Capítulo 39
20 de julio de 2025, 23:56
-Lucen igual a nosotros de jóvenes- susurra Alphard, mirando a los adolescentes desde la puerta de la habitación de James, que está abierta.
-Tampoco somos tan viejos, tengo 38. Podríamos tener otro si quieres- sonrie Fleamont, codeándolo.
-No, con James y Lib tenemos demasiado.
-Cierto, iré a alimentar a los animales, ¿preparas el desayuno?- pide Fleamont, besando sus labios.
-Sí, cariño. Abrígate que hace frío- pide a su esposo, cerrando la puerta de la habitación de James.
[....]
James despierta por la luz del sol, y mira a su alrededor, encontrándose con Black durmiendo sobre su pecho. Recuerda algo de la noche anterior asi que no se le hace raro haber despertado con Regulus entre sus brazos quién está profundamente dormido; su leve ronquido se asemeja al de un gatito. James sonrie enternecido.
Potter repasa los perfectos rasgos del menor mientras mueve sus manos en su espalda, la piel es suave como algodón.
Regulus se desliza mas arriba, abandonando el pecho de James para esconder su cara en el cuello del mayor, aún dormido. Asi que las manos de James se anclan en su cintura, acariciándolo.
James siente los labios de Regulus en su cuello, junto con su respiración; su corazón late rápidamente.
Regulus despierta rato después, aún sin abrir los ojos, se sienta. Frunce el ceño al sentir algo duro y abre los ojos. James lo mira, aún acostado. Regulus abre los ojos grande y se sienta en la cama.
-Lo siento- se disculpa, sonrojado.
-Buen día- saluda James, divertido, mientras se levanta de la cama- iré al baño- avisa, caminando hacia el baño.
Regulus sale corriendo hacia su habitación, avergonzado.
Se deja caer en la cama, "¿por qué mierda me fui a dormir con Potter?" "eran solo truenos, cobarde" se regaña a sí mismo, avergonzado de haber irrumpido en la cama de James.
La puerta suena unos minutos después.
-Reg, el desayuno está listo, mis papás nos esperan a desayunar- unos minutos habla la suave voz de James desde afuera.
Regulus se muerde la mejilla interna.
-Sí- responde Regulus- me cambio y voy.
-Si quieres bajar en pijama puedes, ¿sabes?- recuerda Potter, sabiendo que en la casa Black no era permitido.
-Me cambiaré- concluye Regulus, sin abrirle la puerta.
-Bien, ¿te espero?
-Tu ve.
-Okey pero debes desayunar asi que si no bajas en media hora subiré a buscarte- afirma, con voz firme.
Se levanta de la cama, su cuerpo obedece, caminando hacia al armario, donde Sirius dejó algo de ropa antes de irse.
-Sí, bajaré- responde, tomando una camisa.
-Bien- responde James y oye sus pasos, alejándose.
[...]
-Deben usar condón, James- exige Fleamont.
-¿Eh?- pregunta el recién nombrado, tomando de su taza de café.
-Los vimos dormir juntos, dejaron la puerta abierta. Primero, si van a tener sexo, deben cerrar la puerta, segundo, deben cuidarse.
-¿Por qué tendría sexo con el hermanito de mi mejor amigo?- responde James.
Fleamont eleva una ceja.
-Solo te recuerdo que te cuides, nosotros sufrimos mucho cuando...
Alphard voltea y mira a su esposo.
-No hables de ella- pide Alphard.
-¿De quién?- cuestiona James.
Alphard suspira y se sienta frente a James.
-Cuando comencé a salir con Mont, ya viviendo con él, quedé embarazado y a los cuatro meses la perdimos- baja la cabeza, Fleamont toma su mano y la aprieta suavemente.
-Lo siento cariño- se disculpa Mont- no quise traer el tema.
-¿Pero por qué la perdieron?- pregunta James mordiendo su tostada.
-Era muy joven, venía de la regla de los seis bocados y un amigo de mi padre había abusado de mi, por eso escapé de allí. No tenía casi magia ni vitaminas y me daba pánico contarle a Mont y a los abuelos, pensaba en que me iban a echar porque tener un bebé siendo tan jóvenes era muy complicado, ni siquiera teníamos casa propia- suspira- entonces pasé tres meses sin contarle a Fleamont, entre que comía poco porque estaba acostumbrado y vomitaba por el embarazo, sin vitaminas y sin magia...
-Pero... le contaste a papá.
-No fue suficiente tener sexo todos los días ni comer exageradamente, la bebé estaba muy débil.
-Oh- se lamenta James- por eso papá insiste en que nos cuidemos.
-Sí, son muy jóvenes cariño y Regulus acaba de salir de allí, no queremos que sufran como nosotros.
-No me gusta Regulus, papá- rueda los ojos y suspira.
Fleamont y Alphard se miran.
-Sí, como digas- responde Fleamont, revolviendo su cabello.
-Papá- se queja James, mirando a Alphard y señalando a Fleamont- hoy lo había podido peinar.
-No, no lo habías hecho, cariño- sonrie Alphard- solo parecía que te había lamido una vaca.
Fleamont y James ríen divertidos.
-Papá-se queja Libra bajando las escaleras, mientras llora desconsoladamente.
-Lib, ¿qué pasó?- pregunta Mont, levantándose para tomarla en brazos.
-Soñé feo- responde, llorando en el hombro de su padre.
Fleamont se sienta junto a Alphard, quien besa la cabeza su pequeña.
-No pasa nada, cariño. Solo fue un sueño- susurra dulcemente, acariciando el cabello de su niña.
-¿Quieres contarnos?- pide Fleamont. La niña asiente y comienza a contar su pesadilla.
