ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
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En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 52

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Regulus lo empuja, mientras abre sus ojos grande. -¡¿Qué te pasa?!- exclama exasperado, da un paso atrás, abrumado por sus sentimientos y sale corriendo rumbo a slytherin. James lo sigue, corriendo para alcanzarlo. -Regulus, yo no...- tartamudea James, tomándolo de la muñeca. El menor aleja su brazo bruscamente y sale corriendo. Potter lo sigue, logra alcanzarlo y lo toma por la cintura, acorralándolo contra la pared. -Solo voltee a ver a Peter que me llamó, Reggie. -No me digas así- exige, mirándolo mal- abusaste de mi confianza, Potter. ¿Qué mierda te pasa? -No fue queriendo, nunca besaría a nadie sin su consentimiento y no es que te quiera besar, porque no te gusto y no me gustas y... no quise- habla mirando sus profundos ojos grises mientras apoya una de sus manos en la pared- por favor no te enojes, solo fue un accidente. -Bien- suspira, manteniendo su expresión seria- pero que no vuelva a pasar. -No esperaba que me beses la mejilla y mucho menos que me llamen- se explica, acariciando su cintura, sus cuerpos están pegados, Regulus mira los labios de James. Le gustó besarlo, le gustó esa magia cálida que lo envolvió, como si todos sus problemas de fueran a curar con un beso. -Solo trato de ser más cariñoso- comenta Regulus, jugando con el cuello de la camisa de James. James asiente, manteniendo su mano izquierda en la pared y la otra en el costado de Regulus, acariciando su cintura. Están lo suficientemente cerca como para sentir la respiración del otro. -¡Wormy! ¿viste a James?- exclama la voz de Sirius a lo lejos- ¡debo mostrarle esto! Regulus aferra sus manos al cuello de la camisa de Potter y lo aleja bruscamente, tirándolo contra la pared. -No vuelvas a hacer eso- exige serio, mirándolo mal, antes de alejarse rápidamente. James se queda atónito, procesando lo que acaba de suceder. -Ah, allí está, ¡PRONGS!- grita Sirius, corriendo hacia él- mira lo que me regaló Moony- sonrie emocionado- ¿no es el mejor regalo del mundo mundial?- le muestra el anillo en forma de luna- además vi que Regulus tiene uno en forma de sol y ya comenzaba a darme envidia- habla en tono de broma- aunque me parece raro que a Regulus le guste el sol- se encoge de hombros- ¿vamos a cenar? ya están todos en el gran comedor- sonrie, anclando su brazo al de James- ¿qué ocurre?- pregunta mientras caminan juntos. -Nada, solo estoy cansado- bosteza- acompañé a Remus a comprar tu regalo y me quedé un rato en Hogsmeade. -Sí, porque me dio el regalo hace como hora y media, o quizás más, no sé que hora es, me distraje- sonrie divertido. -Sí, ya comprendí. Cuídense-pide Potter- soy muy joven para ser tío. -¿Hablo con el mismo que lloró cuando no dejó embarazada a cookie?- sonrie divertido- y que después le dijiste "hagámoslo, hagamos un bebé"- imita su voz, James rueda los ojos y lo empuja. -No te contaré nunca más nada- afirma, llevándose las manos a los bolsillos. -Igual estoy de acuerdo- asiente Sirius- somos jóvenes, quiero casarme antes de parecer una sandía con piernas y lindo cabello- logra sacarle una sonrisa a James, quién niega con la cabeza. -No se puede estar serio a tu lado- ríe James. -¿Ves? me amas- lo codea, divertido. -A veces no te soporto, pero... sabes que te quiero y que eres irremplazable para mi, ¿no? -Sí- asiente Sirius-¿por qué lo dices? -Es que estuve cuidando de Regulus y quizás tu... -Me deja tranquilo que lo cuides- admite Sirius- lo cuidas mejor de lo que podría cuidarlo yo, no diré que estás confundido y que yo nunca me sentí apartado, porque estaría mintiendo, pero- suspira- también eh estado mucho tiempo con Remus y sé que te sientes la tercera rueda, asi que si Regulus te