Capítulo 90
20 de julio de 2025, 23:56
-Sí, muy bien- sonrie Regulus, cerrando el libro- ¿bien ahora que sigue? ¿Historia de la magia?
-Sí pero- suspira, hundiendo su cara en el hombro del pelinegro- necesito un descanso.
-Ya casi es la hora del almuerzo- recuerda Black, acariciando su espalda.
-Sí, en un momento bajamos- asiente James.
Ambos se mantienen abrazados por un instante.
-Es que no sé donde está Regulus- escuchan la voz de Sirius mientras toca la puerta- Remus te estoy hablando, ¿vuelvo a hablarte y me ignoras?
-No te ignoro, claro que no- niega la voz el castaño. Regulus se aleja de James y se levanta para abrir la puerta.
-Sirius, ¿qué pasó?- pregunta Regulus, mirándolo.
-¿Qué hacen?- pregunta el mayor de los Black, asomándose a la habitación de James.
-Estudiando, como tu deberías hacer en vez de gritarle a tu novio guapo y millonario- señala Regulus.
Remus le guiña un ojo. James lo mira mal desde su habitación.
-Es que no lo entiendes- resopla el mayor de los Black, caminando hacia las escaleras, Regulus lo sigue, Sirius sale al jardín trasero, Regulus va tras él.
-Llevas desde anoche ignorándolo, Sirius ¿qué pasa?- pregunta, bajando su tono de voz.
-Siento que me oculta algo- responde el mayor- y no me gusta que me oculte las cosas, creí que confiaba en mi- suspira- yo...
-Él no podría engañarte Us- afirma Regulus- no es su estilo, de hecho no sé si tuvo pareja antes de ti.
-Una de verano- suspira, apoyándose contra la pared.
-Sí pero él no te engañaría- afirma seguro-¿por qué no hablas con él tranquilo y calmado? nosotros tendemos a dramatizar las cosas y quizá él solo tiene algún chiste interno con James.
-Si así fuese igual me enfada porque se supone que también soy su amigo, que primero fui su amigo, debería conocer los chistes internos- se cruza de brazos.
-Pero ellos son primos, Sirius. Llevan desde pequeños juntos, es como nosotros, solo nosotros conocemos los desfiles de los hermanos Star y lo de los calcetines- sonrie divertido, Sirius sonrie con él- y no es que no quieras a Remus y lo engañes por no contarle eso, es que es distinto, es distinta relación.
Sirius asiente.
-Sí, tienes razón- suspira- él es increíble y... fui muy tonto, él nunca miró a nadie más y nunca tuve nada para sospechar, quizá es como dices tu.
-Claro que es como digo yo. James no cubriría la infidelidad de Lupin- afirma- por más que sean primos. Tu lo sabes y yo lo sé.
-Sí, James es malísimo para guardar secretos de esa índole. Le da ansiedad, no puede guardarlos.
Regulus asiente.
-Sí, lo voy conociendo de a poco y comprendo porqué lo adoras tanto, él es increíble- responde, guardándose el suspiro enamorado.
-Sí, lo es- sonrie Sirius- es el mejor amigo del mundo.
-¡A COMER! oh, estaban aquí cerca- sonrie Alphard- a comer mis niños- pide suavemente, volviendo a entrar.
[...]
Luego de almorzar, James y Regulus se acuestan a dormir la siesta. Juntos, bajo un hechizo de ráfagas de viento, ya que hace mucho calor.
A eso de las tres y media ambos se despiertan.
Black durmiendo sobre Potter, como casi cada vez que duermen juntos.
-Hay que estudiar- bosteza Regulus sentándose y luego se estira para tomar el libro- ya casi terminas.
-¿De estudiar?- pregunta James, colocando sus manos en la cintura del pelinegro.
-Sí, ¿de qué sería sino?- frunce el ceño, todavía están medio dormidos- oh.. ya entendí. Siéntate y estudiemos- vuelve a bostezar.
[...]
-Ese fue el impacto de Merlín en la magia moderna- concluye James, besando su hombro desnudo. Regulus sonrie.
-Bien, terminaste historia de la magia, solo queda adivinación.
-Mañana- suspira, subiendo sus besos por el cuello de Black. Regulus siente la barba raspar su piel, pero el suave tacto de los labios de James lo obliga a mantenerse callado.
-Uhm- es todo lo que sale de la boca del slytherin.
