Capítulo 81
20 de julio de 2025, 23:56
-Es obvio- responde Remus mientras prende un cigarrillo, dejando su botella de cerveza entre las manos de James- no entiendo por qué el tono triste- da la primera calada y toma su botella para pasarle el cigarrillo a Potter.
-¿Cómo que "es obvio"?- pregunta mientras se lleva el cigarrillo a la boca.
-Merlín, James- resopla, volviendo a tomar su cigarrillo- estás completamente enamorado. Se te nota, todo el mundo lo nota. ¿Por qué el tono triste?
-Porque él está fuera de mi liga, Moony- resopla, apoyándose en el tronco de un árbol- él es genial, es hermoso, es...- suspira enamorado- si lo defino, lo limito.
-También eres increíble, eres divertido, un buen chico, millonario- ambos sonríen divertidos- y eres bueno, James. A él también le gustas, también se le nota.
-Claro que no y si así fuese...
-Sirius- completa Remus.
-Sí pero no solo por Sirius, soy celoso, muy celoso y sé que Regulus no soportaría eso, si me deja...
-Se volverá incómodo vivir juntos- completa Lupin.
-Exacto y si me rechaza sería alejarme a mi y a mi magia, lo que lo llevaría a estar desprotegido, sus padres podrían secuestrarlo, herirlo, matarlo- su respiración se detiene, mientras su corazón late con miedo.
-No creo que él quiera alejarse, Prongs- opina el castaño.
-¿Y si me dice que sí solo porque necesita mi magia y vive en mi casa? ¿y si se siente obligado a ser mi novio solo por miedo a sus padres? no podría soportarlo, Moony. No podría soportar que no me ame como yo lo amo a él.
-Es difícil, sí- suspira Remus, comprendiendo a su primo- además Regulus es difícil de leer, pero... se lo ve cercano a ti, que le gusta estar a tu lado- menciona, pasándole el cigarrillo a James.
-Soy celoso, Remus- insiste, tratando de hacerse entender.
-Sí pero mejoraste, James- recuerda el más alto.
-Pero sé que no es suficiente, Remus. Sé que no soy suficiente para él y sé que me dejará y luego...- suspira, toma el cigarrillo y le da una calada- no arriesgaré la salud y el bienestar de Regulus solo para declararme.
Remus suspira, comprende el punto de James y él pensaría algo similar en su posición. Su primo solo quiere cuidar a Regulus.
-Comprendo- asiente el castaño- ¿por qué no tratas de averiguar que siente por ti? ¿por qué no charlan?- termina su botella de cerveza.
-También pienso Sirius, tampoco quiero perderlo por esto, sé que primero está Regulus y él lo defenderá con los dientes si es necesario. No quiero perderlos a ambos, no quiero arruinar esto que... nunca estuve tan feliz antes, Moony. Mi corazón se siente lleno, contento. Tengo a Sirius que es como mi hermano y tengo a Regulus que... tenerlo cerca, aunque sea de esta forma, lo vale completamente- suspira tomando el último trago de su botella.
-Creo, desde mi punto de vista, que ambos sienten lo mismo y él también tiene miedo- termina el cigarrillo.
-¡Amor!- grita la voz de Sirius desde el pórtico, Remus corre hacia él, es veloz como un lobo asi que llega rápidamente.
-¿Qué pasó? ¿estás bien? ¿pasó algo?- pregunta, tocando su cara. Sirius sonrie enternecido.
-Sí, solo tengo frío- se abraza a sí mismo. James llega corriendo a su lado.
-¿Pasó algo? ¿Regulus?- pregunta, caminando hacia la casa. El menor de los Black sale antes de que James entre y deja caer su mejilla en el pecho de Potter, James lo abraza.
-Estoy bien, tenemos un poco de frío- responde Regulus.
-Tengo un abrigo en la camioneta, iré por él- propone James. Regulus asiente.
-Gracias- se aleja, James hacia la camioneta.
