ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 66

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Regulus entra a la mansión bajo la atenta mirada de James, quien luego voltea a ver a su padre, Fleamont sonrie divertido. -Basta- exige James. Fleamont eleva las manos. -Yo no dije nada- responde divertido, James tose- vuelve a la cama, germen ambulante- aprieta su hombro, James ríe divertido y tose un poco más. -Merlín, te adoro pa- niega con la cabeza, divertido- y ya me siento mejor, no me duele la garganta, llevo desde el otro día sin fiebre, solo queda esa tos fea. -Un día más en la cama no te hará daño, muchacho- acaricia su espalda alta, entrando por la puerta. [...] -¿Así está bien?- pregunta Regulus, dejando la taza de café frente a James. -Puedo servirme solo ¿sabes?- sonrie mirándolo. -Solo acepta un acto de cariño- rueda los ojos, sentándose a su lado, en el sillón. -Gracias, bonito- agradece acariciando su mejilla. -Tu papá es muy cool- comenta mientras James toma de su café- me explicó un poco sobre el campo y luego me contó sobre ti. -¿Sobre mi?- eleva una ceja, dejando el café en la mesa ratona. Regulus asiente y apoya su mejilla en el brazo izquierdo de James. -Sobre ti de pequeño- juega con los dedos de Potter, tomando su mano. -Oh, hay demasiado allí- sonrie divertido, comiendo su tostada con su mano libre y cuando Regulus suelta su mano izquierda la pasa por sus hombros, atrayéndolo más cerca. Alphard y Fleamont los miran desde la cocina, Mont sostiene la prueba de embarazo que Alphard encontró entre las cosas de James. -¿Crees que debamos hablar con ellos sobre esto?- susurra Alphard inseguro. -No lo sé- suspira Fleamont- no quiero incomodarlos pero hemos pasado por esto y si compraron una prueba de embarazo es porque la duda está allí. -Quizá es de alguien más- piensa Alphard. -¿Y por qué no se la dieron?- susurra Mont- creo que les dio miedo, Regulus no debe tener educación sexual y quizá James se dejó llevar por el momento. -Sí, el otro día sonaban... disfrutándolo. El problema es que el gen Black es muy receptivo y si olvidaron el condón o se les rompió... -No quiero que lo tomen como un ataque- niega Fleamont- hay que ser cuidadosos. -Sí, Regulus ha pasado por mucho y no sé como se tomará este tema- baja la mirada- quizá debamos pensarlo un poco más. -Sí, es lo más sensato- asiente el mayor, besando sus labios. -¿Crees que está embarazado?- susurra, observando a Regulus sonreír. -Confío en que James sabe cuidarse, aunque no lo vi comprar condones últimamente. -Por eso mismo- suspira Alphard- son muy pequeños. Alphard y Fleamont observan a los adolescentes coquetear indirectamente mientras sonríen enamorados. -Así éramos nosotros, ¿recuerdas?- sonrie Mont. -Sí y fue muy doloroso perderla. Tenía los mismos problemas que Regulus y su cuerpo no resistirá un embarazo, no ahora- suspira triste- estoy preocupado por ellos. -Yo también- asiente Fleamont, besando su frente. [...] -Buen día- saluda Sirius, sentándose entre Regulus y James. -Hola Pad- saluda Potter- ¿cómo te sientes? -Mejor, aunque preocupado, casi no pude dormir anoche, realmente quiero ir con Remus- suspira, dejando caer su cabeza en el hombro de James. -Seguro papá te deja ir, si te sientes mejor... -Sí, ¿y tu? yo solo tengo un poco de mocos, ya no me duele el estómago. -Solo tos cada tanto y a veces estornudo también me siento mejor. -¿Reg?¿tu como estás?- pregunta, volteando a ver a su hermano. -Bien, no me tiré al lago ni jugué al quidditch debajo de la lluvia, asi que genial- sonrie divertido. -Tengo hambre- se queja Sirius, estirándose- ¿qué desayunaron? -Sirius, cariño- sonrie Alphard, entrando en el living- ven a desayunar ¿o quieres subir y te llevo el desayuno? -Iré a la barra de desayuno, ¿está papá?