James se distrae al escuchar pasos bajando por las escaleras, voltea a ver a Regulus, que se ve tan elegante y hermoso como siempre.
-Buen día- saluda Black, sentándose junto a James- disculpen la demora.
-Oh no, no hay problema, Lib acaba de despertarse- señala Fleamont, la niña sigue sollozando mientras habla con Alphard.
-¿Qué le sucedió?- pregunta Regulus preocupado, mirando a James.
-Tuvo una pesadilla- responde James, tomando la tetera para servirle té a Regulus.
-Oh, esas son horribles- responde Regulus torciendo la boca.
-Si- responde la niña, volteando para verlo- me perseguía un monstro con cara de calabaza, ¡era horrible!
-Puedo imaginarlo- responde Regulus, ya que la niña habla con él- pero no existe, aquí solo están tus papás y tu hermano- señala, suavizando su voz. La niña asiente, calmándose.
-Sí, aunque se parecía un poco a James- sonrie traviesa, molestando a su hermano mayor.
-Ah no, ¿alguien quiere cosquillas?- responde en tono divertido, la niña se baja de los brazos de Fleamont y corre, para que su hermano no la alcance, es un juego usual entre los hermanos Potter. La niña ríe divertida mientras corre por toda la mansión y James la persigue.
Regulus lo mira con una sonrisa divertida y luego vuelve a su expresión seria, aclarándose la garganta. Fleamont y Alphard lo miran divertidos.
-Iremos de compras hoy- avisa Alphard.
-¿Habla de salir?- pregunta con pánico.
-Ellos no se acercarán a ti si estás con nosotros, Regulus- tranquiliza Fleamont- ya me he enfrentado a tu madre y no la maté porque tenía a Sirius y me dio lastima que se quede sin su madre.
-Debió matarla- suspira.
-Sirius era bebé, no habrías nacido.
-Mejor- responde Regulus mirando su taza de té, Alphard estira su mano y la coloca en su hombro, tratando de apoyarlo. Regulus se aleja.
-Lo siento- se disculpa Alphard.
-Perdone usted es que...- busca las palabras para explicarlo pero no las encuentra.
-Comprendo, yo lo lamento- se vuelve a disculpar Alphard- ¿tostadas o hotcakes?- pregunta suavemente.
-No tengo mucha hambre, gracias- responde Regulus.
James pasa corriendo por allí y Fleamont lo mira, llamándolo con la mirada.
-Luego seguimos, hay que desayunar- James detiene el juego, caminando hacia su lugar- hay que desayunar Lib- llama James.
Fleamont señala a Regulus con la mirada y James asiente.
-Ven, cariño- llama Alphard, tomando a Libra en brazos.
-Reg- habla James, en voz baja- desayuna, ¿sí?- pide suavemente. Regulus abre la boca pero James lo detiene- debes desayunar.
Regulus suspira y asiente. James le sirve un par de tostadas y tres hotcakes.
-Es mucho- se queja Regulus, hablando con James.
-Come hasta donde te llenes, bonito- responde colocando su mano sobre el brazo de Regulus y acariciándolo suavemente.
Regulus toma la tostada y la muerde, en casa no podían ponerle nada arriba.
-Úntale algo si quieres- sonrie Fleamont- eso es mantequilla de maní, dulce de leche que trajimos de nuestro último viaje a Argentina, mantequilla normal, mermelada de frambuesa, de durazno y queso untable.
Regulus mira a James, quien asiente.
-Solo si quieres- anima James- queda muy rico con todo lo que tenemos, mi favorito es el dulce de leche pero quizá es muy dulce para ti. Prueba con queso untable o mantequilla de maní, ¿quieres?
Regulus asiente y toma el frasco, untando la tostada.
-Hoy iremos de compras, James- habla Alphard, mientras los adolescentes y la niña desayunan. Regulus retiene su respiración, todavía asustado por la idea.
-Yo te cuido- habla dulcemente en un susurro y apoya su mano derecha en la pierna de Regulus, apretando suavemente en forma de apoyo- nadie te hará daño.
Regulus asiente.
-Iremos todos, asi que nada sucederá- afirma Fleamont.
-¿Debemos ir?- pregunta Lib- yo quería ir al parque.
-Sí, James necesita boxers, tu necesitas calcetines y Regulus necesita ropa en general, iremos de compras.
-Sí, ya no me entran- se queja James, comiendo otra tostada.
-¿Otra vez?- pregunta Fleamont.
-Tu me hiciste, es tu problema- responde James.
-Por mi no se preocupen, señores Potter. Ya hacen demasiado por mi- habla Regulus, tratando de alejar su atención del "no me entra la ropa interior" de James.
-Te compraremos ropa y punto- exige Alphard- luego almorzaremos e iremos al parque así Lib juega un rato y ustedes toman aire fresco y antes de volver a casa pasaremos por el ..supermercado. Y nadie me cambie los planes- habla serio, mirando a su familia- ni tu- señala a Fleamont, quien levanta las manos.
-Sí, señor- responde Regulus, acostumbrado a seguir órdenes.
James acaricia su muslo, tratando de calmarlo.
-Es solo papá Alphard, tranquilo- pide suavemente. Regulus asiente.
-"No me gusta"- habla Fleamont en español, haciéndole burla a su hijo.
-Hablo en serio, papá- responde James en español, mirando mal a su padre.
Regulus los mira confundido.
-Yo tampoco los entiendo, no te preocupes- sonrie Alphard, sirviéndole más té caliente- es un idioma complicado.
Regulus asiente con la cabeza y vuelve a su desayuno, logrando acabarse dos tostadas y un pancake.