mantiene entretenido y tu lo mantienes a salvo... puedo aceptar que sean amigos. No mejores, porque yo soy tu mejor amigo y tu me perteneces mejoramistosamente- eleva un dedo. James suelta una carcajada. -Ey chicos- saluda Remus, quién también lleva el pelo mojado. James señala un chupón en el cuello de Lupin, Remus se lo cubre con la mano- hay fiesta en hufflepuff hoy- comenta- es viernes y eso. Yo no quiero ir pero si van... puedo pensarlo- se encoge de hombros. -Yo no voy- se niega James. -Yo estoy muy cansado- se queja Sirius. -Ven, yo te llevo a la cena- pide Remus, estirando sus brazos, Sirius se sube a él y apoya su cabeza en el hombro de Remus, sonriente. -¿Por qué estará cansado, no?- sonrie James, molestando a su primo. -Cállate- exige Lupin, entrando al gran comedor. James busca a Regulus con la mirada, pero no lo encuentra. Se queda hasta que cierran el gran comedor, esperándolo, pero el slytherin no aparece, asi que decide ir a las cocinas y tomar algo de comida para Black. [...] -Ey Dorcas, ¿no?- llama James, observando a una chica, que se besa con Marlene en la entrada de slytherin. -Sí- responde la morena, mirándolo- ¿qué quieres, Potter? -Lamento interrumpir pero Regulus no cenó y debe cenar, creo que está molesto conmigo pero eso no quiere decir que no deba cenar, asi que le traje la cena, ¿puedes alcanzársela, por favor?- pide cortésmente, mirándola. Dorcas asiente y toma la bandeja, entrando a slytherin. -¿No te basta con arruinarme las mañanas que también me arruinas el sexo? -Solo se estaban besando, Marlene. A menos que quieran ver cuanto te mide, es difícil llegar hasta el sexo. -Es que tu no sabes llegar a las chicas, te debe faltar práctica- muestra sus dedos y sonrie. -Él dijo que te pudras y que no quiere comer, pero Evan dijo que se encargará de que cene, que no te preocupes- habla Dorcas una vez que sale por la entrada. -Si eres tan amable- habla Marlene, señalando el pasillo de salida de las mazmorras. -Claro, sí- asiente, alejándose rápidamente aunque alcanza a escuchar algunos "¿Aquí, Marls?" "uhm, sí" "oh merlín eres muy buena con los dedos" James camina haciendo sus rondas de Head Boy , casi nunca las toma, Remus casi siempre lo cubre a pesar de ser prefecto, porque sabe que James se levanta todos los días muy temprano. "No sabes llegar a las chicas, te debe faltar práctica" recuerda las palabras de Marlene, mientras mira sus manos y mueve sus dedos, practicando los movimientos. -Lo siento, no llegué a las rondas- se disculpa una voz conocida. -Cookie- saluda James- creí que te quedarías allí. -Mañana tengo el club de lectura y ese si que no me lo pierdo, ¿Remus no te cubrió hoy? -Está en su semanaversario con Sirius, no me pudo cubrir y de igual forma no quiero escuchar eso. -Sí, raro escuchar a tu primo y a tu mejor amigo juntos- sonrie divertida. -Marlene me dijo que no sé llegar a las chicas, tú, que estuviste conmigo ¿qué opinas? -Eres tierno, un poco bobo pero muy dulce. Lograrás conquistar a alguien. -Me refiero a la parte sexual- se coloca las manos en los bolsillos. -Oh- responde la de rulos-sí, era increíble de hecho- recuerda- la pasábamos muy bien. -¿Crees que sé mover los dedos?- pregunta. -Esto es raro, James- frunce el ceño. -Tenemos la confianza, ¿no?- ladea la cabeza, mirándola. -Sí, sabes mover los dedos y definitivamente sabes donde está el clítoris- sonrie, recordándolo. -Okey- sonrie divertido- ¿qué podría hacer para mejorar? -Me siento dando una reseña sobre la compra de un producto- ríe divertida- ponle mucho lubricante, sigue comprando los condones ultrafinos y... no la metas por completo a la primera o segunda vez, debe acostumbrarse a tu tamaño, dolerá. -Gracias, me quedo más tranquilo y tomaré tus consejos- suspira tranquilo, a sus inseguridades, sumarle "inutil en el ámbito sexual" lo destruiría. -Genial, tienes un moco ahí- señala su