ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 99

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Lunes, 21:30. Los merodeadores gritan mientras juegan a algún juego de mesa. Regulus y Libra se cubren los oídos. -Yo tampoco los soporto- habla la niña, pintando junto a Regulus- mira, ya terminé- muestra su cuadro. -Wow, te quedó hermoso- sonrie Regulus. Los merodeadores ríen fuerte, los pelinegros suspiran fuertes, molesto por el ruido alto que rompe su paz- a ver el tuyo. -¿Quiénes son?- cuestiona Lib. -Nadie en particular- miente Regulus. -Lib cariño- llama Alphard, pasando por la chimenea junto a su esposo- Elizabeth te invitó a una pijamada en su casa. -¡Sí!- exclama emocionada- ¿Cómo sabes? -La cruzamos en el supermercado- responde. Mont deja las bolsas de compras sobre la mesa. Regulus abraza suavemente su cuadro, le buscará algún lugar para que nadie lo vea. -Iré por mis cosas- avisa Libra y sube corriendo las escaleras. -Báñate- recuerda Alphard, mirando las compras. -Recién me bañé- responde la niña, a mitad de la escalera- Reggie me ayudó a lavar mi cabello. Alphard mira a Regulus, sabiendo que no le mentirá. -Sí, y armé sus rulos- señala el cabello de la niña. -Genial, gracias Reg- agradece Mont, revolviendo su cabello. Regulus se quejaría pero el acto paterno es reconfortante, prefiere estar despeinado a no sentirse querido y eso es un gran avance para él y su enfermizo perfeccionismo. [...] Alphard y Regulus guardan las compras mientras Mont acompaña a Lib a la casa de su amiga. -Entonces el personaje principal se murió- comenta Alph, hablan de un libro. -¿Qué? ¿todo eso para que simplemente muera?- resopla el adolescente. -Yo pensé en lo mismo- habla el mayor, indignado. -Aprenderé a nadar lo antes posible- sonrie divertido. -James nada muy bien, aprendió con Mont, le diré que te enseñe- sonrie de regreso. -Pa, ¿podemos pizza?- pregunta James, apoyándose en la barra de desayuno. -"Hola papá, hola Regulus, buenas noches, ¿qué comeremos? ¿puede ser pizza?"- corrige Alphard- sí, puede ser pizza, ahora papá vuelve y las amasa. ¿Pueden dejar de gritar? llevo dos minutos aquí y casi me sangran los oídos- resopla cansado. -Claro pa, lo siento- se disculpa, Alphard asiente y se voltea a guardar el té- ¿Reg? ¿todo bien?- sonrie coqueto. Regulus asiente, James sonrie en respuesta y vuelve al living. [...] Martes. Regulus toma su té mirando por la ventana, Lib no está, los chicos duermen y Alphard y Fleamont charlan de sus asuntos mientras desayunan. Está aburrido, lleva desde que llegaron los amigos de James (domingo en la noche) sintiéndose solo y aburrido. -Hola cariño- saluda Alphard, sentándose en el sillón, a su lado. Deja una bandeja con su desayuno en la pequeña mesa junto al gran ventanal y desayuna a su lado, haciéndole compañía- ¿estás aburrido?- pregunta luego de un rato. Regulus asiente. Fleamont se sienta en el apoyabrazos del sillón individual donde está sentado su esposo. -¿Te gustaría acompañarme a la empresa? Alph quiere quedarse en casa lavando ropa y yo necesito que me ordenen algunos papeles- El adolescente sonrie y asiente, hacer actividades con su nuevas figuras paternas le parece emocionante. -Aunque... no sé hacerlo- responde Regulus, torciendo la boca. -Te enseñaré, es super fácil- sonrie amablemente, robando una galleta de la bandeja de desayuno. -Monty- reta Alphard- es de Regulus. -Yo les comparto- sonrie el pelinegro, tomando el plato y extendiéndoselo a Alphard- me llené con la fruta y las tostadas. -¿Sí?- cuestiona Alphard, Regulus asiente- igual no quiero, cariño. Muchas gracias-hay que tomar las pastillas- recuerda. El adolescente asiente. -Ya mismo- se levanta del sillón y sube las escaleras. Mont y Alphard se miran sonrientes, Regulus ha evolucionado mucho desde que llegó- esperen, ¿qué debo ponerme?- cuestiona, deteniéndose a mitad de la escalera. -Cualquier cosa que sea más o menos formal, pero lo que quieras- responde Fleamont, encogiéndose de hombros. Regulus asiente y sigue subiendo las escaleras- ¿me lavas el otro uniforme luego?