Capítulo 79
20 de julio de 2025, 23:56
Domingo.
James despierta con Regulus sobre él, como cada vez que duermen juntos. Voltea a mirar la hora, 7:30 AM. Ya no tiene sueño pero sabe que Regulus no suele descansar demasiado, asi que se queda en la cama, mueve sus manos debajo de la camisa de Black, acariciando su suave piel. Besa su cabeza mientras piensa en que debe hacer hoy. Su mente se cierra a la idea de estudiar todo el día.
Regulus ronca suavemente, como un gatito.
James se estira para tomar sus lentes pero no llega, asi que se estira un poco más y otro poco más.
-Uhm- se queja la voz somnolienta de Regulus
James se detiene, olvidando sus gafas.
-Perdón, quería alcanzar mis anteojos- susurra.
-Estoy bañando a Harry- susurra entre sueños- dile a tus padres que llegaremos tarde a comer.
-¿Harry?-pregunta James, confundido.
-Avísales- frunce el ceño, deslizándose hacia su cuello para hundir su cara allí.
"¿Quién es Harry?" se pregunta James.
Regulus despierta media hora después, se sienta, aún con los ojos cerrados y se estira, bostezando.
-Buen día, bello durmiente- saluda James, afirmando sus manos a la cintura de Black. Regulus bosteza otra vez y ladea la cabeza, mirándolo-¿Me dejas ir al baño y luego bajamos a desayunar?
La cercanía, la calidez y el sueño que acaba de tener, levantan algunos muros de defensa, tratando de proteger sus sentimientos. Es algo que suele controlar cuando está totalmente despierto pero este no es el caso.
-No, no te dejo ir al baño- rueda los ojos- solo quítame de encima y ya, dah- responde obvio- eres mucho más grande que yo, bobo- James eleva una ceja, mirándolo- lo siento- se disculpa intentando alejarse de James, pero las manos de Potter lo detienen, anclándose en su trasero,
-Oh, ¿a esto te referías con ser "cruel"?- sonrie coqueto- creo que es sexi, no cruel
-Creo que eres masoquista- sonrie divertido- ¿me dejas ir o me llevarás al baño contigo?- mueve sus manos, mirándolo mal.
-¿Quieres venir al baño conmigo?- eleva una ceja.
-No- niega Regulus, quiero ir a mi habitación a vestirme con ropa larga- se cruza de brazos, intentando esconder las cicatrices.
James desliza sus manos hasta los muslos de Regulus, acariciándolos suavemente. Siente el relieve de las lesiones debajo de las yemas de sus dedos.
-Eres hermoso- recuerda James- no debes esconderte, menos de mi- habla suavemente, llevando una de sus manos a la mejilla de Regulus.
Black deja caer su cara sobre la mano de James, disfrutando del suave tacto.
-Sigue siendo difícil para mi- suspira y vuelve a acostarse sobre el pecho de James, escuchando el latido de su corazón.
-Lo comprendo, cariño- susurra, besando su cabeza- todo a su tiempo- Luego de unos minutos, Regulus se levanta-¿dije algo que te incomodó?- pregunta James, mirándolo.
Black niega con la cabeza.
-No pero realmente necesitas ir al baño- responde en voz baja, avergonzado. James asiente.
-Lo siento- se disculpa totalmente avergonzado- es...
-Natural- completa Regulus- sé como funciona la anatomía humana. "La tumescencia peneana nocturna es un fenómeno normal que ocurre durante el sueño, especialmente en la fase REM. No siempre está relacionado con cambios en el sistema nervioso y la circulación sanguínea. Cuando la vejiga está llena, puede estimular los nervios en la médula espinal que también están conectados con la función eréctil, lo que contribuye a la erección. Sin embargo, la erección matutina no ocurre solo por ganas de orinar; es un proceso fisiológico natural y saludable. La erección matutina puede no ocurrir algunas veces y no necesariamente indica un problema. Factores como el estrés, la fatiga, la falta de sueño, el consumo de alcohol, ciertos medicamentos o problemas circulatorios pueden influir en su ausencia"- cita Regulus.
