ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

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41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 48

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Domingo, un día antes de volver a Hogwarts. Regulus lee sentado en el sillón, es una mañana soleada y cálida. Alphard prepara el desayuno, aunque él ya tiene un té en la mano. Esta vez logró bajar solo, sin James, y anoche logró dormir nuevamente sin él. Fleamont salió hace un rato a trabajar, alimentar al ganado y sacarlos de su refugio, Sirius, James y Libra duermen, hasta ahora. James y Sirius bajan corriendo, James lleva el cepillo de Sirius en su mano, Black lo persigue, quejándose. Regulus los mira divertido, pero luego de diez minutos se torna molesto. -No corran, James- detiene Regulus, tomando el brazo de Potter, que pasa a su lado- se golpearán o romperán algo. James asiente y se sienta a su lado, haciéndole caso. -Por fin- se queja Sirius, tomando su cepillo- espera, ¿te acaba de detener mi hermanito?- se burla de James, riendo fuerte. -Tiene razón, podemos lastimarnos- responde intentando recuperar la respiración. Regulus lo mira, no lleva remera, solo un pantalón rojo de pijama- y si rompemos algo, papá nos obligará a trabajar hasta pagarlo y no hay nada barato en esta casa. Sirius asiente, quitándose la toalla de la cabeza y cepillándose el cabello. -Eso es cierto, iré a ver si hay desayuno- sonrie Sirius, caminando hacia la cocina -Buen día- saluda James- ¿te molestamos? -Un poco, aunque Barty y Dorcas no están tan alejados a lo que son ustedes- responde Regulus. -¿Emocionado por volver mañana?- pregunta James, jugando con un rulo de Regulus. -No, ellos podrían entrar en Hogwarts, el director podría dejarlos entrar- responde asustados. -Mis padres irán a hablar mañana, igual te colocaré los hechizos de protección, asi que...no te preocupes. -Nunca había escuchado de los hechizos protectores- habla Regulus, curioso. -Es magia antigua, de las familias puras. Los Black no saben de eso porque, en vez de proteger a los suyos, hicieron que el mundo les tema. Nosotros mantenemos un perfil bajo y nos cuidamos entre los Potter- explica- estudié esa magia el verano cuando cumplí 15, papá Mont me enseñó los hechizos- agrega, acariciando la mejilla de Regulus. -CHICOS EL DESAYUNO- grita Sirius desde la cocina. Regulus se levanta de inmediato y mira a James. -Ahora voy- responde Potter, hundiéndose en el sillón. -Te retarán si no vas cuando te llaman- tira de su mano, asustado. -No será el gran reto, Regulus. Quédate tranquilo, ¿sí? no es tan rígido aquí- se levanta y lo abraza por la cintura, atrayéndolo a él. -¡CHICOS!- vuelve a gritar Sirius. Regulus se aleja de James y camina hacia la cocina. -Bagels , ¡sí!- festeja James, sentándose entre Regulus y Sirius- que rico.  -Sé que les gustan, pero también deben comer fruta- señala Alphard, señalando el plato con fruta del centro- llevan días sin comer fruta, coman fruta- exige. Regulus asiente y se sirve solo fruta, no quiere hacer enfadar a Alphard, asi que hará lo que le pida. -Pero también come otra cosa- habla Sirius- no te lo tomes tan literal. -Fruta está bien igual, no tengo mucha hambre- responde Regulus. James toma un bagel y lo mira. -¿Qué le pongo?- pregunta, mirando a Regulus. -Jamón crudo y queso- responde Sirius- ¿o ya no te gusta?- pregunta, mirando a su hermano. -Me gusta- asiente Regulus. James rellena el bagel y lo deja en un plato aparte, junto a Regulus. -Son muy ricos, te gustarán- afirma James, mirándolo con una cálida sonrisa. -Hoy vamos a lo de los abuelos- avisa Alphard- te caerán bien, ya verás- habla con Regulus. -Sí, son los más cool del mundo- sonrie Sirius. Regulus asiente, Libra baja las escaleras corriendo y le pide upa a James. -¡No soñé feo, Reg!