Para el pelinegro está más que claro que James solo lo querría por una noche, cuando descubra que tan cruel es se iría corriendo y él debería volver a casa o dormir en la calle.
Regulus suspira entrecortadamente, pensando en la posibilidad. James siente el cambio de magia y detiene sus besos.
-¿Pasa algo?- pregunta Potter.
-No- niega Regulus, volteando para mirarlo a los ojos- solo estoy preocupado por mi patronus- miente, si le preocupa pero no pensaba en eso.
-Mis papás consiguieron un permiso de magia para que practiques hoy y mañana, yo te ayudaré.
-¿Hicieron eso por mí?- pregunta emocionado.
[...]
-¡QUE NO ME SALE!- grita Regulus, mirándolo mal- deja de insistir, ¡¿no ves que soy un maldito infeliz?!- mueve las manos, molesto.
James levanta las manos, en señal de paz.
-Está bien- habla suavemente, guardando su varita- no digas esas cosas, no te debe salir porque estás estresado pensando en eso.
-No me sale porque no tengo un maldito recuerdo feliz que baste, Potter. Es fácil para ti, tienes a los mejores padres del mundo, tienes una familia- suspira, dejándose caer en la cama.
-Tu también tienes una familia- susurra suavemente, acercándose con lentitud.
-Claro que no- responde, llorando contra la almohada de James- yo quería que mis padres mejoren, quería que ellos me amen y no me hagan daño, yo quería ser suficiente para ellos, ¡eran mis padres James!- levanta la mirada, Potter se sienta a su lado y estira su mano, acariciando su mejilla.
-Ellos nunca mejorarán Reggie- suspira triste- ellos no valen tu llanto, amor.
-Sí pero... Salazar, realmente hice todo lo que querían y nunca fue suficiente como para darme un abrazo, tus padres te abrazan siempre sin que hagas nada.
James extiende los brazos, llamándolo. Regulus se limpia las lágrimas con su manga y se sienta sobre James, hundiendo su cara en el pecho del mayor.
-Ellos estaban equivocados, ellos no te merecen- recuerda Potter- comprendo tu sentimiento- besa su cabeza mientras acaricia su cintura- yo también quiero enorgullecer a mis padres pero hiciste demasiado, cariño. Ellos son así y nunca iban a mejorar, y tu eres más que suficiente, eres increíble.
-Sí pero no me sale el patronus- solloza contra su pecho, angustiado.
-Bueno, te sacarás una S en vez de una E.
-Pero yo no quiero un "Supera las expectativas" yo quiero un "Extraordinario"
-Una nota no te define, bebé- recuerda James, suavemente.
-Lo sé- suspira Regulus. Luego de un rato logra calmarse, asi que James decide que es buen momento para ir a pasear, tomar un poco de aire. El sol ya está bajando asi que ya no hace calor.
[...]
-Te volví a ganar- sonrie Regulus- me debes un chocolate.
-Oh, maldita sea- sonrie James, bajándose del caballo.
-Gracias por el paseo, James- agradece Regulus mientras caminan hacia el pórtico de la casa- me divierte mucho cabalgar contigo.
-Eso sonó mal- James sonrie divertido.
-¿Tan necesitado estás que siempre piensas en sexo?- resopla Regulus.
-No- responde James- solo es mi humor.
Regulus asiente.
-Yo debo repasar mis apuntes- menciona, llegando al pórtico- abandonaré la idea de lograr un patronus- suspira.
-Podemos volver a intentarlo mañana- habla James, tomando su mano.
-No quiero volver a intentarlo, solo acéptalo como ya lo acepté yo.
-JAMES, REGULUS- llama Libra, que viene corriendo, las lágrimas caen de sus ojos.
-Lib, ¿qué pasó?- pregunta James preocupado mientras la toma en brazos.
-¿Te duele algo? ¿te sientes bien?- pregunta Regulus, también preocupado.
-Pato se perdió- solloza, contra el hombro de James.
-¿No te hiciste daño con nada?- insiste Regulus, la niña niega con la cabeza.
James y Regulus suspiran tranquilos.
-Era un pato, Libi- habla James, suavemente- los patos no suelen ser mascotas, ellos son libres en la naturaleza y están muy felices siéndolo.
-Pero era mi pato- solloza más fuerte- lo extraño.
-Lib- llama Regulus, tocando su hombro. La niña lo mira- él está bien- afirma- probablemente tenía una familia que lo amaba, como a ti- toca su nariz, la niña sonrie- quizá tenía patitos y una mujer pata.
