ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
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41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 83

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Regulus está en clase de DCAO, como han terminado con el programa, el profesor quiso retomar un tema ya que a algunos les costó y no pudieron lograrlo: el Patronus. -No me saldrá- suspira Regulus y mira al profesor- ¿es necesario humillarme? -No es humillación, señor Black- aclara el maestro- muchos no lo han logrado. Empieza por respirar hondo. Suelta la rigidez. Ahora, cierra los ojos y busca un recuerdo feliz. No cualquier recuerdo feliz, sino uno que te haya hecho sentir seguro. No tiene que ser grande ni perfecto, solo real, ¿sientes que tienes alguno?- pregunta Regulus asiente, recordando a James, cuando llegó a su casa y se hundió en sus brazos, cuando la magia de Potter le atravesó el corazón, las noches durmiendo a su lado, seguridad, hogar, calma- Cuando lo tengas, deja que la sensación te inunde. No luches contra ella. Siente la magia dentro de ti responder a esa emoción. No la fuerces. Solo déjala fluir- sigue- Levanta la varita con calma. Haz el movimiento con precisión, pero sin rigidez. Luego, di "Expecto Patronum" con convicción. No se trata de demostrar nada. Solo de permitir que la luz salga. Regulus deja que su mente lo lleve hacia James, hacia su magia, hacia sus brazos. ... Potter frunce el ceño, está en las Mazmorras, con la clase de pociones y aún así siente a Regulus "llamándolo" -¿Qué hora es?- pregunta James mirando Remus, están en un trabajo de pociones juntos. -Las tres- responde el castaño mezclando lentamente la poción. -Mierda, estoy llegando tarde, ¿terminas aquí?- pide, Remus asiente- -¿Regulus? -Sí, debo acompañarlo, ya sabes. -¿Tan temprano? -Antes pasaremos por la dermatomaga-explica, Remus asiente. James camina hacia el profesor y explica brevemente antes de salir corriendo. [...] -Expecto Patronum- Regulus habla firme y decidido, con fe de que esta vez si le va a salir pero...  no. Nada, ni el humo. Regulus resopla y se tira en la silla, escondiendo la cara entre sus manos, avergonzado. -Todo está bien, solo es un tonto hechizo- apoya Barty, sentándose a su lado. -Déjame tranquilo, Barty- pide Regulus, está luchando contra sus lágrimas para que no salgan de sus ojos, para que nadie lo vea vulnerable. -No me iré de tu lado, ¿qué estabas copiando? ¿me dictas?- pide, sonriendo amistosamente. Regulus quita las manos de su cara y lo mira. -¿Otra vez, Bartemius?- pregunta divertido mientras se seca las pocas lágrimas que llegaron a caer. -Ya es rutina ¿no?- sonrie divertido- dime que copiaste- pide.  Regulus sonrie y toma su hoja, dicta sus apuntes y luego, entre los dos, completan con más información del libro. Aunque es una clase práctica y fuera del programa para mejorar el patronus, pero Regulus se siente cómodo entre su pergamino y su pluma, asi que ni Crouch ni el profesor le dirán nada. La puerta suena, el profesor intenta callar a sus alumnos. -¡Pase!- exclama el profesor. Regulus sigue escribiendo sin darle importancia Los alumnos se quedan en silencio, cosa que Black no entiende, asi que levanta la vista. -Vine a buscar a Regulus Black- habla la voz de James, segura y firme. -¿Se puede saber para qué, señor Potter?- pregunta el profesor. -Se lo explicará el director Dumbledore, señor- responde- ¿Reggie?- llama. Regulus ladea la cabeza, el gryffindor señala el caro reloj en su muñeca. Black asiente y se levanta, juntando sus cosas. Barty lo ayuda. -Bien- asiente el profesor- pratique el hechizo para la siguiente clase, señor Black. -¿Qué están dando?