- pregunta Sirius, Alphard asiente. -Claro cariño, ven que te sirvo- sonrie. -Quiero ir con Remus, papá- pide levantándose del sillón para seguirlo a la cocina. -Es un lindo día- opina James mirando por la ventana. -Tu sigues enfermo hasta que yo te de el alta, vuelve a la cama- sonrie Regulus, divertido- toma tus cosas para no aburrirte y vuelve a la cama- señala las revistas de quidditch sobre la mesa ratona. James sonrie y se levanta, tomando a Regulus en brazos- ¿qué haces?- pregunta divertido cuando Potter lo coloca sobre su hombro. -Tomo mis cosas- responde divertido, mordiéndose el labio. Con su mano derecha, que está libre, toma sus revistas y sube las escaleras. -No soy una cosa- se queja Regulus, aunque no puede evitar sonreír. -Si yo vuelvo a la cama tu vuelves conmigo, no te vas a escapar otra vez, debes avisarme si te vas a algún lado. -No eres ni mi padre ni mi novio- golpea su espalda con las palmas de su mano- no debo avisarte nada. James abre la puerta de su habitación y lo deja en el piso. -No pero compartimos magia y eso es suficiente- ladea la cabeza, sonriendo victorioso- me preocupo por ti, asi que no hagas esa expresión de gatito molesto- toca su nariz, Regulus sonrie divertido y luego muerde su dedo. -Aleja el dedo o pierde el dedo- amenaza, mientras eleva una ceja. -Oh, a ver, inténtalo- sonrie James, colocando su dedo delante de Black. -Eres un masoquista- rueda los ojos, alejándose de James para mirarse en el espejo de la habitación. Potter camina hacia él y lo abraza por la espalda, acariciando su plano estómago. Regulus mira el reflejo, cuando parpadea la imagen de ambos cambia a una más adulta, donde Potter acaricia su estómago abultado. Potter lleva barba y está más alto. -Quizás- responde la voz de James en su oído, trayéndolo de regreso a la actualidad- ¿por qué la cara? te ves bonito de vaquero- besa su mejilla. Black parpadea y mueve una mano, verificando que es su reflejo.. -Sí, iré a cambiarme- sale de la habitación, huyendo de sus alucinaciones. -¿Okey?- responde James, confundido y luego suspira, caminando hacia la ventana para abrirla y sentarse allí a fumar. -¿Qué haces?- se queja Regulus cuando vuelve, James voltea a verlo, el pelinegro ahora lleva su típica vestimenta elegante- no puedes fumar, estás enfermo- se queja Black, acercándose para quitarle el cigarrillo de la boca. -Dame eso, el humo te hará mal- pide James mientras tose. Regulus lo apaga sobre el marco de la ventana y se lo deja en las manos. -Sigue así y nunca llegarás a tener la familia que sueñas- se cruza de brazos, mirándolo molesto. -Fumo ocasionalmente, cariño- suspira James, mirando las nubes en el cielo azul- es un lindo día- cambia de tema- ¿quieres hacer algo? -Quiero que te acuestes en esa cama- señala la cama- y te recuperes- habla serio, James estira su mano, acariciando su mejilla mientras sonrie. -Como diga, capitán- sonrie coqueto y se levanta del marco de la ventana para tomarlo por la cintura y tirarlo en la cama, abrazándolo. -¿Yo también debo estar aquí?- "resopla" Regulus, sintiendo la sonrisa de James en su cuello. -Ujuhm, estás cuidando de mi, debes asegurarte que esté bien- ríe levemente, sintiendo su magia más feliz. -Te vuelves más cariñoso cuando estás enfermo- sonrie divertido, acariciando la mano de James que se posa sobre su estómago. -Es que no me siento tan bien- lo abraza más fuerte, cubriendo casi todo el cuerpo de Regulus con el suyo, su torso está pegado a la espalda del pelinegro. -Sí pero me aburriré- trata de estirarse para tomar su libro, pero los fuertes brazos de James su lo impiden- déjame tomar el libro, James- resopla Regulus. James se estira y toma el libro por él, dejándolo en sus manos. -¿Lees en voz alta?