Capítulo 100
20 de julio de 2025, 23:56
El teléfono muggle de la oficina de Fleamont suena.
-¿Sí?- pregunta, tomándolo.
-¿Hablo con el señor Fleamont Charlus Potter?-preguntan desde la otra línea.
-Sí, señora. ¿De dónde llama?- pregunta, jugando con la pluma entre sus manos.
-Desde el banco, señor- responde la mujer- ¿puede ser que tiene un cargo reciente por £1,105?
(£7.370 actuales)
-Sí- asiente- es mi esposo y mi hijo comprando decoraciones. Tenga buena tarde- y luego corta.
-¿Alphard fue de compras?- pregunta Lyall a su lado.
-Ujum, pásame ese pergamino- pide, mojando su pluma otra vez.
[...]
Regulus frunce el ceño al ver que los hombres lo miran cuando pasa.
-¿Por qué me miran?- pregunta a Alphard.
-Porque llevamos ropa deportiva y son unos malditos animales- responde Alphard.
-¿Por qué está tan tranquilo?
-La magia Potter no solo te cuida de los hechizos- responde- la magia de Mont es muy fuerte.
El adolescente asiente y sigue caminando a su lado. Alphard le prestó unas mallas deportivas, ambos van completamente de negro, excepto que Regulus lleva la campera de quidditch de James.
[...]
Dos horas después.
-¿Aquí?- pregunta Fleamont, tomando un clavo.
Regulus niega con la cabeza.
-Un poco más a la izquierda, ahí sí- sonrie.
-Ya volvimos- avisa Alphard.
-¡Hola Reggie!- saluda Lib, abrazándolo.
-Hola Lib, ¿cómo te fue?
-Muy bien, nos metimos a la piscina.
-Sí, veo- sonrie divertido, tocando su cabello enredado y seco.
-A bañarse- exige Alphard, caminando hacia la habitación de su hija. Fleamont prende el taladro, agujereando la pared.
-Ay no quiero, ya me bañé en la piscina- se queja Lib, luego de que su padre termine de hacer ruido.
-Eso no es bañarse- recuerda Fleamont, tomando el cuadro- ve a bañarte, no hagas renegar a papá.
Libra suspira y mira a Regulus, quién asiente.
-Reg, dejé el otro cuadro abajo, ¿me lo traes, por favor?- pide Mont, Regulus asiente.
-De inmediato- sale de la habitación y baja las escaleras.
Mientras busca el cuadro, la puerta se abre.
James entra con una bolsa en mano, y se queda un instante quieto en la entrada, mirando a Regulus.
-Oh, hola- saluda Regulus, enderezándose con una sonrisa discreta- ¿Cómo les fue?- cuestiona.
James balbucea, su rostro enrojeciendo ligeramente, mientras intenta evitar la mirada del pelinegro mirando el piso. Regulus, notando la reacción, frunce el ceño, pero su expresión se suaviza al ver la incomodidad de Potter.
-Bien- responde con simpleza. Regulus sonrie divertido.
-¿Qué?- cuestiona Black, cruzándose de brazos. James niega con la cabeza y se voltea, no quiere mirarlo de más, no quiere hacerlo sentir incómodo- ¿tengo algo mal?
-No- niega James- ¿por qué?- deja la bolsa sobre el sillón y juega con el borde de un almohadón. Regulus coloca su mano sobre la espalda de James, sobresaltándolo.
-Porque no me miras, ¿estoy tan mal? es ropa de tu papá, fuimos a yoga- habla inseguro, buscando la mirada de James.
-Es que estás muy lindo, joder- responde Potter en voz baja, mirando sus manos.
Regulus sonrie divertido, le parece muy tierna su reacción.
-¿Y por qué no me miras entonces?
-Porque te haría sentir incómodo.
Regulus recuerda a los hombres de esta tarde, que silbaban y lo miraban con morbo. James es la contra parte, evitando mirarlo por completo. Vuelve a confirmar que James es un caballero.
-Que tu me mires no me pone incómodo- habla sincero- hoy a la tarde nos miraban y silbaban, eso me pone incómodo, que hombres desconocidos me miren como... como si fuese un objeto. Tu no.
-No quiero mirarte como ellos lo hicieron-dice en voz baja- No quiero que pienses que...- suspira, "aunque igual yo no soy suficiente para ti" piensa, pero no lo dice.
-No lo pienso- responde sonriente- puedes mirarme- dice, y en su tono hay una súplica muda ante la necesidad su mirada.
