ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 53

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Domingo. James desayuna mientras intenta estudiar, abrumado por la cantidad excesiva de palabras. Regulus entra al gran comedor y camina hacia él. -Buenos días- saluda Regulus, sentándose a su lado. -Hola Reggie- sonrie Potter, pasando del ceño fruncido a una sonrisa cálida- ¿cómo dormiste? -Poco y nada- bosteza- ¿tú?- pregunta, mirando el libro del mayor -Tampoco estoy pudiendo dormir bien últimamente- suspira cansado, dejando caer su cabeza en el hombro de Black. -¿Tus papás se quedaron muy enojados?- pregunta, jugando con el papel entre sus manos, -No, no se enojaron- afirma James- solo... dime cuando algo te moleste, puedo ayudarte- acaricia el dorso de su mano, deteniendo el jugueteo ansioso con su pergamino. -Sí, lo sé- asiente Regulus- ¿quieres que te ayude con esto? -Por favor- pide James. -Pero no podrás estudiar mientras comes cereales con leche y Barty discute con Dorcas a los gritos por un pan- señala divertido. -Cierto, debería ir a la biblioteca- asiente James. -Sí, vamos- afirma Regulus. -Primero desayunaremos- detiene James, tomándolo del brazo. Es una de las comidas que más le cuesta, a la mañana casi no tiene hambre y en casa se desayunaba muy poco. Ambos desayunan mientras hablan sobre algún tema random. Sirius y Remus entran al gran comedor, caminando de la mano. -Ey Reg- sonrie Sirius- que sorpresa, ¿qué haces aquí? -Charlábamos un rato- sonrie James, apretando el muslo de Regulus, aunque Sirius no puede ver eso. Regulus sonrie inconscientemente ante el tacto de James. -Nosotros veníamos hablando de las vacaciones, será genial ir juntos- sonrie Sirius. -Le pediré a papá que nos separen- afirma James. -Sí pero si duermo con Reggie no podré abrazar a Remus hasta dormirme- hace un puchero. -Yo no dormiré contigo, te mueves demasiado- se queja Regulus, mirándolo mal. -Que duerman ellos juntos y nosotros aparte- propone Remus, sirviéndole té a su novio. Sirius mira a su mejor amigo y a su hermano, frunciendo el ceño. -No los veo para nada compatibles para convivir- opina. -Yo creo que sí- opina Remus- James nos hace problema a nosotros para molestarnos pero con el resto es muy caballeroso. -¿Y si no hay habitaciones con dos camas? no dejaré a mi hermano dormir con un hombre. -No es un hombre, es James- señala Remus. -Soy un hombre- habla James. Regulus sonrie divertido. -No ayudas, Prongs. Digo que es James, nunca se sobrepasaría con Regulus, lo conocemos bien. -Sí pero... -Debes dejar de sobreprotegerlo, Sirius. Lo haces con las personas incorrectas. -Tiene razón- asiente Regulus- viví con Walburga y Orión sin ti, estar con Potter no es un problema para mi. James sonrie y aprieta suavemente el muslo de Regulus. -Eso es cierto- suspira Sirius, sirviéndose pancakes. -No son tan ricos- señala Regulus. Sirius los prueba y asiente. -Son más ricos los que hacen en casa. Tu los sabes hacer ¿no?- pregunta mirando a James. -Sí- asiente James- pero papá siempre se levanta antes y los hace él. -Sí, debes tener buena mano- asiente Sirius, James lo mira con una ceja arriba. Regulus resopla celoso- con la cocina- completa divertido. Remus lo toma por la cintura, sentándolo sobre él. -Ya basta- exige serio, Sirius asiente y toma té. -Dominado- se burla James. -No lo molestes o se pondrá pesado- habla Regulus. James asiente, volviendo a su cereal. Sirius frunce el ceño, mirándolos. Remus aprieta su cintura, distrayéndolo. -Desayuna, vamos- recuerda Lupin, sabiendo que a Sirius todavía le cuesta comer el desayuno. -¿Cuándo hay entrenamiento?- pregunta Marlene llegando, sentándose junto a Regulus- ¿te cortaste el cabello, Sirius?