Capítulo 50
20 de julio de 2025, 23:56
-No, ayer estaba muy mal, lleva a Sirius nomás- pide Alphard, mientras toma su café- veré si puedo hablar con él para que acepte una cita con la psicomaga.
-Sí, la necesita- responde Fleamont. Sirius baja las escaleras, ya con el uniforme de gryffindor.
-Buen día- saluda, besando la mejilla de los Potter- ¿los chicos?
-No irán hoy, cariño- habla Alphard, suavemente- Regulus ayer se sentía mal y lloró mucho. Trataré de hablar con él para llevarlo a una cita con la psicomaga.
Sirius asiente.
-Intenté ayudar, papá- habla triste, bajando la cabeza- pero Regulus no quiere que lo ayude yo.
-No es por ti, cariño- afirma Alphard- resolveremos esto con la ayuda profesional necesaria- promete.
-¿No me puedo quedar a acompañarlo?- pregunta Sirius- aunque igual él me alejaría- suspira.
Fleamont lo abraza y besa su cabeza.
-Ve a Hogwarts, nosotros nos encargaremos de que Regulus se sienta mejor- habla Mont.
-Pero primero desayuna, cariño- pide Alphard- ¿qué quieres?
[...]
Regulus sostiene la mano de James mientras tiembla como una hoja, nervioso por la consulta.
-Todo estará bien, bonito- promete James guiándole un ojo y luego besando su mejilla. Esa acción logra distraerlo, y se sonroja, mientras su estómago se llena de mariposas.
-Regulus Black- llama la psicomaga, él y James se levantan. Alphard y Fleamont los esperan en la sala de esperas, Regulus voltea a verlos y ambos le sonríen ampliamente- Buenas tardes, yo soy la doctora Brown, ¿quién de los dos es Regulus?
-Yo, señora- responde Black.
-Vengo a acompañarlo, yo me hará un hechizo para no escuchar y leeré una revista- habla James.
-¿Es lo que quieres, Regulus?- pregunta la doctora.
-Sí, doctora, no quiero que James salga- pide, afirmando su agarre a la mano de James.
-Bien, James se quedará- asiente la psicomaga.
[...]
Martes.
-Bien, haré los hechizos. ¿Estás seguro de volver?- pregunta James.
-Sí, quiero ver a mis amigos- responde- e ir al club de lectura. ¿Es seguro volver?
-Sí, hablamos con el director, asi que ellos no podrán entrar. Aunque entren, con la magia de James no lograrán hacerte daño- explica Alphard.
Regulus asiente, James susurra los hechizos mientras mueve su varita, la magia de Potter atraviesa su pecho, anclándose en su corazón. La cálida sensación lo envuelve, James termina el hechizo abrazándolo firmemente, mientras ambos brillan por un instante.
-¿Listo?- pregunta, extendiendo su mano libre mientras toma el bolso de Regulus con la otra. Black asiente y toma su mano.
-Listo- afirma, sintiéndose seguro.
Al llegar, James lo acompaña hasta slytherin pero el pelinegro insiste en que quiere entrar solo, asi que James deja un beso en su frente, el bolso en sus brazos y se marcha.
Regulus suspira y entra a slytherin, donde Barty, Evan, Pandora y Dorcas lo esperan para ir a clases. Sirius les comentó un poco de lo que pasó ayer cuando las serpientes lo acorralaron contra un muro jurando hacerle daño si no les decía donde estaba Regulus y como se encontraba.
-¡Reggie!- exclama la rubia emocionada, corriendo a abrazarlo. Regulus retrocede, negándose al abrazo de Pandora- ¿no quieres un abrazo mío?- pregunta triste, Sirius dijo algo de que no lo toquen, pero Dora tenía la esperanza de ser una excepción.
-No es personal, lo siento Dora- se disculpa Regulus- hola chicos- saluda, mirando a sus amigos y luego camina hacia los dormitorios. Regulus llega hasta el cuarto y abre su cajón, buscando el anillo y la cadenita de sol. Sus amigos lo miran desde la puerta mientras él se coloca la joyería- pregunten- habla Regulus, sintiendo sus miradas.
-¿Qué pasó?- cuestiona Barty, entrando en la habitación.
-Debí escapar- suspira, sin querer contar sobre esa noche- mis pies me llevaron hacia la casa de los Potter y corrí allí, bajo la lluvia. Me estoy quedando con ellos.