-Wow, sabes mucho- sonrie James, caminando al baño- espera, ya vuelvo- pide entrando al baño.
Regulus asiente y camina hacia el espejo de la habitación de James. Su reflejo no le gusta para nada, encuentra demasiadas imperfecciones.
-¿Cómo aprendes todo eso de memoria?- pregunta James, saliendo del baño.
-Si te están quemando con la cera de una vela mientras estudias, créeme que aprendes- responde tocándose el abdomen, ya no siente las costillas y los huesos de la pelvis tan sobresalidos y su mente lógica sabe que eso está bien pero sus traumas le gritan que está muy gordo y debe dejar de comer, esos traumas llevan la voz de su madre, que persiste en su cabeza.
James aprieta los dientes y va a quejarse, pero ve los ojos grises mirar su propio reflejo con culpa y asco, asi que aleja su ira y suspira, abrazándolo por la espalda, para luego colocar sus manos sobre las de Regulus, en su estómago.
-Eres hermoso, no te mires así- susurra suavemente en su oído, besando su mejilla.
-Ella sigue repitiendo en mi mente todo lo contrario- susurra, mientras sus ojos se llenan de lágrimas.
-Ella no vale nada, sus palabras no valen nada. Trata de recordar esto, ¿sí?- pide, metiendo sus manos debajo de las de Regulus- Eres hermoso, no importa cuanto peses o la cantidad de grasa en tu cuerpo, eres hermoso Regulus- repite una y otra vez mientras reparte besos por su mejilla y baja hasta su cuello, sacándole una sonrisa.
-Me haces cosquillas- suelta una risilla, encogiéndose un poco- debes afeitarte.
-¿Ya? ¿y si me dejo la barba?- resopla, apoyando su mentón en el hombro de Regulus.
-No, sigues teniendo barba de adolescente, déjatela cuando sea una buena barba- opina, colocando sus manos sobre las de James.
-Como diga, señor- responde con gracia y se endereza, ya que Regulus es mucho más bajo que él.
Regulus responde con una sonrisa y voltea, para abrazarlo por los hombros.
-Iré a cambiarme- avisa el pelinegro. La puerta suena.
-James, ¿Regulus está contigo?- pregunta Sirius desde el otro lado. James y Regulus se alejan rápidamente.
Potter mira a Black, quién asiente.
-Sí, pasa- responde James, nervioso. Sirius abre la puerta y los mira.
-¿Qué hacen?- pregunta, apoyándose en el marco de la puerta.
-Nada- responden al unísono- ¿tú?
Sirius eleva una ceja, viéndolos hablar al mismo tiempo.
-Estamos desayunando y papá quería preguntarte si querías decorar hoy o mañana cuando compren los muebles que faltan. También me comprarán un mueble a mi- sonrie emocionado. Es que mi ropa ya casi no cabe.
-Es que tu sí llegaste a hacer la maleta- suspira Regulus caminando desanimado hasta la puerta.
-¿Quieres tu ropa?- pregunta James, apoyándose en la pared.
-No hagas nada, Prongs- exige Sirius moviéndose para dejar salir a Regulus.
James eleva ambas manos.
-No haré nada- responde.
-Más te vale- Sirius entrecierra los ojos y sigue a Regulus.
-¿Cómo dormiste? hubo tormenta- habla el mayor, caminando a su lado.
-La magia de Potter suele calmarme- responde abriendo la puerta de su habitación para entrar. su hermano lo mira desde afuera- ¿entrarás a ayudarme a elegir mi outfit o te quedarás ahí como un estúpido?- eleva una ceja, Sirius sonrie emocionado y entra, cerrando la puerta detrás de él.
-¿Qué piensas hacer hoy? creo que decorar sería bueno, Alphard realmente está emocionado con eso, Reg.
-Sí, decoraré y ayudaré a James a estudiar, quizá cabalgar, es reconfortante.
-¿Caballos?- pregunta Sirius.