- pregunta, viéndolo rápidamente. -Jamás- responde Sirius. Marlene mira frente a ella y luego a su lado- mierda, son muy parecidos. -No, no tanto- responde Sirius. -Sí, si lo son- asiente Marlene, pasando por debajo de la mesa para sentarse junto a Lupin y Black. Regulus mira a James, que niega con la cabeza. -Son distintos, Lene- habla James. -En personalidad quizá pero de perfil... cambia levemente las mejillas y Sirius tiene la manzana de adán- señala, Regulus baja la cabeza, recordando los insultos de su padre por no tener la manzana de adán.- bueno y el cabello. James nota esto y desliza su mano hacia la cintura de Regulus, abrazándolo. -Son muy diferentes Marlene- habla Remus, ante, la mirada molesta de James al observarla- y, ¿cuándo entrenan?- cambia de tema. -Lunes, miércoles y viernes. Luego de clases. -¿Tan tarde? ¿dónde quedó el James madrugador? -Es que noté que no solo altero mi horario de sueño o el del equipo, a veces despertamos a Remus y a Peter y quiero ser más... solidario. -¿Después de siete años?- pregunta Lupin, elevando una ceja. Regulus baja su mano apretando la rudilla de James que golpea contra su muslo, manteniendo sus piernas abiertas como casi siempre. -Sí, maduré- responde Potter, divertido. -No, este es un quién- opina Marlene- sea quien sea, le agradezco. Bendito sea el se dejó meter el pene de Potter- eleva sus manos al cielo, bromeando. Los merodeadores ríen divertidos. -Prefiero no saber de la intimidad de mi primo, gracias- habla Remus, negando con la cabeza -Eres muy desubicada, McKinnon - se queja James, luego de reírse. -Solo bromeo, al parecer en tres meses te veremos con traje y corbata, siendo un adulto, déjame molestarte antes de que puedas despedirme- le extiende la jalea, que James trata de alcanzar para colocarle a una tostada. -¿Quién dijo que te va a contratar?- agrega Sirius, divertido. -Es que necesitaré empleo- une sus manos y llora falsamente. James come su tostada. -Discúlpalos- pide James, acariciando la cintura de Regulus- son un poco tontos. -No lo había notado- responde divertido- iré a ver quién ganó el pan, ¿te veo en la biblioteca luego del desayuno?- pregunta, mirándolo a los ojos. James asiente, pasándose la lengua por los labios, limpiando la jalea de fresas. Regulus los mira y traga duro, alejando la mirada. -Nos vemos en un rato- sonrie Potter. -¿Qué harán?- cuestiona Sirius, observando a Regulus caminar hacia slytherin. -Estudiar, me ayudará- responde, tomando un trago de café. -Tienes a Remus- señala Sirius, obvio. -Dale, ¿me explica mientras se besan o cuando pasean de la mano por los jardines?- responde rodando los ojos. -Ya déjalos, Pads- pide Remus, dejando caer su mentón en el hombro de su novio- tenemos una cita ¿recuerdas? -¡Cierto!- sonrie emocionado, colocando sus manos sobre las de su novio- Conseguí permiso de Minnie para ir a almorzar a Hogsmeade. -La persiguió dos días enteros- comenta Peter- tuvo que aceptar para que se calle. -¿Pero funcionó o no funcionó?- sonrie Sirius. -El día está hermoso- menciona James- ¿qué comerán? -No lo sé- responde Sirius- supongo que veremos la carta. Las lechuzas llegan, tirando cartas sobre la mesa. -Oh genial, debe ser papá- sonrie James, abriendo su carta. -También la mía- sonrie Sirius, emocionado mientras lee el sobre. Regulus frunce el ceño y toma la carta que la lechuza acaba de dejar sobre su plato. Los slytherins no suelen recibir cartas, asi que todos lo observan. -Espero que no sea de mis padres- susurra para sí mismo, con miedo. "Destinatario: Regulus A. Black. Finca Potter, cerca de Londres, Alphard R. Potter" Hola cariño, espero no haberte asustado al mandarte una carta. No sé si te comentamos que los domingos que no vienen a casa siempre reciben una carta nuestra, "domingo de cartas" En esta ocasión, además de saludarte con mucho cariño, quiero recordarte que mañana lunes es tu sesión con la psicomaga. No te preocupes, también vendrá James, pedimos