-¿Podemos prender la chimenea?- pregunta Sirius pasando sus brazos por el cuello de Remus.
-Claro cariño, yo la enciendo- asiente- pero debes soltarme aunque no quiero- sonrie contra sus labios.
-¿Debo soltarte?- hace un puchero, Remus lo besa- ¿no puedes llevarme tu?
-James tiene razón, es incómodo estar con ustedes- habla Regulus, mirándolos con una mueca de desagrado y entra a la casa.
-Prenderé la chimenea- avisa Remus a Sirius, tomándolo por la cintura para llevarlo hasta adentro- oh, ¿pintaban?- pregunta.
-Sí, nos despertamos hace unos minutos y queremos terminar el cuadro- señala el lienzo, Remus lo suelta, dejándolo en el piso.
-Ve, terminen el cuadro, prenderé la chimenea porque tiene algunos trucos, es una casa que casi no se usa y bueno, eso- se encoge de hombros.
Sirius asiente y vuelve a pintar junto a su hermano. Aunque Regulus se levanta minutos después para ir por James, según él: ya tardó demasiado.
Ve a Potter arreglar algo dentro de la camioneta, mover el asiento o algo así.
-¿Todo bien?- pregunta Regulus, abrazándose a sí mismo suavemente para no romper la cámara que cuelga de su cuello.
-Sí, lo siento- sonrie, aún lleva el sombrero- es que se zafó uno de los tornillos de mi asiento y es peligroso- explica, sentándose bien en el asiento para probarlo- genial, ya está. Además le quité la extensión de los asientos de atrás porque mantener el hechizo por mucho tiempo quizá podría dañarla.
-¿Eso crees? yo creo que los hechizos son muy seguros- opina Regulus.
-Es una reliquia- mira la camioneta- le tengo cariño, la cuido. Quiero que me acompañe al otro campo cuando viva allí. Mi abuelo me la regaló y la usamos para el campo pero me pertenece- va a levantarse pero Regulus lo detiene.
-Espera, quédate ahí- pide Regulus y prende la cámara- no te muevas.
-¿Qué?- pregunta mirando al pasto- ¿hay algo?- pregunta.
Regulus niega, divertido.
-Era una foto- señala la cámara- eres bobo ¿sabes?- eleva la ceja, divertido.
-¿En buena o mala manera?- eleva una ceja, tomando el abrigo y cerrando la puerta.
-En la que tu pareja sería más inteligente que tu, aunque salieras con Pettigrew- se cruza de brazos.
James coloca su abrigo suavemente sobre los hombros de Regulus.
-Primero: Giu, es mi hermano de otro padre, segundo; es más inteligente de lo que piensas, podría estar en Slytherin fácilmente.
-¿Estás confirmando que Gryffindor es una casa para tontos?- eleva una ceja y sonrie victorioso.
-Eres una astuta serpiente, eh- se inclina, mirándolo de cerca.
-Es que yo sí sé pensar- coloca sus manos en el pecho de James y palmea- hace frío, volvamos adentro, Lupin prenderá la chimenea y te devolveré la camisa- señala la camisa roja debajo del abrigo de James.
-No, quédatela, te queda bien- besa su mejilla.
-Auch- se queja Regulus al sentir la barba de James pincharlo.
-Lo siento, cariño- se disculpa Potter, alejándose de inmediato.
Regulus se estira, parándose en puntas de pie, y besa la mejilla izquierda de James.
-Necesitas afeitarte- recuerda, pasando sus manos por la mejilla derecha de Potter, que deja caer su cara en la mano de Regulus.
-Creo que te dejaré ese arduo trabajo a ti- sonrie divertido.
-¿Y yo que obtengo a cambio?- ladea la cabeza, pasando sus brazos por el cuello de Potter.
-Lo que quieras, ¿qué se te antoja, bonito?