- exclama emocionada- ¡me funcionó tu cosa de abrazar un peluche y decir que no tendré pesadillas! ¡muchas gracias! Regulus sonrie y asiente. -Sí, funciona bastante bien- estira su mano, ordenando un poco los rulos de la niña. -¡Buen día a todos!- saluda la pequeña mirando al su hermano, Sirius y a papá Alph. -Hola cariño- saluda Alphard- ¿entonces dormiste bien? -¡Sí!- exclama emocionada- ¡oh, donas de pan!- sonrie tomando el bagel de James. -¡Oye!- se queja el mayor de los hermanos Potter. -Es que me gusta como lo rellenas tu- responde la pequeña de seis años. -Puedo rellenar uno para ti- recuerda James, abrazándola. -Ya lo mordí, hazte uno para ti- responde la niña, bajándose de sus brazos para ir a sentarse en la silla junto a su padre. El desayuno es ameno y tranquilo, Mont llega y se suma al desayuno, completando la familia. [...] Regulus se mira al espejo, nervioso por conocer a los abuelos de James. ¿Y si lo odian? ¿y si no les cae bien? La puerta suena. -¿Sí?- responde Regulus, acomodándose la camisa. -Ya es hora de irnos, Reggie, ¿estás?- pregunta James, desde afuera. Regulus abre la puerta. -¿Crees que me veo bien? ¿qué me quito? ¿qué me pongo?- pregunta inseguro, mirando los ojos avellana del mayor. -Te ves increíble, como siempre- responde Potter- y estás muy formal, pero papá y la abuela también se visten así, asi que no hay problema. -¿Y si les caigo mal?- pregunta, James pasa y cierra la puerta, mirando a Regulus. -Todo saldrá bien- lo abraza firmemente, intentando trasmitirle su seguridad- ellos te amarán porque eres increíble. Regulus se hunde en los brazos de James, aceptando el abrazo como si su vida dependiera de ello. -Realmente quiero caerles bien, yo... te insulté mucho en el pasado y todavía no entiendo por qué tus padres me aceptaron si fui malo contigo. -Era parte de lo que te enseñaron, Reg. Ahora sé que ese es tu método de defensa, tu no te preocupes, ¿sí? ya estamos bien- apoya, acariciando su cintura. Las manos de James se sienten tan correctas en su cuerpo, en su cintura, que no le molesta que lo toque, al contrario, cuando sus manos no están allí, Regulus siente que algo le falta. -Gracias- responde Black. -¿Vamos?- pregunta James, alejándose un poco. Regulus asiente y se aleja, James extiende una mano. -Vamos- asiente, tomando la mano de Potter. Esa que suelta antes de que el resto pueda verlos.  [...] -Ella es Dorea y él es Charlus, pero puedes decirle Charlie- presenta James- y abuelos, él es Regulus. -Mi hermano- agrega Sirius,  Los Potter ya lo saben, Fleamont llegó un rato antes y les comentó un poco sobre Regulus para que el adolescente pueda sentirse cómodo. -Un gusto conocerte, Regulus-  Charlus sonrie ampliamente, sabe que no debe tocarlo. -Un placer conocerlo, señor Potter- responde Regulus, haciendo una pequeña reverencia con la cabeza. -Hola cariño- saluda Dorea- ¿cómo estás? -Bien, muchas gracias señora Potter. Un placer conocerla, ¿cómo se encuentra?- pregunta Regulus, haciendo la misma reverencia con la cabeza. -Oh eres muy tierno, muy bien, gracias- responde la mujer- siéntanse como en casa, a la comida le falta un rato. -Sí, volveré a ver como va la carne, Mont ¿me ayudas, hijo?- pide Charlie, Fleamont asiente, siguiendo a su padre. -Seguiré con las guarniciones- avisa Dorea. -La ayudo, suegra- sonrie Alphard, siguiéndola. -Gracias cariño, ya te extrañaba, ¿salimos de compras mañana? necesito nuevas macetas y Charlie trabaja. -Iré con el abuelo- avisa Sirius, corriendo al jardín trasero, adora a Charlus. Regulus mira las fotos del lugar, curioso por conocer más de los Potter. -Ese era yo de pequeño- señala James. -Aww, eras hermoso- sonrie, viendo la foto- ¿qué te pasó?- molesta. -¡Oye!- se queja, divertido. -¿Este niño quién es?-pregunta Regulus. -Es Remus- sonrie James.  -Acá estoy yo con Andy, mi prima- señala la foto, abrazando a Regulus por la espalda -Que tiernos. -Esta es Lib cuando todavía no tenía  tanto rulos- señala la foto- realmente no sacó nada de papá Mont. -Bueno, eres igual a él, ella es igual a tu otro padre, es justo ¿no? -Fue la primera niña Potter en generaciones. Recuerdo que papá Mont decía que no sería niña porque llevaban como cien años siendo hombres, pero papá Alphard dijo que él haría una niña y la hizo- sonrie divertido- estos son los genes Black- señala a su hermanita. -Sí, definitivamente es una de nosotros- asiente Regulus. -Estas son las trillizas Lupin. Solo reconozco a Cissy que está mirando a la cámara, las otras dos ni idea cual es cual- señala James. -Tres niños de golpe debió ser duro de llevar- opina Regulus. -Sí, ellas también cortaron con que los Lupin llevaban siendo hombres desde hace décadas. Remus es hijo biológico de Lyall y Hope, su madre que murió, Lyall se casó con Cygnus y tuvieron a las niñas. En realidad se llevan como dos años, pero por los meses y eso parece que se llevan uno- se encoge de hombros. -Y aquí están mis abuelos, Dorea Black y Charlus Potter- señala James. -¿Black? ¿Black de mi Black? -Sí, no hay otros Black. La abuela Dora fue borrada del árbol familiar por casarse con un "traidor a la sangre", como papá Alph -Entonces son todos sangre pura- concluye. -Sí, somos sangre pura aunque no nos interesa eso. Mis abuelos se casaron por amor, al igual que mis padres- explica, acariciando el estómago de Regulus. -Es lo correcto- asiente el menor de los Black- es lo que me gustaría hacer- suspira, sintiendo la respiración de James en su cuello. -Jaimie- llama Dorea, mirándolos. Regulus se aleja de James, asustado- tu papá te llama- avisa, volviendo a la cocina. -¿Qué papá, abue?- pregunta, siguiéndola. -Mont- responde la señora, James camina hacia el jardín trasero, antes de salir vuelve y toma a Regulus de la mano. Regulus se suelta cuando llegan afuera, Sirius los mira. -Este es el jardín, ¿no es hermoso?-señala su hermano mayor, Regulus asiente. -Pa, ¿qué pasa?- pregunta James. -Nos falta carne, ¿vas tu?- pide. -Ve en auto muggle, a cinco minutos está el supermercado donde el abuelo compra la carne- avisa Fleamont- paga con tu tarjeta, luego coloco más fondos. James asiente. -¿Quien viene conmigo? -Yo no- niega Sirius- sigue con esa historia, por favor- pide, escuchando alguna historia de la juventud de Charlus. -¡Yo!- exclama la niña, levantando la mano- ¿y Regulus también puede venir? -Claro, vayan- asiente Fleamont. James mira a Regulus, quién asiente. -Bueno vamos al supermercado entonces- toma a la niña en brazos y camina junto a Regulus de regreso a la casa- Abue, pa- llama asomándose a la cocina- iremos por más carne que nos pidió papá, nos llevamos a Lib. -Haz caso, Libra- recuerda Alphard- porque tu hermano es distraído. -Yo la cuido, señor- habla Regulus, tímidamente. -Genial, tu cuídalos a ambos, ¿llevas la varita?- pregunta el pelinegro. James se toca el bolsillo. Regulus se la extiende. -La olvidaste sobre la mesa del living- habla en voz baja, mirándolo a los ojos. -Mont también hace eso, cada vez que salimos- suspira Alphard. -Charlie también- sonrie Dora- asi que ya la llevo yo. Son los genes Potter, cariño- explica, mirando a Regulus- miopes, altos y despistados, generación tras generación. -Oye- se queja James, mirando a su abuela, Regulus sonrie divertido. -Traigan pan de la panadería del pueblo- pide Dorea- y que sea rico. -Sí, abuela- asiente James. -No cruces la calle sola, Lib- recuerda Alphard. -Sí, papi- asiente la niña. -Bien, vuelvan pronto. La llave está donde siempre, Jaimie- avisa su abuela. James asiente y camina hacia el adorno donde guardan las llaves, tomando la llave del garaje y del auto. Camina junto a Regulus hasta el garaje y le saca la manta al auto. -Es una hermosura, ¿no crees?