permiso a Dumbledore para que salgan ambos. Es en la tarde, en el mismo horario que la vez pasada, creo que ella ya te lo había comentado pero es mi deber como padre recordarte tus sesiones. Cambiando de tema, ¿cómo sigues? ¿necesitas algo? quiero que este sea un medio de comunicación entre nosotros, ¿sí? cualquier cosa más urgente háblalo con James y pedirá que nos llamen de inmediato , pero puedes contarme lo que quieras por aquí. Yo puedo contarte... que fuimos con Lib y la abuela a comprar plantas y macetas, las colocó Monty el jueves. Oh, y el caballo de los abuelos ya está mejor. En fin, era para abrir este medio de comunicación. No debes responder si no deseas hacerlo. Luego charlamos sobre el castigo porque yo tampoco soy muy fan del calor y creo que es demasiado hacerte salir afuera cuando no quieres. Te amamos, Alphard R. Potter (y Fleamont que está aquí de chismoso)" La letra cambia drásticamente. Yo no soy chismoso, solo me interesan mis hijos, abrazos campeón, Fleamont C. Potter" Regulus sonrie ampliamente nunca recibió una carta tan linda. Inconscientemente abraza el papel, que lleva el logo de la familia Potter y el olor de su nuevo hogar. James lo mira desde su lugar, sonriendo enternecido. -¿Todo bien?- pregunta Dora. -Sí, genial- asiente Regulus. -¿Quién es?- pregunta Barty, comiendo el pan que le ganó a Dorcas. -Los señores Potter- responde Regulus. -Oh no, ¿están molestos?- habla Cass, que no lo estaba mirando. -No, ellos son muy buenos y comprensivos- baja la mirada, sintiendo que no los merece- les pedí que me castiguen, me castigaron y ahora quieren sacarme el castigo. -¿Qué castigo?- pregunta Evan, preocupado. -Ir a la piscina, salir en verano- responde Regulus. Crouch lo mira con una ceja arriba, está apoyando con las rodillas en el banco, para no sentarse por completo. -¿Castigo? merlín, eso no es un castigo. ¿No quieres tomar una poción multijugos y cambiamos de lugar?- propone Crouch- encima verás a Potter y a Lupin sin camisa- se muerde el labio, molestando a su novio- es un premio en vez de un castigo. Evan extiende su mano derecha, nalgueándolo con fuerza. Barty suelta un quejido, llevándose la mano allí y acariciando donde acaba de golpear. -¿Por qué iría con tu padre cuando tengo a los Potter? además Evan no notaría que soy yo y ustedes muy tranquilos no son- sonrie Black, mirando a su mejor amigo. Barty abre los ojos grande. -No había pensado en esa posibilidad- responde- y auch- se queja mirando a su novio, mientras sus ojos se llenan de lágrimas. -Lo siento, cariño- se disculpa el rubio, tomándolo en brazos y sentándolo sobre él- pero deja de de molestarme ¿sí? No te gustará si lo hago yo. -Evan tiene razón- apoya Dorcas. El timbre suena, avisando que el desayuno se acabó. Regulus se levanta, para ir a la biblioteca. James abandona su desayuno y lo sigue, caminando a su lado. -Hola- saluda Potter, sonriente. -Hola- responde Black. -Papá nos escribió, ¿todo bien? -Sí, él quiere quitarme el castigo- sonrie divertido- es raro pasar de estar en las mazmorras, sin comer, limpiar el piso con un trapo, recibir golpes y hechizos a un castigo bobo, una cama calentita, mucha comida, poder comprarme la ropa que me guste, recibir cartas amables, es... nuevo. -Bueno, es como debería ser- sonrie James, tomando su mano y entrelazando sus dedos. -Estoy muy agradecido con ustedes, James, yo... no sé que hacer para agradecerles su hospitalidad conmigo y con mi hermano. -No hay nada que agradecer, ya lo dije. Solo... sigue estudiando, es lo único que mis padres exigen, que acabemos la escuela. Luego podemos decidir qué hacer. -Eso es obvio- asiente Regulus- yo me saco muy buenas notas. -Lo sé, mis padres leyeron tu historial académico cuando vinieron a hablar con Dumbledore para ser tus tutores aquí. -¿Si? ¿y qué dijeron?