- pregunta James, colocándose las manos en los bolsillos mientras se apoya en un escritorio vacío. -Estamos repasando el patronus- responde el profesor- el señor Potter fue uno de los mejores en este tema, ¿quiere mostrarle su patronus a los alumnos, Potter?- pide el profesor. -Claro, ¿por qué no?- sonrie, observando a Regulus guardar sus libros en un pequeño bolso. James saca su varita del bolsillo delantero, su mente viaja hacia los recuerdos de su infancia, aunque terminan en Regulus, en dormir con él, en abrazarlo, en admirarlo. Y, clavando sus ojos en Black, exclama: -¡Expecto Patronum!- suelta, fuerte y claro. De su varita sale un majestuoso ciervo que corre por todo el salón, como jugando. Regulus termina de guardar sus cosas mientras lo observa, la magia de James lo llama siempre y esta vez no es una excepción. El ciervo plateado se detiene frente a él, inclinando su cabeza, haciendo una reverencia. Regulus extiende su mano, olvidando que está en medio de la clase y que es el patronus de James. Su presencia se siente reconfortante y, ante la situación de impotencia consigo mismo que acaba de pasar, esto se siente como respirar. Una corriente de magia atraviesa su piel. -Interesante, nunca vi que eso pasara- habla el profesor. -¿Por qué ocurre eso, profesor?- pregunta un ravenclaw, curioso. -Para el conjurador y quienes están bajo su protección, un Patronus puede transmitir una sensación de calma y seguridad, como si una barrera invisible los envolviera. Pero nunca vi que un patronus se incline frente a alguien. -Se requiere lazos de alma- suelta una ravenclaw- o por lo menos eso dice mi mamá. James baja la cabeza, sintiéndose totalmente expuesto. -Yo lo intentaré- habla Barty exponiéndose, porque a él tampoco le sale el hechizo, pero Regulus necesita salir del foco de atención y eso es más importante que avergonzarse, aunque piensa algo junto antes de exclamar el "Expecto patronum", todos lo miran serios, esperando un patronus- ¡Riddikulus!- suelta, la clase explota en risas. Regulus toma su bolso y camina rápidamente hacia James, quién también sonrie divertido y toma su mano, arrastrándolo fuera de la clase. Ambos caminan en silencio por los pasillos de Hogwarts. Regulus sobrepiensa, piensa en el patronus, en como ambos quedaron expuestos, piensa en si la magia de James responde a él porque comparten magia o.. quizá tiene las esperanza de que haya algo más, de que no sean solo coqueteos. Al llegar a la oficina de Dumbledore, James se despide por ambos y toma un puñado de polvos flu, trasportándolos hacia San Mungo. Alphard y Fleamont los esperan allí, con una sonrisa. -Hola chicos- saluda Fleamont. James lo abraza y luego a Alphard, en forma de saludo. -Hola- responde James- ¿todo bien? -Sí, ¿ustedes?- Alphard frunce el ceño, mirando a Regulus. -Sí- responde el menor de los Black- lo siento, buenas tardes, que mala educación de mi parte- sonrie nervioso. -No importa, cariño- Alphard resta importancia- te encantará mi dermatomaga, ella es la mejor, vas a ver- sonrie comenzando a caminar, Regulus mira a James, quién asiente y estira su brazo, dándole paso. Regulus alcanza a Alphard y caminan juntos hacia el área específica de dermatomagia, los Potter los siguen de cerca, manteniéndose detrás de ellos, como protegiéndolos. -Hay una crema para las alergias que es buenísima pero es muggle y necesita receta, por eso no la compramos- comenta Alphard. -¿Ellos son buenos en medicina?- pregunta Regulus, curioso. -Sí, se las ingenian sin magia y creo que es muy admirable de su parte, solo usan la biología básica- comenta Alphard. -Que aburrido- el adolescente responde divertido. Ambos siguen charlando. -¿Irás al entrenamiento hoy?