Capítulo 41
20 de julio de 2025, 23:56
Regulus es el primero en despertar, gracias a los rayos del sol.
Black intenta levantarse pero Potter refuerza su agarre, asi que solo le queda esperar a que James se despierte y lo suelte.
Las manos de Potter se sienten cálidas y cómodas en su piel.
La suave respiración de James le hace cosquillas en el cuello, sacándole una sonrisa. El aroma de James Potter lo envuelve, haciéndolo sentir seguro.
-Potter- llama luego de un rato- James, suéltame- pide Regulus. Potter abre los ojos y lo mira- suéltame.
-Claro, lo siento- responde medio dormido y lo suelta- buen día- saluda.
-Buen día- responde Regulus alejando su vista de James.
James se levanta y camina hacia el baño. Regulus se dirige a su habitación.
Su ropa nueva está limpia y planchada en los estantes, su cama hecha, el piso limpio y la ventana abierta. Sus ojos se llenan de lágrimas al saber que eso no lo hizo un elfo porque está obligado, lo hicieron los padres de James con sus propias manos.
Luego de ir al baño y cambiarse, baja las escaleras. Alphard sirve café y Fleamont prepara pancakes. James cepilla el cabello de Libra mientras desayunan.
-Buenos días- saluda Regulus, sentándose junto a James, quién sigue en pijama.
-Hola Reg- saluda James, otra vez.
-¿Reg?- pregunta Libra- ¿puedo decirte así?
-Claro, como gustes- sonrie Regulus.
-Hola cariño, ¿cómo dormiste?- pregunta Alphard, con una sonrisa. Si ellos limpiaron su habitación, saben que durmió con James.
-Buen día Regulus, ¿qué desayunas?- habla Fleamont, mirando a Regulus.
Black mira hacia otro lado, nunca pudo ver a los adultos a los ojos.
-Cualquier cosa, señor- responde Regulus.
-Pancakes- responde James- con miel y mantequilla- vio que a Regulus le gustaron ayer.
-Claro, un par de pancakes salen.
-Papá yo quiero uno también- pide Libra- ¿cómo van mis trenzas?- pregunta, hablando con James.
-Ya casi la termino, no te muevas- responde James, Regulus se estira para mirarlo.
-¿Por qué no le haces las trenzas desde arriba?- pregunta Black.
-Porque no sé- se encoge de hombros.
-Es fácil, tomas el cabello desde aquí y vas agregando- señala el cabello negro de la niña, su mismo tono de cabello- Sirius me enseñó.
-¿Me las puedes hacer tú?- pregunta Libra.
-Claro- asiente levantándose de su lugar- siéntala ahí.
James deja a libra en la silla de Regulus y Black toma el cepillo para cepillar los rulos con cuidado.
-No habías cepillado bien su cabello- se queja Black, mirando a Potter, Alphard y Fleamont se miran divertidos. Son las discusiones que tenían ellos mismos cuando Libra era aún más pequeña y debían peinarla.
-Es que nunca tuve cabello largo- responde James- a penas estoy aprendiendo a peinarla.
-¿Y así planeas tener hijos?- regaña, cepillando suavemente el cabello de la niña.
James sonrie divertido y toma de su taza de café.
-Tengo la esperanza que mi pareja sepa peinar niños- responde divertido.
Regulus no responde, su concentración está ahora en trenzar el cabello de Libra desde las raíces.
El mayor de los hermanos Potter lo mira con ternura, Fleamont deja el plato de Regulus en la mesa y James toma los cubiertos, cortando un pedazo de pancake y extendiéndolo hacia su boca. Regulus lo mira confundido.
-¿Qué?- pregunta.
-Debes desayunar.
-Luego, termino con esto y desayuno.
-Te falta un rato y se enfriará, son más ricos recién hechos, abre la boca- exige, el cuerpo de Regulus hace caso, abriendo la boca. Mientras mastica, Regulus se pregunta por qué hizo caso, es vergonzoso.
Pero los padres de James no parecen mirarlos, solo desayunan mientras hablan entre ellos. Regulus se acaba su primer pancake sin darse cuenta, entre que está enfocado con las trenzas y que James es el que le da la comida, con esa bonita sonrisa; ni siquiera nota que ya comió como diez bocados.
Regulus termina la primera trenza de Libra y estira su mano, tomando la taza de té.
-¿Ya está?- pregunta la niña.
-Me falta la otra- responde Regulus.
