ID de la obra: 441

Profecía//Jegulus

Slash
R
En progreso
41
El trabajo participa en el concurso «Harry Potter: El Capítulo Perdido»
Fechas del concurso: 26.06.25 - 13.08.25
Inicio de la votación: 12.07.25
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planificada Maxi, escritos 1.169 páginas, 340.683 palabras, 127 capítulos
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Capítulo 101

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Regulus mira las fotos que tomó esta tarde mientras espera a que James salga de bañarse.   La puerta suena, están en la habitación de James hasta que se termine de bañar y preparar. -Pase- responde el menor de los Black. Sirius, al reconocer su voz, se da media vuelta y vuelve a su habitación. Al escuchar pasos que se alejan, Regulus frunce el ceño, confundido y se levanta a abrir la puerta. -¿Quién era?- pregunta James, saliendo con una toalla en la cintura y una en los hombros. -No lo sé- responde Regulus- dije "pase" y nadie pasó. -Debe ser Lib haciendo una broma- resta importancia moviendo su mano, luego se acerca al armario para buscar su pijama. -Sí, quizá- se encoge de hombros, mirando la espalda mojada de James [...] -¿Y qué más?- pregunta Regulus, apoyando la mejilla el pecho de James. -Uhm no mucho más, pero debí comprarme otra bicicleta- sonrie divertido. Regulus también  sonrie y se acurruca a su lado. -Es algo tarde- comenta Regulus, mirando su habitación ya decorada.  -Cierto- asiente James- y mañana tenemos cita con las psicomagas- hay que dormir. -Gracias por enseñarme a nadar. -Falta práctica, te enseñaré bien. Iremos a la playa...  -No me alejaré de tu lado- responde, jugando con los dedos de James, los cuales están entrelazados con los suyos. -Eso me deja tranquilo- responde y besa su frente antes de apagar la luz- Buenas noches, Regulus. -Buenas noches, James. [...] -Buen día- saluda Sirius, sentándose en su lugar. -Buenos días- responde Regulus mientras unta su tostada con queso crema. -Debo adaptar las máquinas a la magia para no dejar cuidadores- Fleamont habla con su hijo- hay una que está rota, necesitaré que la repares esta tarde. -Y hay que hacer las valijas, niños- recuerda Alphard, sentándose junto a Lib. -Yo necesito ayuda, papi- pide Libra. -Sí, cariño- asiente el pelinegro- si alguien más me necesita, me dice. Igual les daré una lista a cada uno. -¿Puedo no ir a la psicomaga hoy?- pide Regulus, Alphard mira a su esposo. -No creo que sea buena idea no ir, cariño- responde Alphard. -Es solo un rato- anima Fleamont. -No tengo ganas de ir- suspira, la tostada que antes comía con entusiasmo, ahora cae al plato sin intenciones de volver a su boca y se queda mirando el plato, sin decir nada. Alphard lo mira con calma, mientras Fleamont le da un sorbo al café. -Está bien, cariño- responde Alphard- No tienes que ir hoy, podemos programar otra sesión para después del viaje, ¿te parece? Regulus eleva la mirada y asiente, pensaba que lo iban a obligar. Regulus asiente despacio, aliviado. No dice nada más, pero retoma la tostada, dándole un mordisco pequeño. [...] Regulus prepara su maleta mientras siente la suave brisa entrando por la ventana, junto al reconfortante sol. Le encanta ordenar, lo hace sentir en paz. Hace tiempo que no viaja, y reencontrarse con esa rutina tranquila de doblar ropa y revisar listas le da paz. Aun así, extraña su propia ropa. Lejos de eso, el pelinegro está muy contento de poder estar allí, haciendo su maleta para viajar. Al salir de su habitación, después de terminar de armar su maleta, se encuentra con Alphard en la habitación de James quejándose porque su hijo no hizo la maleta. Regulus se ofrece. -¿Seguro?