-Te juntas mucho con James- concluye Regulus, divertido. Sirius suelta una carcajada.
-Sí, no creas que Remus está muy alejado de eso, solo es más callado- comenta, abriendo el armario de Regulus.
-¿Es tan fuerte como los libros de hombres lobos dicen?- pregunta, pasando sus camisas.
-Sí- asiente abriendo los ojos, grande. Regulus niega con la cabeza y lo empuja con la cadera.
-No me refería a eso, mal pensado- hace una expresión de disgusto.
-Yo no dije nada, tu eres el mal pensado ¿qué le han hecho a mi hermanito?- se lleva la mano a su frente, dramáticamente- ¿quién te corrompió?- exagera.
-Nadie, Sirius. Solo nos llevamos un año, ¿crees que no pienso en eso?- eleva una ceja.
-Prefiero no saberlo, para mi eres el niño de cuatro años que me decía "papá"- sonrie recordándolo.
-Pobre de ti- suspira Regulus- era demasiada responsabilidad, lo siento.
-Tu no te tienes por qué disculpar; yo te cuidaba, y te cuido, porque quiero Reg. Éramos solo niños.
-Éramos solo niños- susurra.
-¿Quieres algo largo o corto?- pregunta- hace mucho calor, deberías ponerte algún pantalón más corto ¿quieres probar con una falda?- pregunta emocionado.
-Corto no- niega. La sonrisa de Sirius decae.
-Sabes que nadie te juzgará aquí ¿no?- afirma el mayor- los Potter han sido muy amables conmigo y mis cicatrices también se ven.
-Sí pero tu tienes más confianza con tu cuerpo o bueno, es lo que creo- se encoge de hombros- yo soy más reservado.
-Cierto- asiente Sirius- mira, te propongo algo- vuelve a sonreír- yo te traigo mis faldas y te las pruebas, no debes dejártelas puestas pero... podríamos romper algún miedo- propone.
-¿Hablas de un desfile de moda de los Hermanos Star?- sonrie, volteando a verlo. Sirius asiente.
-Hablo de un desfile de faldas de los Hermanos Star- mueve sus manos.
-Bueno pero sin público, los peluches me miraban así- abre los ojos grande.
-Sí, que tétricos- tiembla un poco, recordándolos- iré por las faldas y tengo una bolsa de galletas en mi habitación por si tienes hambre. Ahora vuelvo- sonrie Sirius- busca camisas que combinen con faldas.
Regulus asiente emocionado y toma algunas, mirándolas detalladamente. Sirius corre a su habitación.
-¿Cariño?- pregunta Remus, despertando- ¿qué haces?- bosteza.
-Nada, ve a desayunar con James- responde corriendo de regreso a la habitación de su hermano.
Remus frunce el ceño.
[...]
-¿Qué es esa caminata?- sonrie Sirius, divertido- así, mira- desfila.
-Es literalmente lo que hice-rueda los ojos.
-Iré por mi tocadiscos- sale corriendo y va a su habitación, escucha la ducha, una parte de él quiere entrar allí y besar a su mojado novio y la otra quiere volver con su hermano. Sirius toma su tocadiscos y vuelve a la habitación de Regulus.
Al volver pone un disco y el desfile sigue.
-Esta me gusta- opina Regulus- pero no estoy preparado para salir con una falda- comenta, mirando la falda rosa en el espejo.
-Bueno, tiempo al tiempo- sonrie Sirius- mi turno de modelar, preséntame, preséntame.
-Con ustedes, el grandioso Sirius Star- presenta Regulus, su público es literalmente la pared.
Sirius desfila y luego se cambian las faldas, siguiendo el desfile.
[...]
-Buenos días- saluda Remus, sentándose junto a James- ¿haz visto a los chicos?- pregunta, tomando una tostada.
-Creo que están en la habitación de Regulus- responde James, tomando de su taza de café- ¿qué te pasó?- pregunta viendo el cuello de Remus, también hay rasguños subiendo por su espalda- esto ya es maltrato, Moony- molesta, codeándolo.