nariz. -No tenemos tanta confianza- bromea James, mientras saca un pañuelo de su bolsillo. Lovegood ríe divertida- espera, tu tomaste- la señala- no te reirías tanto de eso si estuvieses completamente sobria. -Mis suegros me sirvieron vino y me daba verguenza decir que no, no estoy acostumbrada a tomar alcohol, ya sabes. -En casa siempre te negaste- recuerda. -Porque tus padres me inspiraban confianza, los de Amos me miran desconfiados y no les gustó la noticia. -Bueno, te casarás con él no con sus padres- se encoge de hombros. La de rulos suspira y asiente, caminando hacia la entrada de ravenclaw. -Oh y come piña- sonrie divertida- sabía más rico cuando comías piña. -Espera, tu siempre me dabas platos con pedazos de piña, ¿era por eso?- eleva una ceja, divertido. Lovegood lleva uno de sus dedos a su propia boca, en señal de silencio y luego ríe, entrando a ravenclaw. James sonrie divertido, volviendo a su caminata "no debe tomar" concluye en sus pensamientos. [...] Sábado. James desayuna mientras arma un plan de juegos, hoy no obligó a nadie a levantarse temprano a entrenar y nadie dijo nada, pero ahora son las nueve de la mañana y su equipo está preocupado. -James, ¿todo bien?- pregunta Frank, sentándose frente a Potter- hoy fui al entrenamiento y esperé un rato pero nadie apareció, ¿te quedaste dormido? -Olvidé avisar que no lo haremos a diario a pesar de que dije que después de el receso entrenaríamos a diario- suspira- creo que es demasiado. -¿James Potter diciendo que es demasiado entrenamiento?- habla Marlene, atónita. -Por mi parte te lo agradezco, a penas pude levantarme de la cama hoy- sonrie Sirius- aunque sí, es extraño, ¿qué te hizo cambiar de opinión? -Es... demasiado, supongo- se encoge de hombros. -Creo que debes ir a la enfermería- opina otro del equipo. -¿Qué te hizo cambiar de opinión, James? -¿No puedo pensar en mi equipo? -No- responden al unísono. -Yo creo que es un quién- opina Marlene- cuando estaba enamorado de cookie también nos dio un respiro de los entrenamientos diarios. -Dejen de decirme así- se queja Lovegood, desde la mesa de ravenclaw. La rubia le guiña un ojo. -Serás siempre cookie, para todos nosotros- sonrie Sirius. -Maldito James y sus apodos- se queja la ravenclaw, dejando caer su cabeza sobre su libro. -¡Ey!- se queja Potter, mirándola, divertido. -¿Ves? tienen química- señala Sirius, emocionado. -Supéralo, Black- responde Lovegood desde su lugar. -Déjalo en paz con eso, amor- habla Remus, sirviéndose más café. -Es que luego James será un solterón depresivo que dormirá en nuestro sofá. -Créeme, nunca iría a dormir a tu sofá, no quiero ni imaginarme lo intensos que serán cuando vivan solos si son así ahora, en un dormitorio compartido, detrás de una pared de la casa de los abuelos, ¿sigo? -Ya está bien- detiene Remus, avergonzado. Regulus los observa desde su lugar, atento al chisme. -Desayuna Reg, o luego vendrá Potter a molestarme- se queja Dorcas, señalando el plato de Regulus. -¿A qué te refieres? -Me besaba con Marlene anoche en el pasillo y Potter te trajo la cena, me pidió que te la entregue. -Sí, lo de la cena sabía, me faltaba el contexto- responde Black- ¿te besabas a McKinnon?- eleva una ceja. -Sí, si me insultarás por ser gay o algo así, ahórratelo, ya tengo a mis padres que lo harán. -No, ¿por qué te insultaría? solo no comprendo que ves en ella. -Es hermosa- sonrie- es... increíble. -Pero es mujer- señala- no sé que le ves a las mujeres- se encoge de hombros. -¿No se supone que te gustan las mujeres? hombre hetero uga uga- bromea divertida- tu deberías saber que ver en una mujer. -Merlín esta es la conversación más gay que escuché en mi vida- opina Evan- y eh escuchado a Barty. -Gemir- completa Crouch, los slytherins ríen divertidos. -Hola chicos, miren, Xeno me regaló un gatito- muestra el gatito amarillo entre sus brazos. -Aww- exclaman sus amigos. -Ese hombre sí que te ama, Dora- opina Dorcas. -Es que le conté del "gatito perdido que no podía encontrar" y él me consiguió este gatito, ¿no es hermoso? lo llamaré arboldemanzanas -¿Árbol de manzanas?