-Uhm- sonrie con gracia- quiero un perfume nuevo, un reloj de bolsillo, un anillo, un libro nuevo, un caballo y un estrella- sonrie divertido.
-¿Solo por afeitarme una vez?- eleva una ceja- bien- acepta, encogiéndose de hombros- dame tiempo porque conseguir una estrella no es tan fácil- ladea la cabeza.
-Solo bromeo, James- rueda los ojos- claro que te ayudaré a afeitarte, te debo mucho por todo lo que me das.
-Yo no bromeo, ¿lo quieres? lo compraré- habla serio, Regulus se muerde el labio inferior.
-Nunca pensé que el alegre y bobo James Potter podría ser tan sexi- susurra contra sus labios.
-¡SÍ, SEGURO YA VIENEN!- grita Remus, advirtiéndoles que Sirius está saliendo de la casa. Regulus y James se alejan.
-Ay no grites Remus- se queja Sirius, abriendo la puerta- ¿están bien?- pregunta mirándolos.
-Sí, todo bien, James estaba ajustando algo en el- señala la camioneta- y lo esperé.
-¿En la camioneta?- pregunta Sirius.
-Sí, eso- sonrie nervioso.
-Bien, ven a pintar ¿quieres? nos divertíamos- sonrie de lado y suspira. Regulus asiente y mira a James, ambos caminan de regreso.
Regulus va al living junto a Sirius y ambos pintan junto a la chimenea que encendió Remus, quién también les llevó la mesa hasta allí.
-Hay que comer algo- piensa James en voz alta caminado hacia la cocina, junto a su primo.
-Sí, Sirius casi no almorzó- susurra mientras James saca las cosas del refrigerador- estoy preocupado, Prongs- suspira- no lo dice y no lo dirá porque no quiere ser una carga, sé que prefiere que ustedes se ocupen de Regulus antes que de él, pero también come poco y cuando come bastante va y lo vomita, "sin que me de cuenta"
-Mañana vamos a la terapia. Regulus necesita ver a un especialista de la nutrición y trastornos alimenticios, ya que estamos en San Mungo, quizá...- suspira- hablamos hoy con mis padres, él vomita luego de desayunar, la poción no le cae bien y quiso hablarlo con ellos.
-Ese es un gran paso, y Sirius no lo dará porque siente que ya es demasiado.
-Los llevaré a ambos- promete.
-Realmente quiero matarlos, Prongs- gruñe Remus- yo puedo contenerme pero él no lo hará por mucho tiempo, no solo yo amo a Sirius. Mi lobo reconoce a Sirius, a Padfoot, como suyo, él lo cuida y lo defiende por instinto, parece reconocer mis sentimientos por Sirius y se los apropió. Él sabe que su "loba" está sufriendo, no lo podré contener por mucho tiempo y sabes que yo casi no estoy allí cuando él aparece.
James suspira, apoyándose en la pared.
-Ni me digas, les tengo mucho asco, ira, bronca. Te juro que nunca sentí tanto odio por nadie. Regulus quiere su ropa y ni siquiera eso puedo darle porque él tiene miedo de que me hagan algo. Lo veo en sus ojos, veo sus ojos tristes y llenos de pánico.
-Que injusta es la maldita vida- gruñe, golpeando la mesada, rompiéndola al instante. Regulus y Sirius, que pintaban mientras reían, voltean a verlos.
-¿Rem? ¿estás bien, amor?- pregunta Sirius, levantándose.
-Sí, tranquilo, solo... no controlo la fuerza, ya sabes- sonrie, escondiendo su rabia- quédate, terminen el cuadro que estoy emocionado por verlo- habla suavemente, mirando a su novio.
Sirius asiente. Remus suspira y toma su varita para reconstruir la barra de desayuno.
Regulus mira a James, buscando explicaciones.
-Todo está bien- asegura Potter, mirándolo a los ojos- comeremos un snack ¿quieren? trajimos muchas cosas y si volvemos con algo mi papá se enfadará- sonrie tranquilo, contagiándoles la tranquilidad a los hermanos Black.