- pregunta James, viendo al reluciente auto rojo. -Sí- responde Regulus mirando a James. James coloca a la niña en el asiento de atrás, en la sillita que compraron sus abuelos para ella y le abrocha el cinturón. Luego camina hacia el asiento del copiloto y abre la puerta para Regulus. Quién sonrie bajando la mirada por un momento y se sube al auto con un "gracias" de por medio. James sonrie en respuesta y cierra la puerta, abre las puertas del garaje y luego se sube al auto, encendiéndolo. Hace rugir el motor para calentarlo y luego avanza, saliendo del garaje. Nuevamente se baja del auto y cierra las puertas para luego volverse a subir. -¿Listos?- pregunta mirando a los pelinegros. -Sí- responde Libra, emocionada. -No vayas rápido- pide Regulus, sigue acostumbrándose al raro trasporte. James asiente y avanza a velocidad normal. Diez minutos después logra llegar a la entrada del campo, donde se baja y la abre, vuelve a subirse al auto y avanza, luego vuelve a bajar y a cerrar la tranquera. Regulus observa cada uno de sus movimientos. Lo extrañará mañana cuando vuelva a Hogwarts y a slytherin, donde James no duerme a dos puertas de distancia. [...] -Llegamos- avisa James, apagando la radio. Regulus asiente e intenta bajarse, pero James lo detiene- espera- pide, lo ve salir del auto y caminar hacia su puerta, para abrirla y extenderle la mano. -No soy Lovegood, ¿sabes? no debes tratarme como una dama- recalca Regulus, luego de bajarse. -¿Los hombres no podemos ser caballerosos entre nosotros?- pregunta James, abriendo la puerta y sacando a Lib del auto. -No veo que seas caballeroso con Sirius, Lupin o Pettigrew. -Es que son como mis hermanos, estoy casi harto de ellos- sonrie divertido, dejando a la niña en el piso y tomando su mano. Regulus no dice nada más, solo camina a su lado antes de entrar en el supermercado. [...] -¿Comprarás todo eso?- pregunta Regulus mirando los snacks y dulces en el carro de compras -Sí- asiente James- toma lo que quieras. -¿Puedo juguete?- pregunta Libra, mirando a su hermano. -Sí, ahora vamos. Me olvido de algo, ¿no? -Por lo que vinimos, Potter- señala Regulus, obvio- la carne. -Oh sí, eso- asiente- ya lo olvidaba- sonrie divertido- ¿llevas el carro?- pide. Regulus asiente y empuja el carrito, Libra le sonrie. -Me gusta tu cabello- halaga libra, Regulus sonrie. -Gracias, Lib- agradece Black, llevando el carrito. -Quiero mi juguete- pide la niña. -Debemos esperar a James- habla suavemente caminando detrás de Potter. -¿Por qué?- pregunta, mirándolo a los ojos. -Porque James nos cuida y debemos esperarlo- explica, Libra asiente. -Tu quieres mucho a Jaimie- sonrie. -Que bonita niña- se entromete una señora- ¿y su madre?- pregunta. Regulus se queda estático, no se esperaba que una desconocida les hable. -Ya está, bonito- la voz de James interrumpe a la mujer, que los mira con asco- ¿quién es esta señora? -¿Te tienen secuestrada?- pregunta la mujer muggle, mirando a Libra. -¿Eh?- pregunta la niña. -Que aberrante- los mira mal-hombre con mujer es lo sano, llamaré a un guardia de inmediato. -Señora que usted sea homofóbica no quiere decir que los gays roben niños y esta es mi hermanita, venimos del asado familiar a comprar carne, no haga un escándalo- exige James, colocándose frente a Regulus y Libra. -Muéstreme su identificación. -¿Por qué lo haría? usted no está autorizada a pedirme nada, vaya y siga con su compra y no me retrase el día porque no soy precisamente tranquilo cuando me molestan- lo mira serio. La señora suspira y se aleja. -No entendí- habla Libra, confundida. Regulus sigue en shock. -Vamos por tu juguete y salgamos de aquí. ¿Reg? Regulus lo sigue, aún perdido en sus pensamientos. James paga y toma las bolsas. -¿Puedo darte la mano?- pide Libra- es que Jaimie las tiene ocupadas con las bolsas. Regulus asiente y extiende su mano, tomando la de la niña. El tacto desconocido le molesta pero es una niña y no puede dejarla caminar sola a la deriva. James sube las bolsas al auto y luego toma a Lib en brazos. -Gracias por tomar su mano- agradece Potter, Black asiente, todavía perdido en sus pensamientos.  