ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
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En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 80

Ajustes de texto
-No diremos nada- suspira Alphard- si pasó ya está- pinta mientras Fleamont arregla la lámpara, sentado frente a él- si seguimos insistiendo en que nos digan menos nos van a decir. Son muy pequeños. -Eso es cierto- asiente Mont- el problema es que debe ir al médico si está embarazado, no ir al médico nos perjudicó, no quiero que pasen por lo mismo- habla preocupado. -Lo sé, Cher- resopla el pelinegro- pero no podemos seguir insistiendo, James bien sabe que debe ser responsable, sabe que si hay un bebé necesitan ir al médico. No podemos hacer más, ya hablamos con ellos- hace una mueca, tratando de sonreír, -Estás preocupado- habla Fleamont y extiende su mano, acariciando la mejilla de su esposo. -Claro que lo estoy, tanto como tu- suspira- pero tampoco quiero que dejen de confiar en nosotros.  -Pensemos en alguna otra posibilidad- habla Mont, terminando de arreglar la lámpara. -Quizá la poción- piensa Alphard en voz alta- ¿tiene algún efecto secundario? -No debería, ahora ajusté la fórmula quizá...- piensa en la poción- pero es raro, debe estar relacionado con algo más. -¿Y la magia del amor?- pregunta- ¿no puede estar relacionado con el sufrimiento de no admitirlo? -Sí podría ser pero se mostraría de otra forma, quizá una alergia- tuerce la boca- creo que la anorexia se resiste al medicamento- suspira- quizá debamos ir por la medicación muggle, debe recetarla el médico. -No lo veo muy entusiasmado de ir al médico y realmente lo comprendo, a mi tampoco me gustaba que nadie me toque, exceptuándote, claramente- besa sus labios. Fleamont sonrie. -Es difícil- asiente Mont- necesitamos movernos con cautela y hablar con James. -Sí, es la mejor opción. Pensemos en que es la poción- asiente Alphard- O quizá tiene como el estómago cerrado, a mi me pasó. -Sí, tu tuviste como una mezcla, recuerdo que la pasaste muy mal- suspira entrecortado, recordando como Alphard sufría y él sufría con su chico. -Lo ayudaremos para que se mejore- sonrie, tomando la mano de su esposo.  Lib llega corriendo con un animal en brazos. -Encontré un pato ¿puedo quedármelo?- pregunta la niña, emocionada. Alphard mira a Fleamont con una ceja arriba. -Esos son tus genes- habla Alphard, divertido- resuélvelo.  -Deja el pato Lib. ¿Y tu no querías ayudarme con las empanadas?- habla Fleamont, mirando a la niña. -No quiero, ¡PATO!- grita y sale corriendo detrás del animal que acaba de escapar de sus brazos hacia el jardín trasero. -Y yo que quería ser un aristócrata- ríe Alphard, divertido. -Pero lo valgo, ¿no?- Fleamont se señala, Alphard lo mira de arriba abajo y se muerde el labio, asintiendo. [...] -Ya me cansé- habla James- ya casi es la hora de comer, dame un momento- pide, hundiendo su cara en el pecho de Regulus. Black asiente. -Sí, claro. Además es un tema aburrido, comprendo- bosteza. -Ujhum- asiente Potter, escuchando el latido de su corazón.  -¿Estás cómodo?- el pelinegro pregunta divertido, acariciando su cabello. -Podría estar más cómodo- responde afirmando sus manos en la cintura de Regulus y deslizándose para quedar acostado, abrazado a Black. -¿Mejor?- pregunta Regulus. -Mejor- asiente James. -¿Sabes que creo?- suelta, luego de unos minutos. -Dime- pide James, aún escuchando el latido de su corazón. -Que debería contarle a tus padres sobre que me cae mal la poción- suspira- porque quizá piensen que... -¿Estás embarazado?- eleva una ceja, mirándolo. Regulus asiente- realmente piensas demasiado en eso, ¿qué quieres? ¿qué hagamos un bebé?