- pregunta, apretando su mano levemente, ansioso. -Que es increíble, tienes las mismas notas que papá Alph. -¿Sí? es un honor ser comparado con él, tu padre es muy amable, sabe mucho de pintura, libros, sabe mucho- sonrie Regulus- me encantó ir de compras con él, pude conocerlo más y aprendí mucho de pinceles y pinturas. -Sí, papá Alph es así, muy tranquilo, lee mucho, le gusta estar en silencio. Luego está papá Mont que es "un terremoto" como lo llama la abuela, ay ya la extraño- sonrie James- yo adoro a la abuela. Regulus asiente. -Ella es genial, me encantó la ensalada de papas, aderezo y eso verde. -¿Perejil y mayonesa?- pregunta James, Regulus asiente. -Sí, esa. [...] -Señores, si no bajan la voz voy a tener que invitarlos a retirarse- regaña la bibliotecaria, mirándolos mal. -Lo siento, señora- se disculpan al unísono. -Sigamos- susurra Regulus- el contrahechizo de Fiendfyre- señala la página del libro. James suspira y toma su pluma, dibujando un sol y una estrella en uno de los dedos de Regulus-¿qué haces?- pregunta curioso. -Estoy cansado y aburrido de estudiar- responde Potter, dejando la pluma- pero la respuesta es aguamenti. -Sí, muy bien. Las sabes, James- suspira Black- solo... te distraes. -Es que es demasiado, yo solo quiero irme de vacaciones y terminar Hogwarts de una vez. Quiero que paseemos en caballo y hagamos lo que hicimos cuando estábamos en casa, estaba muy tranquilo y ahora debo esforzarme y estudiar, mi cabeza duele y no puedo dormir bien- se queja mientras su ojos se llenan de lágrimas. Regulus deja el libro y lo toma por las mejillas, su magia está desesperada al verlo triste. -No llores- pide, limpiando las lágrimas rebeldes que caen de los ojos de James- ya falta poco, solo dos meses y podremos ir a cabalgar, te podrás meter en la piscina, iremos de vacaciones, podremos molestar a Remus y a Sirius cuando se pongan muy melosos- sonrie divertido, sacándole una risa a James- no me gusta verte así, ya casi terminas es...un último esfuerzo- responde, cerca de sus labios, James lo mira, mientras los ojos avellanas brillan, enamorados de los grises. Regulus se aleja un poco y besa su mejilla-por el beso en la mejilla de agradecimiento que no llegué a darte- susurra contra su oído. James sonrie ampliamente y lo toma por la cintura, sentándolo sobre él para abrazarlo fuerte y repartir besos en la cara de Black. La risa de Regulus llena la biblioteca, que está casi desierta, la bibliotecaria se levanta pero alguien la detiene. -No hay nadie aquí, señora. ¿Puedo pedirle que no los interrumpa, por favor?- pide amablemente. -Señorita Lovegood, usted sabe que las muestras de afecto en la biblioteca están sumamente prohibidas. -Son solo dos chicos que se abrazan, señora. A James le cuesta estudiar y Regulus logró calmarlo. -Sí pero eso no me compete, deben cumplir las reglas. -Yo...- piensa y busca en sus bolsillos- hay rumores de que le gusta el chocolate, tenga- extiende su última barra de chocolate- por hacerme el favor y...acomodaré los libros del estante tres, ese que siempre desordenan. -Bien pero si viene alguien, los regañaré- acepta la bibliotecaria, tomando la barra de chocolate. Es un reemplazo de la señora que estaba antes y esta mujer no le agrada demasiado a nadie. Regulus y James siguen estudiando, mientras Black se mantiene sobre él, abrazándolo por los hombros mientras hace las preguntas al oído de Potter, quién se llena de su magia y pasa sus manos por la cintura de Black, disfrutando el momento y respondiendo bien a cada una de las preguntas. [...] -Uff, eso costó- la de rulos se seca el sudor de la frente mientras intenta bajar de la escalera. Es un estante grande. -¿Cookie?- llama James, Regulus debió ir con sus amigos y él se quedó juntando- ¿qué haces?- pregunta, ayudándola a bajar de las escaleras. -Oh solo... ayudaba- señala los libros. -¿Me estabas espiando?