-Paciencia, Lib- habla James, mirando a su hermanita. Regulus cepilla la otra parte de su cabello y comienza a trenzar. James continúa ayudándolo a comer hasta que Regulus se llena a la mitad del segundo pancake y niega con la cabeza.
-No quiero más, gracias-habla cortésmente, James asiente y se lleva el tenedor a su boca, terminándose el desayuno de Regulus él mismo.
Regulus lo observa con el ceño fruncido, ¿por qué come de su mismo tenedor? ¿no le da asco? se pregunta a sí mismo, pero la impaciencia de Libra los lleva a volver a su trenza.
Un par de minutos después termina y coloca la otra liga de flores, atando la trenza.
-Listo- sonrie Regulus, alejándose. Libra se levanta y lo abraza, Regulus cierra los ojos con fuerza, ante el tacto desconocido, James toma a la niña en brazos.
-Recuerda que todavía Reg necesita tiempo, Lib.
-Oh sí, lo siento- se disculpa la niña- pero ¿por qué tu si puedes tocarlo?
James y Regulus se miran, planteándose la misma pregunta.
-Porque a mi me conoce hace mucho- responde James.
La niña asiente y se sienta en su silla.
-¿Mi pancake papá?- pregunta Libra.
-Olvidé hacerlo, cariño, lo siento- se disculpa Mont- ¿me acompañas a prepararlo?- estira los brazos, la niña sonrie emocionada y salta a los brazos de su padre.
-Regulus- llama Alphard.
-¿Sí, señor?
-¿Quieres acompañarme a comprar cosas de arte?
-¿Yo?- pregunta emocionado, le encanta ver cosas de arte.
-Sí, tu. Dejamos a los chicos y vamos nosotros- sonrie- de compras, ¿qué opinas?
-¿Salir? ¿no es peligroso?- pregunta inseguro, aunque realmente le gustaría ir a ver cosas de artes con alguien que sabe del tema.
-James te colocará hechizos protectores, tu madre no puede acercarse a la magia de los Potter. Fue el acuerdo, Mont no la mató pero hicieron un trato y los tratos mágicos no se pueden romper. La magia del Potter más vinculado contigo te protegerá- habla Alphard.
-¿Eso no le hará daño a James?- pregunta, preocupado.
-No, solo estaré cansado un rato- explica James- si quieres salir con papá a comprar cosas de arte, puedo colocarte los hechizos- habla dulcemente, Regulus asiente. Le encanta pintar y realmente quiere ir a ver pinceles y pinturas.
-Realmente, si gustas, me gustaría que me acompañes, nunca tengo a nadie con quién ir y opinar de pinceles- sonrie Alphard- solo si quieres.
-Sí, iré- responde emocionado- hace mucho que no pinto y mis cosas quedaron allí- tuerce la boca.
-Genial, levántate- pide James, tomando su varita y pronunciando los hechizos protectores. Una ola de seguridad golpea su cuerpo cuando la magia lo rodea. James termina el hechizo abrazándolo, Regulus acepta el abrazo, pensando que es parte del hechizo pero solo es James buscando una excusa para abrazarlo- ya estás, diviértanse.
-Iré por un abrigo- avisa Regulus, subiendo las escaleras.
-Creo que olvidamos comprar abrigos- recuerda Alphard. Regulus vuelve a bajar las escaleras- Mont- estira su mano, Fleamont deja su tarjeta de crédito muggle en la mano de su esposo.
James se levanta y toma su suéter de la pila de ropa limpia en la mesa del comedor y se lo extiende a Regulus.
-Gracias- agradece Black, colocándose el suéter. James camina hacia el armario de abajo y toma una de sus camperas/chamarras y se la coloca a Regulus. Luego le extiende una bufanda.
-Te queda grande, que gracioso- sonrie divertido- pareces un enanito de blanca nieves- bromea, Regulus golpea su hombro, mirándolo mal.
-No es mi culpa que midas dos metros- se cruza de brazos
-No mido dos metros, mido uno ochenta y algo- toca la nariz de Regulus. Parecen estar coqueteando.
-Y, ahora debes andar en uno ochenta y ocho- opina Alphard- ya casi llegas a la estatura de tu padre.
-Tengan cuidado- pide Fleamont, reforzando sus hechizos de protección hacia Alphard y luego besa sus labios- traigan algo para Lib, que también le gusta pintar.
-¿Qué te gustaría, Libra?- pregunta Regulus arremangándose un poco el abrigo.