Van a la panadería de enfrente y luego vuelven al auto, James abre la puerta para Regulus y luego coloca a Libra en su sillita. Arranca y se van. -Regulus- llama James, colocando una mano en su muslo, así lo trae a la realidad- ¿qué ocurre, bonito? -Ella nos llamó aberrante, ¿pensó que secuestramos a tu hermana?- habla, lleno de miedo. James suspira y arranca de vuelta, ya que el semáforo está en verde. -La sociedad muggle está muy retrasada en ese aspecto- comienza James, explicando un poco como funciona la sociedad muggle en torno a los gays. -Pero nosotros no estamos juntos- responde Regulus, confundido. -Sí pero ellos no preguntarán eso, solo juzgarán. Más que nada los adultos mayores. No debes preocuparte, somos parte del mundo mágico, aquí solo venimos de visita.  No dejes que eso influya en ti, ellos... -Son inferiores a nosotros- completa Regulus. -No, no digo que lo sean, solo están retrasados en este tema y en algunos más. -Ajá- responde Regulus. -Lo que quiero decir es que no importa quien te guste, Regulus. Vales por quién eres y no dejes que lo que te digan te influya. Descubre quién eres y no escuches al resto.  -Ella piensa como mi madre- comenta luego de un par de minutos- no me gustó escucharla. No me vuelvas a dejar solo- pide, mirándolo. James lo mira por un instante y vuelve su mirada al camino, donde se orilla, al ver las lágrimas en los ojos de Regulus. James extiende sus menos y seca las lágrimas que caen. -Lo siento, debí llevarte a mi lado, no quise que esto pasara- se disculpa, besando su frente. Regulus asiente y se seca las lágrimas con su maga. -Volvamos, tu abuela dijo que nos apuremos- habla, mirando hacia otro lado para que James no lo vea llorar. -Sí, claro- asiente, mirando por el espejo retrovisor para incorporarse al camino otra vez. [...] -Gracias chicos- sonrie Charlus, tomando la carne. -Compramos algunos snacks- menciona James, dejando dos bolsas de papas fritas sobre la mesa- Sirius, tu que tenías hambre. -Gracias Prongs- sonrie Sirius, abrazándolo fuerte. -Ey Rem- saluda James, mirando a su primo. Sirius lo suelta, Remus y James se abrazan- ¿y las chicas? -Allí, paseando- señala el campo, a lo lejos se las ve caminar. -Con razón tanto silencio en la casa. -Sí- sonrie divertido- por fin paz. -Pobres, ellas son divertidas- defiende Sirius. -Entre las rizadoras, las planchas, los maquillajes, los sostenes, los esmaltes, las peleas por la ropa- suspira- luego de tantos años ya no es divertido, se torna irritante. -¿Estresado, Moony?- pregunta James. Remus asiente. Sirius besa su mejilla, colgándose de su cuello, quien pasa sus manos por la cintura del más bajo. -¿Damos un paseo por aquí?- pregunta Remus, mirando los labios de Sirius. Black asiente, ni bien salen de la vista  del resto, Remus acorrala a Sirius contra la pared, besándolo. Regulus se aleja del resto, acercándose a ver las flores. -¿Y, James? ¿para cuando la novia o el novio?- escucha la voz del abuelo de James, a lo lejos. -Para cuando consiga, abuelo- responde James, suspirando -Eres joven, bueno, divertido, lindo porque saliste a mi- ríen- ¿qué otro candidato como tu? -Bueno, muchas personas me describirían como celoso, arrogante, insoportable, egocéntrico, intenso...- comenta James, se nota la inseguridad en su voz. -No eres nada de eso, hijo- apoya Fleamont- eres un gran chico, bueno, ya eres un hombre. -Hablando de eso, ¿qué piensas hacer ahora que te gradúas? -Me uniré a ustedes en la empresa, quiero un buen futuro para mi y para mi futura familia. -Oh, ya piensas en familia- sonrie Charlus- ¿cuándo creciste tan rápido?- pregunta retóricamente. Ve a James prender un cigarrillo- ¿qué piensas para el futuro? -Una pareja estable, casamiento, hijos, quiero construir una linda finca en torno a mis gustos y  los de mi pareja, poder estar tranquilo en casa y disfrutar. Las fiestas y las bromas ya me cansaron- suspira. -Haz madurado mucho este último tiempo- opina Charlus- ¿quién es? -¿Quién es quién?