-O un marido pato- se limpia la nariz contra el hombro de James.
-O un marido pato- sonrie Regulus- y probablemente está feliz muy muy feliz nadando por ahí y haciendo su vida de pato.
Libra asiente.
-Tienes razón- limpia sus lágrimas con sus manos- él está muy feliz con su familia aunque yo no lo vea.
-Exacto, cariño- asiente Regulus, quitando el rulo que se le pegó a la frente, cuando acomoda el rulo nota que su frente está muy caliente- tiene la frente caliente- susurra para James.
-Iré a llevarla adentro, papá debe saber qué hacer- afirma James, ambos entran.
-Hola- sonrie Sirius, mirándolos- ¿qué le pasó a Lib?
-Luego te cuento, ¿y papá Alph?
-Salió a una cena romántica con papá Mont- responde el mayor de los Black.
-Mierda- se queja James.
-¿Mierda?- copia Lib.
-No, no, no- niega James- es una mala palabra, no puedes usarla.
-Si todo está bien, seguiré estudiando- señala Sirius.
James asiente.
-Un baño caliente- habla Regulus, haciendo memoria para recordar lo que decía el libro sobre cuidado de niños.
-Oh, es una gran idea- asiente James, caminando escaleras arriba. Regulus lo sigue, preocupado.
[...]
Regulus relata un cuento para dormir mientras Libra llora del dolor de cabeza y su malestar por la fiebre.
-Quiero a mi papi Alph- llama una y otra vez- quiero a papá Mont.
-Pronto volverán Lib- susurra James- pero debes tranquilizarte, dime que te duele.
-¡La cabeza!- grita cansada.
-Tu padre dijo que hoy no durmió siesta- susurra Regulus, sentado en la silla junto a la cama.
James suspira y bosteza, llevan ya un buen rato con Libra. Regulus la ayudó a lavarse el cabello, mientras James preparó la sopa que hace su padre cuando están enfermos y también le dieron el remedio para niños.
-Ve a repasar, tu querías estudiar un poco- se restriega los ojos, luego de quitarse los lentes- me quedaré con ella hasta que se duerma.
-Claro que no, me quedaré aquí, yo también estoy preocupado por ella.
Libra bosteza y sigue llorando.
-Eres muy dulce- sonrie James, colocándose nuevamente los lentes, está acostado junto a la pequeña, tratando de calmarla con sus abrazos pero no funciona.
Regulus piensa.
-Oh, oye Lib- llama el pelinegro. La niña lo mira- ¿sabes francés?- pregunta, la niña asiente.
(escúchenla)
Regulus canta la suave melodía mientras la niña deja de llorar y cierra los ojos, abrazándose al peluche de pato que sus padres le compraron recientemente.
James parpadea pesadamente, tratando de no dormirse.
-Wow, eso fue- bosteza- increíble, Reg. ¿Vamos a dormir?- susurra.
-Debemos cenar- recuerda Regulus, prometió cumplir el plan del médico y lo hará.
-Cierto- asiente James y se levanta de la cama, bostezando.
-Yo cocino- propone, pasando sus brazos por el cuello de James.
-No, está bien. Yo cocino, tu quédate tranquilo- responde, afirmando sus manos a la cintura de Regulus
-No, yo cocino. Me gusta cocinar y quiero aprender a cocinar bien. No sé que me deparará el destino pero quiero cocinar para mi familia, quiero cuidar a mi familia- sus ojos brillan imaginándose a él cocinando junto a sus hijos mientras James los mira con una amplia sonrisa.
James suspira y sonrie, la imagen de Regulus cocinando junto a esos niños pasa por su mente.
-Bien pero yo te ayudo, no quiero que te quemes con la cocina nueva que compraron mis padres, es muggle y es difícil de comprender al principio.
-Tranquilo- sonrie el pelinegro, aún abrazándolo por los hombros- llamaré al hombre, león, gryffindor si necesito ayuda- sonrie burlonamente, James suelta una carcajada. Regulus coloca una mano en su boca.
-Shh, Lib sigue durmiendo- susurra Regulus- por eso estamos hablando en susurros- recuerda obvio.
James asiente, Regulus quita su mano y tira del brazo de Potter para sacarlo de la habitación.
-Maldita sea- escuchan a Sirius quejarse mientras bajan las escaleras- maldito hechizo, maldito profesor, maldita escuela, ¡maldita la madre que me dio a luz!