- sonrie burlonamente. Regulus aprieta sus mejillas con fuerza. -Eres tan gracioso- se burla Regulus, con sarcasmo y rueda los ojos. James sonrie ampliamente. -Hazlo devuelta- pide, mirándolo a los ojos. -Merlín- suspira Regulus- ya suéltame y deja que vaya a hablar con tus padres. James abre los brazos, soltándolo. Regulus no se mueve. -¿No te ibas?- eleva una ceja. Regulus se sienta sobre él, toma una almohada y lo golpea, comenzando una amistosa guerra. James devuelve los suaves golpes, divertido y, luego de unos minutos, terminan la guerra, demasiado cerca. -Yo...- comienza Regulus, sus labios están casi pegados a los de James- iré a hablar con tus padres- se aleja- ¿me acompañas?- pregunta levantándose. James asiente, mientras siente su corazón palpitar tan rápido que podría salirse de su pecho. -Sí, sí, claro. Vamos- Potter se levanta rápidamente y se acomoda el cabello. -Así no- sonrie Regulus, luego de acomodarse a sí mismo- solo lo desordenarás más. -¿Me ayudas?- pide el de lentes, Black asiente y se acerca, estirando sus manos para acomodar su cabello. James le saca casi medio metro y debe estirarse. -Listo- sonrie Black y camina hacia la puerta, James lo sigue. [...] -Quizá pastillas muggles- habla Fleamont, mirando a Regulus- primero probaremos con la poción que acabo de ajustar y luego quizá volver al médico así... -No, no quiero volver al médico, no quiero que me miren- niega Regulus- no quiero que me toquen- se abraza al brazo de James, aún con miedo al tacto ajeno. -¿Un examen de sangre con un especialista en nutrición?- propone Alphard, mirándolo- a mi eso me ayudó. No volveremos al urólogo a menos que lo necesites- habla suavemente, tratando de calmarlo. -Oh- responde Regulus, bajando la guardia y asiente- quizás. -Primero probaremos la poción que Mont acaba de mejorar- sonrie Alphard- gracias por confiar en nosotros y contarnos esto, cariño- agradece. Regulus asiente. -Gracias por escucharme y tratarme bien- sonrie el menor de los Black. -Claro que si, campeón- sonrie Mont- ya casi está la comida asi que vayan a lavarse las manos- se levanta de su lugar, ya tranquilo. -Pondré los platos- avisa Alphard. Regulus apoya su cabeza en el brazo de James. -No fue tan difícil hablar de como me siento con ellos- sonrie de lado. -Nunca te juzgaremos, cariño- afirma James, acariciando su muslo- y creo que los dejó muy tranquilos esto. -Sí, quizá pensaban... cosas que no son- suspira Regulus. -Probablemente- sonrie James, divertido. -Ellos solo se preocupan- opina el pelinegro, mirando a Fleamont y Alphard charlar en la cocina- son muy buenos padres, soy muy afortunado de estar aquí. James besa su cabeza y asiente. -Nos encanta tenerte aquí- afirma James- ¿ya pensaste en qué llevarás hoy en la tarde? -El kit de arte- responde Regulus- Sirius lo vio ayer y... no lo sé, me sentí culpable por tenerlo y él no, es algo que él también quiso siempre y sé que no decía nada porque yo lo quería y si algún día me decían que si, como que lo arruinaría, supongo- suspira tratando de explicarse. -Oh, no lo sabía- se lamenta James- compraré uno para él- promete, tomando la mano de Regulus. -Pasa más tiempo con él, James- pide Regulus, mirándolo a los ojos- me encanta estar contigo pero él te necesita también. -Cuando intento hacer algún plan él ya tiene alguno con Remus- suspira James- yo... no termino de comprender. -Habla con él y hagan planes con tiempo- resuelve- a Sirius le encanta pasar tiempo contigo. -¿A quién no?- bromea, ganándose un golpe de Regulus- auch- se "queja" -Sí, seguro te hice daño- rueda los ojos, divertido. -Bien bonito, a lavarse las manos- se levanta de la silla- ¿quieres que te lleve? -Puedo caminar ¿sabes?