- responde James, confundido. -Vamos, tus padres llevan años yendo a Hogwarts por causar algún problema ¿y dé repente ya te cansaste de causarlos? ¿quién es esa persona que logró colocar tus pies en la tierra? -¿No puede ser por mérito propio?- se queja James, fumando. -Tu padre era igual a ti, maduró cuando descubrió que dormir abrazado al amor de tu vida es más genial que cualquier fiesta. James suspira y niega con la cabeza.  -¡Potter!- llama con advertencia Dorea desde la ventana, escuchó todo- ven aquí, ahora mismo. -Uy- se burla Fleamont- suerte papá- sonrie divertido- yo cuido la carne. -¿Sí, cariño?- pregunta Charlus entrando en la casa. James tira el cigarrillo y camina hacia Regulus, quién vuelve a observar las flores. -El sol está fuerte, Reg- habla, suavizando su tono- tu piel se ve delicada, ¿por qué no entramos?-pide. Regulus asiente- ¿te sientes mejor?- pregunta dulcemente, caminando junto a Black, de regreso a la casa. -Sí, ya bien- asiente. -Remus no- escuchan la voz de Sirius, ambos se besan apoyados en una pared- no metas tus manos allí, luego no podremos parar. -No quiero parar-jadea entre besos, acariciando el trasero de Sirius. -Estamos en la casa de los abuelos- recuerda Black. -Mierda, sí- suspira, alejándose de Sirius. Ambos descubren que James y Regulus los miran paralizados en su lugar. -¿Se les perdió algo?- se queja Sirius, mirándolos mal. Regulus tira de la manga de Sirius y lo aleja, para charlar solos. -Eres un irrespetuoso- responde Regulus, mirando mal a su hermano- muy desagradecido, esto es una falta de respeto, ¿sabes? -Si tuvieses novio haría lo mismo- se muerde la mejilla interna. -¡Están en la casa de los señores Potter!- recuerda- ¡ni siquiera estaban en una habitación!  -Solo era un beso- se excusa Sirius. -Solo te pido que respetes a los que te dan techo, comida, ropa y amor, ¡nunca lo tuvimos! no arruines esto, Sirius. Nunca tuvimos figuras paternas que no nos golpeen solo por comer, que no nos obliguen a casarnos, que no nos golpeen hasta casi desfigurarnos o hechizarnos hasta sangrar, o que no nos encierren en las mazmorras. ¡Mira este lugar! es un campo hermoso con aire fresco, hay vida, Sirius, en sus ojos no hay odio, hay amor. Me alegra que tengas alguien que te ame y tu ames pero no dejaré que arruines esto. Porque realmente me gusta estar aquí, Sé que nunca seré un Potter y tu tampoco, que no pertenecemos en su totalidad, pero al menos tenemos habitaciones calentitas, podemos comer más de seis bocados, nos sonríen Sirius, ¡nos sonríen! no nos tratan como si fuésemos cargas y no quiero perder eso. Sirius se muerde el labio inferior, tratando de no llorar. -Tienes razón, lo siento- se disculpa- fue irrespetuoso de mi parte. Puedo besar a Remus luego. -No digo que no le des un beso, Sirius. Digo que ese beso ya era demasiado. ¿Cómo te sentirías si yo me besara así alguien delante de ti? -Ya entendí el punto, lo siento ¿okey? -Okey- asiente Regulus. Remus y James los miran, escucharon toda la conversación. -¿Quién quiere snacks?- cambia de tema James, el cambio es tan abrupto que los hermanos Black y Remus ríen- ¿qué? es que tengo hambre- sonrie divertido, guiñándole un ojo a Regulus sin que Sirius lo vea. [...] -¿Puedo ayudarles en algo?- pregunta Regulus, ofreciendo su ayuda. -No cariño, no te preocupes, ya casi terminamos-responde Alphard. Regulus asiente pero se queda parado en su lugar, listo por si le dan instrucciones. James lo sorprende, abrazándolo por atrás. -¿Qué haces? ¿no quieres snacks?- pregunta, susurrando en su oído. -Vine a preguntar si necesitaban ayuda- responde Regulus, colocando sus manos sobre las de James y alejándolas de su estómago.  