- pregunta Alphard, Regulus asiente- igual es trabajo de James. -Él debe ayudar al señor Fleamont hoy. Creo que hacer su maleta le quitaría un poco de peso, puede agregar o sacar cosas mañana antes del viaje. -Sí, en eso tienes razón- asiente y suspira. -Conozco bastante a James y tengo su lista- muestra el papel, entusiasmado por poder ayudar. "Además me encanta el olor de James y su ropa huele a él" piensa, pero no lo dice. -No quiero que te cargues de responsabilidades que no te pertenecen, Reg- habla Alphard. -Realmente me gusta hacer maletas- sonrie "lástima que no llegaste a hacer la tuya aquel día" se lamenta su mente. -Bien- suspira- entonces te bajaré la maleta de James e iré a hacer la de Lib- mueve su varita, la maleta aterriza sobre la cama- llámame si necesitas algo, ¿sí? Y si te cansas, déjalo, ¿de acuerdo? Regulus asiente, Alphard sale de la habitación. Abre el armario de James, su aroma lo envuelve. Regulus cierra los ojos un instante, como si esa fragancia fuera una caricia inesperada. Sonríe, bobo y contento. [...] Sirius mira sus manos, como si allí pudiera encontrar algo que lo anclara. Su mente está llena de pensamientos que se atropellan entre sí, y la psicomaga lo sabe. No es la primera vez que lo ve perdido en su propio caos interior, pero hoy parece más roto que nunca. -Me siento como si no encajara en ninguna parte- confiesa con voz quebrada. No le gusta mostrar debilidad, pero necesita ayuda. La psicomaga lo observa en silencio, dando tiempo a que las palabras se asienten en el aire antes de hablar. -¿Por qué crees que no encajas, Sirius?  Sirius cierra los ojos, como si quisiera apagar el dolor que se acumula en su pecho. Y comienza a hablar. ... -¿Entiende? no es que yo no quiera que sean felices- solloza Sirius- y parece que se gustan pero... ya no los conozco, ya no son ni el Regulus que yo crié ni el James que me seguía a todas las bromas y fiestas. Cambiaron. -El cambio no es malo, Sirius- habla su psicomaga, lentamente- si siente que ya no los conoces podrías volver a conocerlos ¿no crees? Sirius mira sus manos. -Me siento reemplazado. -¿Ha hablado con ellos sobre esto? -¿Decirles qué? ¿Que me da celos que Regulus ya no acuda a mi cuando me necesite y qué James prefiera quedarse con Regulus antes de salir conmigo? quiero sentirme feliz por ellos, sí quiero que se amen porque amar es lindo. James demostró que es digno para cuidar a Regulus, no... no sé por qué me siento así. Me da vergüenza. Y me siento patético. -No es vergonzoso sentir- recuerda-eres humano. Amas a ambos, y sientes que los perdiste a ambos. Y ahora que están juntos, piensas no hay lugar para ti en ese nosotros. Sirius respira hondo. Mira por la ventana. -No quiero ser el obstáculo- dice en voz baja- Pero no sé cómo dejar de sentir que perdí algo, porque a pesar de todo, ellos siguen ahí. -No lo perdiste. Estás en duelo por la forma en que lo tenías. Pero el amor no se va, Sirius. Estás hablando de pérdida, pero tal vez lo que realmente temes es el cambio. No se trata solo de que ellos hayan formado una relación, quieran admitirlo o no, sino de que tu lugar con ellos ya no es el mismo. Pero eso no significa que hayas dejado de ser importante para ellos. Ya no eres el único sostén de Regulus, pero estoy segura de que si él te necesita vendrá corriendo a tus brazos. Y puedes hacer planes con James que le interesen más. -Es que él estaba emocionado por ir al bar, pero cuando vio a Regulus... -¿Cambió de idea? -Le insistí y terminó hablándome mal. Igual vino, sé que Regulus lo persuadió. No puedo enojarme con Regulus porque sé que él no quiere robarme a James. Y no puedo enojarme con James por amar a Regulus, es un buen chico, yo lo crié para que lo fuera. Pero yo... yo solo quiero ser parte de eso, pero siento que me estoy quedando fuera. Como si fuera una pieza que ya no encaja en el rompecabezas.  -Sirius- dice, pausada, el tono amable pero directo- lo que estás viviendo es un proceso natural. Estás creciendo y madurando, tal como ellos. Cada uno tiene su ritmo y recuerda que el amor no siempre se mantiene igual. Los vínculos cambian, se transforman. Y eso no significa que ya no sean valiosos, ni que tú dejes de ser importante pero tu los amas fraternalmente y ellos parecen amarse románticamente ¿entiendes? -Sí, sé que es un amor más fuerte- murmura. -Distinto- corrige la psicomaga- además ahora tienes una oportunidad para ya no solo ser el hermano mayor que siempre lo solucionaba todo, o el amigo que siempre hacía las bromas. Ahora puedes ser un Sirius que también crece, que trabaja en su mente para que el pasado no atormente al hermoso futuro que está por venir. Me contaste que quieres casarte con Remus y tener hijos ¿no?