- eleva una ceja, cruzándose de brazos -Aprovecha mientras puedas- sonrie, guiñándole un ojo y se aleja, caminando al baño. Regulus abre la boca y parpadea rápidamente, sorprendido. Su estómago se llena de mariposas, recordándole su atracción por Potter. [...] Luego de almorzar entre una charla amena, Regulus y James duermen un rato la siesta. -Las empanadas argentinas estaban deliciosas- opina Regulus cuando baja a buscar un vaso de agua, apenas acaba de despertar de la siesta. -Gracias Regulus- sonrie Fleamont- puedo prepararlas cuando quieras, tu solo dime que tienes ganas de comer. -¿Podemos elegir el menú?- ladea la cabeza, confundido. -Claro que sí, cariño- asiente Alphard guardando los platos- puedes pedir lo que quieras, todo se puede charlar. -Quiero un pandacornio- pide Lib, mientras pinta su libro de princesas. -Que tenga sentido- aclara Alphard. Regulus responde con una sonrisa y toma un vaso, sirviéndose agua. -Gracias- agradece antes de alejarse para subir las escaleras. Sube y vuelve a la habitación de James, sentándose en la cama. -Ey- saluda Potter, abriendo los ojos. Regulus toma un trago de agua y sonrie. -Hola, son las cuatro de la tarde- avisa. -Uhm- se estira- debemos comenzar a preparar las cosas- bosteza- si vas a cambiarte y eso. -¿Cuanto tiempo hay de aquí hasta el campo?- pregunta. -Uhm, déjame pensar- se sienta en la cama, restregándose los ojos- ¿me das agua?- pide. Regulus le extiende el vaso, James toma un trago- tenemos... veinte minutos quizá, depende la velocidad a la que maneje pero sí, tranquilo entre veinte y treinta. -Bien, entonces iré a prepararme- se levanta de la cama. -Hará frío más tarde- avisa James, Regulus asiente. [...] James lo espera apoyado en la camioneta, mientras fuma. -Cuidado, James- recuerda Fleamont, dejando una canasta con comida en el asiento trasero- esto te lo preparó papá. -No hacía falta- responde James. -Lo sé pero ya sabes como es Alph.  -Esposo feliz, vida feliz- hablan al unísono y sonríen, chocando los cinco. Regulus, que los escucha pero no está tan cerca, se acerca. -Ya estoy- avisa Regulus- ¿me ayudas con el kit para arte?- pide, James tira el cigarrillo al piso. -Claro nene- asiente James, caminando hacia él- ¿dónde está? -Lo siento, en mi habitación, donde tu lo dejaste- sonrie avergonzado- perdón. -No te preocupes- besa su mejilla y entra a la casa, corriendo en búsqueda del kit de arte. Regulus suspira y camina hacia la camioneta. -No te preocupes- sonrie Fleamont, revisando nuevamente que el motor esté bien- Luego de unos minutos, en los que confirma que todo esté en orden, cierra el capó de la camioneta. -Bien, aquí está- habla James, llegando con el kit de arte y subiéndolo a la camioneta- ¿ya estás?-pregunta, mirándolo- no vamos al desierto, cariño- sonrie divertido. Regulus lleva un pañuelo en la cabeza, una sombrilla y lentes de sol negros. -No me arriesgaré a quemarme- responde obvio- mi piel es muy sensible. -Cierto- asiente Potter, abriendo la puerta para Black. Regulus entra a la camioneta cerrando la sombrilla. James se sube en el lugar del piloto. -Maneja despacio- recuerda Fleamont, asomándose por la ventana- es preferible llegar tarde que tener un accidente. -Sí pa, obvio- asiente James. -Mándame un patronus si ocurre algo. Vengan antes de las once- exige. -Sí, estaremos aquí antes. -Bien, diviértanse- sonrie, palmeando la puerta de la camioneta- no demasiado. James rueda los ojos, Regulus sonrie divertido. -Adiós, papá- suspira James. -Tenga linda tarde, señor Potter- saluda Regulus. James arranca la camioneta y conduce rumbo a la salida de la finca. [...] James abre la puerta para Regulus. -Gracias- susurra Black, tomando su mano para bajar. Suele sentirse decaído y hoy es uno de esos días. -¿Te sientes bien?