- pregunta Regulus, frunciendo el ceño mientras acaricia la cabeza del gatito. -No, arboldemanzanas- habla rápido. -¿Cómo lo llamarás?- pregunta Evan- arboldemanzanas, arboldemanzanas. -Sí- asiente Dora- pero le diría queso de cariño. -¿Y por qué no solo lo llamas queso y ya?- pregunta Barty. -Buena idea- asiente Pandora- lo llamaré queso, porque es amarillo entonces le queda bien, que inteligente Barty- sonrie la rubia. -Rubia tenía que ser- opina una chica junto a ellos, es una de las que habló mal de los Potter. -Cierra la boca si no quieres que te hechice hasta rogar que te mate- escupe Regulus, mirándola mal- ya haz sido grosera nombrando a los Potter y no te hechicé aquella vez porque estaban los profesores pero aquí no los veo- sonrie, amenazadoramente. -Basta, Reg. Ella no vale la pena- trata de calmar Evan. -Déjalo, será divertido- sonrie Barty. -No, Reg- pide Dora, observando a Regulus pararse de su asiento y colocarse frente a la chica, que ya está parada, de brazos cruzados. -¿Crees que tu siendo un niño podrás venir a insultarme? ¿y por qué defiendes a Potter? ¿eres su nueva zorra? Regulus la empuja, molesto. -Saca su nombre de tu boca- exige. -Oh, ¿se enamoró el pequeño Black?- se burla- sé que no me hechizarás, ni siquiera sabes peinarte, mucho menos artes oscuras. -Mi cabello es ondulado. -Oh solo no te bañas- sonrie divertida, Regulus la apunta con su varita. -¡Potter!- llama Evan, James, pronuncia un accio, tomando la varita de Regulus entre sus manos mientras se acerca. Regulus lo mira indignado. -Te controla- sonrie la chica- ¿dónde está el Black serio que no se dejaba controlar por una polla?- molesta, Regulus se tira sobre ella, comenzando a golpearla. No tiene demasiada fuerza, ni dura demasiado golpeándola ya que alguien lo toma por la cintura, alejándolo. -¡No me toques!- exclama, alejando las manos de su cintura, notando que son las de James. -¿Peleando tan temprano, Regulus?- pregunta James, mirándolo con una ceja arriba. -Ella se burló de ti, de Dora y de mi- la señala, dame mi varita, la mataré- pide, buscando la varita en el bolsillo delantero de James, Potter la muestra sobre su cabeza, donde Regulus no llega pero Black encuentra la varita de Potter- Expulso- la estudiante sale empujada por su magia, golpeando su espalda en la pared, sin hacerse daño en la cabeza- Levicorpus- apunta, la chica queda suspendida en el aire por sus tobillos- ¿quieres seguir desafiándome? ¿o prefieres cerrar la boca y no volver a hablar de lo que no te compete?- ladea la cabeza, jugando con la varita de James entre sus dedos. James mira a Sirius, todos los estudiantes están en shock. El mayor de los hermanos Black suspira y baja a la chica susurrando un hechizo. -Regulus- habla Sirius, acercándose a su hermano- ¿qué mierda haces?- tira de su brazo, sacándolo del gran comedor, James los sigue. -Ella se burló de Dora y ayer habló sobre James y tu novio. -¿Qué dijo?- pregunta Sirius, frunciendo el ceño. -Que ambos seguro tienen "grandes personalidades"- hace las comillas con los dedos- dijeron que tu novio era rarito, que seguro era masoquista por hacerse esas heridas; que era mejor opción James aunque no era suficiente si era traidor a la sangre, dijeron que nunca cambiaría porque sus padres eran muy buenos, pero lo dijeron en tono despectivo; que Fleamont había tomado a uno de los Black más duros y lo había vuelto tierno. Y que los Potter y los Lupin dejaban todo en familia- James y Sirius lo miran atónitos-oh y a Dora le dijo que era tonta por ser rubia- se cruza de brazos, viendo a los gryffindors. -Que maldita- se queja Sirius, resoplando- debiste decirme, yo lo hubiese