No más she-venom

Mary Jane e acercó al borde de la azotea, aún recordaba todo lo necesario para columpiarse por ese breve tiempo en qué había sido una spider-persona durante el incidente de la isla araña y su tiempo como venom. Pero la altura le dió vértigo, las memorias recientes de sus encuentros cercanos a la muerte le aterraron. Mary Jane retrocedió y se hizo un novillo apoyando su espalda al barandal de la azotea. -”Mary Jane. Estás teniendo un ataque de pánico “ Eso ella ya lo sabía, no era su primer rodeo. -Cá-cállate- respondió casi sin aliento -”Puedo liberar sustancias para que te tranquilices.” -N-no, nada de drogas. Por favor.- Ella ya no quería ser controlada por alguien o algo sin importar los motivos -”Puedo hacerte recordar recuerdos placenteros. Si quieres” Sin mejor opción Mary Jane asintió. Imágenes que ella creía olvidadas pasaron a través de los ojos: su primera cita, su primer papel, su primer autógrafo. Aunque eran agradables estos recuerdos no se comparaban con el primer beso que tuvo con Peter, su primer paseo por Nueva York usando las lanzarredes, su primer picnic en una telaraña en las alturas. Su primer beso de cabeza. Cada imagen hacia que su corazón latiera con fuerza pero constantemente, su respiración ya no se entrecortaba y pudo ponerse de pie sin sentirse mareada. El simbionte se ofreció a tomar el volante y balancearse hasta el apartamento de Peter mientras Mary Jane cerraba los ojos y se dejaba llevar como pasajera. Ella se negó. Prefería bajar a la calle y tomar un taxi como una persona normal. Para el simbionte la mente humana era un misterio. contradictoriamente sencilla y compleja. En ese momento, mientras su huésped iba de camino a encontrar a Peter Parker, su mente era un caos, llena de pensamientos pero terriblemente silenciosa. no sabía muy bien donde estaba plantado. -”Lo lamento.” Mary Jane pareció no escucharlo al principio, después de todo no solo no le habló verbalmente sino que también ella estaba activamente intentando olvidar su presencia. Ella parecía incómoda de hablar telepáticamente con el simbionte así que sacó su celular de su bolsillo de sus pantalones para disimular que hablaba con él. Mary Jane dio un largo suspiró antes de decir nada -No es tu culpa. -”No… me refiero a antes. Tu sabes a lo que me refiero.” -Debemos hablar. Después. Ahora no tengo la energía para abrir esa lata de gusanos. -”De acuerdo” -Pero gracias. -”¿Oh?” -Gracias por estar conmigo en este momento. Guardó el celular. Lo que significaba que la conversación había acabado. El taxista intentó hacer una plática acerca de lo que había escuchado de su llamada. Al parecer el taxista interpretó que estaba hablando con su novio. Por suerte ya habían llegado a su destino lo cual la salvó de tener una de las conversaciones más incómodas de su vida. El edificio del apartamento de Peter estába en una de las peores partes de la ciudad. El barrio estaba lleno de basura, vagabundos y lo que parecía miembros de pandillas. Cómo en los viejos tiempos, quizás Peter nunca podría pagar un apartamento en la parte buena de nueva York. -“No. Aquí es donde Peter necesita estar; cerca de los problemas y lejos de las cámaras de vigilancia.” Mary jane no quería discutir con Venom sobre todo por qué ella sabía que él tenía razón. Dentro del edificio no estaba mejor que el exterior, había basura, cucarachas, ratas y grafitis. Pero ningún indigente. Mary Jane no temía por su seguridad, con el simbionte a su lado ella era la persona más peligrosa en el edificio, solo por debajo de Peter. Aún recordaba el número de su apartamento, casi entraba sin llamar a la puerta, pero fue su inquilino el que le impidió entrar como si fuera su casa. Ya no eran novios, ni siquiera amigos. Llamo a la puerta varias veces sin respuesta. Era probable que estuviera dormido o fuera de combate. Ella envió a Venom para que abriera la puerta forzando la cerradura. El interior era tal y como ambos recordaban: ropa en el suelo, empaques de comida rápida en un rincón, bolsas de basura de varias semanas y ningún traste limpio a la vista. La habitación era igual, lo único que sobresalía era la capa de polvo que cubría su cama. Él no había dormido en su cama desde hace mucho tiempo. -Él no está aquí. -Puedo verlo.