-¿Por qué tan exagerado, Pads?- pregunta James cuando llegan al living.
-Es que no me sale este hechizo de encantamientos- resopla.
-¿Cuál, Paddy?- cuestiona, caminando hacia él.
-Comenzaré a hacer la cena- avisa Regulus-tu ayúdalo a él, yo te llamo cuando tenga que prender la cocina muggle.
James sonrie en respuesta y toma el libro que Sirius le extiende.
Sirius los mira y frunce el ceño pero no dice nada, vuelve a concentrarse en su hechizo
[...]
-James, ayúdame- pide Regulus, asomándose por la puerta de la cocina. Potter se levanta rápidamente-¿Remus se fue?- cuestiona, mirando a su hermano mayor.
-Sí- suspira- ya arreglamos las cosas, quería ver a su familia, él extraña mucho a sus hermanas a pesar de que las ve en el colegio.
-Son muy unidos ¿no?- pregunta Regulus mientras James entra a la cocina, pasando a su lado.
-Muy y yo también las quiero mucho- sonrie- el otro día Cissy me llamó "hermano" y me derritió el corazón.
-Sí- sonrie Regulus- igual diles que eres MI hermano y no te comparto- se señala a sí mismo, entrecerrando los ojos. Sirius sonrie divertido.
-Te amo, hermano- sonrie Sirius, tirándole un beso. Regulus sonrie divertido.
-Bobo- responde el menor de los Black y vuelve a la cocina.
-Los adoro- sonrie James, sosteniendo la perrilla del horno esperando a que se prenda.
-También te queremos- responde Regulus.
-¿Qué es esto que huele tan rico?- pregunta, señalando la sartén con su mano libre.
-Estoy haciendo una salsa para el pollo que debo hacer primero pero no sé cortarlo- sonrie de lado- ¿tu sabes?
-Claro, cariño- asiente James.
-Genial, está en el refrigerador- señala mientras busca una tabla.
James corta el pollo mientras Regulus lo mira con asco.
-¿No te gusta?- pregunta James, Black se tapa la boca y corre al baño, a vomitar.
-¡Reggie! ¿qué pasó?- pregunta Sirius, corriendo detrás de él.
James suspira y cierra los ojos, debió cocinar él, que Regulus vomite no es nada conveniente para el tratamiento. Se lava bien las manos y camina hacia el baño, tranquilo porque Sirius lo acompaña.
-Estoy bien- repite Regulus- solo me dio asco el pollo.
-Pero si te gusta el pollo- escucha la voz de Sirius.
-Sí pero... no sé- suspira Regulus.
-Reg... ¿tú...?- pregunta Sirius, tratando de no ser tan directo.
-¿Yo qué?
-No me gusta saber de tu vida muy íntima, sabes a lo que me refiero, pero... ¿has estado con alguien?
-No, me dio asco el pollo crudo, como James le quitaba la piel, giu.
-Déjale ese trabajo a Prongs entonces- escucha la voz de Sirius que suena como si estuviese sonriendo- además no tienes la suficiente fuerza como para cortar los huesos.
-Tu tampoco.
-Sí, tienes razón. Pero dejemos a James cortar el pollo, ¿qué tal si te ayudo con el patronus mientras el corta el pollo y lo coloca en el horno?- propone.
-No lo sé, Sirius- suspira Regulus, abriendo la puerta, allí está James.
-¿Estás bien, Reg?- pregunta James, acariciando sus hombros.
-Sí- asiente- ¿puedes terminar tu de cortar el pollo?- pide, mirándolo a los ojos.
-Sí, claro- acepta James y camina hacia la cocina.
[...]
-¡JAMES VEN A VER ESTO!- grita Regulus. Potter deja la sal y corre al living.
-¿Qué pasó? ¿están bien? ¿algo está mal?- pregunta, con su varita en mano.
Los hermanos Black lo miran confundidos, ambos ladean la cabeza hacia la derecha. James sonrie divertido al notar las grandes similitudes entre ambos.
-No es nada malo- habla Regulus, moviendo la cabeza al darse cuenta que estaba haciendo el mismo gesto que su hermano- pero mira, mira- camina hacia él y toma su mano, lo mira, luego a Sirius y cierra los ojos. Sus recuerdos pasan desde los desfiles de moda con su hermano, las risas de cuando eran aún más pequeños y la primera vez que cabalgó con James, ambos solos, cuando la luz apareció en su vida- ¡Expecto Patronum!- exclama firme, de su varita brota un poco de niebla plateada. Regulus sonrie, si se puede aún más, emocionado y se abraza al brazo de James- ¡es un gran avance! ¡antes no salía nada!- señala.
