los jeans son horribles y que él no se pone eso- Remus mira su vestimenta completa de jean y sonrie divertido- yo creo que es sexi.
-¿Quién?- pregunta James, sin prestar mucha atención por mirar la foto de Regulus.
-Nada James, presta atención- se queja Sirius.
-Sí, claro, ¿volvemos?- habla Potter.
-¿Ya?- se queja Sirius.
-Sí, viene una tormenta del sur- señala el cielo.
-Es solo una nube, James- habla el mayor de los Black, rodando los ojos.
-Pads, ¿conoces el campo?- habla Remus, fumando un cigarrillo. Sirius sonrie nervioso ante la linda imagen, sus piernas flaquean- una nube nunca es una nube.
-Exacto y estamos algo lejos de la mansión, asi que suban al caballo y vamos- pide James, tomando el cigarrillo de la mano de Remus.
Sirius y Regulus se miran.
-¿Nos mandas a nosotros?- eleva una ceja Regulus.
-¿Por favor?- sonrie James, mirándolo.
Regulus asiente y se sube al caballo, Sirius abre la boca, sorprendido.
-¿Pudiste domar a mi hermano?- señala impactado.
James eleva ambas cejas y las baja, luego sonrie divertido.
-A la mansión Sirius, vamos- exige Remus, tomando la cuerda del caballo que montó Sirius.
James se sube a su propio caballo y mira a Lupin.
-Vayan yendo, ajustaré las riendas de Demon- señala el caballo que James le prestó.
-Bien pero apúrate, Lupin- exige James, robándole nuevamente el cigarrillo y cabalgando lejos.
-Maldito, siempre hace lo mismo- se queja Remus.
[...]
Una hora después.
-¿Sí? dígame que necesitan- pregunta la secretaria, mirando a James y Regulus- ¿embarazo?- cuestiona, al ver el nerviosismo del menor.
James mira a Regulus, esperando que él responda pero Regulus niega con la cabeza y mira a James, tomando su mano.
-Un urólogo- responde James, pensando en quién lo atiende desde que dejó a su pediatra y se hace los chequeos de la zona íntima- ¿el doctor Smith está?- pregunta.
-Sí, está. ¿Quieren una cita con él?
-Es urgente y sí- asiente James.
-Pero el doctor no trata embarazos ¿sabe?- habla la secretaria- para eso tenemos obstetras.
-Nadie está embarazado, deme una cita con el médico, señorita- exige firmemente, Regulus no hace más que mirar su mano entrelazada con la de James.
-Bien- asiente la mujer- ¿a nombre de quién?
-Regulus Black, ¿cuánto es el tiempo de espera?- pregunta James
-Unos diez minutos, ¿seguro social?- pregunta la secretaria.
-Consulta privada- responde- permiso- susurra dulcemente cuando suelta la mano de Regulus quien asiente sin mirarlo- ¿cuánto sería?
-Treinta galeones con el doctor Smith, señor.
James asiente, es el mejor del país y sabe que es de confianza, asi que saca una bolsa de su bolsillo y se la da a la secretaria.
-¿Está bien?
-Sí, los llamará el doctor cuando esté libre. Fírmeme aquí- pide, dejando un papel delante de James. James firma y luego toma la mano de Regulus, para caminar hacia la sala de esperas.
James se sienta junto a su padre y Regulus se sienta junto a James.
-La tormenta viene fuerte, ¿guardaste a todos los caballos?- habla Fleamont, cortando el silencio, notando la incomodidad de Regulus. Su esposo también era así.
-Sí- asiente James, los Potter charlan sobre el campo y la tormenta, desviando la atención de él y el hospital, lo que hace que Regulus se sienta más calmado.
-Regulus Black- llama el médico 15 minutos después.
Regulus mira a James y James se levanta, caminando a su lado. Fleamont los espera en su lugar.
-Buenas tardes- saludan James y Regulus.
-Señor Potter- sonrie el médico- que bueno verlo. Usted debe ser Regulus- mira al menor, quién asiente- tomen asiento- los tres se sientan y el urólogo los mira- por las dudas, no atiendo embarazos- sonrie divertido, mirándolos. Conoce a James desde siempre ya que Fleamont se atiende con él también.
