Profecía//Jegulus

Remus retiene un poco a Sirius para que no vea el acercamiento de James y Regulus, acariciando su mejilla. Sirius ladea la cabeza, confundido. Libra tira del brazo de Black, para que vayan a comer. -Eres muy lindo- menciona. Sirius se sonroja. James mueve la silla para que Regulus se siente. -Gracias- agradece el menor, su corazón late enamorado ante el hermoso gesto. -De nada- responde James, sentándose a su lado. Remus llega a la mesa y luego Sirius con Libra. Alphard y Fleamont terminan de dejar las cosas en la mesa y se sientan. El almuerzo trascurre en un ambiente ameno, Regulus se sorprende ante la falta de exigencias y limites al comer. -Come más, cariño- pide Alphard, desde su lugar- ¿o no te agradó? tenemos pizza si gustas. -La comida está exquisita, señor Potter. Muchas gracias. -Entonces come mas, necesitas los nutrientes- habla Fleamont. Regulus mira su plato medio vacío, ya comió sus seis bocados. -No hay reglas bobas aquí- habla Sirius, sirviéndose un poco más de papas. -Sirius- reta Regulus. -Puedes comer aquí- Sirius se encoge de hombros. Regulus mira a Sirius y luego a James, quien asiente, colocando su mano izquierda en su muslo y apretando suavemente, en forma de apoyo. -Comes hasta donde te llenes- explica James, dulcemente- tu cuerpo te dirá cuando debes detenerte, puedes probar comiendo un poco más y luego ves si quieres repetir. -¿Repetir?- ladea la cabeza, mirándolo confundido. -Sí, volverte a servir o puedo volverte a servir yo. -¿Por qué comería tanto?- pregunta, realmente confuso. -Porque tienes hambre, quizás- responde James, elevando ambas cejas. -Oh- responde Regulus, mirando su plato. Fleamont y Alphard se miran, ellos hablaron de lo mismo hace 20 años, Fleamont fue tan dulce como James y Alphard estuvo tan confundido como Regulus. -Come, Regulus- habla Sirius mirando a su hermano. -Solo si quieres- recalca James, dulcemente- si no tienes más hambre no. ¿Tienes hambre?- pregunta suavemente. Regulus se encoge de hombros y mira la comida. Toma nuevamente su tenedor y lo lleva a su boca. -La lluvia viene bien para la cosecha- cambia de tema Mont. -Sí, pero llueve fuerte, salí recién a tirar otro hechizo protector para las ovejas. -¿No te mojaste, no?- pregunta preocupado, mirándolo -No cariño, lancé un hechizo desde el pórtico- los Potter continúan con su charla casual y Regulus los mira, con miedo de ser retado. La mano de James vuelve a apoyarse en su pierna. Regulus se sobresalta, su subconsciente lo alarma asustado por recibir el golpe en la mano que su madre suele darle, deja caer sus cubiertos en la mesa. -Lo siento, no quise molestarte- se disculpa James, alejando su mano con cuidado. Regulus lo mira, tratando de quitarse el susto. -No importa- niega con la cabeza. -Pads- llama Remus, intentando desviar su atención de James y Regulus- ¿hacemos pijamada en casa?- pide. -¿Y prongs?- pregunta Sirius, mirando a James. Remus mira a James, quien bosteza y niega con la cabeza. -Día largo, iré a dormir temprano- responde- -¿Voy yo solo?- pregunta Sirius. -Sí, ¿no quieres? Sirius mira a Alphard, pidiéndole permiso. -¿Puedo?- pregunta Sirius. -Claro cariño- responde Alphard. -Usen condón- pide Fleamont, sirviéndose más papas. James, que estaba tomando agua, se ahoga escupiendo el agua sobre el plato en el que acaba de comer. -Nosotros no- tartamudea Sirius. -Sus padres decían lo mismo- señala a Remus- ¿o no cariño?- Alphard asiente. -Pero eso no quiere decir que ustedes salgan- sonrie y mira a su esposo mal- Mont solo está bromeando. -No lo hago, son muy jóvenes, cuídense- señala a Remus con el tenedor- conozco a los Lupin muchacho, no me mires así. -No haremos nada, tío- responde Remus elevando las manos, sonrojado- nosotros solo somos amigos Fleamont asiente, sin querer seguir dándole vueltas al tema. Regulus mira a Sirius y Remus, luego voltea hacia James. -Termina de comer, Reg- pide James con suavidad- se te enfriará. Regulus asiente y come un poco más, aunque no termina su plato de comida. [...] Regulus mira la lluvia cayendo por la ventana de su nueva habitación. La lluvia siempre le dio miedo y ahora aún más. Vuelve a sentirse mojado, incómodo y sucio como cuando llegó la noche anterior a la casa de los Potter. -Reg- llama James, dejando un par de mantas sobre la cama con sabanas limpias en la hermosa habitación de invitados, ahora; Regulus- ¿sucede algo? -No- responde Black suspirando y luego se levanta, caminando hacia él- ¿me puedo bañar?- cuestiona, James asiente. -Claro bonito, traeré los productos que usaste anoche y toallas limpias. -Gracias- agradece, quedándose parado junto a la cama. -Fue un largo día- bosteza James dejando los productos para el pelo en el baño de Regulus- ¿te gustó cabalgar?- pregunta, Regulus vuelve a centrar su atención en él, dejando de ver hacia la ventana desde su lugar. -¿Eh? -¿Te gustó cabalgar? -Sí, es de mis actividades favoritas- responde, un trueno suena fuerte y Regulus se sobresalta, tocándose el pecho. Los truenos sonaban cuando él estaba siendo obligado a hacer un heredero, entonces... -¿Te da miedo la lluvia?- pregunta James, sin perder la seriedad. Probablemente tenga algún trauma con eso y no lo molestará. -No, no- miente- solo.... fue un largo día, tienes razón. Buenas noches. -Oh sí, ya me voy- asiente, caminando hacia la puerta- buenas noches Reg, cualquier cosa estoy en mi habitación, ya sabes donde queda. -Sí, no te necesitaré- responde caminando hacia el baño. Sirius, antes de irse, le dio ropa interior y un pijama limpio. -Claro- se rasca la nuca, incómodo por su indiferencia- buenas noches Regulus, descansa- sonrie de lado antes de cerrar la puerta. [...] Regulus da vuelta en su cama, una y otra y otra vez, por horas. La lluvia sigue recordándole las escenas de la noche anterior, cuando estaba en su casa y... Un fuerte trueno vuelve a asustarlo, Regulus corre de allí, sintiéndose otra vez en esa habitación, semidesnudo y asqueado de sí mismo. Su magia lo lleva hacia el cuarto de James, sin tocar la puerta entra y se tira en su cama, buscando refugio entre sus brazos. James, quién estaba dormido, parpadea confundido y lo abraza, comprendiendo un poco. -Estás bien, Regulus- habla medio dormido- estás conmigo- besa su cabeza, abrazándolo firmemente. Regulus logra calmarse, la magia de James lo envuelve y se siente seguro, suspira entrecortadamente, recién cae en cuenta de que está llorando- nadie te hará daño, yo te cuido- recuerda James, todavía medio dormido. Entre los brazos de James, Regulus logra dormirse, los truenos son silenciados por los latidos del corazón de Potter, la sensación de asco por recordar la noche anterior es reemplazada por el varonil aroma de James y el frío que todavía siente de estar encerrado en las mazmorras es reemplazado por el calor corporal del mayor, duerme tranquilo sabiendo que James está allí para cuidarlo.