James voltea, recorriendo sus rasgos. Lo ve parado frente a él, en mallas deportivas pegadas al cuerpo, el cabello algo despeinado, con esa postura que mezcla elegancia con cierta timidez mal disimulada. Y lo encuentra hermoso.
Potter se aclara la garganta y toma la bolsa del sillón, extendiéndosela.
-Para ti- sonrie, mirándolo a los ojos.
Los ojos grises brillan intensamente.
-¿Para mí?- pregunta emocionado- ¿por qué?- toma la bolsa.
-Porque dije que te traería algo y eso hice. Espero que te guste- se rasca la nuca, nervioso.
Regulus sonrie y abre la bolsa, allí se encuentra con un peluche de serpiente. Sonrie ampliamente.
-Me encanta- opina- me encantan los peluches, muchas gracias, James- agradece, abrazándolo por los hombros. James desliza sus manos por su cintura y lo abraza, cerrando los ojos ante la reconfortante magia del menor.
-Me alegro que te haya gustado- susurra James, besando su mejilla.
-Lo colocaré en mi habitación cuando terminemos de decorar, ya casi- sonrie emocionado- ven a ver- tira de su mano. James recuerda que dejó a sus amigos en el auto, quienes esperan para salir a cenar. Aún así, James camina a su lado, tomando el cuadro que Regulus dejó sobre la mesa.
-¿Lo estabas fabricando?- bromea Fleamont. Regulus sonrie divertido, en algún otro momento de su vida pensaría que está enfadado, pero ya conoce el humor de su nuevo padre.
James le extiende el cuadro a su padre.
-Me encontré a James- señala, abrazándose al bicep de James.
-Y te distrajo- sonrie Fleamont divertido- muy mal, James- coloca el cuadro y luego se va.
-Mira, la biblioteca y mira, mira- habla emocionado, señalando el espejo nuevo- y también tengo nuevas cortinas, sábanas, mantas y almohadones- comenta- el señor Potter fue muy amable, no sé como se lo pagaré- sonrie de lado.
-Tranquilo, cariño. No hace falta- sonrie- quedó hermoso.
-Podemos dormir hoy aquí- sonrie emocionado, Sirius interrumpe el momento.
-Te estamos esperando, James- resopla el mayor de los Black- ¿ya avisaste que saldremos con los chicos? porque Lene, Cass, Frank y el resto están ya en el club.
Regulus suelta la mano de James y se acerca a la biblioteca a reacomodar los libros ya acomodado. James observa.
-¿Y si no vamos?- habla, mirando a Sirius sin mucho entusiasmo.
-Vamos, Prongs- insiste Sirius- irán todos los chicos, hace décadas que no salimos, por favor.
James vacila, con una mano aún colgando hacia donde antes estaba la de Regulus.
-No lo sé, Sirius. ¿Por qué no le dices a Remus que maneje hasta allí? yo me quedo.
-Estabas muy emocionado por la salida, ¿qué pasó?- pregunta.
James piensa, no le puede decir "quiero dormir con tu hermano para estrenar su habitación"
-Nada, solo... estoy cansado- miente James.
Sirius observa la mirada de su amigo fija en Regulus.
-No, tu vienes conmigo- responde Sirius, tomándolo del brazo.
-Sirius, si James no quiere ir...- habla Regulus, volteando.
-No, no es que no quiere venir- interrumpe Sirius, moviendo su mano libre. James se pasa una mano por el cabello, fastidiado.
-Oh- responde Regulus, mirando a James- sí, claro- asiente- diviértanse- trata de mostrarse indiferente- Yo terminaré de decorar aquí- señala su habitación mientras abraza el libro, apretándolo contra su pecho.
James lo mira con suplica, quiere quedarse con él no quiere romper su ilusión de estrenar la habitación y dormir juntos después de tantos días.
-Genial, nos vamos- concluye Sirius, tirando del brazo de James más fuerte.
-Suéltame- exige, moviendo su brazo para zafarse de su agarre- ve, ahora bajo.
El tono firme de James lo sorprende, Sirius vuelve a sentirse reemplazado por su hermano.
-Nunca me hablaste así- murmura antes de irse.
-Lo siento, Pads- se disculpa James antes de que Sirius azote la puerta.
-No le hables mal- pide Regulus, mirándolo a los ojos.
-Es que si estoy cansado y me quiero quedar contigo- murmura Potter, Regulus deja el libro en la biblioteca.
-Otro día, no importa- suspira, mirando el libro entre sus manos sin poder evitarlo, está desilusionado pero no quiere quitarle su lugar a Sirius. James se acerca a él y pasa sus manos por la cintura de Regulus.