-No es un embarazo- responde James- usted sabe que soy responsable.
-Claro que sí, y muy sano- asiente el doctor Smith- ¿ustedes...?
-No- niega Regulus y mira sus manos, buscando las palabras para explicarle al médico lo que le sucedió, luego mira a James con los ojos llorosos y Potter asiente.
-Hubo una... situación y necesitamos ver si todo está en orden, ITS y eso- intenta explicarse James, no quiere ser directo porque no quiere que Regulus vuelva a recordarlo.
-Si es con usted, ya le digo que no- habla el médico, viendo la ficha de James.
-No me involucra- responde Potter.
-Señor Black- llama el médico- ¿anal?
-No- responde Regulus.
-Okey- asiente el urólogo- lo revisaré y tomaré una muestra de cultivo para llevarlo al laboratorio y una de sangre, ¿de acuerdo?
Regulus mira a James, quien asiente.
-Exámenes de rutina- apoya James, tomando su mano.
-Sí, los de sangre y la revisión es algo que se hace cada año, ¿se hace los análisis, señor Black?
Regulus niega con la cabeza, su madre no creía mucho en la medicina.
-Comprendo, cuando se sienta listo quítese la parte de abajo y lo reviso.
Regulus mira a James, quién asiente y lo mira a los ojos, tratando de calmarlo.
-Salgo, ¿quieres?- pregunta, apretando su mano, Regulus niega repetidas veces, asustado.
-Solo no mires- James se quita los lentes y los coloca en su cabeza. Regulus sonrie divertido y se levanta, tirando de la mano de James, para que lo siga hasta la camilla.
-Una vez James derramó todo su biberón en la sala de esperas- comenta el médico, mientras revisa a Regulus, quien aprieta el brazo de James, sintiéndose muy incomodo por el tacto de alguien más, las imágenes de aquella noche vuelven a su mente pero la conversación de James y el doctor logran distraerlo. El urólogo revisa su glande, fijándose que no haya color inusual.
-Tenía tres años, doctor- sonrie James. Su voz logra tranquilizarlo un poco más, aún así se aferra a su brazo con fuerza.
-¿Lo conoce desde pequeño?- pregunta Regulus, sintiendo el hisopo entre su glande y prepucio, tomando la muestra.
-Sí, atiendo a su padre desde hace años- responde el médico, colocando el hisopo en una recipiente estéril y quitándose los guantes- puede vestirse, tomaré una muestra de sangre- menciona, colocándose unos nuevos guantes.
Regulus mira a James, quien asiente.
Black se viste y baja los anteojos de James, colocándoselos bien.
-¿Donde me siento?- pregunta Regulus.
-Allí- señala la silla junto a un apoyabrazos y Regulus camina hacia la silla y se sienta, colocando su brazo en el apoyabrazos, el doctor saca una muestra de sangre y coloca una bandita en la pequeña herida del pinchazo- Iré al laboratorio, pueden esperar aquí- avisa, saliendo de su consultorio.
Regulus suspira, las lágrimas vuelven a inundar sus ojos.
-¿Qué pasa, bonito?- pregunta James, agachándose a su lado.
-No quiero sentirme así, no cuando estoy en manos de un doctor que es un profesional y no me hará daño- se queja, escondiendo la cara entre sus manos.
James suspira y acaricia su cabello.
-Estoy aquí, contigo- recuerda.
-Sí, lo sé, te veo- resopla- no soy ciego como tu- responde mal.
James suspira, pensando en que Regulus no quiere herirlo, solo es su método de defensa. Alphard se lo explicó y le comentó que él también era así, también respondía mal.
-Viene de familia- comenta, parándose porque es muy alto y agacharse así le hace doler la espalda- todos los Potter somos miopes. Menos Lib, ella salió a papá Alph.
-Él sabe mucho de libros- habla Regulus, limpiando sus lágrimas y suspirando, tratando de dejar de llorar.