-¿Qué te hicieron, Regulus?- pregunta Evan, sentándose en la cama.
-Ellos me dieron una habitación calentita- sonrie- comida, fuimos a cabalgar, a comprar- comenta.
-No, tus padres, ¿quieres contarnos?- pregunta Barty.
-No- niega Regulus. Sus amigos asienten.
-Pero los Potter son buenos, ¿no?- pregunta Evan, cambiando de tema.
-Sí- responde sonriente- ellos son amables- comenta entusiasmado- y me tratan muy bien.
-Sí, dicen que son buenos- asiente Dorcas- son dos hombres, ¿no?- pregunta, Regulus asiente.
-Se llaman Alphard y Fleamont, también conocí a los abuelos de James- comenta mientras saca la ropa del bolso- y a sus tíos- sus amigos se miran.
-Es hora de ir a clases- recuerda Pandora- ¿estás listo?- pregunta la rubia.
Regulus asiente y cierra el bolso, luego seguirá guardando la ropa.
-Vamos entonces- asiente Barty, saliendo de la habitación.
-Te extrañamos mucho- comenta la rubia, caminando a su lado- quizá podríamos ir a Hogsmeade el fin de semana, ¿qué piensas?- Regulus asiente.
[...]
Hora del almuerzo.
Regulus busca a James con la mirada pero no lo encuentra. Mira su plato, aún vacío y vuelve a subir la mirada, James y Sirius entran por la puerta del gran comedor mientras charlan animadamente. Regulus espera a que Potter lo mire. Eso hace ni bien se sienta en gryffindor. Lo ve sonreírle y guiñarle un ojo.
-¿Reg? ¿quieres pollo?- pregunta Evan, sirviéndose a sí mismo.
Regulus lo mira y luego vuelve a mirar a James, que se lleva el tenedor a la boca y le levanta un pulgar.
-Sí- responde Black- no demasiado, por favor- Evan sirve un poco de pollo en su plato, que ya está cortado en pedazos y condimentado con una rica salsa- gracias- sonrie de lado.
Sus amigos comienzan a hablar de lo que hicieron en la semana, mientras Regulus se esfuerza por comer. James lo observa desde su lugar, orgulloso de que logre comer sin él cerca.
-¿Estás escuchando?- pregunta Sirius.
-Lo siento, ¿qué?- responde James.
-Es sobre la broma, solo tenemos dos meses más de clase y ¡adiós!, somos adultos, trabajamos y no más bromas- dramatiza.
-Suena bien para mí- responde James- podremos estar en casa, ayudaré en el campo y no tendremos que aguantar a Snape con su cara de sapo- señala, Severus los mira con asco desde su lugar.
-Es la mejor parte- asiente Sirius, mirándolo con disgusto.
Unas hufflepuff's se acercan y le tocan el hombro a James.
-Hola James- saludan ambas, mirándolo intensamente.
-¿Cómo te fue en las vacaciones?- pregunta una, sentándose a su lado.
-Bien, gracias- responde Potter, cortante.
-¿La pasaste con tu novia?- habla la otra chica, sentándose junto a su amiga.
-No tengo novia-responde en el mismo tono de antes.
-¿Quieres una?- sonrie coqueta una de ellas.
-O dos- agrega la otra. Regulus las mira molesto, desde su lugar.
-No, gracias- responde James- nos vemos.
-¿Una noche?- propone una de ellas, desesperada por obtener a James.
-No chicas, vengo negándome desde hace meses, díganle a sus compañeras que tampoco me interesan y a esas chicas de ravenclaw también díganles. No estoy buscando novia.
-¿Te gustan los chicos?- pregunta una de ellas- si quieres podemos casarnos y puedes estar con chicos, no me importaría-habla.
-No- se niega James- vuelvan a sus lugares, señoritas- pide Potter.
-Déjame demostrarte que podemos estar juntos- pide una de ellas, uniendo sus manos.
-Suenan patéticas- habla Lovegood, que pasaba por ahí.
"Ayúdame" pide James, hablando en su mente. La chica suspira y saca un pergamino de su mochila, comenzando a escribir.
-¿Qué haces, ridícula?- pregunta una de las chicas.