solucionado sin testigos. -Eso da más miedo- habla James- es muy dulce que quieras defendernos, Reggie- sonrie- pero te castigarán. -¿Castigar? si no te expulsan tienes suerte- agrega Sirius. -Mis padres lo solucionarán- asiente James, sabiendo la influencia de los Potter en el mundo mágico. -Oh no- se lamenta Regulus- que no los llamen, por favor- pide, uniendo sus manos- no, no. -Ellos no te harán nada, Reg. Y ahora estás a cargo de ellos, asi que los llamarán. Regulus esconde la cara entre sus manos, llorando de la rabia. Lejos de recibir golpes, castigos o algo así, de lo cual está acostumbrado y lo aceptará; no quiere decepcionar a los Potter. Black deja la varita de James entre sus manos y camina decidido hacia la estudiante, que va rumbo a la enfermería, golpeándola con sus propias manos y maldiciéndola en cada idioma que sabe. James y lo toma en brazos, colocándolo sobre sus hombros. -En su defensa, te lo merecías- habla James, defendiendo a Regulus mientras mira a la chica. Regulus sonrie, emocionado por escucharlo defenderlo. Le saca los dedos del medio a la slytherin cuando James se voltea y camina de regreso a Sirius. -¿Qué haremos contigo, hermanito?- suspira Sirius. [...] -¿Qué hiciste esta vez, James Potter?- pregunta Alphard, mirando a su hijo. -Él no hizo nada esta vez- aclara Sirius. -Sirius Black, ¿a quién heriste?- pregunta Alphard mirando al pelinegro. -Fui yo- habla Regulus en voz baja, mirando sus manos- estoy muy avergonzado de que tengan que estar aquí por mi- levanta la cabeza, las lágrimas caen por sus mejillas- yo solo trataba de defender a las personas que quiero y ella me hizo enojar mucho- solloza, James camina hacia él y lo abraza fuerte, besando su cabeza. -No pasa nada- apoya y mira a sus padres, quienes se miran entre sí y entran a la oficina del director. Luego de escuchar las versiones de ambos chicos, el director concluye los castigos. -Es para una expulsión- se queja la madre de la chica- los Black son problemáticos y oscuros, ¡él podría haber matado a mi niña si así lo quería! ¡y ella que es tan dulce! -El señor Regulus es un gran alumno implacable, nunca se metió en ningún problema y creo firmemente que si se defendió esta vez fue porque la señorita realmente lo molestó- habla dumbledore- que no tiene un gran historial, de hecho. -No lo creo así, los Black son... -Cierre la boca, ¿quiere?- habla Fleamont, mirándola mal- juzgar a alguien por su apellido es estúpido e insensato. Nuestro Regulus no mentiría, asi que, por nuestro lado la versión tiene sentido, es su hija la que supuestamente es solo una víctima y mi hijo está loco ¿no? bueno, tengo una poción de la verdad aquí- la saca de su bolsillo- resolvamos esto, yo estoy seguro de que nuestro niño no miente- afirma, seguro. La mujer mira a su hija, quién aparta la mirada, insegura. -Eso es ilegal, ni en la corte lo usan- señala- solo expúlsenlo y listo- exige, mirando al director. -Ilegal es matar a tu marido, ¿o crees que el mundo se creyó que casualmente se envenenó a sí mismo?- señala Alphard, elevando ambas cejas mientras sonrie victorioso. -Un poco de poción no le hará daño a nadie y podremos terminar con el asunto- asiente Dubledore. La madre mira a su hija, podría confesar los pecados de la señora asi que la chica suspira. -¡La poción no!- pide exasperada- yo sí dije esas cosas, yo... no lo sé, solo opiné y estábamos con mis amigos y... no creo que sea para tanto decir que un chico es lindo o que otro es raro por tener heridas. -Mentira, no dijeron solo eso- señala Regulus- y no me parece respetuoso repetirlas otra vez. Además me insultaste, me provocaste, diles sobre eso. La chica baja la cabeza, su madre pellizca su brazo, molesta. -Bien, ambos estarán castigados. Nadie será expulsado. Una semana de limpiar el salón de Pociones para la señorita y una semana de limpiar el salón de Encantamientos para el señor. Los adolescentes toman los castigos, la mujer se va, su hija la sigue. -Gracias Albus- agradece Fleamont, extendiéndole una mano. -Un placer volver a verlos- saluda, tomando la mano de Potter. -¿Cómo está todo?