- Sirius asiente- necesitas cambiar para llegar hasta allí. Y sé que el cambio duele, pero puede hacer espacio para algo nuevo. No es fácil y tomara tiempo. -Quizá así se sintió James cuando empecé a salir con Remus- reflexiona luego de un momento- dejado de lado, que no encajaba. -Probablemente. ¿Y él que hizo? -Nos apoyó. Yo le "robé" a su primo y soy su mejor amigo, debe sentirse parecido ¿no? La psicomaga asiente. Sirius se queda en silencio, pensando. -Es que ni siquiera aceptan que se aman- suspira- ¿no lo ven en sus ojos? yo que los conozco a ambos puedo ver el brillo en los ojos de mi hermano, algo que nunca vi y como James lo mira... no miraba así ni a su ex novia- se cruza de brazos. -Quizá piensen que si salen te harán daño, ¿no pensaste en eso? -¿Dice que ellos están siendo infelices por mi culpa?- trasversa sus palabras, mientras sus ojos se llenan de lágrimas. -No, no están siendo infelices por tu culpa- responde lentamente, con calma- a veces, cuando nos importa tanto alguien, tememos que nuestras decisiones puedan hacerles daño, pero quizá ese no sea el único punto, porque creo que ambos tendrían la confianza de hablar contigo sobre eso, quizá hay muchas inseguridades de ambas partes. [...] Regulus termina de guardar la ropa de James cuando escucha la chimenea. -¡Amor!- grita Fleamont, llamando a su esposo- ¡trajimos el almuerzo! -¡Genial, no cociné!- responde Alphard, desde la habitación de Libra- ¡estamos haciendo las maletas!  -¡Vengan a comer!- llama James. Regulus cierra la maleta de Potter y sale de la habitación, para bajar las escaleras. -Huele genial- opina al llegar abajo. James sonrie. -James quiso pasar por el restaurante favorito de Alphard- responde Sirius, colocando los platos-le dije que preferirías las pastas con mariscos, pero él estaba seguro de que el salmón con vegetales sería tu primera opción. dice Sirius, acomodando los platos con una precisión casi automática, como si distraerse con tareas simples le ayudara a ordenar también lo que lleva dentro. Regulus lo mira y luego a James- ¿Qué? ¿Lo es?- pregunta, su tono suena triste. Regulus asiente. -¿Cómo les fue?- pregunta Alphard, cambiando de tema. [...] Horas después... James arregla un tractor mientras Regulus lee por tercera vez el mismo libro. Lib y Sirius se fueron a lo de Cygnus y Lyall. -¿Todo bien?- pregunta Alphard, sentándose junto a Regulus- ¿no leíste ese libro ayer? -Sí pero... no sé que más hacer- suspira aburrido. -¿Por qué no invitas a tus amigos?- propone. -No, eso sería abusar- murmura, no quiere molestar a los Potter. -¿De qué?- frunce el ceño- si James, Sirius y Libra pueden invitar a sus amigos ¿por qué tu no? -Es que ya hacen demasiado por mí, señor Alphard- abraza su libro- ya me quieren demasiado, me tratan muy bien, mi habitación es hermosa, tengo comida caliente y paz. -Es lo mínimo que deberías tener, cariño- acaricia su cabello y lo abraza. -¿En serio?- pregunta Alphard asiente. -Sí, además me gustaría conocer a tus amigos, los chicos que vi el otro día parecían...interesantes- sonrie divertido. Regulus suelta una carcajada. -¿Seguro?- pregunta apartándose. -Sí, les escribiremos una carta ¿quieres?- propone. -Pero es riesgoso, sus padres son amigos de los míos y podrían... -¿Tienes algún objeto que compartas con cada uno?- cuestiona- algún regalo... -Sí, debo tener ¿por qué? -Bueno, el verano pasado James encontró una forma de comunicarse por objetos, desde la empresa de papá obtuvo un poco de ayuda y creo que luego lo trabajaron con Sirius. Regulus frunce el ceño. -No sabía que James era tan... -¿Inteligente?- sonrie Alphard. -No, es que... -Es mi hijo, Regulus. Además es un Potter, son muy poderosos, me atrevería a decir que incluso más que los Black. Regulus asiente. -Se nota en su magia, es... al principio es abrumadora, como si mi cuerpo no pudiese contener la magia tan fuerte y brillante, luego se torna cálida y hogareña. -Exacto- sonrie- yo también me siento así- ambos se quedan en silencio- ¿de donde vino este tema?