-Escribo una nota, yo, la prefecta de Ravenclaw, sobre una situación de acoso de parte de ustedes hacia el señor James Potter- muestra el pergamino- ¿qué dicen? ¿las expulsan a dos meses de graduarse?
-Si seguías chupándosela podías decirlo, no hace falta hacer esta escena- rueda los ojos una de las chicas. Ambas se alejan.
-Gracias cookie- agradece James sonriente- te debo una.
-Me debes miles- sonrie divertida y camina hacia ravenclaw.
-Deberías volver con ella- opina Sirius- hacían una pareja hermosa.
-Ya basta con eso, Pads- rueda los ojos James.
-Hola chicos- saluda Remus, sentándose junto a Sirius.
-Hola Moony- sonrie enamorado y se desliza hasta sentarse sobre las piernas de su novio y besar sus labios.
-Estaba en la biblioteca- explica entre besos- fui a dejar los libros que me llevé por las vacaciones. No terminé de leerlos pero debía devolverlos.
-Que raro- opina Lily, a su lado- siempre lees rápido.
-Es que tuve... algunas distracciones- responde Lupin, sintiendo los labios de Sirius en su cuello.
-Sí, me imagino- responde la pelirroja, volviendo a charlar con su novia.
-Gracias a Merlín que Regulus vendrá a las vacaciones porque yo no soportaré ser la tercera rueda así- se queja James, mirándolos.
-Eres un amargado- sonrie Sirius- consíguete una novia y ya, esas chicas literalmente estaban dispuestas a que estés con ambas.
Remus frunce el ceño y James niega con la cabeza.
-Ellas no me gustan- responde, mirando inconscientemente hacia slytherin, Regulus deja de observarlo cuando conectan miradas.
-¿Y? ¿quién te gusta?- pregunta Sirius.
-Nadie, mañana hay entrenamiento- cambia de tema- y asi que duerme temprano hoy, ¿sí?- pide James.
-Trataré- responde Sirius jugando con la manga del suéter de Remus.
-Es el último partido asi que si no te levantas te arrastraré hasta el campo de quidditch y te obligaré a entrenar aunque no puedas ni caminar.
-Bien- suspira Black- me dormiré temprano.
-Gracias- asiente- ¿qué tenemos luego?- pregunta James.
-Pociones y DCAO- contesta Remus, sirviéndose el almuerzo, aún con Sirius entre sus brazos.
-Genial- sonrie James, le encantan ambas materias.
James termina de almorzar y se levanta, quiere tomar un poco de aire fresco.
Al llegar al jardín, se apoya contra una columna para fumar un cigarrillo. El día está fresco por la lluvia de ayer.
El timbre suena minutos después y termina su cigarrillo antes de volver a clases. Mientras camina observando sus libros para saber si trajo los correctos, choca con alguien.
-Lo siento- se disculpa James, acaba de tirar sus libros y los del otro alumno.
-No importa- responde una voz conocida- sé que eres torpe- James sonrie y junta los libros.
-Baby Black- saluda sonriente- ¿cómo estás?
-Preferiría estar en tu casa- responde sincero- pero bien, supongo- se encoge de hombros.
-Si no te sientes bien puedes volver, yo debo quedarme- sonrie pasando su mano por la cintura de Regulus y caminando a su lado.
-Estoy bien aquí, tu estás cerca- habla serio, estar en Hogwarts hace que vuelva un poco a sus muros seguros.
-Bien, solo dime si necesitas algo- pide suavemente.
-Sí, no te preocupes- sonrie de lado.
-¿Hablaste con tus amigos?- pregunta, los alumnos los miran pero no le importa.
-No demasiado, no estoy listo- responde bajando la cabeza, no le gusta ser el centro de atención.
-Está bien, todo a su tiempo, bonito- sonrie- tienes estudios muggles, ¿no?
-Sí, ¿cómo sabes?- pregunta. James se encoge de hombros.
-Adiviné supongo- miente- tengo pociones, nos vemos luego.
-Nos vemos- mueve la mano, entrando al salón.
-Entonces Potter sí puede tocarte- habla Barty, sentándose a su lado.
-Su magia me hace sentir seguro porque repele a la de mis padres- explica.
-Entonces supongo que todos los Potter pueden tocarte- responde Crouch, pensando que no es exactamente como Regulus dice.
Black se queda estático pensando en eso.
-No me molestes, no me gusta James- responde el pelinegro, abriendo su libro.