- pregunta Alphard, saludando al director. -Bien, estamos... él está en casa- responde, sabiendo sobre qué pregunta. -Oh- responde Alphard- -¿Debemos preocuparnos?- pregunta Mont. -No, está enfermo asi que... no. -Okey, que se recupere pero que no haga una guerra, supongo- habla Fleamont. frunciendo el ceño. -Quédese tranquilo, yo lo tengo controlado. -Sé que sí, siempre nos controlan- señala a Alphard. -¿A qué se refiere?- susurra Regulus, preguntándole a su hermano. -A que Dumbledore sale con Grindelwald y los de abajo suelen controlar a los de arriba- responde Sirius, susurrando. Regulus frunce el ceño. -¿Abajo de donde?- susurra, confundido. Sirius hace una seña con una de sus manos, como metiéndose algo en la boca- oh- responde abriendo los ojos grande. James sonrie divertido. [...] -La violencia no es la solución, Regulus- habla suavemente Alphard, mientras toman un té en Hogsmeade. James está a su lado y Sirius decidió quedarse. -Lo sé, lo siento mucho- asiente, cabizbajo. -Yo también la hubiese golpeado- habla Fleamont, Alphard lo codea- pero eso no se hace. James ríe en silencio. -La próxima vez que te veas envuelto en alguna situación díselo a James, a un profesor, mándanos una carta, puedes hablar con nosotros, cariño. Regulus asiente. -¿No quieres tu té? se te enfriará- señala Fleamont. -Estoy esperando a que me digan mi castigo- responde Regulus, cabizbajo. -¿Castigo? es la primera vez que nos llaman por ti, si tuviésemos que castigar a James y a Sirius cada vez que nos llaman, ya no podrían salir de casa ni para venir a la escuela. -Además lo tuyo fue distinto, no las bromas estúpidas de estos niños- habla Fleamont. -Tu me enseñaste muchas de esas- se queja James. -¿Que hiciste qué?- entrecierra los ojos Alphard. -Solo lo comenté, además maduré y... te ves hermoso, cariño, ¿quieres que volvamos a casa y...? Alphard suspira. -Luego lo hablamos, pero aclaremos que no tendrás un castigo, no somos la cárcel, somos tu familia. Comprendiste que hechizar y golpear tiene consecuencias, limpiar salones no es fácil y ahí comprenderás que no debes hacerlo más. -¿Cómo que no tendré castigo en su casa?- pregunta confundido- ¡deben darme un castigo! ¿cómo sentiré que cumplí si no me dan un castigo? Fleamont y Alphard se miran. -Pero cariño, no te castigaremos. -No me gustan las mazmorras pero esta vez me lo merezco, o... ¡limpiaré la casa con un trapo!- habla, mientras mueve su pie, nervioso. -Claro que no- niega Fleamont. -Necesito que me castiguen, yo... me sentiré que no cumplo si no me castigan, castíguenme- pide. -Bueno, acompañarás a James en su semana sin salidas, si quieres, supongo- habla Alphard, confundido. -Oh- responde Regulus- ¿solo eso? ¿por qué estar con James sería un castigo? -Por que no podrán ir a la piscina, salir afuera, pasear- señala Fleamont. -Que horror- se queja James- el peor castigo del mundo- resopla. -Bueno, tomaré ese, aunque no me gusta salir ni las piscinas. -Sin cabalgar- recalca Fleamont. -¿Caballos?- pregunta Regulus, sin pensarlo. Abre los ojos grande, dándose cuanta de que su mente le jugó una mala pasada, James suelta una carcajada. Fleamont se rie en silencio. -No es el momento para hacer chistes, Regulus- habla Mont "serio" antes de volverse a reír en silencio. -Sí... ¿saben qué? tu castigo será venir a la piscina y el de James quedarse adentro. -Okey- asiente Regulus sonrojado hasta las orejas. -Que niño divertido- sonrie Fleamont, negando con la cabeza. Alphard sonrie junto a su esposo, bajando la cabeza para que el adolescente no lo vea reír. James ríe en voz alta, tentado.
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