Ambos asienten y vuelven a pintar en el lienzo, compartiendo el mismo mientras planean que van a hacer cuando vayan a París.
-Bastardiaid- gruñe Remus en voz baja mientras deja que el agua lave la sangre que sale de su mano- rhieni drwg, garbage dynol.
-Cálmate, ellos sienten a través de nuestra magia, Remus- susurra James- y se pondrán tristes, ninguno de los dos quiere eso.
-Obvio que no, James- niega Remus- solo... a veces no controlo la ira.
-Contrólala porque Sirius necesita amor, no ira.
-Obvio que la controlo con mi novio James, ¿qué te pasa?- lo mira mal.
-Solo te lo recuerdo- se encoge de hombros- calentaré la comida, tu cálmate y si necesitas ayuda para curar eso me dices- señala su mano.
-Sí, sí- resta importancia tomando el trapo de la cocina para envolver su mano.
[...]
-¿Qué pasó, Cher?- pregunta Sirius, preocupado. Remus y James colocan la comida alrededor de las cosas de arte para acompañarlos- ¿fue por golpear recién? ¿estás enfadado? ¿hice algo mal?
-Claro que no, bonito- besa sus labios- tu no hiciste nada, solo es la ira, ya sabes.
-Sí, pero falta para la luna llena- piensa en qué día están.
Remus toma sus piernas y las coloca sobre sus muslos, acariciándolas.
-El monstro sigue allí, está allí siempre- recuerda Remus, besando su mejilla- las empanadas argentinas se ven deliciosas ¿no?- sonrie, calentando sus pies con sus manos, solo lleva medias.
Regulus mira a James.
-Hasta llenarte, bonito- susurra Potter en su oído colocando la mano en su muslo- que lindo- opina viendo el cuadro.
-Sí, ya casi terminamos- asiente Sirius, volteando para mirarlo- faltan sombras y las firmas.
-Yo lo veo más imperfecto que lindo pero es por mis técnicas- habla Regulus, mirando el dibujo.
-Es hermoso- opina James.
-Sí, a mi me encanta- opina Remus.
-¿Qué significa?- pregunta James, mirando la obra de arte.
-El faro de luz en un océano tormentoso- responde Regulus- la luz en la oscuridad.
-La luz guía para no hundirse en el mar- completa Sirius- en un mar profundo, frío, ruidoso y doloroso.
Lupin y Potter deciden no preguntar más.
[...]
-Bien, ¿ya está todo?- habla James, mientras guarda el kit de arte en la camioneta.
-Sí, guardé la comida que sobró- afirma Regulus extendiéndole la canasta.
-Genial, gracias cariño- sonrie Potter, besando su frente. Volvió a hacer el hechizo de extensión para llevar las cosas.
-Son casi las diez, tu padre dijo que volvamos antes de las once- recuerda Black- hay que irnos.
-Eh, Potter- llama Remus quitándose el cigarrillo de la boca- levanta las botellas de paso- señala el árbol donde estuvieron charlando hoy a la tarde mientras cierra con llave. Sirius ya está en el auto, dormido.
-Bueno- responde James, abriendo la puerta para que Regulus suba.
-¿Qué botellas?- pregunta Black, una vez que James sube.
-Tomamos unas cervezas hoy temprano- responde, abrochando el cinturón de Regulus y luego arranca.
Maneja un momento hasta llegar a las botellas, las cuales toma y las deja en la cajuela de la camioneta.
-¿Listo?- pregunta Regulus, bostezando.
-Listo, Reg. Puedes dormirte si quieres- habla James, conduciendo a la salida del campo.
Regulus asiente y se acurruca contra el asiento, tapándose con el abrigo de James.
[...]
Al llegar, James baja a Regulus en brazos y camina directamente hasta su habitación, colocándolo en su cama. Luego baja las escaleras para ir por las cosas que quedan. Se cruza a Remus en el camino, quién también lleva a Sirius en brazos.
