ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 40

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James y Regulus caminan por la tienda, Alphard y Fleamont buscan ropa para Sirius. -Toma lo que quieras- habla James, estirando la mano para agarrar un boxer y medirlo en su cadera. -Esto te queda grande- opina Regulus, mirándolo. -Créeme que no- responde James, tomando un par más- ve a buscar tus camisas y pantalones de vestir, allí está esa área- Regulus niega con la cabeza, no se separará de James- ¿quieres que te acompañe? Regulus asiente, mirando hacia otro lado; avergonzado. James toma su mano y lo guía hacia la sección de ropa elegante. Se sienta en el sillón, concluyendo que Regulus va a tardar un buen rato. [...] -Pijamas- recuerda James, tomando la ropa que Regulus dejó sobre el sillón- ropa interior y calcetines. -Tengo algunos en Hogwarts- responde Regulus, avergonzado porque él es mucho más chiquito que James. -No, compraremos, ¿qué talle eres?- pregunta, mirándolo de arriba abajo- ¿S? ¿XS?- pregunta, caminando de regreso a la sección de ropa interior. -Yo los tomo, tu vete- lo empuja suavemente, para que se aleje. James camina hacia la caja y coloca allí toda la ropa de Regulus. Luego va hacia la sección de pijamas, donde ahora está el menor. Regulus ve un conjunto rosa de pijamas, le llama la atención, asi que extiende su mano, tocándolos. Recuerda lo lindo que le quedaba el conjunto rosa de Sirius y su mente lucha contra eso. -Te quedaría bien- opina James, apoyando su cabeza en el hombro de Regulus. -Es de mujer- se queja Regulus, mirándolo mal y camina hacia la sección de hombres. James decide no insistir, solo se queda a su lado, esperando a que Regulus le de algunos pijamas de hombre. -Ese te quedará grande- opina Potter- toma aquel. -No, este estará bien- asiente Regulus.  James coloca sus manos en la cintura de Regulus y niega con la cabeza. -Tu cintura es pequeña y ese es muy grande, se te caerá- insiste Potter. Regulus resopla y deja el pijama, sabiendo que Potter tiene razón. -Eres insoportable, ¿sabes? -Lo dices seguido- responde James, divertido. -Porque lo eres- lo mira mal y toma dos pijamas más. -Calcetines- recuerda James- ¿cuántos boxers llevas?- mira la canasta que tomó Regulus- siete son pocos, agarra más. -Deja de ver mi ropa interior- aleja la canasta, sonrojado. -Todavía no es tuya, es de la tienda. -Igual- resopla, tiene hambre. -¿Tienes hambre?- pregunta, sintiendo la magia de Regulus- ¿o te sientes mal? -Estoy bien- habla serio y camina hacia la sección de calcetines. James se queda en su lugar por un par de minutos y Regulus vuelve hacia él, tomando su brazo y arrastrándolo a su lado- no te alejes, mi madre podría aparecer y matarme. -¿Tu madre en el mundo muggle? permitime dudar, dulzura- responde divertido. Regulus deja de respirar por un momento, nervioso. Su magia lo tira a que se hunda en los labios de James en un profundo beso pero él se contiene, manteniéndose en su lugar. Luego reacciona y suelta su mano, para luego empujarlo. -Deja de decirme así, no soy gay- exige mirándolo mal- y si lo fuese no saldría contigo, eres insoportable, no te aguantaría- su lado Black sale a la luz ante la sensación de debilidad. -Lo siento- levanta ambas manos y se queda a su lado, en silencio. James vuelve al pensamiento de insoportable y molesto, ese del que había salido cuando Regulus llegó. [...] Regulus revuelve la comida con su tenedor y observa a James, quien come en silencio, cabizbajo. Fleamont y Alphard intentan descubrir por qué el cambio de actitud.  -Entonces...- habla Mont, intentando cortar el silencio- Regulus, juegas al quidditch, ¿no? -Sí, señor- asiente Black, llevándose el tenedor a la boca, tiene hambre. -¿Y? ¿qué es lo que más te gusta del quidditch? -Ganar- responde sincero, luego de tragar. -Sí pero ¿qué disfrutas? ¿los entrenamientos? ¿la adrenalina? -¿Disfrutar?- ladea la cabeza, confundido. -¿Te gusta el quidditch?- pregunta Alphard, Regulus se encoge de hombros. -¿Entonces por qué juegas?