-Reg...- insiste, acariciando su cintura.
-Ve, van todos tus amigos, será divertido- sonrie de lado, levantando la mirada- mañana organizamos, acaricia su pecho y se estira para besar su mejilla.
-¿Seguro? si me dices que me quede lo haré.
-Ve, en serio. Leeré un cuento para Lib.
-¿Me prometes que tratarás de comer?- pide, bajando sus manos hasta la cadera de Regulus.
-Cenaré bien, hasta llenarme- sonrie, golpeando su pecho. James responde con una sonrisa y besa su mejilla- ¡auch!- se queja Black, tocándose la cara.
-Mañana me afeito, hazme acordar si lo olvido- lo suelta- eres increíble, Reg- sonrie abriendo la puerta.
-No tomes demasiado- recuerda, mirándolo desde su lugar.
-No tomaré demasiado- afirma James.
Antes de salir, James deja la mano en el picaporte y echa un último vistazo a la cama: la serpiente y el león están juntos. Sonríe con un dejo de tristeza y luego le tira un beso, despidiéndose. La puerta se cierra y Regulus queda solo.
Regulus mira los peluches y sonrie.
[...]
Miércoles.
Regulus cose el agujero de la manga de Lib, quién se mantiene quieta, sentada sobre sus piernas.
-Era más fácil quitártela, ¿sabes?- sonrie divertido, mientras cose.
-Es que es mi campera favorita y hace frío- se excusa la niña.
-Sí, es temprano en la mañana, por eso hace frío- responde Regulus.
Alphard baja con el cabello desordenado y una camisa de Fleamont.
-Oh, niños ¿qué hacen despiertos tan temprano?
-Son las ocho, papá- responde la niña, Regulus evita mirarlo, comprendiendo por qué lleva ese look.
-Les haré el desayuno en un momento, iré a bañarme- señala arriba, la poción para el dolor corporal puede esperar, debe verse decente.
-Tardará una hora y media- concluye Lib haciendo una mueca divertida. Regulus ríe.
-Esto ya está y yo prepararé el desayuno- sonrie, la pelinegra lo abraza fuerte. El tacto de la niña ya casi no le molesta, asi que ahora puede disfrutar de "un abrazo de oso" de parte de la divertida niña.
-Gracias, muero de hambre.
-Sí, llevamos como una hora despiertos- señala la mesa, la cual está llena de materiales de arte.
-Es que nos dormimos muy temprano- opina Lib, corriendo a la cocina.
-Nos quedamos dormidos mientras yo leía el cuento- sonrie Regulus, esta mañana se despertó con el pie de la niña junto a su cara.
-Por eso, ¿qué hora era?- cuestiona, parándose sobre el banquito que tiene en la cocina.
-Las... nueve y media debían ser- piensa Regulus, colocando la tetera.
-Yo quiero chocolate frío- comenta la niña, alcanzando el libro de recetas de su abuela.
-¿Cómo se hace, Lib?- pregunta el adolescente.
-Chocolate en polvo y leche fría- responde- pero primero hagamos los pancakes- deja el libro sobre la barra de desayuno y lee- harina, se baja a buscar la harina.
-Espera Lib- la detiene- leamos primero la receta juntos, no hay ningún apuro- sonrie cálidamente, bajando la intensidad Potter- ¿lees?
La niña asiente
-3 tazas de harina de trigo, 6 cucharadas de azúcar, 3 cucarachitas de polvo de hornear (bien colinas), 1 cucarachita y media de sal, 3 huevos, 3 tazas de leche, 6 cucharadas de manteca derretida (más para la sartén), 1 cucharada de esencia de vainilla- lee con dificultad ante las palabras desconocidas.
-"Bien colmadas" y cucharaditas- corrige Regulus- pero muy bien, comprendí. Sacaré el bowl, tu ve buscando los ingredientes.
La niña asiente y camina hacia la alacena, llevándose su banco.
[...]
Libra bate la mezcla mientras Regulus sostiene el tazón.
-Buenos días- saluda James, caminando perezosamente.
-Buen día- responde Regulus- mira, te falta mezclar ahí, Lib- habla con la niña, quién asiente.
James parpadea, terminando de despertar, y los mira. Sonríe enternecido.
-¿Qué hacen?- cuestiona Potter, apoyándose el la barra, frente a ellos.
-Pintar- responden los pelinegros sarcásticamente.
-Está fuerte la sangre Black hoy, ¿eh?- sonrie divertido.
-Cocinamos el desayuno James, ¿qué crees que hacemos?- sonrie Regulus, elevando una ceja. James responde con una sonrisa.