- pide, besando su hombro. Regulus suspira, sintiendo su corazón saltar emocionado, se repite a sí mismo que no le puede gustar James, que eso arruinaría todo porque él es muy difícil y Potter terminaría cansándose de él, si en algún caso llegará a darle una oportunidad. -Sí- asiente Regulus- pero estoy casi al final del libro, no vas a entender mucho. -No importa, me gusta escucharte, no importa que leas- sonrie, subiendo sus besos por el cuello de Regulus- hueles genial, ¿sabes? como a dulce. -Es la crema de peinar, la de rulos- responde cerrando los ojos mientras siente sus magia completamente a la merced de James, totalmente vulnerable. -Sí, esa, tienes razón- sonrie sobre su cuello. Regulus abre el libro y comienza a leer, ambos terminan quedándose dormidos. [...] Horas después... -James, cariño- llama Alphard tocando la puerta- la comida está lista, vengan a almorzar. -¿Uhm?- pregunta James, soltando a Regulus para voltear boca arriba. -¿Quieres comer en tu habitación?- pregunta, James bosteza. -No, está bien- responde sentándose en la cama. -Despierta a Regulus que debe comer ¿sí? supongo que está contigo, no está en su habitación. -Sí, está conmigo, bajamos en un momento- responde, escucha los pasos de su padre alejarse y mira a Regulus, quien acaba de voltear hacia la izquierda, buscándolo dormido- Reg- llama, acariciando su rostro, su pulgar pasa por los labios rosas del pelinegro- ya está la comida, debemos ir a almorzar- habla suavemente, mirando los perfectos rasgos de Black. -No quiero- se queja, tirando de su mano para que vuelva a acostarse. James cede, pasando su mano izquierda nuevamente por la cintura de Regulus. Su mano baja más, apretando su trasero- ¡oye!- se queja medio dormido, pasando su pierna derecha sobre las de James, para acostarse sobre su pecho, volteándolo con facilidad- déjame dormir. -Hay que almorzar, bonito- sonrie James, pasando sus manos por la espalda de Regulus- y estás aplastando mi...- habla incómodo. Regulus abre un poco los ojos y bosteza perezosamente, sentándose sobre él para estirarse- lo siento pero realmente debemos almorzar y necesito ir al baño- Black asiente sin ánimos de moverse. -Tienes más fuerza que yo, solo tírame a un costado- suspira cansado y deja caer su cara en el pecho de James, otra vez. Potter lo toma por la cintura, dejándolo sobre el colchón con suavidad. -Despierta que debemos almorzar- susurra, besando su cabeza antes de caminar al baño. [...] Regulus come en silencio mientras escucha a los Potter charlar y reír. Realmente no tiene ganas de unirse a la conversación asi que se mantiene al margen, saboreando la deliciosa comida que preparó el señor Potter. Volvió a soñar con James y esos niños, Potter fumaba mientras lo miraba intensamente, lejos de ellos para que no les llegue. Él colgaba ropa y los niños recogían flores. -¿Quieres más, Reg?- pregunta James suavemente, colocando su mano izquierda sobre el muslo derecho de Black. -No, gracias- agradece, dándose cuenta de que acaba de terminarse todo el plato -¿Seguro? hay más carne y verduras, o podemos preparar alguna otra cosa si no te gustó- sonrie Alphard, mirando al pelinegro. -Está exquisito, señor Potter, pero ya me llené- sonrie con gentileza y baja la mirada, observando la mano de James cubrir el ancho de su muslo. El tacto de Potter lo hace temblar ligeramente, sintiendo su magia fuerte a su lado, sosteniéndolo. -Bien, ¿qué opinas de salir en la tarde a pasear un poco? podemos comprar algo de ropa de verano, hacer compras para las vacaciones, no lo sé, compras de arte, de productos para el pelo y el rostro- propone Alphard, mirando a Regulus- podemos tomar un helado y distraernos un poco. Regulus sonrie emocionado y luego mira a James, quién asiente, sonriendo ampliamente. -Será un gusto salir a pasear con usted, señor Potter- acepta Regulus. -Bien, a las cuatro y media salimos, ¿te parece bien?