- pregunta Mont mientras caminan detrás de los pelinegros. -Sí, si llego sí aunque ya practiqué mucho, no hace falta- responde James. -Claro que no hace falta, llevas desde los tres años aprendiendo sobre quidditch ¿no te gustaría dedicarte a eso?- pregunta. -Como hobby- responde James- no quiero la atención del mundo mágico, no quiero tener fans ni que cada mínima cosa que haga se publique en ese diario de chismes de cuarta- explica- quiero la paz que tu tienes, quiero una finca, un esposo y algunos niños, quiero estar tranquilo. Tampoco es como si me volvería loco si no juego, me concentro en entrenar para calmar un poco mi hiperactividad, ya sabes- suspira. -Sí cariño, yo pasé, y paso por lo mismo- lo abraza por los hombros, apretando suavemente- ¿seguro que todo está bien?- pregunta, sintiendo la magia de su hijo un poco apagada. -Seguro, papá- responde James, con una sonrisa. -Sabes que siempre puedes confiar en mí ¿no?- sonrie de lado- no importa que sea, cualquier cosa, podemos resolverlo. -Lo sé, pa. Gracias- agradece James, ven a Alphard y Regulus llegar al mostrador. -¿A nombre de...?- pregunta la secretaria. -Regulus Black- responde Alphard. -Bien, 20 galeones- responde la secretaria, Alphard deja una bolsa con el dinero frente a ella- está justo, gracias señores. Pueden sentarse a esperar un momento por allí- señala la sala de esperas- la doctora los atenderá pronto. -Gracias- agradece Alphard mientras camina hacia la sala de espera. Regulus busca a James con la mirada, James y Fleamont charlan cruzados de brazos, algo apartados. Los ojos grises de Regulus lo llaman, asi que James se acerca, seguido por Fleamont. James se sienta junto a Regulus, tomando su mano. -¿Todo bien?- pregunta, olvidando la vergüenza al ser expuesto hace un rato. -Sí, yo...- susurra Regulus- quería hablar de lo que pasó recién. -Te doy magia, estamos conectados de esa forma, es obvio que el patronus iría contigo- habla nervioso, tratando de parecer casual y despreocupado. Regulus suspira y asiente, calmándose. Las dudas en su cabeza se alejan, dándole un poco de paz. -Sí, tienes razón- asiente el pelinegro. -Señor Potter- llama una señora mayor tocando el hombro de Fleamont- ¿Cómo se encuentra? oiga, ¿sabe de alguna poción...?- comienza,  eso es lo que suele suceder cuando Fleamont Potter sale en el mundo mágico. Fleamont mira a Alphard y suspira cansado antes de tomar la receta de la señora y contestarle amablemente. -Sí, podría ser una de las pociones para el dolor articular- responde Fleamont. -¿Y no tendrán muestra gratis? Alphard rueda los ojos, ¿qué se piensan? ¿qué su marido regalará su trabajo? -No contamos con muestras gratis, señora. Pero puede ver nuestro catálogo acercándose a la empresa de lunes a vienes desde las 8 a hasta las 12 y de las 16 h las 20 h, o comprar en su tienda de pócimas más cercana- responde amablemente. La mujer lo mira mal. -¿Qué le cuesta ayudar a una anciana como yo? ustedes tan millonarios y yo tan pobre-exagera- Además dos hombres, asqueroso-susurra. Alphard abre la boca para insultarla y Fleamont lo detiene, colocando su mano sobre los labios de su esposo. -Créame que somos muy caritativos, madame- habla Fleamont, ya molesto- pero con las personas que realmente lo necesitan- señala el reloj de oro- venda eso, se va a poder comprar varias pociones,  nosotros seguiremos donando y ayudando a las comunidades que lo necesitan, ellos que no nos insultan por amarnos ni nos señalan por trabajar para que nuestra fortuna crezca y, gracias a Merlín, podamos disfrutarla y compartirla con los que lo requieren verdaderamente y suelen agradecer de todo corazón porque son personas educadas- Alphard muerde la mano de Fleamont, deshaciéndose de su agarre-auch- se queja Mont.  -No como usted, vieja arpía, ¿le da envidia que mi esposo sea increíble? que yo recuerde su esposo murió en situaciones un tanto... sospechosas ¿quiere que indaguemos en el caso?- eleva una ceja. Regulus sonrie. La señora los mira mal y se levanta, cambiándose de lugar. -Amor...-regaña Fleamont. -Fui muy educado y tranquilo, no puedes decirme nada esta vez- se cruza de brazos, molesto. Mont suspira y coloca su mano izquierda en el muslo derecho de su esposo. -Regulus Black- llama la doctora. Regulus mira a James, quién se levanta de inmediato. -Los esperamos aquí- afirma Fleamont. -Gracias- sonrie Regulus. James toma su mano y lo dirige hacia el consultorio. [...] -¿Estudios de sangre te haz hecho últimamente, cariño?- pregunta la doctora -Sí, señora- responde el pelinegro. -¿Aquí?- cuestiona. Regulus asiente- bien, buscaré tu ficha aunque me gustaría tomar una muestra, ¿con quién te atendiste?- Regulus mira a James, que dice el nombre del urólogo- perfecto, en unos diez minutos los llamaré. -Tenemos otra consulta en cinco minutos- habla James, mirando su reloj- ¿podemos volver luego? -Claro, ¿con quién tienen?- pregunta mientras toma otros guantes- sacaré sangre por las dudas, ¿sí?  -Sí-  acepta el pelinegro. -Tenemos cita con la Dr Harrow- responde James. -Ah si, Ellie- asiente con una sonrisa- somos amigas, aprieta el puño, cariño- pide mirando a Regulus- suelta cuando yo te diga. Sí, ella comienza a las cuatro a atender, ya casi es la hora asi que tomaré esta muestra... estira la mano lentamente- pide, sacando sangre- ¿hay alguna alergia, enfermedad de la que deba saber?- pregunta colocando la sangre en un tubo de ensayo. -¿Puede buscar la ficha médica?- pregunta James- allí está todo. -Claro, sí- asiente, tratando de comprender que les sucede a los adolescentes- ¿sus padres están cerca?- pregunta la doctora, James asiente-hablaré con ellos mientras ustedes van con Ellie. -¿Por algo en particular?- pregunta Regulus. -Debo hablar con los adultos a cargo mientras tengas menos de 18 años, Regulus. -Es que el otro médico no...- mueve las manos. -Probablemente hablaron luego, es política del hospital. Bien, nos vemos en... una hora y cuarto porque Ellie siempre se extiende un rato- sonrie. Los adolescentes agradecen y saludan antes de salir por la puerta. [...] -Llegarás tarde al entrenamiento- suspira Regulus mientras caminan rápidamente hacia el área de psicomagia en el hospital. -No importa, puedo entrenar luego- se encoge de hombros- esto es importante. -Quiero que luego de esto vuelvas tu a Hogwarts, yo me quedaré con tus padres- afirma Regulus mientras llegan. James suspira, sabiendo que no va a ganar esta vez y que Regulus proponga quedarse con sus padres en el hospital sin él demuestra un avance, que ya no necesita que lo siga a todos lados. -Bien- asiente- pero debo reforzar los hechizos antes. -Buenas tardes, ¿con quién tienen consulta?