-¿Terminas tu? me cansé- suspira Lib, Regulus asiente.
-Sí, tu busca la sartén- pide.
-Sí- la niña asiente y se baja de su banquito.
James los observa, su mente vuela hacia aquella visión donde está con Regulus y sus niños.
-¿Te sientes bien?- pregunta Regulus, estirando su mano para tocar la frente de James.
El mayor asiente y toma su mano, besando el dorso.
-Sí, algo cansado- responde, guardando la mano de Regulus entre las suyas para calentarlas.
-Es temprano, ¿por qué no vuelves a dormir? ¿llegaron muy tarde?- cuestiona Regulus.
-A las tres- bosteza- los chicos bebieron bastante, Peter quiso que lo lleve a su casa asi que tardé como media hora. Sirius y Remus están aquí. El resto se fue antes.
-¿No bebiste?
-No- niega James- debía conducir, no se puede conducir con alcohol en sangre, podría causar un accidente.
-Salazar no quiera- suspira preocupado.
-Sonaste igual que mi abuela- sonrie James, divertido. Regulus niega divertido- además te lo prometí, ¿crees que fallaría a mi palabra?
-No, realmente no- niega con la cabeza- ¿nos ayudas con esto? siento que quedó muy... denso- frunce el ceño.
-Oh es que esa harina absorbe mucho los líquidos.
-¿Puede salvarse?- pregunta, James asiente y suelta su mano, para dar la vuelta y colocarse a su lado- gracias- sonrie Regulus, James besa su mejilla.
-Buenos días- Potter vuelve a saludar.
-Oh, ¿es tu forma de saludar?- sonrie divertido, viendo a James agregarle leche a la mezcla y batir.
-A las personas que quiero sí y más si son chicos lindos con un delantal rosa de cupcakes- sonrie.
Regulus se estira y besa su mejilla.
-Buenos días- saluda Regulus.
Un ruido a ollas los saca de su momento, ambos voltean rápidamente.
-Papi- llama la niña- lo siento, Regulus- se corrige- perdón, se me cayeron.
-No pasa nada- calma James- ¿estás bien?- la niña asiente.
Regulus camina hacia la niña y se arrodilla a su lado para juntar las ollas.
-Juntemos juntos ¿quieres?
Libra asiente y ambos juntas las ollas, James sonrie observándolos.
-¿Qué fue ese ruido?- pregunta Alphard, bajando las escaleras, preocupado.
-Se le cayeron las ollas a Lib- responde James- está bien.
-Bien- suspira tranquilizándose y vuelve a subir las escaleras.
[...]
En la tarde.
Remus se fue, Sirius y James están en la piscina.
Regulus los observa parado en el pórtico, con su pañuelo en la cabeza.
Es un día muy caluroso.
-¿Seguro que no quieres venir?- insiste Sirius, se siente mal por haberle quitado a James anoche, hoy, más descansado y con la cabeza fresca, puede pensar bien.
-No sé nadar, Sirius- recuerda Regulus.
-James me está enseñando la técnica correcta para nadar, yo sabía flotar ¿recuerdas?-Regulus asiente- puede enseñártela.
-¿A la técnica?- molesta Regulus, Sirius lo mira sorprendido y luego frunce el ceño.
-¿Tu haciendo esos chistes?- pregunta, confundido- ¿quién te corrompió?
-¿Crees que soy un niño inocente todavía?- eleva una ceja- además mi mejor amigo es Barty, Sirius- señala obvio.
Sirius suspira, tratando de acostumbrarse a la idea.
-Bueno... ven, yo te cuido- sonrie.
-No me pondré traje de baño- niega Regulus, sentándose en una de las reposeras. James camina hacia ellos.
-¿Sucede algo?- pregunta, cruzándose de brazos, el viento le da frío.
Regulus lo mira por un instante y se obliga a apartar su mirada.
-Le decía que venga con nosotros, que podías enseñarle a nadar.
-Sí, es una buena idea- sonrie James. Regulus niega con la cabeza, cruzándose de brazos- pero no le insistas si no quiere.
-Pero hace mucho calor aquí y sé que le gustaría meterse al agua, cuando era pequeño quería ser una sirena.
-Si él quiere vendrá- corta James, mirando a Sirius.
El mayor de lo Black asiente y vuelve a la piscina, dejándolos solos. Aunque sigue observándolos.
-Ve- señala Regulus, evitando mirarlo. James se sienta a su lado.
-Eres hermoso- recuerda, tomando su mano- no necesitas cumplir con ningún estereotipo.