-Sí y está fascinado de tenerte para hablar de libros. Con Remus habla cuando charlan pero Remus está casi siempre conmigo, Sirius no es muy fan de leer y yo tampoco.
-¿Y tu otro padre?
-Tampoco- sonrie divertido, caminando hacia la camilla para apoyarse.
-¿Qué tienen en común?- pregunta curioso.
-El amor, hijos, sexo, no sé- se encoge de hombros- son polos opuestos que se atraen y coinciden en algunas cosas. A ambos les gustan los picnics, cabalgar, la música, tener citas, salir a cenar. Pero el amor no se trata de tener todo en común- suspira- es... es hacer cosas que no te gustan mucho pero hacen feliz a tu pareja y si tu pareja es feliz, tu también eres feliz, ¿comprendes?- Regulus ladea la cabeza- a papá Mont no le gusta pintar pero a papá Alph sí y tomaron juntos un curso de pintura porque le hacía ilusión a Alphard. A Alphard no le gusta el quidditch pero a Fleamont sí, entonces papá Alph lo acompaña a los partidos si papá Mont, se aburre un par de horas pero ve la ilusión en su rostro, asi que está feliz.
-¿Cuando maduraste?- pregunta Regulus. James sonrie divertido.
-Siempre pensé así, que tu me consideres bobo es otra cosa.
-Te muestras bobo.
-Hago reír a las personas porque quiero agradarles, siento que si alguien no me quiere es... no sé, me pongo triste.
Regulus frunce el ceño.
-¿Por qué querrías agradarle a todos? es suficiente con que tus amigos te quieran.
James suspira y se encoge de hombros.
El doctor entra por la puerta y se sienta en su escritorio.
-Todo en orden, señores- habla el urólogo- sé que la sangre era para los exámenes de ITS, los cuales dieron todos negativos, lo que significa que está sano- mira a Regulus- pero me tomé el atrevimiento de hacer exámenes normales de rutina y veo que le faltan muchas vitaminas y proteínas. Recetaré algunas pociones y le pediré que coma más. Más carne, frutas, verduras, lácteos ¿sí?
Regulus asiente.
-¿Entonces todo en orden, doctor?- pregunta James, queriendo asegurarse de que Regulus esté limpio.
-Sí, el examen de ITS salió, como le decía, todo negativo y la muestra salió limpia.
-Genial, gracias doctor- agradece James. Regulus se levanta y camina hasta su lado.
El doctor escribe un par de recetas y las indicaciones de que coma más y deja esos papeles sobre el escritorio junto a los análisis.
-Muchas gracias- agradece Regulus, tranquilo de que no tiene ninguna enfermedad.
-A ustedes por venir, recuerden que es importante hacerse chequeos- sonrie el médico, levantándose para estrecharles una mano.
James y Regulus salen por la puerta, Potter lleva los papeles en sus manos y Regulus camina a su lado.
-¿Todo bien?- pregunta Fleamont, cuando llegan a su lado.
-Sí, todo bien- responde James- solo falta un poco de proteínas y vitaminas, ¿crees que tengas algunas de estas pociones en la empresa?
Fleamont mira los papeles que James le extiende, solo esos dos, el resto no se los muestra.
-Sí, adelántense hasta casa, iré a buscar.
James asiente y camina hacia la chimenea, junto a Regulus.
[...]
Sirius ve llegar a su hermano y a su mejor amigo.
-¿Y?- pregunta Sirius, apoyando una mano en el hombro de su hermano.
-No me toques- se queja, alejándose- estoy bien, todo en orden.
Sirius mira a James, quién asiente. Alphard escucha desde la cocina.
-¿Y papá?- pregunta Lib, sin entender de qué hablan.
-Fue hasta la empresa, ahí viene- responde James, tomando a Lib entre sus brazos- ¿ya saludaste a Regulus?
-Es serio- responde Lib- ¿por qué eres serio?- pregunta mirando a Regulus.
-Lo siento- se disculpa Regulus.
-Está bien- asiente Lib- pero yo soy buena y muy divertida, ¿te gustan las princesas?
-Regulus necesita un tiempo Lib, en un mes le presentas tus juegos y desfiles de vestidos ¿sí, cariño? él no se siente bien.