-Sí- chasquea la lenga- no escupas para arriba puede caerte encima .No olvides que hay otro hermano Black, Prongsie- aprieta su hombro y sonrie con arrogancia.
James se queda en silencio y toma otra tostada.
-Los pancakes se enfrían, cariño- habla Alphard sentándose frente a ellos- ¿por qué no llamas a Regulus?- pide, James asiente y se levanta- Buen día Rem, ¿cómo estás, cariño?
-Bien tío- responde, intentando taparse las marcas en su cuello con su mano derecha.
-Tengo una crema para eso- sonrie el pelinegro señalando su cuello y se levanta de la silla.
James sube corriendo las escaleras y toca la puerta de Regulus.
-Reggie, bonito- llama, la música se escucha adentro.
-Esa te queda genial- escucha la voz de Sirius. Vuelve a tocar la puerta y Regulus abre, lo mira esperando a que hable.
-Las faldas te quedan genial-comenta James, mirando sus piernas, olvidando completamente a qué venía.
Regulus se esconde detrás de la puerta y sonrie avergonzado.
-¿Qué pasa, James?- cuestiona el menor de los Black.
-Emm- piensa, parpadeando rápidamente- era... ¿qué era?- se pregunta a sí mismo.
-Hay olor a pancakes- habla Sirius, asomándose junto a Regulus, por la puerta-¿papá hizo más?
-¡Eso! ¡pancakes! que bajes a desayunar dice papá- sonrie James, mirando los hermosos ojos grises de Regulus.
La intensa mirada de James logra ponerlo nervioso, sus piernas flaquean, se siente débil ante la magia de Potter.
-Me cambio y voy- responde, cerrando la puerta en la cara de James.
-¡Regulus!- reta Sirius- eso no se hace, yo no te eduqué así- vuelve a abrir la puerta- ya bajamos Prongs, disculpa eso.
-No te preocupes- niega James y se da la media vuelta, caminando hacia las escaleras.
Regulus toma su ropa de lino, de la que no es nada fan, y entra al baño para cambiarse.
Sirius dobla todas sus faldas.
-¿Te dio verguenza que James te vea en falda?- pregunta Sirius, una vez que Regulus sale del baño.
-Me da verguenza que me vean en general pero confío en él. Creo que verlo solo me sorprendió, no esperaba que suba a buscarme para que desayune- responde, colocándose el anillo de sol.
Sirius asiente y mira el kit de arte sobre el escritorio.
-¿Cómo pagaste esto?- pregunta Sirius, es algo que él siempre ha querido también pero cuando Regulus preguntaba si podían comprárselo y se negaban, Sirius suponía que a él tampoco se lo comprarían, Regulus era el hijo favorito.
El menor de los Black traga duro y balbucea.
-Me lo regalaron- responde- ¿quieres que lo usemos? podemos pintar juntos.
Sirius asiente.
-¿Quién te lo regaló?- pregunta mirando la R tallada en cada una de las herramientas, con una caligrafía que conoce pero no sabe de donde.
-Alguien, no lo recuerdo- responde- ¿bajamos a comer un pancake? en la tarde podemos pintar juntos- propone.
Sirius asiente lentamente, su cerebro lucha "él tiene esto porque es mejor que tu y él no es una mierda, como tu" contra "él lo merece porque es una buena persona, ha pasado por mucho y que él lo tenga no quiere decir que tu no lo merezcas. No hay favoritismos ahora"
-Sí- sonrie de lado- me gustaría pintar contigo, si no quieres prestarme el kit tengo algunos materiales que me regaló el papá de Remus, eran suyos.
-Lo antiguo es mucho mejor- sonrie Regulus, nota el cambio en Sirius, conoce a su hermano- me gustaría verlos, deben ser de muy buena calidad.
-Sí, lo son- sonrie moviendo la cabeza, para alejar los pensamientos destructivos de su mente- ¿ya estás? hay que bajar.
-Sí, ya estoy- asiente Regulus- solo me coloco los zapatos y ya- el mayor asiente y se cambia la falda por el pantalón del pijama, para estar más cómodo-Sirius- llama.
