Capítulo 113
20 de julio de 2025, 23:56
Barty trata de cocinar pastas, los señores Rosier y Pandora salieron un momento, él se hizo el dormido porque no le interesa salir con ellos, está esperando a Evan, hoy fue su primer día de trabajo y está ansioso por verlo, por abrazarlo, por besarlo.
La chimenea suena, el rubio pasa por ella con una amplia sonrisa.
-¡Amore!- exclama Barty, corriendo a sus brazos. Evan lo abraza, mirando a su alrededor.
-Cher- murmura, besando su mejilla- baja la voz.
-Ellos no están, no tienes que preocuparte- sonrie.
-Ah genial- asiente Evan y une sus labios con los de Barty, en un beso profundo y apasionado.
-¿Cómo te fue?- pregunta Barty emocionado.
-¡Genial!- exclama Evan- el señor Potter me enseñó como hacer el inventario, el señor Lupin me trajo un café y James me acompañó todo el día. Oh y fuimos a una reunión, ¡me sentía un super empresario!- sonrie emocionado. Barty toma sus manos.
-Eso es genial, cariño- da pequeños saltos de la emoción. Porque sí, Barty es duro y rockstar para el resto pero es muy dulce y tierno cuando se trata de Evan- estoy muy feliz de que te haya ido bien.
-Sí, ahorraré mucho para mudarnos juntos y comprarte todo lo que mereces- lo toma de las manos y besa sus nudillos.
-Solo te necesito a ti- besa su mejilla- no quiero nada más, contigo y un hogar en el que vivir juntos es más que suficiente.
Barty vuelve a unir sus labios, besándolo. La emoción y la felicidad que se demuestran en ese beso acaba pronto: La chimenea estalla en llamas verdes, anunciando la llegada de los Rosier. Hubo un silencio largo. El humo no había terminado de disiparse cuando los ojos de los Rosier se abrieron como platos. Lo vieron todo. El gesto íntimo. La mano de su hijo en la cintura del amigo. El brillo en la mirada de su Evan. Y el rostro del otro muchacho: el que habían elegido para su hija Pandora.
La sra Rosier que palideció como si hubiera recibido una maldición. El padre de Evan dio un paso hacia adelante, con los labios tensos y los ojos como cuchillas.
[...]
-Es que no sé por qué no te gusta, es el mejor gusto del mundo- sonrie Regulus. James niega divertido.
-Es como comer pasta de dientes, amor. No es rico.
-Claro que es rico, y si no te gusta ¿por qué trajiste tooodo un kilo de menta?
-Porque a ti te gusta.
-Podía ser mitad y mitad.
-No quería contaminar tu helado con mis gustos, no sé si tienes algún problema con eso y mejor prevenir que lamentar.
-Tampoco soy un monstro, James- suspira Regulus.
-No dije que lo fueras, digo que no me gusta desilusionarte.
-¿Dormimos la siesta o debes irte otra vez?- pregunta, jugando con el cabello de James, mientras está sentado sobre él.
-Debo volver a las cuatro- responde, extendiendo la cuchara a la boca de Regulus.
Regulus abre la boca y chupa la cuchara mirándolo a los ojos. No es que quiera seducirlo, es su cuerpo actuando sin que su mente lo mande.
James mira sus labios, el helado derretido le cae por las comisuras. Estira una mano y lo limpia con su pulgar y luego se lo lleva a la boca, lamiéndolo.
-Así me gusta un poco más- sonrie coqueto. Regulus se sonroja hasta las orejas y se sienta a su lado, abandonando las piernas de James.
-Creo que es hora de dormir la siesta- murmura Regulus, acostándose en la cama mientras le da la espalda.
James deja el pote de helado y se acuesta, atrapando su cintura con su brazo izquierdo y pegándolo a su torso.
-Descansa, nene- susurra James en su oído, con esa voz ronca que lo vuelve loco.
[...]
Horas después...
-Jaque mate- gana Alphard.
-Eso fue trampa, papá- resopla Sirius.
-¿Cómo lo vas a acusar al señor que hizo trampa?- reta Regulus, empujándolo.
-Tranquilo Reg, podemos hablarlo, no soy un monstruo- sonrie cálidamente- y gané limpio, lo juro- levanta las manos, con gracia.
Sirius sonrie y rueda los ojos, divertido.
-Yo no vi que haga trampa- comenta Regulus, ojeando su libro.
-No hice trampa pero debo ir a tender la ropa.
-¿Puedo acompañarlo?- pide Regulus. Alphard asiente.
-Claro cariño.
[...]
Regulus y Alphard tienden la ropa sobre una cuerda mientras Regulus tararea una melodía.
"Regulus" escucha el pelinegro, voltea a ver varias veces a su alrededor.