-¿Y por qué tienes su libro de pociones?- pregunta divertido.
-Este es...de mi hermano.
-¿Ah sí? ¿tu hermano se cambió el nombre a James Potter?- señala la portada. Regulus cierra el libro y la observa.
-Chocamos, debieron mezclarse nuestros libros cuando cayeron al piso. ¿Puedes dejar de molestarme? porque te recuerdo que cuando pensaste que estabas embarazado yo no me burlé de ti y de Evan, yo traté de ayudarte y luego te conseguí un test de embarazo, lo cual le costó la salud a Potter, asi que mejor cierra la boca.
Barty levanta las manos.
-No me burlo de ti, Reggie. Solo bromeo.
-Bien, no bromees porque una broma se supone que da risa y lo que menos estoy haciendo es reírme ¿o me ves reír? ¡no!- responde molesto.
-Buenas tardes, alumnos- saluda la profesora entrando, asi que Regulus guarda silencio y saca un pergamino.
[...]
Regulus llega a la cena y se sienta frente a Potter, dejando sus libros sobre la mesa.
-Me llamaron la atención por no llevar los libros- se queja Black.
-Lo siento, no lo hice adrede, yo también necesité los míos- responde James, haciendo una mueca, cansado.
-Te ves cansado- cambia el tema, preocupado por ver a James así, las ojeras son muy oscuras.
-Tenemos los exámenes finales- comenta- estuve estudiando después de clase y también debo armar el plan de juego y entrenar para el partido de fin de temporada.
Regulus asiente.
-Duerme temprano entonces.
-¿No irás a la fiesta en Hufflepuff?- pregunta Peter.
-No- niega James
-¿Por qué no? ¿dónde quedó el James divertido?
-Tengo muchas cosas en la cabeza, no quiero más fiestas, estoy harto- se queja dejando caer su cabeza sobre el plato de gelatina.
-Aplastaste la gelatina, James Potter- señala Regulus, divertido.
-Lo siento, no quise, perdón- se disculpa con la gelatina.
Regulus sonrie enternecido.
-Es un objeto inanimado, no debes pedirle disculpas- recuerda Regulus dulcemente, olvidando que están en Hogwarts y debe actuar serio y malo.
James levanta la cabeza y sonrie ampliamente.
-Estoy un poco cansado- responde divertido.
-¿Un poco?- eleva una ceja Regulus.
-¿Comiste?- pregunta James, cambiando de tema.
-No tengo mucha hambre- responde Regulus, mirando sus manos.
-Come, Reg- pide James- hasta donde te llenes ¿recuerdas?
Regulus baja la mirada, le es difícil comer sin él al lado, es difícil tenerlo lejos, el miedo de que su madre venga a hacerle daño está ahí en cada momento, quemando su ser.
-Volveré a slytherin- suspira, levantándose y caminando de regreso hacia su mesa.
[...]
La primera noche lejos de James es dura, a penas pudo dormir. Cuando por fin se duerme, su magia lo despierta, alertándolo de que le falta algo.
Se cambia rápidamente y camina, siendo tirado por su magia.
Su magia lo lleva al campo de quidditch, donde James entrena junto a gryffindor.
-No ganaremos si no mueven los pies, vamos vamos- grita Potter, corriendo delante de sus compañeros, guiando el paso.
-Son las seis de la mañana, James-se queja Sirius, corriendo detrás de su mejor amigo. Regulus suspira y se sienta en las gradas, su magia no le permite alejarse. Aunque, bajo las vistas, no quiere.
-Seis y cuarenta cinco -lee mira su reloj- vamos, entremos en calor.
-Ya estamos en el caribe, James- se queja Marlene, respirando con dificultad.
-Yo me detengo- afirma Frank, cansado.
Todos se detienen, agotados.
-Solo llevamos 20 minutos corriendo- se queja James, el equipo cae al suelo cansado y Potter camina hacia su bolso para buscar la botella de agua.
-Ey- saluda Regulus, James levanta la mirada y su expresión seria pasa a una dulce sonrisa.
-Bonito, buen día. ¿Qué haces aquí? es temprano, ¿por qué no vas a dormir un rato más?- pregunta preocupado, sentándose a su lado.
-Casi no pude dormir- suspira cansado- solo un rato y luego me desperté.
-¿Y por qué no vas a dormir?- extiende su mano, acomodando un mechón de su cabello detrás de oreja.