- pregunta el chico en el mostrador. -Con la doctora Harrow- responde James al ver que Regulus no va a hablar. -Bien ya los está esperando, segunda puerta a la izquierda- señala. -Gracias- agradece James. Sus padres pagan mensualmente asi que no debe pagar nada. Regulus tira del brazo de James y ambos entran a la terapia. Potter ya sabe el procedimiento asi que se hace el hechizo para no escuchar y toma la libreta que hay allí, dibujando el campus y repasando la jugada. [...] -Él volverá a Hogwarts para su entrenamiento- afirma Regulus mirando a los Potter- ¿puedo quedarme con ustedes? -Claro, cariño- asiente Alphard. -Yo insistí en no ir pero él insiste en que vuelva- suspira James. -Sí, no le digas que no a un Black- aconseja Fleamont palmeando la espalda de James, ambos se alejan un poco para darles privacidad. -Escucha a tu padre- señala Regulus, cruzándose de brazos. -Bien, si vuelves antes de las ocho seguiré en el campus, hoy entrenamos dos horas- avisa, besando su mejilla- ¿te veo allí o paso por slytherin? -Voy al campus- responde Regulus y acomoda su corbata- quítate el uniforme que lo dañarás y mantente con la remera puesta ¿si?- pide- te miran todos- susurra, molesto. James sonrie divertido y asiente, pasando sus manos por la cintura del slytherin. -Claro, me mantendré vestido y lejos de los que me miran- afirma- haré los hechizos, ¿sí? -Pero la necesitas para el entrenamiento, James- juega con su corbata, mientras observa sus labios. -No negociaré eso, Regulus- habla serio, apretando sus manos a la cintura del menor, con firmeza. -Uhm- gime Black ante la sorpresa y asiente- bien, tomaré...- inhala, el aroma a James le encanta- tomaré los hechizos, además ya me hace falta un poco de magia extra- sonrie. El gryffindor toma su varita y susurra los hechizos, su magia sale de su cuerpo y envuelve a Regulus, anclándose en su corazón.  James toma la mano de Regulus, en la que lleva el anillo que él le regaló y besa sus nudillos. -Cuídate, quédate cerca de mis padres ¿sí?- pide suavemente, Regulus asiente- nos vemos en el campus. Suerte- besa su mejilla y camina hacia las chimeneas. Black mueve la mano, James le tira un beso antes de desaparecer por la chimenea. Regulus suspira antes de unirse a los Potter y caminar hacia dermatolomagia. [...]- -Es cierto que tienes la piel sensible pero esto no es por el sol- habla la médica- y los factores como la deficiencia de vitaminas no ayudan para nada pero esto no es por ese lado, es un sarpullido diferente, raro....- piensa en voz alta. -Quizá la barba de James- susurra Regulus, avergonzado. Alphard y Fleamont están a su lado, en silencio, sin juzgarlo ni hablar. -No, tampoco, esto es... raro, hace mucho que no lo veía.  -¿A qué se refiere, Grace?- pregunta Alphard, preocupado. -Parece ser una reacción alérgica por magia. Se ve mejor ahora ¿hiciste algo en este tiempo?  -Fui a la psicomaga y luego... James me dio de su magia- habla bajo, mirando sus manos. -Bueno puede ser que esa magia y esa contención psicomaga te haya ayudado mucho. Lo que veo aquí es... no está en los libros de lógica pero tal y como se nombra en los libros sobre lazos mágicos, podría ser una reacción alérgica a no estar tan cerca de la magia que e complementa.  -Siempre tuve la piel sensible- insiste Regulus, está junto a los señores Potter y esto realmente lo está exponiendo. -Okey- asiente- te derivaré a un especialista de la nutrición, específicamente a este doctor- escribe en un pergamino- es especialista en trastornos alimenticios y nutrición, cuanto antes ¿sí? quiero que cuando tengas un diagnóstico vuelvas. Mientras tanto te daré una pomada muggle que es muy buena, es para tratar alergias y esta tiene medicación para que no te pique ni nada de eso, ¿okey?