- pregunta Fleamont. -Mi madre lo sugirió- toma de su copa de agua- no está mal, solo... solo juego. -Si no te gusta no deberías hacerlo- habla Alphard- ¿qué te gusta? Regulus mira a los señores Potter, es difícil para él hablar de sí mismo. -La pintura, señor- responde. -Ay, a mi también- sonrie Alphard, emocionado por encontrar un amante del arte. -Debe venir de familia- señala Fleamont. -A Cygnus no le interesa mucho- se encoge de hombros- dime Reg, ¿qué te gusta pintar? Regulus piensa y sus ojos se clavan instantáneamente en James, imaginándose pintando a James semidesnudo en uno de sus cuadros. -Flores, cielos, océanos- responde, es lo que solía pintar. -Yo también, aunque también eh pintado a Mont y a los niños- menciona Alphard. Regulus asiente y vuelve a quedarse en silencio, mirando a James cada tanto y preguntándose por qué no habla, eso es raro en él. [...] Libra juega en el parque mientras Alphard y Fleamont la cuidan. James camina solo mientras fuma el segundo cigarrillo del día, fumó uno cuando salieron de la tienda y otro ahora. Regulus camina a su lado, hay niños gritando donde están los señores Potter y no quiere escucharlos. -Estás muy callado- habla Regulus, rompiendo el hielo. -Trato de no ser insoportable- responde James mientras prende otro cigarrillo. -No era a lo que me refería, yo...- suspira, tomando su muñeca para detenerlo- no me gustan los hombres y si tengo que salir contigo para quedarme en tu casa, no lo haré. Eres... no te abriré las piernas para que me des un techo- se cruza de brazos. Sus palabras hieren a James, rompiendo su corazón un poco más. -Primero, ¿qué clase de personas crees que somos para hacer esos horribles tratos? ¿tus padres? tu estás aquí porque queremos ayudarte no porque yo quiera metértela, Regulus; que no quiero- aclara- y segundo, eres el hermanito de mi mejor amigo, Regulus, tampoco saldría contigo- mantiene la compostura. El menor lo mira y asiente; su corazón duele. -Que bien que lo aclaramos- habla Regulus, volviendo a caminar, James sigue caminando en silencio, perdiéndose en sus pensamientos. [...] Alphard y Fleamont ponen cosas al carrito del supermercado, mientras los adolescentes caminan en silencio junto a ellos. Cuando hay silencio y tienes hijos, ambos saben que algo está mal. -James, cariño- llama Alphard. -¿Sí, pa?- responde James, mirándolo. -¿Por qué no acompañas a Regulus a la sección de productos para el cabello?- exige Alphard, James asiente, alejándose. Regulus lo sigue. Libra corre detrás de ellos, tomando la mano de James.  -Es aquí- toma la muñeca de Regulus, deteniéndolo. -¡Auch!- se queja Black, alejando su mano. James frunce el ceño. -Elije lo que necesites, vamos- pide Potter. -No peleen- habla Libra mirándolos- la magia se siente fea- tuerce la boca, desconforme. James mira a su hermana y luego a Regulus, quién baja la mirada. -¿La magia?- pregunta James. -Sí, como la magia que se siente cuando papá y papi están cerca, papá me explicó que era magia- se encoge de hombros- pero su magia se siente linda, la de ustedes ahora es fea- James y Regulus no responden- quiero eso- señala la niña- ¡shampoo de princesas!- sonrie emocionada, James se acerca más a la góndola, sin contar con que Regulus está casi pegado a ella y estira su mano, alcanzando el producto. -Ten cariño, seguro papás te lo compran- sonrie James, extendiéndole el shampoo. -¡Gracias Jaimie, eres el mejor!- abraza su pierna, James se agacha para tomarla entre sus brazos y abrazarla bien. [...] Libra va sentada en el carro mientras sus padres siguen comprando lo necesario, James va tomando snacks y cosas que quiere. Regulus camina a su lado, distraído. James toma snacks que cree que a Regulus le pueden gustar y sus propios snacks. Los deja en el carro y vuelve por más, hasta que pasan por la sección de cereales. Regulus se detiene ante una caja de cereales. Una familia feliz se muestra en la imagen. El pelinegro recuerda su visión y se ve allí, en la caja de cereales con un vientre abultado, James sentado a su lado y dos pequeños frente a ellos, los cuatro están riendo. -Regulus- llama James- no te quedes atrás, sigo cuidándote- exige, tomando su mano- ¿quieres eso?- cuestiona, sin esperar respuesta toma la caja de cereales y tira de su mano. Black parpadea confundido y se deja llevar por James, quien lo lleva hasta la sección de perfumes, esponjas, desodorantes y jabones. -Suéltame- exige Regulus, soltándose de su agarre. James suspira profundo y asiente. Caminando hacia una góndola para tomar un desodorante. -Agarra lo que necesites- habla James. Regulus asiente. -Yo también necesito desodorante- menciona Fleamont, llevando el carro. -¿Y Lib y papá? -Fueron a la sección de juguetes, ya conoces a tu hermana. -Sí, siempre quiere algo- sonrie divertido. -Lleva condones, James- señala Fleamont, tomando condones para sí mismo- ¿cuales usas ahora? En realidad nunca se puso a ver el tamaño, su ex era la que los ponía en el carrito. -No necesito- responde James, alejando su mirada de los condones. Regulus mira a Fleamont y James, impresionado por la naturalidad de la conversación. A pesar de que se supone que está lejos y no los escucha. -Sabes que prefiero que compres y no que tengas un hijo a los 18 años- recuerda Fleamont, tomando algunos más. -Si necesito te pido, no está en mis planes usarlos ahora- responde James, mirando los desodorantes, no le da verguenza hablar de eso con sus padres. -Entonces llevaré más, porque esto no alcanzarán. -Son como veinte, papá- señala James, frunciendo el ceño. -Por eso- habla obvio, tomando algunos más. James sonrie divertido y toma un par de desodorantes para sí mismo. Luego toma un par de esponjas más y jabones.  -Regulus- llama, Regulus, que está algo lejos, camina hacia él. -¿Sí, Potter?- responde, mirándolo. -¿Qué jabón quieres?- señala la sección de jabones- debes tener la piel delicada,  toma dos o tres del que te funcione. Regulus se estira, parándose sobre las puntas de sus pies para alcanzar el jabón que quiere. James lo toma por él, dejándolo entre sus manos. -Gracias- agradece Black. James toma dos jabones más y los deja en el carro, que ya que el otro estaba lleno, Fleamont tomó otro carro vacío.  Regulus toman un desodorante para sí mismoy James agarra tres más de esos -Tampoco sudo tanto, ¿te burlas de mi?- pregunta molesto, mirando mal a James. -Si, porque toda mi vida gira en torno a ti- responde James, rodando los ojos. -No peleen- exige Fleamont, tomando un par de pastas de dientes- no hay de la que usa Lib- suspira. -Una de princesa estará bien- toma una de aurora- esta le gustará por la princesa y la usará igual. -Cierto- asiente Fleamont. [...] Regulus mira por la ventana mientras James juega con un cubo de rubik. Aurora se durmió en el camino y sus padres preparan la cena. Regulus aleja su vista del atardecer y mira a James, quiere disculparse, su magia necesita que se disculpe, pero su mente lo retiene. "Un Black no se disculpa" retumba la voz de Orión en su cabeza.  Rato después, la cena está lista, asi que van a cenar. -Sirius se queda con los Lupin esta noche también, Lyall hizo pizza- Alphard lee la nota de su hermano. [...] Regulus da vueltas en su cama, que se siente fría y molesta, su magia lo intenta tirar hacia la habitación de James y se resiste por un rato.  "Él es bueno" "fuiste malo" "debes arreglarlo" insiste su voz interna, la suya propia, esa que casi no suena en su cabeza. James arma la siguiente jugada tirado en su cama, antes de dormir. La puerta suena. -Pase- responde James. -Permiso- pide Black. -Sí, pasa- lo mira, desde su cama- ¿sucede algo? Regulus camina hasta él y se sienta en su cama. -Fue muy duro hoy- comienza a disculparse, yo... yo no sé quién soy- habla sincero- no sé como alejar los pensamientos que me impuso mi madre, no sé que me gusta y qué no. Dije cosas hirientes y no creo que me hayas recibido en tu casa porque te gusto, realmente no puedo gustarle a nadie porque soy un maldito desastre y doy asco- mira sus manos, mientras las lágrimas caen por sus ojos- ya estoy sucio y sé que tu me ves como el hermano de Sirius. Solo...- seca sus lágrimas- lamento ser malo contigo, tu eres el único que me ha ayudado en esto y ni siquiera me cuestionas, solo...- esconde su cara entre sus manos. James lo abraza, sentándolo sobre él para poder abrazarlo fuerte. -No digas esas cosas, eres lindo y no me das asco, ni a mi ni a nadie- habla dulcemente, besando su cabeza- no eres ningún desastre, solo tuviste un mal pasado, pero ya pasó y te ayudare a encontrarte, a descubrir quien eres y a amarte a ti mismo- ¿te gusta la pintura? podemos pintar, yo soy pésimo pero puedo aprender un poco- acaricia su espalda mientras las lágrimas caen por sus propios ojos- lamento haberme enfadado es que yo... no me gusta molestar ni ser intenso, trato de no serlo, te juro. Regulus niega con la cabeza y se aleja de su pecho, para mirarlo a los ojos mientras coloca sus manos en las mejillas de James. -No dejes que mis insultos te apaguen, James, eres...- suspira- eres increíble y yo solo hiero a las personas porque no sé que más hacer pero por favor no lo hagas, no...  -Lamento los apodos sé que eso fue lo que desencadenó el resto, estoy acostumbrado a ser cariñoso y sé que te incomodan los apodos y que tu no eres de apodos o bromas o cosas así. -Tampoco soy un aburrido- responde Regulus- me divierten los libros divertidos. James eleva ambas cejas. Regulus sonrie divertido, sabiendo en qué piensa, y deja caer su cara en el hombro de James, colocando su nariz en el cuello, para oler su hermoso perfume. -Admite que eres aburrido y ya- baja sus manos hasta la cintura de Regulus, quien se estremece ante su tacto- lo siento- aleja sus manos. Regulus niega con la cabeza y estira su mano para tomar su brazo y colocarlo en su cintura. -Descubrí que me gustan los abrazos- susurra, avergonzado. James sonrie y besa su cabeza. Ambos terminan durmiéndose abrazados, otra vez.
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