- pide, mirando a su esposo. -Sí, cariño- asiente- aprovecharé que no está Lib y los chicos duermen para ordenar y limpiar un poco- suspira- es más fácil con la casa sola. -Sabes que puedo hacerlo yo cuando regrese- habla, tomándolo por la cintura para levantarlo y sentarse en su lugar, sentándolo sobre sus piernas. -No, tu ve a conseguir dinero, yo limpiaré en pijama- sonrie divertido- y lavar la ropa escuchando música me encanta. Fleamont sonrie divertido. -Debes ser el único que piensa eso- se burla en chiste. -Mentira, Cygnus también, viene de cuando lavábamos nuestra ropa cuando nuestros padres le prohibían al elfo que nos lave la ropa porque "nos portábamos mal". Colgar la ropa con el sol del verano disolviendo los toques de aquellos asquerosos en nuestros cuerpos era reconfortante. Mont lo abraza, besando su frente. -Lamento haberme burlado de eso, no... no sabía esa parte. -Tranquilo- acaricia su mejilla y roba un beso- estoy feliz de pasar cada día de mi vida contigo, sintiéndome amado y seguro. -Gracias a ti por amarme- responde Fleamont y une sus labios, besándolo dulcemente. [...] -¿Qué quieres almorzar, Reg?- pregunta Alphard, antes de que se vayan. -Cualquier cosa, señor- responde el adolescente. -Debes elegir- señala Fleamont. -Pastas, no sé- responde, encogiéndose de hombros. [...] -Aquí es la cafetería, buen día Steve- saluda. -Señor Potter- devuelve el saludo, bajando y subiendo la cabeza. -Él es mi hijo Regulus, si quiere algo corre por cuenta mía ¿okey? -Sí, señor- asiente. Ambos se alejan. -Es una cafetería externa que nos dio una cede aquí, por eso se cobra. Pero el almuerzo y el café es gratis- comenta Mont, caminando por la empresa. -Señor Potter- saludan las recepcionistas al verlo llegar. -Buen día, él es mi hijo Regulus, me ayudará el día de hoy. -Lo ayudaremos en lo necesario- sonrie una de las más jóvenes, jugando con su cabello. -La próxima la despido- corta Fleamont, mirando serio a la joven de 19 años-coquetear aquí no. -Lo siento mucho, señor- se disculpa. -Bien, ven Reg- sonrie Mont- te llevaré hasta mi oficina, te enseñaré a ordenar los papeles como Alph y luego me iré a una reunión, ¿okey? Regulus asiente, caminando a su lado. [...] -Buen día- saluda James, bajando las escaleras. -¡Está el piso mojado!- exclama Alphard, James se detiene y vuelve sobre sus pasos. Luego de un rato, vuelve a bajar. -¿Ya puedo pasar?- pregunta James. -Sí, cariño- responde Alphard desde abajo, mientras cocina un pastel- buen día. James camina hasta él y lo abraza, cansado. Siempre fue muy cariñoso, muy pegado a Alphard. -Hola pa- saluda. -Hola James, ¿Cómo dormiste? -Poco- bosteza, sentándose a su lado- ¿y Reg? no lo siento aquí pero está bien. -Sí, fue con papá, a ayudarlo con el papeleo. -Oh- asiente- eso le gustará- bosteza- él es muy ordenado. -¿Y? ¿algún avance?- pregunta mirando a su hijo. -¿Con qué?- frunce el ceño. -Regulus- responde en voz baja- declárate- anima. -Claro que no ¿estás loco?- resopla- él... yo... no... Alphard rueda los ojos y sirve café para James con algunas galletas. -¿Qué vamos a almorzar?- pregunta James, tomando la taza de café que su padre acaba de dejar delante de él. -Regulus eligió pastas- menciona Alphard. -Hay que hacer- se levanta rápidamente, olvidando su desayuno- yo la preparo. -Desayuna primero ¿sí?- pide, colocando la mezcla en un molde de pastel. -No, luego como, ¿Qué hora es?- pregunta, buscando los ingredientes. -Las once- responde Alph. -Entonces ya mismo debo comenzar o se hará muy tarde. Alphard sonrie divertido y mete el pastel al horno. -Iré a tender la ropa- avisa- no ensucies demasiado que acabo de limpiar. James asiente y comienza a hacer los espaguetis caseros. [...] La chimenea suena mientras James revuelve la salsa de tomate con carne (tuco) Potter se asoma, Regulus y su padre llegan riendo. -Buen día- saluda Regulus mirándolo- huele genial- sonrie. -Estoy cocinando pastas, papá dijo que querías- sus ojos brillan, combinando con los brillantes ojos grises. -Oh- se sonroja, bajando la mirada- gracias, supongo- se encoge de hombros- huele genial- repite. -¿Quieres probar la salsa? ya casi está. Regulus asiente y lo sigue hasta  la cocina. Le da gracia que lleve un delantal rosa con corazones, su pecho ancho y sus grandes biceps resaltan detrás del pequeño delantal. -Te queda bien- se burla Black, señalando el delantal. James sonrie divertido y flexiona los brazos, mostrando sus músculos. Lleva la musculosa blanca nuevamente, asi que puede verlos bien. Regulus se muerde el labio inconscientemente y luego mira la salsa, "debo estar tan rojo como ella" piensa, revolviendola. -Con un pan- alcanza James- y dime que te parece- se quita el delantal y se apoya en la mesada, a observarlo. Regulus moja el pan en la salsa y se lo lleva a la boca, bajo la atenta mirada de James Potter. Saborea y luego asiente. -Deliciosa- concluye-¿cocinaste tu?