-¿Qué pasa, cariño?- pregunta Alphard.
-Escucho que alguien me llama pero no veo a nadie.
-¿Que alguien te llama?- frunce el ceño.
Regulus deja la canasta de la ropa y sigue el grito, alejándose cada vez más de Alphard, quién toma su varita en mano y sigue al adolescente, por precaución.
-¡REGULUS AQUÍ!- grita una voz conocida, Black voltea.
-¿BARTY?- grita de regreso y camina más rápido.
-Ayúdanos, Reg- pide entre lágrimas.
-¿Eres realmente tu?- pregunta, conoce a sus padres y qué son capaces de hacer.
-Soy yo, Evan está herido, debes ayudarme- pide entre sollozos- Regulus mira a Alphard y ambos se acercan a la entrada.
-Demuéstrame que eres tu- pide, aunque no sabe que es más peligroso, si hablar con Barty o que sean sus padres con una multijugos.
-Tienes una cicatriz en la espalda baja que te hice yo cuando estuvimos juntos. ¿Ya me ayudarás?-resopla entre lágrimas.
-¿Qué sucede?- pregunta, mientras Alphard abre la cerca.
-Evan y yo... beso, y... sus padres, y... golpes- solloza- y se cayó en el camino y no tengo fuerzas, yo...- muestra su brazo, está roto, el hueso hacia afuera.
Regulus cierra los ojos mientras frunce el ceño, pensando en el dolor que debe estar sintiendo.
-Merlín, malditos homofóbicos- resopla Alphard, comprendiendo que pasa- Entra cariño- Reg, ayúdalo a entrar ¿sí?, iré por Evan.
-Hubiese hecho un hechizo- solloza Barty- pero él quebró mi varita, nos encerró horas.
-Luego me cuentas bien, no muevas el brazo- pide Regulus.
-REG- llama Alphard a lo lejos, ya junto a Evan- LLAMA A PAPÁ, CARIÑO- pide.
Regulus mira a Barty.
-Ve, yo puedo caminar solo.
-Camina hasta la casa, está Sirius dentro, él te ayudará, iré por el señor Potter- habla Regulus, Barty asiente.
Regulus corre rápido, sus piernas se cansan y quiere tirarse a descansar pero sus amigos son más importantes, logra llegar a la finca en pocos minutos y luego corre a la chimenea. Sirius lo mira confundido.
El menor de los Black llega a la empresa familiar y corre buscando a Fleamont. En la oficina, que recuerda que era del señor Potter, se encuentra James.
-¿Reg?- frunce el ceño, dejando los papeles de lado.
-James, necesito- respira, tratando de no descompensarse.
-Amor siéntate, respira- pide, sentándolo en el sofá- respira, ahora me cuentas.
-Barty, Evan- trata de respirar- heridos, en casa- respira- tu papá, que vaya- resume.
James asiente y se levanta.
-Ven- extiende sus brazos, tomándolo por la cintura para llevarlo- respira ¿sí? solucionaremos esto, saldrá todo bien.
James camina rápidamente en búsqueda de su padre, el cual escapa de la reunión y vuelven a casa.
[...]
-No iré al médico- se niega Barty- lleven a Evan, yo me quedo aquí- abraza sus piernas, tiene pánico, pánico a esos dos locos.
-Le diré que venga aquí- suspira Fleamont. No fue como Sirius o Regulus, Barty es terco en serio, tanto que ya se está casi desangrando por discutir durante una hora y media.
Regulus lo mira mal.
-Nada te pasará, ellos saben que los Potter son poderosos- habla Regulus- debes dejar de ser tan teco Barty, perderás el brazo.
-No saldré- solloza, ya sin lágrimas porque no tiene más que llorar, pero la angustia sigue allí.
-¿Cómo vas, pa?- pregunta James, mirando a Alphard.
-Es magia muy oscura- comenta Alphard- aunque debe ser un hechizo modificado, es raro que los hechizos dejen esas manchas- habla mientras mueve su varita, tratando de deshacer los enlaces oscuros en la sangre de Evan- ni los Black hacemos esto- comenta- es... una locura.
-¿Se pondrá bien?- pregunta Barty, mientras Regulus sostiene su brazo con una manta limpia para que no sangre tanto y los huesos no se sigan desacomodando.
Alphard mira a James y luego a Barty.
-Sí- responde, aunque no está muy seguro.
-Por favor, señor- pide Crouch- sálvelo, no podría vivir sin él- solloza. La mirada de tristeza rompe el corazón de Alphard- no voy a vivir sin él- afirma.
-Yo lo salvaré- promete y cierra los ojos concentrándose en todo lo que ha aprendido sobre reversión de magia oscura.
[...]