- eleva una ceja, divertido. -¿Por qué te espiaría?- frunce el ceño- solo ayudé un poco a la nueva bibliotecaria, es algo... difícil. -¿Qué haces aquí y no con Diggory? -El vuelve mañana de su casa, insistió en volver conmigo el viernes pero si decía que sí, sus padres me odiarían aún más. -No creo que te odien, quizá sobrepiensas demasiado- se encoge de hombros. -Quizá, debo irme, antes de que me pongan a barrer o algo así- suspira cansada- nos vemos James. -Adiós, cookie- sonrie, saludándola con la mano. James termina de ordenar los libros y camina hacia el escritorio de la mujer- ¿sabe que está prohibido obligar a los estudiantes a ordenar y limpiar, no?- habla con la bibliotecaria. -Yo no la obligué, ella se ofreció- responde, comiendo del chocolate. Es una mujer de más o menos unos treinta y largos años, que parece ser muy malhumorada. -Igual, debe negarse. -Hicimos un trato, ella ordenaba los libros y yo no lo echaba a usted y al otro chico pelinegro de aquí, a pesar de que claramente no es admitido besarse y toquetearse en la biblioteca escolar- responde. James se queda pensando, mientras mira el chocolate favorito de su ex entre las manos de la nueva bibliotecaria. -¿Eso hizo?- pregunta, desconcertado. -Sí, muy amorosa para mi gusto, yo a mi ex lo hechicé, no lo ayudé con su nueva pareja, pero cada quién... James está en shock, asi que solo camina hacia la puerta y sale de allí. [...] -¿Entonces en verano no nos veremos?- pregunta Pandora, triste. Están en una pijamada con los chicos, mientras comen pizza que Evan y Barty consiguieron. En realidad Rosier le pidió a Potter que le pida Lupin que les traiga pizza cuando vuelva de su cita con Sirius. -Es que no puedo alejarme mucho, Dora- suspira Regulus, comiendo su porción de pizza- tengo mucho miedo de que vengan por mi. -Pero... no comprendemos, Reggie- habla la rubia- siempre dijiste que estabas bien, que nadie te hacía daño, ¿qué te hicieron? Regulus se queda en silencio mientras sus amigos sacan otro tema. Antes de dormir, una vez que ya apagaron la luz, Regulus vuelve a hablar. -Quisieron obligarme a hacer herederos- suelta, en un susurro, sus amigos encienden las luces y se sientan, a mirarlos- me hicieron quitarme los pantalones, y... intentar hacerlo. Bajo un imperius- cubre su cara con sus manos, mientras comienza a llorar, desconsoladamente. Pandora intenta abrazarlo- por favor no me toquen- pide, abrazado sus piernas. Sus amigos están en shock, pero quieren ayudarlo. Barty se levanta de su lugar y sale corriendo. Crouch llega hasta la entrada de gryffindor. -Mierda, emmm leones- incorrecta- león- incorrecta- pastel de melaza- incorrecta- gato- incorrecta- Godric- incorrecta. -Ey- llama una voz conocida, Potter, con su pin de Head Boy, los mira confundido- ¿por qué no estás en la cama? ¿y por qué golpeas el cuadro de la dama? -Regulus está llorando- habla Barty, tirando de su brazo, mientras corren de regreso a slytherin. -¿Qué pasó?- pregunta corriendo a su lado. -Nos contó lo que le hicieron sus padres y estoy muy enfadado por cierto, pero ahora está llorando y debes calmarlo- responde, dice la contraseña y tira del brazo de Potter hasta llegar a su dormitorio. Regulus llora desconsoladamente, mientras abraza sus piernas. Evan, Dora y Cass intentan calmarlo sin tocarlo. -Regulus- habla James, suavemente. Black levanta la cabeza y corre a sus brazos, llorando en su pecho. Los slytherins los observan, terminando de comprender por qué Regulus está distinto. La magia de James envuelve a Regulus, mientras lo abraza fuerte y susurra que está bien y que nadie le hará daño. Los amigos de Regulus pueden ver y sentir la poderosa magia de Potter en el lugar, obligándolos a apartarse y mantenerse en silencio.
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