-¿Sí?- pregunta, subiéndose el pantalón.
-Eres muy bueno, ¿sabes? yo te quiero mucho y ninguno es mejor que nadie. Eres mi hermano favorito- sonrie atropellándose con las palabras, no sabe animar a las personas y es malo con los sentimientos pero se esfuerza.
-Soy el único que tienes-responde con gracia, se esconde detrás de la risa, como siempre.
-Sí pero te seguiría eligiendo a ti aunque tuviese otro hermano- susurra, avergonzado por hablar de sus sentimientos.
Sirius sonrie ampliamente.
-Yo también te elegiría a ti. Ahora ponte los zapatos y bajemos, es tarde y debes desayunar.
Regulus hace caso y ambos bajan las escaleras, charlando de algún tema random.
-Hola- saluda Sirius.
-Buen día- responden Remus y James al mismo tiempo, se miran frunciendo el ceño.
-Buen día, señor Potter- saluda Regulus mirando a Alphard, quién prepara pancakes. James codea a Remus, este se levanta de la silla y se sienta en frente.
-Buenos días, cariño. ¿Cómo dormiste?- pregunta Alphard dejando un plato junto a James, donde antes estaba sentado Remus.
-Muy bien señor, gracias. ¿Usted?- pregunta cortésmente.
-Bien también, gracias por preguntar- señala el plato- sientate.
Regulus mira a Sirius quién parece confundido por el cambio de lugar de Remus.
-¿Quieres sentarte tú allí?- pregunta Regulus, viendo la confusión de su hermano.
-No, siéntate tu- responde el mayor de los Black y camina hasta Remus, sentándose a su lado.
Regulus mira a James, quién asiente y palmea la silla a su lado. El menor de los Black se sienta junto a Potter, mirando el plato.
-¿Quieres miel?- pregunta James, colocando su mano en el muslo del pelinegro.
-Yo me sirvo- responde tomando el frasco.
-Oh espera, el té negro- se levanta- ¿Sirius quieres té negro también o te traigo café?- pregunta James, buscando una taza para cada uno.
-Yo desyuné hoy temprano y Remus no me deja tomar café últimamente.
-Es que te pone ansioso, amor- explica Remus, llevando su mano al muslo de su novio.
-Sí, sí- mueve la mano, restando importancia- ¿puedo un vaso de agua?
-Claro- asiente James.
-Coman fruta, chicos- recuerda Alphard, señalando el plato con frutas.
-¿Ya desayunaste pa?- pregunta James- ¿o quieres un té o café?
-Ya desayuné, cariño- sonrie- igual gracias.
-¿Y papá?- pregunta, sirviendo té para Regulus.
-Fue a la oficina-responde.
-¿En domingo?- frunce el ceño, dejando la taza frente al pelinegro y volviendo por el vaso con agua para Sirius.
-Estaba cambiando el sabor a la poción de Regulus y traerá más pociones para el dolor muscular- le guiña un ojo a Sirius, quien enrojece hasta las orejas. Hoy Alphard y Sirius se tomaron las últimas pociones para el dolor muscular.
-Que amable de su parte pero podía aguantar algunos días más- Regulus sonrie de lado- no debe trabajar el fin de semana por mi.
-Oh no te preocupes- sonrie Alphard- Monty adora las pociones y estaba ansioso con cambiar el sabor- sale por la puerta del jardín con una canasta llena de ropa mojada que acaba de lavar.
-Desayuna un poco- pide James.
-Tu papá dice que hace más efecto si la tomo antes del desayuno- comenta y sube las escaleras, en búsqueda de su poción. Luego baja y se vuelve a sentar en la mesa, James acaba de buscarle un vaso con agua.
Sirius los mira, se siente algo celoso de que Regulus reciba la atención de su mejor amigo.
Regulus toma la poción con asco.
-Ten- James le extiende el vaso con agua.
-Gracias-sonrie Regulus, aunque es más una mueca por el disgusto de beber la poción. Agarra el vaso y bebe.