-No puedo, estoy... me siento...-intenta explicarse.
-¿Tienes miedo?- pregunta, acariciando su mejilla. Regulus asiente.
-Trato de no pensar en ellos pero no puedo.
-¿Quieres dormir conmigo?- pregunta James. Regulus lo mira- sonó descarado, pero sabes a qué me refiero.
-Sí, pero no dormiré contigo teniendo a mi hermano al lado. Si nos ve cerca hará un drama y pensará que salimos o algo así y no quiero que cree falsos rumores- explica Regulus- además debo tratar de dormir solo, no estarás para siempre a mi lado.
-Somos familia, estaré siempre que quieras- afirma James, tomando la mano de Regulus.
-Sí pero no estarás siempre.
-¿Dices que me moriré antes de ti?- pregunta divertido, tomando de su botella de agua.
-No bromees con eso- aprieta su mano, asustado- sabes que me da miedo.
-Perdón, tienes razón- suspira- no lo pensé.
-Me quedaré aquí, al parecer mi magia me tiró hasta aquí, asi que...
James se estira y toma su bolso, sacando una campera de gryffindor.
-Si te quedarás aquí cúbrete, hace frío- pide, colocando el abrigo en sus hombros
-Estamos en primavera-sonrie Regulus- eres un exagerado.
-A las siete de la mañana, todavía hace frío- recuerda.
-No llevas camisa- sonrie mirando los pectorales de Potter.
-Sé que te encanto pero ese no es el punto- bromea, codeándolo.
-No me encantas- miente- solo digo que si dices que hace frío para mi, ¿por qué para ti no?
-Por que estoy haciendo ejercicio y yo tengo más grasa y masa muscular. ¿Tomaste la poción hoy?
-No, siguen en el bolso, la tomaré cuando vuelva a bajar- bosteza.
-Debes tomarla- recuerda James.
-No me iré- afirma, mirándolo a los ojos.
-Puedo detener el entrenamiento y acompañarte- propone James, tomando su mano para besar sus nudillos, Regulus se sonroja y quita la mano, mirando hacia el equipo de quidditch.
-No, ve a seguirlos entrenando, es divertido verlos sufrir- sonrie- aunque mejor no, debo ser buena persona- tuerce la boca- no los exprimas en el calentamiento, no es una buena técnica.
-Lo sé, solo quiero ver resistencia, ya sé que juegan bien, tenemos tiempo para entrenar.
-Buscá otros ejercicios de resistencia porque así te odiarán y te golpearán en breve. Yo también lo haría, correr a las seis de la mañana es un martirio.
-Bien- suspira James- haré otros ejercicios.
-Eso, sé bueno- sonrie el pelinegro, extendiendo su mano para acariciar la mejilla de James.
-Eh Potter- grita Longbottom- ¿nos traes agua?
-Llévale agua a tu equipo, vamos- palmea su espalda.
-¿Tu estarás bien?- pregunta, mirándolo a los ojos.
-Estás cerca, estoy bien- asiente Regulus- te espero a que terminen de entrenar.
-Yo te acompaño luego a buscar la poción- besa su mejilla en forma de despedida y toma un par de botellas de agua antes de correr hacia su equipo, quienes siguen acostados boca arriba, mirando al cielo. Regulus suspira enamorado, observándolo
James hace un par de juegos de resistencia, alegrando el entrenamiento. Luego de una hora, Potter vuelve a su lado. Sirius se acerca a él y lo mira, frunciendo el ceño.
-Regulus- habla Sirius- ¿qué haces aquí?- cuestiona, confundido.
-Viene a ver su entrenamiento- miente Regulus- debo conocer al enemigo.
Sirius entrecierra los ojos, mirándolo mal.
-James- se queja Sirius, señalando a Regulus.
-Déjalo, cada uno tiene su propia técnica- suspira James, cansado.
-¿Ya estás mejor?- pregunta Sirius, mirando a su hermano.
-No tanto- habla sincero.
-¿Aceptaste ir a la psicomaga?- pregunta tomando agua, Regulus asiente.
-Vamos, te acompaño a buscar la poción- apura James, viendo la hora, ya casi es el desayuno.
-¿A donde van?- pregunta Sirius.