- pregunta Potter, manteniendo su mano entrelazada a la de Black. -Sí, no te preocupes- miente, caminando a su lado. -Regulus...- insiste James. -Hablamos luego- corta la conversación viendo a Sirius correr hacia él, emocionado. -¡Reggie!- exclama, llegando hacia él. Regulus responde con una sonrisa- debo mostrarte el lugar, ven- trata de tomar su mano, su hermano se aleja- lo siento- se disculpa Sirius. -No, está bien, caminaré a tu lado- afirma Regulus. -No vayan tan lejos, Pads- pide James, acariciando su hombro- no caminen demasiado ¿sí? Sirius asiente y guía a Regulus por el lugar. -¡Ey Prongs!- llama Remus desde el techo, está quitando las hojas. -¡Moons!- saluda de regreso-¿Qué haces? -¡Quito las hojas y debo arreglar el techo!- responde- ¿me ayudas?- pide, James asiente. -¡Pondré la comida en el refrigerador y luego subo!- grita y regresa a la camioneta en búsqueda de la canasta y el kit de arte de Regulus. [...] -Aquí pensamos hacer la casa- menciona Sirius- fuimos armando un poco los planos luego de dormir la siesta. -¿Almorzaron?- pregunta Regulus. -Sí, recorrimos el campo, almorzamos y antes de la siesta: postre- sonrie divertido. -Comes bien- molesta Regulus, sabiendo a qué se refiere. -No lo mires, es mío- se cruza de brazos, Regulus ríe y mira el plano entre sus manos. -Esto lo armaste tú- concluye al observar la letra de su hermano y la prolijidad de las líneas. Ambos saben hacer líneas perfectas sin regla, es algo que Walburga les exigía. Al igual que una perfecta y elegante caligrafía. -Sí, fuimos pensando con Remus y lo armé yo- asiente Sirius. -¿Necesitas un vestidor tan grande?- cuestiona. -Claro que sí- asiente- además lo compartiré con Remus. -¿Hablas de tu novio que se viste siempre igual?- eleva una ceja, divertido. -Ajá- asiente. -¿Él participó en estos planos o solo te miraba como un bobo y asentía?- sonrie divertido. -Deja de molestarme- resopla Sirius, con gracia- ya querrías tener a Remus de novio. Regulus niega divertido. -No es mi tipo, prefiero a los bobos, así sería el inteligente de la relación- menciona, mirando a su alrededor- en fin- suspira- será una linda casa, estoy muy feliz por ti- admite. -Gracias, Reg- sonrie Sirius- tu también te mereces algo así.  Regulus se encoge de hombros. -Por lo menos tu lo tienes y realmente me alegra que puedas darte la oportunidad de ser feliz, hiciste mucho por mi y sigues haciéndolo, mereces un lindo hogar, un buen esposo y quizá algunos sobrinos para mi ¿no? porque quiero ser el tío cool e inteligente- sonrie, moviendo las manos. -Creo que en este momento luces como la abuela- señala, lleva la sombrilla, el pañuelo y los lentes de sol. Ambos ríen. -Es que mi piel es muy sensible. -Sí, que difícil era cuando éramos pequeños y te daban las alergias, llorabas y te rascabas. -Y padre se enojaba...- suspira Regulus. -...porque "Un Black nunca llora"- hablan al unísono. -Tu eras el único que te preocupabas por mis alergias- recuerda- y tomabas mis castigos cuando me castigaban por llorar. -Sí, creo que soy inmune a los crucios ¿sabes?- habla divertido. -Sí, yo también- suspira y mira hacia la casa, buscando a James. -Volvamos- propone Sirius- Remus iba a hacer algo en el techo y ya tardó demasiado. -¿Dejas subir a tu novio, que usa bastón, al techo? puede hacerse daño. -No sabes lo terco que es Remus- sonrie divertido- es tajante en muchas cosas. Ambos llegan hacia la casa y los miran. Regulus cierra la sombrilla y la apoya en el suelo. -¿Qué haces en el techo, James?- pregunta Regulus, colocándose las manos en la cintura -¡Ah, hola Reg!