James asiente. -Ya solo falta que se terminen de hervir las papas, no hay mucho para hacer- habla Dorea, mirándolos. James asiente y camina hacia la nevera para tomar un vino tinto. -Estaré afuera con los chicos, ven si quieres- habla mirando a Regulus, quién asiente. -Entonces, Regulus- comienza Dorea- ¿qué te gusta hacer? ¿a qué casa vas? -Soy slytherin, señora Potter. Y no lo sé, me gusta la fotografía, pintar- mira sus manos, numerándolas- los libros. -¡Slytherin como yo!- sonrie la mujer. -¿Usted también era slytherin?- pregunta sorprendido. -Sí, yo era slytherin y Charlie era gryffindor.  -Sí, yo también iba a slytherin- habla Alphard-una vez Mont vino a visitarme y abrió la ventana porque tenía calor- comenta Alphard. Los tres ríen divertidos. -Se inundó todo, recuerdo la sanción de una semana que tuvo- suspira Dorea, divertida. Regulus ahora sabe de donde salió James y sus bromas. [...] Luego de un ameno y divertido almuerzo, en el que Regulus escuchó muchas anécdotas de los Potter, conociendo más a la divertida familia. Ayuda a juntar los platos y no lo dejan lavar, asi que va con James, que se sentó a fumar debajo de un árbol. -Deja eso- se queja Regulus, quitándole el cigarrillo y apagándolo contra el pasto- te matará. -No lo hará, estaré bien. Te cuidaré hasta que no corras riesgo- promete. -No es por mi, bobo. Es por tu salud- suspira Regulus. -¿Te preocupa mi salud?- pregunta sorprendido. -Ahora somos familia, ¿no?- James sonrie y deja un beso en su nariz. -¿No tienes calor?- pregunta media hora después, observando la vestimenta de Regulus. -No, estoy bien- miente Black. -Vamos adentro que está más fresco- se levanta del piso y le extiende una mano. Regulus la toma, James lo levanta con facilidad. -¿Los chicos?- pregunta James entrando. Cygnus lo mira. -¿Sirius y Remus? pasaron por la chimenea a buscar la varita de Sirius hace un rato y todavía no volvieron. -¿Estarán bien?- piensa Regulus en voz alta. -Sí, en casa hay hechizos protectores- responde Lyall- quédate tranquilo. Saldré a fumar, ¿las chicas?- habla, mirando a su esposo. -Están mirando una película muggle con los abuelos en su habitación. -¿Mont?- llama. -¿Sí?- responde Fleamont, acostado en el sillón, con Alphard durmiendo sobre su pecho. -Nada, iba a fumar. -Yo no quiero ahora, gracias- responde medio dormido, ajustando su agarre a la cintura de su esposo. -Yo te acompaño, leeré un libro en el sillón de afuera- sonrie Cygnus, sabiendo que a su esposo no le gusta estar solo. James observa las fotos viejas de la cámara de su abuela. Sus tíos salen al jardín trasero y ambos quedan prácticamente solos.  -¿Sabían que Remus y Sirius se dan besos como papá y papi?- Libra llega corriendo, soltando el chisme, mientras habla con su hermano y el de Sirius- pero es un super secreto. Black sonrie divertido por su tono y asiente. James logra tomarle una foto. -Sí, sabíamos- responde Regulus. -Son novios- señala James- como papás pero sin casarse ni tener hijos, solo se quieren, se abrazan y eso. -¿Cómo ustedes?- pregunta la niña, ladeando la cabeza. Regulus y James se quedan estáticos.  Potter aprovecha para tomar otra foto. -No, no como... tus papás- tartamudea Regulus, nervioso. La niña asiente. -¿Quieres pintar conmigo? estoy aburrida- pide Lib. -Claro, con gusto- responde Regulus, James toma otra foto. -¿Qué haces?- pregunta Regulus, volteando a verlo. La niña sale corriendo en búsqueda de los materiales. -Necesitamos fotos de todos los integrantes de la familia, y eres bonito, una no basta.  Regulus se sonroja levemente. -Reg- llama Libra- ¿me ayudas?- Regulus asiente y camina hacia ella- es que no alcanzo. -No, yo tampoco alcanzo- responde, estirándose lo más posible para llegar a los elementos de arte. -James, ven- pide Libra, Regulus sigue tratando de alcanzar la caja- no llegamos- señala la caja. James se acerca- ustedes bajen eso, yo iré por el agua- la niña sale corriendo, emocionada por pintar pronto. -¿Me dejas?