-Por la poción de Regulus. Tu manéjate, despierta a Remus y eso- responde James, tomando su bolso y extendiendo una mano a Regulus para que se baje de las gradas. El menor de los hermanos Black la toma tímidamente, bajo la mirada confundida, y un poco celosa, de su hermano mayor.
Sirius los observa caminar juntos mientras se siente reemplazado "¿acaso Regulus será el nuevo amigo de James?" se pregunta, sintiéndose insuficiente.
[...]
-¿Te espero?- pregunta James, colocándose la remera.
-No, pasa si quieres- sonrie Regulus de lado, tener a James cerca lo hace sentir tranquilo y quiere aprovechar eso antes de que su hermano haga un escándalo y se lo quite, porque piensa que James elegiría a Sirius si debe elegir. Regulus dice la contraseña y ambos se adentran a la sala común. Los slytherins miran a James desconfiados, mientras retroceden. Un león entre las serpientes no es usual, y menos ese león. El león que les ha hecho demasiadas bromas junto con su bobo grupo de amigos.
-No se preocupen- habla Barty, que está abrazado a Evan- el león está controlado- señala a Regulus y sonrie divertido.
-Espérame aquí- pide Black, antes de caminar a su cuarto a buscar la poción.
-Espero que lo estén cuidando bien- habla Barty, cuando se acerca a James- porque te cortaré el pene y lo colgaré del punto más alto del gran comedor- amenaza.
-Barty, James es bueno, él lo cuidará- agrega Pandora.
-¿Qué le pasó? ¿por qué no podemos tocarlo?- pregunta Dorcas.
-No me corresponde a mi contárselos, él se los dirá cuando se sienta seguro.
-¿Tu no le hiciste nada, o sí?- interroga Dorcas.
-Me corto las manos antes de tocarlo sin su consentimiento- responde serio. Barty se muerde el labio; Evan también diría eso, se ve que Regulus tiene sus mismos gustos.
-Mejor así- asiente Evan.
-Bueno- suspira la rubia- dale un abrazo fuerte por mí- pide cabizbaja.
-No es contra ti, Pandora- comenta James- es algo diferente, luego les contará. Solo...- los mira- sin bromas- exige, mirando a Barty- de ninguna clase, no importa en que lugar hayas estado, no te corresponde- habla serio, asi que Crouch asiente- no insistan en tocarlo abrazarlo o lo que sea- mira a Pandora- simplemente sigan haciendo sus cosas aburridas de slytherin, ¿qué hacen? ¿criticar gente?
-Una de tantas, sí- asiente Dorcas.
-Bueno, volví- sonrie Regulus de lado- ¿vamos a desayunar?- propone mirando a sus amigos y a James.
-Ve con ellos, te extrañaron. Iré a bañarme- avisa James, mientras salen de la sala común.
-Pero debo comer- susurra Regulus.
-¿Vienen?- preguntan sus amigos, al verlos detenerse.
-Ahora voy, ustedes sigan- responde Regulus y luego vuelve a mirar a James, con urgencia.
-Tu puedes, Reg. ¿Tienes la cadenita?- pregunta, Regulus asiente, tocándose el pecho.
-Es un amuleto protector, lo encanté yo mismo antes de regalártelo.
-¿En serio?- pregunta sorprendido.
-Sí, yo estoy ahí, ahí hay de mi magia- señala la cadenita frente a su corazón- come hasta donde te llenes y si hablas con tus amigos será más ameno el desayuno, lo prometo- sonrie cálidamente. Regulus asiente, algo inseguro- iré pronto- promete, tomando su mano y besando sus nudillos.
-No te mueras- pide, desesperado por los nuevos traumas en su cerebro.
-Solo iré a bañarme, no me pasará nada. Prometo que volveré en unos minutos.
-¿Sí?
-Sí, lo prometo- asiente James y deja un beso en su mejilla antes de irse. Sus amigos, que se alejaron lo suficiente para darles privacidad pero lo suficientemente cerca para escuchar, sonríen ampliamente.
Regulus sonrie un poco y camina rápidamente, uniéndose a su grupo de amigos.
Barty va a decir algo, pero recuerda las palabras de James y decide hablar sobre algún tema random.
James voltea antes de subir las escaleras rumbo a gryffindor y Regulus lo mira en ese mismo instante.
Potter le guiña un ojo y sube corriendo las escaleras, mientras Black baja la mirada, sonrojado.