-¿No te duele?- pregunta Regulus viendo al doctor coser el brazo de Barty luego de darle una poción crecehuesos y esperar un rato.
-No- responde- yo solo quiero que Evan esté bien- murmura, mirando al rubio en el piso, sobre una manta.
-Colocaré una férula- habla el medimago- no puede mover el brazo, ¿escuchó?- habla, mirando a Barty.
-Barty- llama Regulus- te hablan a tí.
-¿Sí?
-No puede mover el brazo, colocaré una férula, espéreme un momento.
Barty asiente, el médico cruza la chimenea y luego vuelve con una férula. Fleamont fuma apoyado en la columna, afuera. Piensa en qué hacer, en como salvar a Evan, en por qué la vida es tan injusta.
-Papá- llama Sirius, a su lado.
-¿Sí?
-¿Crees que nos pudo pasar eso a nosotros?- señala Sirius- o sea, me rompieron las costillas pero nunca vi ese hechizo de magia oscura.
-No sé si los Black lo practica, ya es magia que está fuera de la magia oscura, modificar un hechizo de magia oscura y volverlo aún más oscuro es como jugar con la muerte, con la muerte de los hechiceros ¿entiendes? ellos mueren si el hechizado muere.
-¿O sea que los padres de Rosier prefieren morir y matar a su hijo antes de que tenga novio?
-Hay gente para todo al parecer- suspira, pasándose la mano por la cara.
-Cuando tenga hijos quiero que sean felices- murmura Sirius- quiero ser como ustedes.
-Serás mejor, hijo- lo abraza, besando su cabeza. Ambos vuelven adentro.
[...]
-Pude romper con los enlaces de magia oscura- comenta Alphard, levantándose del piso- si funcionó despertará por sí solo- suspira.
-¿No me garantiza que despertará?- pregunta Barty, el agua que Regulus lo obligó a tomar ya cae por sus mejillas.
-Esperemos, cariño- pide Alphard.
-Él sabe lo que hace, Barty. Es un Black, conoce la magia oscura.
-Y tengo la magia Potter, es una magia muy blanca, muy protectora- comenta Alphard.
Barty asiente.
-Muchas gracias por todo- agradece, mirando a los presentes- yo... nosotros... no supe donde ir, Regulus es como mi hermano y sé que siempre me ayudará, yo... no quería molestarlos. Y no fui con mis padres, por si se lo preguntan, porque seguramente ya se enteraron que soy...
-¿Gay?- completa Sirius- no está mal ser gay, lo eres.
Barty suspira y asiente.
-Mi madre no pero mi padre... no necesitaba más gritos.
-¿Quieres contarnos que pasó?- pregunta Alphard, sentándose a su lado- es que no entendí mucho, lo siento.
-No, está bien, está bien- asiente Barty y mira a Evan, aún tirado sobre la manta en el piso.
Regulus lo abraza fuerte, asi que Barty siente la valentía de contar que sucedió.
-Evan volvía del trabajo, estaba muy emocionado- sonrie triste- los Rosier salieron, me hice el dormido para no ir, quería esperar a mi Evan, quería besarlo y escuchar sobre su día- solloza, limpiando sus lágrimas con su brazo sano- ellos... ellos volvieron y... el padre de Evan fue el más brusco, él nos golpeó, su madre nos hechizo y luego nos encerraron en las mazmorras. Evan todavía no tenía ningún hechizo raro, nos quedamos horas encerrados con un hechizo de barrera invisible, dijeron cosas horribles, yo... no puedo decirlas. Hasta hace un rato, el hombre llegó borracho y... me tiró contra la pared- mira el piso, mientras llora- él intentó... entrar. Evan logró pasar la barrera y pelearon mano a mano hasta que fueron a los hechizos, encontró su varita y hechizó a su padre- murmura, él dijo unas palabras raras antes de caer malherido, y lanzándole el hechizo que hizo caer a mi Evan. Pudimos escapar, nos apareció en el camino aquí cerca, en ese lugar del camino en el que nos encontró el señor Potter, me dijo "sálvate" y luego... no pude despertarlo- Regulus voltea a ver a James, quién se sienta a su lado y se une al abrazo entre Barty y Regulus, tratando de dar su apoyo- lo siento, yo... no debí contarlo tan específico- se disculpa, evitando la mirada de los Potter.
-No cariño, está bien- habla Alphard- sentándose a su lado- yo... sé lo que se siente un poco eso, tu no tienes que disculparte por nada ¿sí? estamos aquí para ayudarte. Yo... sé que Evan despertará, solo hay que esperar y tener paciencia ¿okey?
Barty asiente.
[...]
-Debes comer, Barty- insiste Regulus- wow que raro se siente estar del otro lado- comenta, mirando a James, quién sonrie y besa su mejilla.