- sonrie Potter secándose el sudor de la frente con su brazo, no lleva camisa- ¡estamos arreglando el trecho!. ¿Todo bien, Pads? -Bien- asiente Sirius. -¡Bájense que es peligroso!- exige Regulus. -¡Estaremos bien!- promete James- ¡Te bajé el kit de arte para que pinten, lo dejé en la cocina!- grita -Gracias, James- agradece Regulus y suspira preocupado mientras espera a que Sirius pase primero ya que nunca entró y no es su casa. -¿Qué piensas de traer la mesa aquí afuera? así podemos ver que estén bien- propone Sirius observando la preocupación en los ojos de su hermano. -Sí, creo que es una buena idea- asiente. Sirius entra a la casa. -¡Oh y traje la cámara, por si quieres tomar fotos, está en el bolso con el protector solar y todo eso!- avisa James y luego sigue martillando. -Gracias- responde Regulus y camina hacia la camioneta, en búsqueda de la cámara. [...] Luego de una hora, James y Remus bajan con cuidado. Regulus y Sirius los miran. -Están sudados- señala Regulus. -Muero de calor- suspira James- ¿no hay un lago aquí cerca?- pregunta James. -Sí, ¿piensas en tirarte? no es tan cerca. -Vamos en camioneta- propone- ¿chicos? Regulus mantiene su vista fija en el torso de James y asiente. -Creo que estaría bien- asiente Sirius- aunque no estoy seguro de querer mojarme, ya comienza a hacer frío. -Genial, vamos- sonrie Potter. -¿Estaban pintando juntos?- pregunta Remus moviendo la varita para guardar las cosas en el kit de arte, para que no se vuelen. Luego le extiende una mano a Sirius y besa sus nudillos, guiándolo hacia la camioneta. -Ve tu adelante- propone Regulus, mirando a su hermano. -¿Seguro?- pregunta el mayor. -Seguro, ve- sonrie de lado. James abre la puerta para Regulus y luego para Sirius. [...] Regulus mira el pasto, quiere sentarse ya que lleva 10 minutos mirando a Remus y a James tirarse al lago, y por más entretenido que sea, está cansado. Sirius está sentado junto al lago, mirando a su novio de cerca.  James lo mira desde lejos y corre a la camioneta a buscar algo para que se siente, notando la incomodidad en su magia. -Ey, te traje esto- sonríe James, tirando su camisa a cuadros en el piso- siéntate, ¿o prefieres volver?- pregunta. El menor lo mira y luego a la camisa roja a cuadros en el piso. "Bésalo" pide su corazón, mientras late rápidamente, Regulus se niega a eso. -Me sentaré, gracias- sonrie de lado, sonrojándose- ve a divertirte. -¿Seguro que no quieres sentarte allí con Sirius?- señala. -No quiero mojarme, ya tengo un poco de frío- responde, James asiente. -En un ratito ya nos vamos- extiende su mano para acariciar la mejilla de Regulus pero este se aleja. -Estás mojado- explica- luego me tocas. -Claro, cuando quieras- sonrie James, coqueto. Regulus se muerde los labios, que James coquetee no es una señal de que le gusta porque Potter siempre fue muy coqueto. James vuelve al lago, Regulus se sienta sobre la camisa y Sirius lo mira, decide acercarse. -Hola- saluda el mayor de los Black- ¿estás aburrido?- pregunta. -Un poco- responde el menor. -¿Quieres que te tome una foto en esas piedras?- propone, sosteniendo la cámara entre sus manos. -Saldré mal- suspira. -Te aseguro que no. Podemos borrarla si no te gusta- sonrie amistosamente, quiere hacer actividades con su hermano. -Okey- asiente Regulus. [...] -Ey, ¿qué hacen?- pregunta James, moviendo la varita para secarse. -Vemos las fotos que le tomé a Regulus- responde Sirius. -Esta es la más linda- opina el menor de los Black. -¿Puedo ver?- pide James. Sirius mira a Regulus. -Sí, muéstrale esa- señala el pelinegro. Sirius voltea la cámara. -Oh, wow- es todo lo que puede decir, sus ojos brillan ante la imagen de Regulus. Este se sonroja, abrazando sus piernas. -Salió muy bien, ¿no crees?