-Un libro de princesas para colorear y crayones de colores- responde la niña, esperando a que su pancake se cocine- gracias por las trenzas.
-Tu cabello es muy bonito, fue un placer trenzarlo.
Libra sonrie ampliamente y corre hacia James, tirando de su remera.
-Quedémonoslo- susurra en voz alta, pensando que nadie la escucha.
Todos sonríen divertido.
-Es el plan- responde James en el mismo tono, guiándole un ojo a Libra, quien salta emocionada.
-Bueno, ¿vamos?- llama Alphard, tomando su varita y volviendo a unir sus labios con los labios de su esposo.
-Compra lo que necesites- habla James mirando a Regulus, extendiéndole su tarjeta de crédito Regulus lo mira confundido- por si van por ropa y no quieres que papá vea o pague por eso y cómprate cosas para pintar, lo que quieras.
-James, no, yo...
-Es mi dinero, trabajo con papá en verano y mi paga está allí.
-Es tu dinero, exactamente. No mío.
-Yo hago lo que quiera con mi dinero y lo que quiero es que te compres cosas que te gusten, dejaste todo atrás y te ayudaré a construir tu vida, una que te guste- habla con suavidad.
La magia que los envuelve es casi visible al ojo humano, ambos se miran con amor y admiración.
Regulus se aleja, aclarándose la garganta.
-Gracias- agradece, mirando hacia otro lado.
-De nada, ve a comprar, sé que es una actividad que a los Black les gusta- guiña un ojo, si Regulus ya estaba sonrojado, ahora lo está aún más.
Alphard y Regulus pasan por la chimenea, hacia el mundo muggle.
[...]
-Muchas gracias, señor Potter- agradece Regulus caminando junto a él por la tienda de arte.
-¿Por qué, Regulus?- pregunta Alphard, mirando los pinceles.
-Por todo, gracias por la ropa limpia, por la habitación, por el cariño- responde Regulus, no está acostumbrado a agradecer pero realmente necesita hacerlo- han sido increíbles conmigo y no sé como lograré pagarles.
-No queremos que nos pagues nada, cariño- sonrie Alphard, enternecido-es un placer tenerte con nosotros, Sirius siempre habló muy bien de ti. Y él y James estaban muy preocupados de que estés allí y no aquí con nosotros.
-Ellos son increíbles, sé que a veces soy muy... Black pero James, señor- suspira, intentando dejar que su corazón hable- James es increíble, nunca conocí alguien tan amable, respetuoso y bueno como su hijo, hizo un trabajo increíble.
-Costó un poco- sonrie divertido- era muy travieso- explica- pero siempre fue cariñoso, amable, respetuoso, desde pequeño. Es igual a mi esposo, son los genes Potter.
-Muy buenos genes- bromea, tomando un pincel- ¿buscaba este?- pregunta, Regulus asiente.
-Sí, ese quería. Y sí, son buenos genes y es una linda familia, mis suegros son increíbles, te encantará conocerlos, iremos el domingo a su casa, para pascua.
Regulus asiente.
-Claro, deben ser muy amables también- opina, tomando algunos pinceles para sí mismo- ¿puedo llevar estos?
-Puedes llevar lo que quieras, si vuelves a casa sin nada o con poco, Mont y James se enfadarán. ¿qué lienzo usas?- pregunta, una eterna conversación sobre el gramaje comienza.
[...]
-¿No es mucho?- pregunta Regulus inseguro.
-No, es una buena cantidad para retomar. Luego compraremos más.
-Es tres veces más de lo que tenía, es más que suficiente- responde Regulus.
-Bueno, con nosotros tendrás lo que necesites, Regulus. Sé que en la casa Black es distinto, pero te acostumbrarás.
Regulus asiente agradecido y toma sus bolsas. Alphard toma las suyas y salen del lugar luego de saludar.
-Debimos traer a Mont- sonrie Alphard- así no cargamos las bolsas- bromea. Regulus ríe levemente- él también jugaba al quidditch- comenta- James es igual a él, me desilusioné un poco cuando vi que no tenía nada mío y yo lo había llevado nueve meses en mi vientre. Pero no hay alegría más grande para mí que mi hijo sea igual de increíble que mi esposo.
Regulus sonrie, mientras caminan hacia la tienda de ropa.
-¿Cómo se enamoraron?- pregunta curioso.