-Hola cariño- saluda Alphard cuando James deja la canasta en la barra de desayuno- ¿cómo les fue?
-Genial, ayudé a Remus a reparar el techo, nos metimos al lago y los chicos pintaron ese cuadro- señala el cuadro sobre la mesa del comedor- está fresco que Lib y papá no lo toquen- recuerda.
Fleamont eleva las manos.
-¿Se divirtieron?- pregunta Mont, elevando una ceja. James asiente- ¿se cuidaron?
-No de esa forma papá- suspira James- ¿ustedes que creen? sean sinceros.
-Que no se han declarado pero si tienen relaciones- responde Fleamont, directo y al grano.
-No lo tocaría de esa forma sin antes asegurarme de que me ama y salgamos apropiadamente, como novios- afirma James- ustedes me criaron así, no sé por qué desconfían.
-No desconfiamos, cariño. Tener sexo es algo normal- aclara Alphard- por favor ponte en nuestro lugar, si no nos aclaran...
-Sí, comprendo- asiente James- y sé que quieren verme feliz y sé que ustedes saben que yo me siento solo- suspira- pero... prometo contarles cuando pase algo.
-Gracias, campeón- sonrie Mont, abrazándolo por los hombros- entonces ¿te tiraste otra vez al lago?- pregunta divertido.
-Esta vez el agua estaba linda y hacía calor- sonrie James, dejando caer su cabeza en el hombro de su padre, uno de sus más pilares sostenes en la vida.
-Lo importante es que se divirtieron.
-Y que no se resfriaron- señala Alphard.
-No le hagas caso, solo es mamá gallina- molesta Fleamont, mirando a su hijo y luego a su esposo.
-¿Qué sería de los niños si yo no fuese así?- resopla divertido, colocándose las manos en la cintura.
-Los amo- recuerda James.
-También te amamos, cariño- recuerda Alphard.
-Mucho, como un canguro- rima Fleamont. James frunce el ceño.
-Iré a bañarme- avisa y se levanta de la silla- y, ¿eso es pizza?
-Sí, veremos una película muggle con papá- habla Alphard- hicimos una para ustedes, está en el horno.
-¿Ahora le llaman ver películas?- sonrie James, Fleamont suelta una risa. Ambos ríen juntos.
-Comparten una sola neurona- suspira Alphard, divertido. James camina escaleras arriba, mientras ríe.
-¡QUE DEBES DORMIR EN MI CAMA CONMIGO, PATO!- grita Lib, persiguiendo al pato escaleras abajo.
-Libra ¿no te dije que no podías quedártelo?- resopla Alphard, cruzándose de brazos.
[...]
Luego de bañarse, James baja las escaleras y, junto a Remus, comen pizza mientras charlan de algún tema random y juegan a las cartas.
Un par de truenos se escucha lejanos, asi que ninguno de los dos se inmuta.
-James- llama Regulus deteniéndose la punta de las escaleras, James voltea. Black limpia sus lágrimas- hay truenos- solloza, todavía adormilado. James deja su porción de pizza a medio comer y sube las escaleras, tomándolo en brazos.
-Buenas noches, Rem- saluda James, caminando hacia su habitación con el pelinegro en brazos. Remus responde con una sonrisa.
-Pensé que me habías dejado- susurra mientras llora contra su pecho.
-Jamás, yo nunca te dejaré, Reggie- promete James empujando la puerta con el pie para entrar a su habitación- estoy bien, estamos bien- susurra besando su frente y se acuesta en la cama- Reforzaré los hechizos en la mañana ¿sí?- habla abrazándolo con firmeza.
Regulus asiente y hunde su cara en el cuello de James y llora hasta dormirse.
Una vez que Regulus se duerme. James cierra los ojos, pidiéndole al universo que le quite todo el sufrimiento a Reggie y se lo de a él.