-¿No quieres comer algo más?- pregunta Remus, mirando a su novio- ¿a qué hora desayunaste?
-Como a las siete y algo, estaba papá Mont todavía- responde.
-Son las nueve y cuarenta, ¿no tienes hambre?- cuestiona, deslizando su mano de su muslo hasta la silla, para acercarlo a aún más a su lado.
-No- niega Sirius- no tengo hambre- sonrie de lado. Remus siente su magia, comprende lo que le está pasando.
-¿Recuerdas el campo del que te hablé? ese que me regalaron los Potter por mi cumpleaños?- habla Remus. Sirius asiente- pensaba en ir hoy a ver como sigue todo por allí, debo cortar el pasto y me gustaría que conozcas el terreno, allí vamos a construir nuestra casa.
Sirius sonrie y asiente, el corazón de Remus vuelve a latir con normalidad.
-Sería muy lindo, ¿a qué hora salimos? porque Regulus debe desayunar y tarda bastante.
-Sería solo nosotros- toma su mano, sobre la mesa.
-Yo debo estudiar y Regulus me ayudará- habla James- no podemos.
-Pero iba a pintar con mi hermano- señala a Regulus.
Remus y James se miran.
-Tengo una idea- habla Potter- porqué no van ustedes primero, seguro papá les presta el auto, y luego yo tomo la camioneta del campo y vamos con Regulus a eso de las cinco, pueden pintar y charlar hasta las nueve, luego volvemos porque mañana hay clases.
-Es una gran idea- opina Remus- si salimos en media hora llegaremos para las once, tenemos como seis horas solos, para recorrer el campo y si quieres cabalgar- eleva ambas cejas- no me opongo.
-¿Tienes caballos allí?- pregunta Regulus, emocionado.
-No Reg- niega James- no habla de caballos.
-Oh- responde el menor de los Black y coloca miel en su té para luego llevarse la taza a la boca.
-Creo que está bien- asiente Sirius, emocionado- quizá coma otro pancake así no me da tanta hambre en el camino- se levanta a buscar un pancake.
"Gracias" lee James en los labios de Remus, quien habla en silencio. Potter asiente y le guiña un ojo.
-Está muy rico- opina Regulus- ¿lo probaste?- cuestiona, mirando a James.
-No, comí tostadas- deja caer su espalda en el respaldar y cruza los brazos, abriendo sus piernas. es su forma de sentarse para relajarse.
Sirius se sienta en su lugar y comienza una conversación amena que acompaña el desayuno
Rato después Libra baja las escaleras enfadada.
-¿Qué pasa, Lib?- pregunta James, tratando de tomarla en brazos.
-Ese es mi lugar- comienza un berrinche señalando la silla donde está sentado Regulus,
-Siempre se lo prestas a Reggie, Lib. No seamos groseros ¿qué sucedió?
-Quiero mi silla- responde molesta, Regulus se levanta de inmediato y James trata de detenerlo.
-No, está bien- sonrie Black, de lado- déjala, tiene razón.
James suspira y se levanta para darle el lugar a Regulus e ir por su padre para retar a Libra. Pero Regulus lo detiene, sin dejar que se levante.
-Libra eso no se hace, le diré a papá- se queja James.
-¿A qué papá? ¿al que me prometió ir a comprar otra muñeca a las nueve y ni siquiera me despertaron? dile, que me importa- se cruza de brazos y lo mira mal.
-Nosotros no tenemos la culpa de eso y hoy es domingo, no estarán las jugueterías abiertas a las nueve de la mañana solo para ti- habla James, completamente molesto y luego toma a Regulus por la cintura, sentándolo sobre él- termina tu desayuno, anda- suaviza su voz abrazándolo por la espalda, apoyando sus manos sobre el estómago de Regulus.
Regulus hace caso, no quiere molestar a James. Sirius se queda quieto, por si lo reta a él de paso.
-Papá me prometió, además soñé feo- toma una tostada y la muerde con fuerza.