-Bueno- sonrie- yo crecí en el mismo ambiente que tu y era serio, insultaba a todos y era... realmente no sé como Mont se enamoró de mí, pero a mi me encantaba, me latía fuerte el corazón cada vez que lo veía, Fleamont era el popular de la escuela, todas las chicas estaban detrás de él, nunca pensé que él se fijaría en mí. Yo... yo era muy flaco, nerd, malhumorado, era.... era un niño Black, ya sabes- suspira- él se declaró en su último año en Hogwarts, se arrodilló frente a mí y me pidió por favor salir con él. Al principio pensé que era una broma, asi que no acepté, me rogó por días hasta que acepté una cita, y luego otra y luego otra. Mont dijo que le encantaba por ser yo mismo, aunque era indiferente, lo insultaba y lo miraba mal. Él era muy amable, tierno, divertido, lindo, sexi, era... era todo lo bueno y yo no creí ser suficiente para él, pero cuando hicimos el amor, cuando tuve mi primera vez, él dijo tantas cosas lindas y me mimó tanto que comencé a creer que no era tan feo. Pero yo estaba comprometido con una sangre pura, mis padres me comprometieron con ella. Cuando volví ese verano a casa me negué a hacerles un heredero y luego llegó la tortura, un amigo de mi padre venía cada noche a abusar de mi, mis padres me dijeron que hasta que no hiciese un heredero, él no dejaría de...- hace una mueca de asco- me escapé de casa, Cygnus no quiso venir conmigo, porque madre lo tenía amenazado, si él se iba también, ella nos mataría a ambos. Llegué a casa de los Potter lleno de fluidos y asqueado de mi mismo. Fleamont no me juzgó, me abrazó y me bañó, lavó mi cuerpo, me acosté a su lado y dormimos juntos, me llevó al médico y me resguardé en sus brazos para siempre. Nunca más nos separamos. Un mes después me sentí seguro de mi cuerpo y volvimos a hacerlo, allí me embaracé y tres meses después perdimos a la bebé, volví a Hogwarts a terminar mis estudios, me gradué y luego quedé embarazado de James- entran en la tienda- Fleamont se apuró a construir la finca de mis suelos para que James nazca con una familia y una casa, trabajó demasiado para pagar todo, el médico pidió que me quede en cama todo el embarazo, por las dudas, tomé muchas pociones, comencé a comer más y mi vientre crecía más y más, James nació siendo un bebé muy grande, los genes Potter- explica- y estuve tan encantado de tener a mi bebé sano entre mis brazos- suspira.
-Es una linda historia- sonrie Regulus- gracias por compartirla conmigo, señor Potter.
-Claro, Regulus- sonrie mirando los abrigos- eres de la familia ahora y es lindo que sepas la historia. ¿Este te gusta?
-¿Cree que me quede bien?- pregunta Regulus.
-Pruébatelo.
Regulus se quita el abrigo de James y se mira al espejo, lleva el suéter de gryffindor, con el nombre y el numero de James.
Black se prueba el abrigo y se mira al espejo.
-¿Qué opina?
-Te queda increíble- responde- hay que llevar más, suéteres, buzos y la ropa interior que lavé era muy poca, yo te diría que te lleves más- opina.
Regulus asiente y toma todo lo necesario. Vuelve a pasar junto a los maniquí de pijama rosa y los mira.
"Son de mujer" "afeminado" insultan las voces de sus padres en su cabeza "Te quedarán bien" habla la voz de James, apagando las de sus padres "eres bonito" "bonito" "lindo" "dulzura" repite la voz de Potter. Regulus sonrie y toma el pack de pijamas, sintiéndose increíblemente bien por comprarse algo que le gusta.
Alphard paga los abrigos y los suéteres y Regulus paga los pijamas y la ropa interior.
-Señor... ¿James Potter?- pregunta, mirando la tarjeta.
Regulus mira a Alphard que le señala su anillo de matrimonio.
-Es mi esposo- miente Regulus, una sonrisa se dibuja en su cara, pensando en la posibilidad.
-Okey, señor Potter- deja las bolsas delante de Regulus- firme aquí- pide, extendiéndole el ticket.
Regulus firma el papel, cambiando el Black por Potter para hacerlo convincente. A pesar de estar mintiendo, se siente cómodo haciéndolo.
-Listo.
-Tenga buen día- saluda la chica- el que sigue.
Regulus toma sus bolsas y camina junto a Alphard, saliendo de la tienda.