- susurra James en el oído de Regulus, dulcemente. -Casi alcanzo- responde Black, estirándose aún más. James sonrie divertido y niega con la cabeza pegándose a la espalda de Regulus para alcanzar la caja, extiende las manos, tomando la caja con facilidad. -¿Casi? te faltaba medio metro más, Reggie- sonrie divertido. Black voltea y lo mira mal, cruzándose de brazos. -Si te sigues burlando de mi altura te golpearé- amenaza. James se lame los labios, extasiado por el desafío. -Sabes que mientras más me retes más lo haré, ¿no?- sonrie Potter, inclinándose hacia delante. -No si quieres hijos- responde, señalando su pierna, que está entre las de James, ya que están acorralados contra el mueble en el cuarto pequeño. -No lo harías- habla James, mirándolo a los ojos. Regulus eleva ambas cejas, James suspira y se aleja. -Aww, me tienes miedo- se burla Regulus, estirando su mano para apretar las mejillas del más alto. -Un poco, quizá- responde James sintiendo el suave tacto de la mano del slytherin en sus mejillas. -Dame los materiales, iré a pintar con Libra- se aleja del mayor. -Son muy pesados, yo los llevo- responde el de lentes. -¿Me dices débil?- se queja Regulus. -No, ¿quieres llevarla? ten- le extiende la caja, Regulus la toma y se le cae, James llega a agarrarla antes de que le aplaste los pies- hazme caso cuando te hablo- susurra en su oído, con su voz seria. Regulus asiente, sin pensarlo. -No sabía que se me caería- responde Black, caminando a su lado. -Tienes deficiencia de vitaminas, la caja es pesada... dos más dos es cuatro. Solo quiero cuidarte. Nunca diría que eres débil, lo débil no se mide por fuerza- deja la caja en la mesa- una persona débil no aguantaría todo lo que tu aguantaste, eres valiente y muy fuerte, Regulus. Regulus baja la mirada, enternecido por sus palabras. -¿Pintamos?- pide Lib, dejando dos vasos en la mesa. -Sí, claro- asiente Regulus- ¿tú qué harás?- pregunta sentándose junto a la niña. James busca un libro de quidditch de la biblioteca y se tira en un sillón a leerlo, quedándose dormido en la pagina quince. [...] Rato después, todos comienzan a levantarse, sin molestar a los artistas, se sientan en los sillones a tomar té y charlar. James es uno de los últimos en despertar, se levanta y camina hacia Regulus, abrazándolo por los hombros y dejando caer su cabeza en la del pelinegro. -¿Qué hacen?- pregunta, bostezando. -Pintando, dah- responde Libra- ¿te gusta mi pintura?- pregunta. James la mira. -Es hermosa, Lib- sonrie James- ¿ya se la mostraste a papá? -Voy- se levanta de su lugar y corre hacia Alphard. -¿Puedo ver tu lienzo?- pregunta James, Regulus asiente. -Manos- observa James- ¿por qué manos? Regulus se encoge de hombros. -No lo sé, solo pinté- responde Black. James besa su cabeza. -Es hermoso, Reggie. Me sorprende que puedas pintar todo eso en tan poco tiempo. -Te dormiste como dos horas- sonrie divertido, mirando hacia arriba, donde está él. -¿En serio?- pregunta divertido, mirando los labios rotos de Regulus. Black asiente. -Sí, estabas cansado al parecer. -En realidad solo me gusta dormir- sonrie divertido y lo abraza, juntando sus mejillas. -Auch, debes afeitarte- se queja Regulus, sintiendo la barba saliente de James pinchando su mejilla. -¿Y si me dejo una barba super larga?- bromea, sentándose a su lado. -Que horror- niega Regulus- aféitate. -Lo haré al llegar a casa- asiente Potter, mirando nuevamente el lienzo de Regulus- me quedaré con esta si me lo permites- pide James, señalando el cuadro. -¿Con la pintura?- pregunta Regulus dejando caer su cabeza en el hombro de James. -Sí, me encanta ¿puedo?- cuestiona -Sí, claro- asiente- podría hacerlo mejor, pero me falta práctica. -Así está perfecto para mi- recuerda James, pasando su mano por la cintura de Regulus y atrayéndolo hacia él. Ambos se mantienen abrazados, todavía sentados en las sillas. Ambos se sienten tranquilos, en paz. Las risas se escuchan desde el living, hay familia, hay risas y hay amor. Algo que, junto, Regulus nunca pensó tener.
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