-Oh Reggie, estoy muy feliz y orgulloso de ti- sonrie James, abrazándolo firmemente.
Regulus devuelve el abrazo, hundiendo su cara en el pecho de James.
-Gracias, gracias- responde el menor de los Black. Sirius los mira, manteniéndose en silencio. Regulus se da cuenta de que su hermano sigue allí asi que se aparta disimuladamente-Fue gracias a Sirius- señala.
-No, es tú merito- sonrie el mayor de los Black- yo solo... nos perdonamos y muy sinceramente, quizá eso te nublaba los recuerdos.
Regulus asiente.
-Creo que fue eso porque ahora tengo un montón de recuerdos felices- sonrie, tomando las manos de James y luego las suelta.
-Bueno si sigues practicando podrás hacer uno corpóreo- sonrie James,
-Apruebo solo con la niebla plateada, asi que dormiré en paz y me tomaré mi tiempo para practicarlo luego.
-Eso está bien- señala Sirius- el perfeccionismo enfermizo que nos inculcó Walburga te hace daño, si apruebas con eso no te presiones a lograr el patronus si o si en una semana, luego podrás practicarlo el año que viene, yo estaré siempre para ayudarte.
-Yo también- sonrie James- yo siempre estaré para ustedes.
-Aww gracias, que lindo- sonrie Regulus- pero en serio yo no tocaré ese pollo hasta que tenga color a pollo.
James suelta una carcajada y asiente.
-Claro, ya lo llevo al horno- avisa, caminando a la cocina, Regulus lo sigue.
-Tu vuelve con él, yo cortaré algunos vegetales para hacerlos a la sartén y haré un puré de papas... sé que te gusta, ¿te apetece?- sonrie, apoyándose en la mesada.
-Me encanta el puré de papas- sonrie James- pero como lo que hay, no te preocupes- sonrie de lado, cerrando el horno.
-Haré puré de papas- afirma- ¿a Sirius le salió el encantamiento?
-No, estábamos en eso, volveré con él. No te quemes, no toques estas tampoco- señala las hornallas prendidas.
-No soy gryffindor, James- responde divertido, cruzándose de brazos.
-No, ¿por qué?- frunce el ceño- oh... no somos bobos- Regulus eleva una ceja- no soy bobo- Regulus eleva la otra ceja, James ríe- bueno soy un poco bobo pero tengo otros atributos- Black sonrie ampliamente y lo mira de arriba abajo.
-Sí, no discutiría eso- responde y camina hacia el cajón de verduras, para sacar papas.
-Bien, vuelvo con Sirius, no toques la hornalla ni el horno y tampoco la sartén cuando se calienta, ¿si?- pide, Regulus asiente.
[...]
-James, la niña está llorando- habla Regulus, saliendo de la cocina rápidamente. James y Sirius están escribiendo en un pergamino, estudiando juntos- quédate, yo voy- avisa, subiendo las escaleras.
-¿Cómo supo?- pregunta James- yo no escuché nada y eso que tengo oído desarrollado.
-Sí, yo tampoco, quizá estamos muy concentrados en esto- señala el pergamino. James asiente.
-Iré a ver, tu sigue repasando eso ahora cuando vuelvo armamos otra red conceptual, que lindo es estudiar juntos ¿por qué no lo hicimos antes?- sonrie, caminando hacia las escaleras.
-¿Estudiar?- pregunta Sirius, divertido.
-Claro que estudiar, Sirius Orión.
-Agh no me digas así- resopla, divertido.
James sonrie y corre el ultimo tramo de escaleras para llegar más rápido.
-¿Todo bien aquí?- pregunta, entrando en la habitación de Lib.
-Shh- calla Regulus mientras acaricia el cabello de la niña y tararea una canción de cuna.
-Lo siento- susurra James- ya está dormida igual- señala- ella hace eso, llora un momento y luego se vuelve a dormir, lo hace cuando está enferma, le quedó la costumbre de cuando era aún más pequeña.
-Me encanta la idea de saber más sobre cuidado de niños- susurra Regulus levantándose de la cama, estaba sentado junto a la pequeña. James lo sigue, abriendo la puerta para Black- leí un libro hace mucho pero muy poco porque mis padres me criaron con la idea de que la mujer se encarga de eso pero... ¿y si no quiero mujer? ¿y si quiero ser yo el que de a luz? no está mal, mi psicomaga me dijo que no está mal.