- frunce el ceño. [...] Los slytherins logran llegar a la casa Potter mediante la chimenea de Alice Lovegood, Pandora es su cuñada asi que tienen las chimeneas conectadas, antes de eso, los slytherins llegaron hasta la casa Rosier. -¡Reggie!- exclama Pandora, corriendo a abrazar a su mejor amigo. Regulus se deja abrazar por un momento, la incomodidad del tacto ajeno ya no es tan insoportable. -Hola Rogelio- sonrie Barty, saludándolo- wow, vives en un palacio- mira a su alrededor, inspeccionando la casa. -Hola Reg- saluda Cass, besando su mejilla. -Te extrañamos- sonrie Evan, abrazándolo por un breve momento. [...] -¡Hay piscina!- exclama Pandora, mirando por la ventana- ¿nos podemos sumergir?- pregunta, mirando a Regulus. -Tranquilos, por favor- pide Black- no molestemos, es muy amable de parte de los señores Potter que me dejen invitarlos, compórtense, por favor. Sus amigos asienten. -Buenas tardes- saluda Alphard, detrás de ellos- yo soy Alphard Potter- se presenta. -Es uno de los papás de James- aclara Regulus. Alphard se acerca y estrecha su mano con cada uno. -Yo iba a slytherin también. -¿El padre de Potter iba a slytherin?- cuestiona Dorcas, impresionada. -Sí, salió a Monty- sonrie divertido, cruzándose de brazos- también tenemos, además de Regulus y Sirius, a Lib pero ella es pequeña, tiene seis. -¿Tienes una hermanita y no nos contaste?- pregunta Dora. Adora a los niños. -Es hija de Fleamont y Alphard, de sangre- recuerda. -Ustedes se parecen mucho- señala Barty. -Sí, soy hermano de Walburga- responde Alphard. Los slytherins dan un paso atrás. -Oigan no, él es bueno- habla Regulus, mirando mal a sus amigos- discúlpelos, por favor- pide- las vacaciones los vuelve bobos. Alphard sonrie divertido. -No te preocupes, los entiendo, a mi también me daba miedo mi hermana- mueve la mano despreocupadamente- llévalos a recorrer la mansión si quieres- propone. -¿Las reglas cuales son, señor Potter?- pregunta Evan. -Uhm- piensa- no las llamaría reglas, pero... no jueguen con balones dentro, las decoraciones son traídas del extranjero y estuve meses decorando esta casa. No griten demasiado, no atenten contra su vida y tengan miren al piso porque Lib deja sus juguetes tirados por todas partes, sigo trabajando en eso- suspira. -Eso es obvio, ¿no?- responde Barty, frunciendo el ceño. -Está acostumbrado a los gryffindors- señala Regulus. Alphard sonrie divertido. -Estaré en la cocina por si necesitan algo. En ese armario- señala- hay una caja con trajes de baño limpios y nuevos por si quieren meterse a la piscina. -Gracias, señor Potter- responden los cinco al unísono. Alphard responde con una sonrisa y camina hacia la cocina. [...] Horas después... La tarde cae mientras los slytherins toman el té sentados en la mesa de afuera. Barty, Dorcas y Pandora se metieron a la piscina, salieron y ya se cambiaron. Los slytherin charlan de algún tema random. A lo lejos se ve a James llegar sin camisa, todo sucio y lleno de aceite de carros. Los presentes voltean a verlo. Regulus abre un poco la boca, sin poder evitarlo. -Oh, hola- saluda al llegar junto a ellos- no sabía que vendrían ¿todo bien?- pregunta -Bien- responde Evan- nos invitaron tu papá y Regulus. -Sí, genial- asiente, quitándose el sombrero de vaquero- diviertanse. Regulus se levanta y camina detrás de él, entrando en la casa. -¿Qué haces sin camisa?- cuestiona, cruzándose de brazos. -Uhm ¿tenía calor?- responde confundido. -Estás todo sucio ¿qué hiciste?- pregunta, tratando de quitar la mancha de aceite de autos de su pecho. -¿Crees que arreglar un tractor te dejará limpio e impecable?- eleva una ceja. Regulus se encoge de hombros- ve a seguir tomando el té, dulzura- susurra contra su oído y besa su mejilla antes de correr escaleras arriba. Alphard, que dobla ropa sentado en el sofá, lo mira con una sonrisa divertida. Regulus abre los ojos grande y se sonroja (aún más) antes de correr de regreso con sus amigos, quienes sonríen divertidos al verlo sonrojado. -¿Te besaste al sucio de lindos músculos?- molesta Barty, Dorcas suelta una carcajada. "Ya quisiera" responde en su mente. -Ya basta, Bartemius- resopla, tomando una galleta- sigamos hablando del gatito ese de nombre largo de Dora- pide, cambiando de tema.
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