- cuestiona, tomando otro pedazo de pan para comer un poco más. No está deliciosa, está lo que sigue a deliciosa, se nota que cocina con cariño. -Sí, ¿ves a alguien más por aquí?- sonrie divertido. -Quizá tu padre- responde con la boca llena. -Come primero- habla James, apretando sus mejillas. Regulus mastica mirándolo a los ojos. -Lo siento-Regulus tartamudea luego de tragar el pan.  James sonrie y golpea suavemente su mejilla. -Buen día- saluda Peter, bostezando- que rico olor. -Ya casi comemos, le faltan diez minutos a los espaguetis- responde James. El rubio asiente. -¿Pongo los platos?- propone, James asiente. -Primero lávate las manos- exige Regulus, viéndolo limpiarse la baba seca de la cara. Peter asiente y camina hacia el baño. [...] -HOLA- grita Sirius, emocionado. Hace un rato se despertaron con Remus y entraron a bañarse juntos. La experiencia mejoró totalmente el ánimo "mañanero" (porque ya son las doce y cuarenta) de Sirius. -Ay Sirius, no grites- se queja Regulus, frunciendo el ceño. -Buen día- saluda Remus, bajando las escaleras detrás de él. -¿Y Lib?- pregunta James. -La fuimos a buscar con Regulus y quiso ir con Lyall, Cygnus y las trillizas. James asiente. Los merodeadores se pierden en su charla recordando las antiguas bromas de Hogwarts y Regulus vuelve a sentirse solo. James coloca su mano sobre el muslo izquierdo de Regulus y sigue charlando. Black sonrie de lado, sintiéndose reconfortado. La escena ocurre bajo la densa mirada de Sirius Black, quién decide no decir nada. [...] -¿Seguro que no quieres venir?- insiste James. Regulus niega con la cabeza. No quiere ir en medio de cuatro monos a pasear. No se siente parte cuando están juntos y menos si está Peter, no le agrada demasiado. -No, gracias- responde, leyendo su libro. James, sentado a su lado, acaricia sus muslos y apoya su cabeza en el hombro de Regulus. -¿Muy seguro? -Sí- responde simplemente. James suspira y se levanta del sillón, Regulus se levanta con él. -Te traeré algo bonito- responde. Regulus mueve la mano, despreocupadamente. -Llévate un abrigo- recuerda apretando suavemente el bícep de James, sin poder evitarlo-¿y para qué la mochila?- cuestiona. -Ahí llevo el abrigo- responde James, quitándose la mochila para mostrarle que tiene el abrigo allí. -No lo olvidaste- sonrie divertido y pasa sus dedos por la mejilla de Potter- debes afeitarte- recuerda. -Luego me afeito, lo prometo- besa suavemente su mejilla para no hacerle daño y luego sale de casa. Regulus lo mira por la ventana y mueve su mano, saludándolo. Los merodeadores ya lo esperan en el auto. James sonrie y mueve su mano, devolviéndole el saludo. -¿No quiso venir?- pregunta Sirius. James niega con la cabeza. -Le compraremos algo lindo- comenta, arrancando el auto. -Vayan despacio- exige Fleamont, golpeando la puerta del auto- si vas al supermercado trae condones, hoy me olvidé de comprar. James asiente, esas cosas no son tabúes en casa. -Mejor, no quiero más hermanos- sonrie divertido, quitando el freno de mano. Fleamont ríe levemente y se aleja. -¡CON PRUDENCIA!- grita antes de que se vayan. Regulus escucha a su magia, buscando alguna advertencia de accidente o algo así, no hay, asi que se queda tranquilo. [...] -¿Aburrido?- pregunta Alphard. Regulus se encoge de hombros- puedes invitar a tus amigos si quieres ¿sabes? Regulus niega con la cabeza, sería desubicado de su parte. Además esos cuatro ya son un gran trabajo para los señores Potter. -Estoy bien- responde Regulus mirando su libro, el que ya leyó dos veces. -¿Qué tal si me acompañas a la clase de yoga y luego vamos por decoraciones para tu cuarto- sonrie, Regulus asiente emocionado.
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