-No tengo hambre, Reg- suspira, tocando la férula. Ahora, ya más tranquilo, siente el dolor corporal.
-¿Te duele?- pregunta Lib, señalando su brazo, Barty asiente.
-No puedo darte la poción para los dolores si no comes- habla Fleamont, mirando a Crouch- te destrozaría el estómago.
Barty mira a Regulus, quién asiente.
-Eso te gustará- sonrie James- papá cocina muy bien.
Barty mira hacia donde está Evan y asiente. Sabe que a su novio no le gusta que no coma.
[...]
-No quiero ir a mi casa- murmura Barty, cuando terminan de cenar- ¿puedo dormir ahí?- pregunta, señalando el piso, junto a Evan.
-Regulus te prestará su habitación, igual no la usa- habla Lib, los presentes voltean a verla- ¿qué? siempre está en la de James, duermen juntos como papá y papi- señala a sus padres- desde siempre.
Regulus se sonroja hasta las orejas, escondiendo la cara entre sus manos.
James voltea a ver a Sirius, quién lo mira con una ceja arriba.
-¿Desde siempre?- pregunta Sirius- cuéntame más, Lib- pide.
-Sí, desde que llegó Reg, menos esa noche que se fue a su campo y Regulus hizo pijamada conmigo ¡fue tan divertido! que lástima que James siempre se lo quede para él.
-Regulus es una persona no una cosa, Libra- habla Alphard- él decide que hacer James no se lo "queda"
-Haremos otra pijamada pronto- promete Regulus, mirando a la niña.
-¡Sí!- exclama emocionada.
-Te prestaré mi habitación- concluye el menor de los Black, mirando a su mejor amigo.
-Son muy amables pero yo me quedaré donde esté Evan. Por lo menos aquí no hace frío como en la mazmorra de su casa.
-No queremos moverlo porque sería riesgoso hasta que despierte, despertar significa recuperar su magia, vencer a la magia oscura, interferir en eso sería muy contraproducente- habla Alphard.
-Podemos colocar un colchón en la sala y puedes dormir a su lado pero cómodo, ¿qué piensas?- propone Fleamont.
Barty sonrie de lado y asiente.
-Ustedes son muy amables- murmura- ya sé por qué Regulus los quiere tanto.
-Es que son muy cool y buenos- sonrie Sirius, dejando caer su cabeza en el hombro de Alphard.
-No sé, a mi me contagió la bondad mi esposo- responde Alphard, mirando a su esposo.
-Ya eras bondadoso, solo necesitabas amor y cariño.
-Y tener a un hijo miope- señala Sirius, divertido. Trata de cambiar el ambiente triste, lo hace sentir triste, es su forma de escapar.
Barty suelta una carcajada, Regulus sonrie en silencio.
-¡Ey!- se queja James, con gracia. Sabe lo que Sirius intenta hacer, conoce a su mejor amigo.
[...]
-Pobre Evan y Barty- suspira Regulus, colocándose la cofia para el cabello que los Lupin le regalaron- ver a tu padre intentando...
-Ni lo menciones- pide James, quitándose el cinturón- yo lo hubiese matado directamente, a cualquiera que haga esas cosas, el abuso es lo peor que un ser humano puede hacer.
-¿Sí? ¿por tu pareja?
-Por cualquiera, pero por mi novio lo haría con mis propias manos, asegurándose que el abusador sufra en cada instante hasta que muera- gruñe, molesto. Regulus lo mira asustado por su tono- lo siento, no quise asustarte- se disculpa, sonriendo de lado mientras se baja el cierre del pantalón, luego pelea con su corbata, tratando de quitar el nudo.
Regulus aleja la mirada de... donde no debería estar, y se levanta.
-Deja eso, la arrugarás- se queja el pelinegro, tomando la corbata y deshaciendo el nudo, para luego desabotonar su camisa.
-¿Hoy sí quieres el baile erótico?- pregunta, sintiendo las manos de Regulus en su pecho.
El pelinegro rueda los ojos.
-No- responde, "¡Si!" pide su mente.
-Bueno, otro día- sonrie divertido- fue un día muy largo- besa su mejilla- ve a acostarte- señala su cama- entro a la cama ni bien termine de bañarme y cambiarme.
-¿Sí?- pregunta, acariciando la mejilla de James.
-Sí.
-Te espero en la cama- sonrie Regulus y se aleja, luego bosteza, contagiándole el bostezo a James.
-Me apuraré- promete, entrando al baño.
Regulus mira la puerta del baño y se acuesta, logra dormirse antes de que James salga y lo abrace por la cintura.
Bajo un suave "Buenas noches, dulzura" Regulus duerme tranquilo.