- sonrie Sirius. -Espectacular- responde James, su corazón late rápidamente, enamorado- hermoso. -Bien, ya es demasiado- detiene Sirius, alejando la cámara. -Amor- llama Remus- ¿me ayudas?- pregunta, señalándose- Sirius se levanta y va hacia él, levanta la varita, secándolo- gracias, fy nghariad hardd. -De nada, Cher- sonrie besando su mejilla. James estira una mano hacia Regulus y lo levanta del piso. -¿Vamos? es algo tarde ya, tengo hambre- comenta, levantando la camisa del piso para sacudirla y luego colocarla en los hombros de Regulus. -También tengo un poco de hambre- sonrie de lado, volviendo a tomar la mano de James, entrelazando sus dedos. -Volveremos de inmediato. Chicos- llama James, Sirius y Remus se besan suavemente- vamos. James guía a Regulus hasta la camioneta y abre la puerta para él, la del copiloto. -Ahí vamos- responde Sirius, volviendo a sonreír enamorado mientras acaricia la cara de Remus- yo te amo más, Moons. -Yo te amo más- sonrie Remus. -No, yo te amo más, Lupin- afirma Sirius. James se cruza de brazos y suspira. -Ambos se aman mucho, ya vamos- exige Potter- -¿Por qué el apuro?- pregunta Sirius. -Tengo hambre, comienza a hacer frío y hay que volver- resume y se sube, arrancando la camioneta. Sirius voltea a ver a Remus, quién se encoge de hombros y camina hacia la camioneta, tirando de su mano. -Ten más paciencia, James- pide Regulus, apoyando su mano en el bicep de Potter- ¿por qué te pones así? -Porque así es cada vez que tratamos de hacer un plan y luego me reprochas que yo no paso tiempo con Sirius, ¿sabes lo triste que es verlos pegados todo el día mientras no tengo pareja?- suspira- me hace pensar en que realmente tengo que ser horrible o muy aburrido para que nadie me quiera más allá de mi fortuna o mi cuerpo- suspira- los adoro y amo que se amen porque son muy felices pero es incómodo en cierto punto. -Habla con ellos- pide Regulus, dejando caer su cabeza en el brazo de James mientras toma su mano- y no eres ni horrible ni aburrido, eres muy lindo y divertido, no le hagas caso a esos pensamientos- suspira estirándose para besar su mejilla. Luego James voltea y se miran de cerca, muy cerca. -Es que no entiendo por qué se molestó- escuchan la voz de Sirius y se alejan rápidamente. -Quizá es porque estamos siempre juntos, ¿por qué no hacen planes solos? -¿Me dejas salir con otro hombre a solas?- eleva una ceja. -Te dejaré salir a jugar al quidditch o algo así con James, mi primo- aclara, serio. Ambos se suben a la camioneta. -James- llama Sirius- nosotros... -Lo siento, estoy cansado- responde- perdón. ¿Ya están? arranco. -Sí, ya estamos- asiente Sirius.  [...] Regulus siente su cuerpo pesado y, bajo la luz tenue del sol a las 18:30, se queda dormido. James lo vigila cada tanto. Al frenar en los caminos coloca su mano sobre el pecho de Regulus para que no se vaya abruptamente hacia adelante y se haga daño. Sirius ronca suavemente mientras duerme sobre el hombro de Remus.  James mira a su primo por el retrovisor, quién asiente.  Unos minutos después, James aparca frente a la casa en el campo de Remus.  Lupin baja a Sirius en brazos y James baja a Regulus, acostándolos uno en cada sillón, ambos caminan hacia la cocina y toman una botella de cerveza del refrigerador, abriéndola con los dientes. Remus y James entran la mesa, James se coloca la remera y deciden pasear por allí cerca mirando el atardecer. -Luces triste- habla Remus- dime que sucede- pide.  James mira la casa algo lejos, y en voz baja admite: -Estoy enamorado de Regulus.
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