-Habla las cosas, no vengas con los berrinches porque sabes bien que no me gustan- habla James- sabes que por las buenas obtendrás todo pero por las malas ni yo ni papás te darán nada. Piensa en lo que hiciste- habla serio. Libra lo mira- y come despacio porque te atragantarás, acompaña las tostadas con fruta porque así solas no te aporta nada- la mira y vuelve a apoyar su cabeza en el hombro derecho de Regulus, acariciando su vientre.
Libra se baja de la silla y corre a buscar a Alphard.
-Papá, James me retó- solloza corriendo hacia el jardín trasero.
-Es una Black- habla Remus, divertido- Cissy era igual.
-Sí- suspira James- pero debe aprender.
-James, ¿qué pasó?- pregunta Alphard volviendo.
-Se levantó de mal humor y sacó a Regulus de la silla- responde James.
-Está bien- susurra Regulus, avergonzado.
-No, no está bien, ella debe aprender que debe respetar a las personas, hay más de veinte sillas en la casa, puede ir a buscar una o pedirme que se la alcance.
-Es que papá me prometió ir a comprar la muñeca- solloza Libra- y me enojé.
-Papá se olvidó que hoy es domingo, cariño- suspira Alphard- y James tiene razón, no debes sacar a nadie de su lugar, hay que compartir-Libra asiente y solloza sobre el hombro de su padre- pídele perdón a Regulus.
-No, está bien- habla Regulus, se siente que estorba siempre y esto lo confirmó, no quiere seguir molestando.
-No, ella se disculpará- la deja en el piso y la niña se sube a la silla para mirarlo de cerca.
-Lo siento Regulus, me gusta que estés aquí y este lugar no me importa, lo siento.
El menor de los Black asiente.
-Gracias, te disculpo- responde en una media sonrisa.
-¿Te cambiarás, cariño?- pregunta Remus a Sirius, cambiando de tema.
-Sí- asiente Sirius y toma agua antes de subir las escaleras.
-Pa Remus necesita el auto- habla James. Libra se levanta para ir al baño.
-Claro, que lo lleve- asiente Alphard- ¿van a tu campo?
-Sí, voy a ver como sigue todo por allí.
-¿Ustedes van?- pregunta mirando a Regulus y James.
-En la tarde, debo estudiar y sé que papá hará empanadas argentinas, no quiero perdérmelas- responde James.
-Bien puedes usar la camioneta del campo, nosotros iremos al centro comercial a ver si encontramos una juguetería abierta para comprar la muñeca- mira a James y luego a Regulus- cuando llegue Mont hablaremos bien con ella, no te preocupes- sonrie.
-No, yo soy el entrometido, señor. No la rete- pide Regulus.
-Claro que no, tu eres parte de la familia, ni siquiera pienses en eso ¿okey? Nadie aquí piensa así, ni Libra. Asi que quítate la idea de la cabeza, eres parte de la familia y esta es tu casa- aclara Alphard- Regulus responde con una media sonrisa, James besa su hombro.
-Iré a casa un momento, vuelvo en cinco minutos- avisa Remus- díganle a Sirius que me espere si termina de cambiarse, pero no creo.
-Les prepararé unos sándwiches- propone Alphard.
-No te preocupes, tío- pide Remus- tu estas ocupado, iremos al supermercado antes de salir.
-¿Seguro, cariño? porque tardaré solo dos minutos.
-Seguro tío, usted siga con lo que estaba haciendo- sonrie y pasa por la chimenea.
Regulus desayuna lento, masticando despacio, muy despacio.
[...]
Sirius y Remus se van, Regulus sigue comiendo su desayuno sentado sobre las piernas de James.
Fleamont pasa por la chimenea, volviendo.
-Hola hola- saluda- hola chicos, traje tu poción Regulus. Esta vez te gustará un poco más- sonrie revolviendo su cabello- ¿y mi vida?- pregunta caminando hacia el jardín.
-Estaba con Lib lavando un muñeco en el cuarto de lavado- señala James.
-Genial- se sienta frente a los chicos y toma una tostada-¿cómo andan? ¿durmieron bien?