- pregunta, Regulus asiente. -¿Será seguro?- pregunta Regulus. -Reforzaré los hechizos- sonrie James, apretando suavemente su muslo. -Gracias- sonrie el pelinegro, mirándolo a los ojos. Ambos se miran por unos cuantos segundos. -¡No me llamaron a comer!- se queja Lib, bajando las escaleras. -Te llamamos diez veces, seis veces papá y cuatro veces yo- sonrie Fleamont sentando a su hija sobre sus piernas- estabas roncando como un sapo. -¡Los sapos no roncan, papá!- ríe la niña, estirándose para tomar un pedazo de pan. Alphard se levanta a servirle la comida. -Hola Lib- saluda James- ¿cómo dormiste? -¡Bien! desde que Regulus me enseñó a no tener pesadillas duermo super super bien- sonrie ampliamente, Alphard deja el plato frente a la niña. -Me alegro de que te haya funcionado- sonrie Regulus. [...] -Toma mi tarjeta- insiste James, extendiéndole la tarjeta a Regulus- compra lo que gustes. -No quiero que gastes tu dinero en mi, iré a acompañar a tu padre, no me compraré nada- habla Regulus, arreglándose el cabello, está sentado frente a su escritorio, mirándose al espejo. -Regulus hablo en serio- insiste James, apoyado en el marco de la puerta- quiero que te compres cosas bonitas. -Ya tengo muchas cosas bonitas, tengo esta habitación, ropa increíble, una hermosa familia nueva, te tengo a ti... -Eso es muy cursi- sonrie Potter, Regulus voltea a verlo, lleva un pantalón gris y una remera azul. James observa los brillantes labios de Black, tragando duro, sigue:-pero necesitas tus cremas para la cara, ropa de verano, tus productos para los rizos; y de paso cómprame los productos para las ondas porque sabes que yo no sé nada de eso. -Sí, volviste a lavarte con ese shampoo tres en uno anoche ¿no?- eleva una ceja. -Sí, ¿ese es el gloss de Sirius?- señala, elevando una ceja. Regulus asiente. -Yo... solo... tenía los labios resecos- tartamudea- pero no... -El maquillaje te quedaría genial- opina James- y no tiene género. -Mi padre decía que- James lo interrumpe. -Orión es un imbécil, si te gusta el maquillaje y quieres probar maquillarte cómprate. Regulus niega con la cabeza, recordando los golpes de su padre a Sirius por encontrarle un labial. -Estoy bien así, gracias- concluye la conversación, tomando un pañuelo y pasándoselo por los labios, para quitar el producto. -Bien- suspira James, entrando en la habitación y apoyando sus manos en el respaldo de la silla se Regulus- te ves hermoso, hechiza a los que te coqueteen- pide, mirando el reflejo de Regulus en el espejo mientras sus pupilas se dilatan, como cada vez que lo observa. Black baja la mirada, sonrojándose- te falta esto- toma la cadenita con el dije de sol que se acaba de quitar para cambiarse, no quiere dañarla, asi que tiene mucho cuidado. James coloca la joya en su cuello, con delicadeza. -Gracias, me la saqué para cambiarme, no quiero dañarla, es muy hermosa- luego de un instante se levanta de la silla- creo que ya estoy ¿qué dices?- pregunta, mirando a James. -Que le arrancaré los ojos al que te mire de más- piensa en voz alta-digo- se rasca la nuca- si, eso- se encoge de hombros. -No fumes- recuerda, colocándose perfume. -Solo uno ¿sí?