- pregunta la doctora, sonriente. Regulus asiente. -Sí, sacamos para él, un turno, mañana- comenta Alphard. -Genial, él es un gran especialista, el mejor de Inglaterra, de hecho. Nos vemos cuando termines los estudios y George te de un diagnóstico. Probablemente recién la semana que viene ¿okey? ya saquen turno- sonrie la dermatomaga. [...] Regulus camina rápidamente por los pasillos de Hogwarts, la magia de James lo mantuvo tranquilo mientras estaba lejos pero realmente necesita verlo, saber que está bien y volver a su lado, donde su corazón está feliz. -Hola- saluda Barty. -Par Salazar, Barty, tu m'as fait une peur bleue, idiot- se queja, tocándose el corazón. -Ah no, yo no entiendo tu wi wi uh la la- niega con la cabeza- porque luego comienzo a hablar en italiano y no me comprendes, oppure mi capisci, Regulus? Regulus rueda los ojos y suspira. -¿Qué haces aquí?- pregunta- creí que estarías con Evan, durmiendo la siesta o algo así, -Es que me aburrí de dormir, ¿a dónde vas?- pregunta. -Al entrenamiento de gryffindor- responde. -Por más que me guste ver hombres sin camisa corriendo mientras sudan- sonrie divertido- tengo novio- muestra su mano, allí descansa un fino anillo que reconoce, es de Evan. -Claro, sigue burlándote en mi cara porque tu tienes novio- resopla. -Podrías tener novio, Potter podría arrodillarse ante ti y rogarte que lo quieras de lo mucho que le gustas. -Eso terminaría mal- suspira Regulus- no sigas diciéndome esas cosas. -Bien, ¿y si jugamos al ajedrez? eso te gusta- lo codea, tratando de pasar tiempo con su mejor amigo. -Quiero ir con James, Barty- suspira el pelinegro- lo necesito. Crouch asiente, no hará una escena, sabe que Regulus no lo está cambiando. -Bien, ve, te vigilo de que llegues bien al campus y luego volveré a slytherin a divertirme un rato con mi chico- sonrie divertido- ¿vas a gryffindor luego? -¿Necesitas que vaya a gryffindor?- eleva una ceja. -Quizá- sonrie divertido- ve por tu perfecto príncipe azul- lo molesta, señalando el campus. Regulus rueda los ojos divertido y camina hacia el campus. -Mal punto Frank- escucha la voz de James que está en los aires, no tan lejos del piso. Regulus abraza la botella que le pidió amablemente a los señores Potter que compren para James y lo observa. Potter siente su magia asi que voltea, sonrie y desciende en su vuelo, bajando de la escoba al llegar al piso. -Ey- saluda mirándolo- ¿cómo te fue?- pregunta. Regulus asiente. -Algo de magia y de que primero debo ver al médico de nutri... -...ción- completa James.  -Sí, eso. Te traje agua, tus papás la compraron- le extiende la botella de agua. -Oh, gracias bonito- sonrie tomando la botella. -James- la voz de Sirius se escucha cercana, alcanza a bajar con algo de dificultad, se lo nota muy cansado- no puedo más, necesito un descanso- pide. -Claro, terminaste por hoy, ¿por qué no me dijiste antes si estabas cansado, Pads? -Es que te ves tan entusiasmado con esto y yo también quiero ganar pero...- suspira cansado, James le extiende su botella de agua- gracias. -Quédate con Regulus, llamaré a Moony- busca su varita en sus bolsillos pero no está. Mete su mano al bolsillo trasero de Regulus y saca la varita de Black. El ciervo plateado se inclina ante Regulus y luego mira a James. -Con Remus, necesitamos que venga- habla, aunque el patronus no puede hablar, solo llegar hasta Lupin y él lo interpretará. -Ven- Regulus estira su mano. -¿La tomo?- pregunta Sirius, el menor de los Black asiente. -Vamos a sentarnos- avisa, guiando a Sirius a las gradas. "Gracias" lee Regulus en los rojizos, y apetecibles, labios de Potter. "De nada" responde de la misma forma, sonriendo de costado. James le guiña un ojo y le tira un beso, sin que Sirius se de cuenta, y vuelve a ascender en su escoba, siguiendo con el entrenamiento. Regulus suspira enamorado, la magia de James brilla en el sol del dije de su cadenita, su mejilla dé repente no pica.
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