James sonrie ampliamente y besa su mejilla.
-Es increíble todo lo que has aprendido, cariño- toma sus manos, besando sus nudillos- estoy orgulloso de ti.
-Gracias- sonrie Regulus. Ambos se miran a los ojos, profundamente- iré a terminar de cortar los vegetales- suelta las manos de James y camina escaleras abajo.
Potter siente su corazón latir rápidamente, "un cigarrillo" piensa inmediatamente, y eso hace, baja las escaleras y camina directo al jardín, fumando dos cigarrillos para calmar su "ansiedad"
[...]
-¿Y James?- pregunta Regulus, ya terminó todo, ahora solo falta esperar y revolver las cosas cada tanto.
-Afuera- señala Sirius, leyendo sus apuntes.
Regulus camina hacia la puerta y sale.
-Qué frío- suelta, abrazándose a si mismo- ¿otra vez fumando, Potter?- resopla Regulus, James voltea de inmediato.
-¿Uhm?
-Deja de fumar- exige.
-Solo uno- pide, alejando el cigarrillo para que no le llegue el humo.
-¿Por qué hay dos restos de cigarrillo tirados en el piso?- señala.
-¿Solo tres?- sonrie nervioso, rascándose la nuca.
Regulus se acerca a él y le quita el cigarrillo de las manos, tirándolo al suelo y pisándolo.
-Ya fue demasiado, James Fleamont Potter- habla serio, cruzándose de brazos.
-Es que tengo ansiedad- resopla Potter.
-¿No puedes quitártela con algo más? ¿qué dijo tu psicomaga? ¿con un dulce?
-El dulce que necesito no está dentro de mis posibilidades- responde, mirando los hermosos labios de Regulus.
-Pero si tienes dinero, James- suspira Regulus.
-No se trata de dinero- responde- pero ya, volveré a repasar lo de DCAO con Sirius.
-Bien, yo iré a bañarme- se acaricia los brazos, con frío- James lo abraza y ambos entran a la casa- iré a bañarme, Sirius- avisa caminando escaleras arriba.
-Ok- responde su hermano.
-Respondes como mi papá cuando le pregunto a que hora es el partido- sonrie James, divertido. Sirius responde con una sonrisa.
Regulus llega al final de la escalera y voltea a verlos, encontrándose con un James y un Sirius adultos.
-¡Tío Sirius, mira esto!- grita el pequeño niño que reconoce como Harry.
-¡El mío salió más lindo, mira el mío, mira el mío!- pide esa la niña esa que pintó en su cuadro.
-Tranquilos niños- pide James- el tío está embarazado no tiren de sus brazos porque lo harán caer.
-Sí, tranquilos- pide Sirius- estar embarazado no es nada facil- suspira cansado- traigan las figuras de arcilla aquí que yo las miro.
-Mira, ahí está papá- señala Harry, corriendo hacia él.
-Por fin salió de bañarse- molesta Barty, saliendo de la cocina.
Cuando Regulus se agacha para abrazar al pequeño, se tambalea hacia adelante, cayendo por las escaleras.
James actúa rápido al verlo, toma su varita y detiene su caída.
-Aunch- se queja Regulus, suspendido en el aire, James va a buscarlo.
-¿Estás bien, Reg?- pregunta, tomándolo en brazos.
-Sí, solo... no lo sé, me maree un poco- suspira- solo fue un golpe- toca su muslo, que duele bastante, James lo lleva a su habitación.
-¿Quieres que te ayude? ¿necesitas algo? llámame cuando termines y te vengo a buscar así no tienes que bajar solo, ¿quieres algo dulce? buscaré un poco de chocolate, espérame aquí.
-De postre- pide, tomando su mano- ve con Sirius, te llamo cuando termine de bañarme- pide.
-No cariño, yo me quedo aquí- se sienta en la cama, cruzándose de brazos. Regulus lo mira y suspira.
-Bien pero te preocupas demasiado- toma su pijama, buscando su ropa interior.
-¿Por ti? siempre- sonrie- ve, yo te espero aquí.
-¿Y si tardo mucho?
-Te esperaría por siempre- suelta, se arrepiente al instante, no quiere asustarlo- de que salgas de bañarte, es un dicho, tocaré la puerta si tardas más de quince minutos- sonrie nervioso.
Regulus sonrie antes de entrar al baño.