- pide, abrazándolo por la cintura. Regulus suspira. -Solo uno, confío en que cumplirás tu palabra- entrecierra los ojos. -Claro que si- asiente James, afirmando sus manos en la cintura de Black. Regulus mira el reloj en su escritorio, dándose cuenta que lleva cinco minutos de retraso. -Ya debo irme- habla Black, James sigue observándolo, sin soltarlo. Regulus tira perfume sobre su cara- ya debo irme- recalca, mientras James se limpia la cara. -¿Qué haces?- se queja Potter. -Te dije que ya debo irme- se encoge de hombros- y ahora hueles a mi, no me extrañarás- sonrie divertido. James ríe levemente y baja la cabeza, de reojo ve el anillo de sol sobre la mesa de luz. -Espera, olvidas esto- toma el anillo y detiene el paso de Regulus, tomándolo de la mano. Potter coloca su anillo en el dedo anular de su mano izquierda. -Sí, y los hechizos- recuerda Regulus, mirando el sol brillar por un momento entre sus dedos. -Casi lo olvidaba- sonrie divertido, sacando su varita de su bolsillo delantero. Susurra los hechizos mientras Regulus lo mira, fascinado por su voz en ese tono. Al terminar los hechizos, James lo abraza fuerte y besa su mejilla, la magia los envuelve hasta hundirse en el pecho de Regulus, haciendo brillar el dije de sol por un momento- diviértete, compra todo lo que quieras- deja la tarjeta en el bolsillo trasero de Regulus. -James...- comienza Regulus, sabiendo lo terco que es James. -Hablo en serio, Regulus. Si no vuelves con los productos que sé que necesitas me enfadaré- se cruza de brazos. -¿Y qué harás? ¿no volver hablarme?- eleva una ceja, pegando su cadera a la de James. -No te va a gustar, baby Black- gruñe contra su boca mientras aprieta su trasero, sacándole un leve gemido- ve y compra lo que te haga falta por lo menos- usa su voz seria, obligando a Regulus a asentir. -Bien pero luego te arrepentirás, porque necesito muchas cosas- sonrie divertido. -Gasta, nene, yo pago- besa su mejilla, antes de salir de la habitación. Las mariposas se mueven en el estómago de Regulus. Regulus se mira por ultima vez al espejo y suspira entrecortadamente, mirando sus mejillas rojas, luego sale y baja las escaleras. -Oh ahí estás- sonrie Alphard- ya termino- se coloca gloss y toma su abrigo. -¿Ya se van?- pregunta Fleamont, saliendo de la cocina, tiene las manos llena de masa de galletitas ya que está ayudando a cookie a prepararlas. -Sí- asiente Alphard- ¿la tarjeta?- pregunta. -En mi bolsillo derecho, amor- responde- no puedo ahora, ¿me esperas que me lave? -Yo la busco, se nos hace tarde- explica Alphard, metiendo su mano en el bolsillo de su esposo buscando la billetera/cartera. Mont se sobresalta cuando la mano de Alphard toca otra cosa. -Eso no- susurra Fleamont. -¡Aquí!- encuentra, sacando la billetera y sacando la tarjeta- volvemos a cenar, tengo ganas de comer pastas caseras- pide. Fleamont asiente y le roba un beso. -Lo que pida mi capitán- sonrie- ¿frutilla?- pregunta, saboreando el gloss. -¡Ay Monty!- se queja Alphard, tocándose los labios- te llevaste todo mi gloss- resopla, tomando el pequeño frasco y colocándoselo nuevamente en los labios. -Hechiza a los que se te acerquen- recuerda Fleamont, mirando a su esposo- y les arrancaré los ojos si te miran de más. -No puedes ir golpeando gente por la vida solo porque me miran, Mont- suspira Alphard, caminando hacia la chimenea, mientras Regulus lo sigue. -Claro que puedo y lo he hecho- sonrie Mont, tirándole un beso- compra lo que quieras, tu también Regulus- sonrie a su hijo- diviértanse y traigan helado de postre. -Esa es una gran idea- asiente Alphard- no incendien la casa. -Te amo- saluda Fleamont. -Te amo- responde Alphard, tomando un puñado de polvos flu. [...] -Ustedes hacen una hermosa pareja- comenta Regulus, paseando junto a Alphard. -¿Con Mont? sí, llevamos años juntos- sonrie ampliamente. -¿Cómo supo que él era... el amor de su vida?