Regulus observa la dulzura con la que James le habla a Libra y sonrie enternecido.
-¿Te duele la panza? a mi a veces me duele- habla la niña, Regulus asiente.
-Algo así.
-¿Tus papás te hacían mal como a Sirius?- pregunta ladeando la cabeza.
Regulus mira a Sirius.
-Sirius es mi hermano, tenemos los mismos padres- explica.
-Como tu y yo- agrega James.
-Oh, entonces si te hacían mal- se lamenta, haciendo un puchero- mis papás son buenos, te los presto- sonrie la niña, inocente.
-Muchas gracias, Libra- responde Regulus.
-¿En un mes te puedo dar un abrazo?- pregunta la pequeña. Regulus asiente.
-Yo te abrazo de su parte mientras tanto, ¿quieres?- pregunta Sirius, abriendo los brazos, Libra se baja de los brazos de James y corre a los de Sirius.
-Creo que lo prefiere antes que a mi- señala Potter, divertido. Regulus sonrie- ¿tu me prefieres a mi?- baja el tono de voz, mirándolo.
-Algo así- responde Regulus, cruzándose de brazos.
-¿Sí o no? yo te llevé a cabalgar- insiste, codeándolo.
Regulus rueda los ojos, divertido.
-Sí, ya callate- exige.
-Chicos, ¿ponen la mesa?- pide Alphard- ¿y papá?- la chimenea suena, respondiendo su pregunta, Fleamont trae una caja llena de pociones- amor.
-Bebé- responde Fleamont, mirándolo- que rico olor, ¿pongo la mesa?
-Sí, gracias, iré a servir- se acerca y besa la mejilla de su esposo- me quedé sin pinturas, ¿mañana vamos a comprar?- pregunta, caminando a la cocina, su esposo lo sigue, dejando la pesada caja en la barra de desayuno.
-Sí, mi amor, y creo que se acabó el cereal de Lib asi que hay que ir al supermercado.
-Hay que ayudar- habla Regulus, tirando del brazo de James.
-Papá se encarga, esta vez.
-Pero hay que ayudar, ¿cómo no vas a ayudar? nos retarán.
-Aquí no te retan- habla Sirius, desde el sofá, mientras ata el cabello de Lib- tampoco te golpean, aquí te explican y razonan contigo.
Regulus mira a su hermano y luego a James, quién asiente.
-Como en casa- sonrie Remus- aunque es más caótico porque tengo al trio de las locas corriendo y discutiendo por la mansión.
-Las amas- señala James. Remus asiente.
-Claro que sí, yo me levantaba en la noche para acostarme con ellas para que no lloren, papás estaban muy cansados y los quise ayudar, aunque siempre me decían que era su trabajo, que ellos lo hacían.
-Yo también hacía eso por Reggie, aunque si yo no lo hacía el pobrecito se quedaba llorando por horas- suspira triste- una vez me metieron en las mazmorras y no pude ir cuando lo escuché llorar en la noche- recuerda, mirando a un punto muerto.
Regulus mira sus manos, recordando todo lo que ha hecho Sirius por él.
-Pero ahora están a salvo- apoya James, abrazando a Regulus por los hombros. Remus estira su mano y toma la de Sirius, dándole apoyo- y nos divertiremos, pronto será verano e iremos de vacaciones.
-Sí, los adultos siguen decidiendo el destino, pueden escribir opciones en un papel y dárselas- habla Remus.
-Eso hacemos siempre.
-Andy escribió "un partido de quidditch" Cissy "un spa en Francia" y Bella "una playa desierta donde no haya nadie y no me molesten"- sonrie Remus.
-¿Y ustedes?-pregunta Sirius.
-Yo escribí Latinoamérica y Remus...
-Gales, para visitar a los abuelos.
-Aquí está bien- asiente Regulus- aquí estamos a salvo- Sirius asiente, de acuerdo con su hermano.
-¡A cenar!- llama Alphard, desde el comedor.
Regulus mira a James quien coloca su mano en la cintura de Black y lo guía hasta el comedor.