-Tengo cicatrices, James- suspira, sabiendo lo que se refiere.
-Son marcas de una guerra ganada- besa sus nudillos- no intento presionarte, cuando tú estés listo ¿sí? el mes que viene, un año, dos- se encoge de hombros, jugando con el anillo de sol entre los dedos de Balck- quiero que sepas que eres hermoso, cada parte de ti es hermosa. No conozco demasiado pero sé que sí- acaricia su cabello- y lo más importante, eres una hermosa persona.
-¿Eso crees?- pregunta, apoyando su cabeza en el pecho mojado de James.
-Estoy seguro- afirma, besando su cabello.
-Me quedaré aquí- comenta.
-Haré un hechizo refrigerador ¿quieres?- acaricia su cabello. Regulus asiente.
-Eso estaría bien, gracias- sonrie de lado.
James mueve su mano, conjurando un hechizo y luego vuelva a la piscina.
[...]
-Debo ir al baño- avisa Sirius- te vigilo- advierte mirando a James y luego a Regulus.
-Deja de ser tan paranoico, Pads- sonrie divertido, sentado en la orilla de la piscina.
-Ajá- responde y toma una toalla, para después entrar a casa.
Regulus lo observa irse, se levanta, camina hacia James y se sienta a su lado, metiendo sus piernas en la piscina.
-Hola- saluda, apoyando su cabeza en el brazo de James, ya que no llega a su hombro.
-Hola- responde James- ¿tienes calor?
-No, te extrañaba- suelta- a tu magia- se corrige.
-Lo siento- se disculpa- hoy dormimos juntos ¿quieres?
-No quiero que te pelees con Sirius, James- suspira, entrelazando sus manos.
-No pelearemos, no te preocupes- ambos se mantienen en silencio por un par de minutos- ¿quieres ir a pasear?- cuestiona.
-¿A dónde?- pregunta, estirando su meno libre para jugar con el agua.
-A cabalgar ¿quieres?
Regulus lo mira, sus ojos brillan emocionados.
-Sí, es una buena idea. Haré licuados ¿quieres?- pregunta, levantándose.
-Sí, me encantan- responde, pasándose la mano por el cabello para desacomodarlo. Regulus se distrae al mirar y pisa mal, cayendo al agua- ¡Regulus!- exclama, tirándose a la pileta para nadar a lo más profundo y tomarlo en brazos. Logra sacarlo a la superficie y lo sienta en las escaleras- Merlín, cariño, ¿estás bien?- pregunta preocupado, escuchando a Regulus toser.
Black asiente con la cabeza mientras tose, James frota su espalda. Cuando se calma mira a James y lo empuja al agua.
El mayor sale confundido.
-Por bobo- molesta, divertido.
-Ah no, ¿me dices bobo?- sonrie tomándolo en brazos- bien, este bobo te va a enseñar a flotar, ese es el primer paso.
Regulus mira a James, su miedo se disipa al sentir los brazos seguros de James en su cintura, acompañados por una sonrisa tranquilizadora.
-Pero no me sueltes- pide, rodeando el cuello de James con sus brazos.
-Nunca- promete, abrazándolo fuerte.
Sirius suspira, mirándolos por la ventana.
-Campeón- llama Fleamont- ¿quieres conversar?- acaricia su espalda. Sirius suspira y asiente.
-Sí papá, conversemos- pide.
Aunque mañana los tres tienen cita con su respectiva psicomaga, charlar con papá será bueno.
[...]
-¡Muy bien!- sonrie James, viendo a Regulus chapotear.
-Mira, mira- mueve sus manos "nadando"- ¡se nadar!
-Lo estás haciendo muy bien, dulzura- sonrie emocionado, Regulus nada hacia él y se agarra de James.
-Ya me cansé- comenta, hundiendo su cara en el cuello- tengo hambre.
-¿Tienes hambre?- pregunta emocionado, acariciando su cintura debajo del agua.
-Sí, tengo hambre- sonrie emocionado, mirándolo a los ojos- realmente tengo hambre- James besa su mejilla y sale de la piscina, llevándolo en brazos. Regulus se baja de él y Potter coloca su toalla sobre sus hombros- es tu toalla- señala, tratando de quitársela- tendrás frío.
-No importa- responde James, sacudiéndose para quitarse el agua.
Regulus lo detiene, abrazándolo.
James sonrie, Regulus lo abraza por el torso, sosteniendo la toalla en sus manos para cubrirlo también.
Suspira enamorado y besa su cabeza.
-Gracias, cariño- susurra dulcemente.