- pregunta mientras entran en la tienda de ropa. -No lo sé, solo lo amo- suspira- pero al principio tenía miedo porque si me peleaba con él pensaba que mis suegros me devolverían a mi horrible hogar, lo cual nunca harían ni nosotros- recalca- pero... siempre he tenido un carácter fuerte, tenía miedo que Mont se canse de mi. -Y no pasó- concluye Regulus, mirando la ropa. -No, él me ama como soy y yo lo amo como es, eso no significa que no tengamos nuestras diferencias, lo importante es hablarlo, resolverlo y tratar de mejorar día a día. Yo era realmente cruel con él cuando éramos adolescentes pero era pequeño y mi contexto familiar era horrible, fueron mecanismos de defensa. Traté ese tema en la psicomaga y sigo mejorando día a día. -Es increíble poder mejorar- sonrie Regulus y mira el pantalón de lino frente a él, pensando en como le quedará. [...] En la farmacia, Regulus elige sus productos para la cara mientras Alphard mira los condones, recordando la prueba de embarazo entre las cosas que trajeron los chicos del campo. Toma un talle menos de los que usa Fleamont y un talle de los que usa su esposo, toma una botella de lubricante y los agrega al carro. -¿Encontraste lo que buscabas, Reg?- pregunta Alphard, volviendo a su lado. -Sí pero no sé que mascarilla es mejor- mira entre dos opciones. -Ambas son buenas, lleva ambas- sonrie Alphard, tomando un par de mascarillas para sí mismo. Regulus termina de elegir sus productos del rostro y luego va por los productos para el cabello, tomando primero los que piensa que a James le pueden funcionar y luego los suyos. [...] -Cuando me enteré de que estaba embarazado de mi primera bebé fue muy... caótico- comenta Alphard, mientras toman un helado- compré una prueba de embarazo a escondidas y lloré cuando dio positivo, pero fue mejor hacerla que no, es mejor conocer que ocurre en tu cuerpo, ¿no crees? Regulus asiente, algo confundido por el tema nuevo. -Sí, supongo que si- se encoge de hombros. -Quiero decir que... si hay dudas hay que hacer la prueba o hablar con tu pareja o con tus padres- comenta, mirando su helado. Regulus asiente. -Sí, debe ser un momento difícil- comenta sin comprender demasiado por qué recalca eso. Alphard suspira y asiente, sin saber como llegar a Regulus sin molestarlo. -Hay que volver a casa, ya está refrescando y no queremos enfermarnos ¿no?- sonrie Alphard, Regulus niega con la cabeza- ¿seguro que no quieres más materiales de arte? -Es más que suficiente con los que tengo, señor. Muchas gracias- sonrie genuinamente mientras caminan hacia la tienda donde están las chimeneas mágicas. -Bien, otro día será-sonrie- ¿cómo te sientes?- pregunta mientras cruzan la calle. -Bien, eh estado algo cansado, supongo que es por la falta de vitaminas y eso- tira el pote de su helado. -¿Solo cansado? ¿haz tenido náuseas, mareos... algo distinto?- pregunta suavemente, caminando a su lado. -No, ¿por qué tendría eso?- pregunta confundido. -Quizá por las pociones- sonrie nervioso- yo odio tomarlas y eso que tenemos una empresa de eso. -James dijo que le pidió al señor Potter que le ponga saborizante de fresa y ahora son más ricas- sonrie- fue muy amable de su parte, me gustaría poder devolver algo de lo que hacen por mi. -Mont no te aceptará nada pero puedo acompañarte y podemos comprarle algo a James. -Eso me encantaría- sonrie Regulus. -Entonces vamos, ¿qué se te ocurre?- pregunta Alphard, caminando a su lado
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