-Sí- asiente James- ¿tú?- Fleamont responde con una sonrisa- no sé para qué pregunto- rueda los ojos, divertido.
-Cásate tu con el amor de tu vida y luego me cuenta- comenta Mont.
-¡Papá!- la voz de Libra corta la conversación- tu me mentiste- se cruza de brazos- hoy no me despertaste, me enfadé mucho. Papi dijo que no podemos ir a comprar la muñeca porque debe estar la juguetería cerrada.
-Mierda, hoy es domingo, cierto- suspira Fleamont- lo siento cariño.
-¿Mierda?- repite la niña.
-No, no, no lo digas, es una mala palabra- sonrie Mont, nervioso.
-Okey- asiente la niña y se va corriendo. Alphard llega y se sienta junto a su esposo.
-Hola amor- besa sus labios- ¿cómo te fue?
-Genial, creo que esta vez sabrá mejor- sonrie- ¿cómo estás, mi vida?
-Me sigue doliendo la cabeza- suspira- Cygnus comentó algo de que Andy quiere ir al mundial de quidditch pero James la intentó convencer de ver un partido y no el que ella quiere.
-Podemos ir a ambos- Mont se encoge de hombros.
-Él está castigado, Monty- recuerda Alphard.
-Oh, cierto- asiente.
-Pa, solo una excepción- pide James, mirándolo sobre el hombro de Regulus.
La charla sigue y Regulus siente como la comida se le sube a la garganta, alcanza a voltear a la derecha y a vomitar en el suelo.
-Oh no- se lamenta, mientras las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas, toma muchas servilletas y se agacha en el piso a limpiar rápidamente, con miedo a que lo reten o golpeen, sabe que no lo harán pero ahora no está su cabeza lúcida, allí están sus traumas.
-Amor- llama James, tomándolo por la cintura- deja eso, ¿te sientes bien?- pregunta, preocupado.
Regulus asiente y el vómito vuelve a su garganta, sale corriendo al baño.
James lo sigue, realmente preocupado.
-Yo limpio, tu ve que estén bien- pide Fleamont dejando la tostada para levantarse a buscar un trapo de piso.
Alphard los sigue y mantiene distancia, quedándose fuera del baño.
-Perdón, perdón- se disculpa Regulus mirando a James- no quise ensuciar, no quise.
-Fue un accidente, cariño- habla James, suavemente, Regulus vuelve a vomitar- no importa, no pasa nada.
-Es que, es que- solloza. James lo abraza.
-Nadie te hará daño aquí- promete, calmándolo.
Regulus termina de vomitar y asiente luego toma papel para limpiarse la boca. Hunde su cara en el pecho de James. Potter se sienta en el piso, sentándolo sobre él.
-Estoy cansado de vomitar- habla Regulus, minutos después- no quiero vomitar más.
-Lo sé, cariño, lo sé- suspira James, pensando en como ayudarlo.
Alphard voltea y mira a Fleamont, quién está apoyado en la pared, a su lado. Ambos piensan lo mismo.
-¿Estaré bien?- pregunta Regulus- ¿estaré mejor luego?
-Estarás bien, lo prometo- afirma James.
Fleamont se pasa las manos por la cara mientras que Alphard suspira.
-Quiero volver a la cama- pide Regulus, jugando con los dedos de James.
-Claro, volvamos- asiente Potter, levantándose.
Alphard y Fleamont vuelven a la cocina, deben pensar en como hablar esto con ellos.
James sube las escaleras con Regulus en brazos, ambos se acuestan otra vez en la cama del mayor y se mantienen en silencio por un rato hasta que Regulus le pide a James que estudien para distraerse.
Potter cumple su pedido a pesar de no tener muchas ganas de estudiar y lo toma en brazos, sentándolo sobre él, Regulus explica los temas que quedan de runas, James logra aprenderlos.
Regulus se siente en casa entre sus brazos y no le importa aprenderse temas complicados para explicárselos a James, con toda la dulzura y cariño que su corazón tiene.