- mary Jane llamo a su celular sin respuesta, derrotada, se sentó en el borde de la cama- ¿Qué hacemos ahora? -No lo sé.- se mantuvo en silencio por un momento, Mary Jane sintió como su huésped pensaba las opciones- Podríamos ir a matar a Paul.- dijo después de un momento Mary Jane lo consideró. Nadie lo extrañaría pero habría preguntas. Demasiadas preguntas. Tanto de la policía como de los superhéroes -Para nosotros no sería difícil desaparecer un cuerpo- insistió -No. Dylan… Tenemos que avisarle a Dylan. Estaban a punto de llamar a la escuela de Dilan para avisarle que iba a recogerlo de la escuela, Pero lo reconsideró, Paul pudo haber intervenido su celular, incluso podría saber dónde estaba en ese momento. El simbionte ya lo había considerado. -Desde que me uni a tu estúpido jackpot device note que había un micrófono y un GPS. Al igual que tú celular. No te preocupes, ya los he hackeado. Paul Rabin no escuchará nada que no quiera que escuche. -¿Pero, él sabe dónde estoy? -Si. De otro modo él te buscaría en cuanto se diera cuenta de que no te tiene ubicada. -Tenemos que librarnos de él pero aunque odie admitirlo. El infeliz es bueno con la tecnología, quizás tiene una forma de detenernos.- Mary Jane empezó a morderse la uña de su pulgar. -cierto. Además sabe demasiado. Tienes razón. No debemos lanzarnos a ciegas Por primera vez, sin intervención mental o engaños Mary Jane y el simbionte comenzaron a platicar, planear y debatir una forma de acabar con Paul de una forma definitiva. Cada propuesta del simbionte fue descartada por Mary Jane la cual conocía mucho mejor la comunidad superheroica y la respuesta de los grandes poderes. Mientras que las propuestas de Mary Jane fueron descartadas por el simbionte el cual conocía mejor la magia, tecnología y los dioses mejor que Mary Jane. La conversación se alargaba, ella pensó en limpiar un poco el apartamento de Peter como un lindo gesto pero incluso en eso el simbionte se opuso. Ella no tenía ningún derecho de irrumpir en su santuario y remodelarlo a su gusto, ya no. Pero el simbionte no se opuso en husmear las pertenencias de Peter Parker. Después de todo él también tenía interés. La diferencia de cuando vivían juntos era notoria, Peter no tenía ninguna foto enmarcada en las paredes, de hecho casi ninguna decoración, era como si todo el impacto que ella tuvo en su vida se hubiera esfumado hace años. El simbionte la regreso al presente ya que uno de los puntos donde ambos acordaron era que Dilan debía ser puesto a salvo. Peter aparentemente no era una opción, tampoco Eddy Brook. No con todo el tema reciente de Carnage. El sonido de su celular la sacó de su semi trance. Era Paul. lo tenía registrado como “tigre”. Su sangre hirvió, y su estómago se llenó de una bilis tan venenosa que el simbionte recordó el odio de Eddie hacia Carnage. Pero en lugar de lanzarse a un frenesí salvaje de violencia desmedida Mary Jane optó por hacer ejercicios de respiración, sus presión sanguínea bajó, sus latidos se hicieron regulares e incluso sus pensamientos se volvieron menos puntiagudos. Para Mary Jane era fácil entrar al papel de amorosa esposa sumisa, pero ese no era el papel que debía interpretar, se recordó, sino que era el papel de la fabulosa Mary Jane Watson-rabin… se mordió tan fuerte el labio que casi se lo cortó. Sin embargo, eso era mejor que gritar de frustración y odio, eso le dejaría una voz rasposa. -Aló -Mary Jane , ¿dónde estás? -Oh. Estoy en el apartamento de Peter. Al pobre lo terminó su nueva novia. -¿Otra vez? ¿Quieres que hable con él? Tu sabes, Para darle consejos sobre mujeres y relaciones adultas. Dentro de su ser Mary Jane gritaba de frustración: “LA ÚNICA FORMA EN QUE CONSEGUISTE QUE UNA MUJER TE TOCARÁ FUE HACIENDO Que FUERAS EL ÚLTIMO HOMBRE EN EL PLANETA. Y NI ASÍ TE FUNCIONÓ RECURRISTE A MAGIA LAVACEREBROS PARA QUE ME DEJARAS De PARECER TRISTE Y PATETICO” -ay Paul. Eres malo. No, solo necesita un hombro donde llorar. La risa que escuchaba del otro lado era genuina, ¿cuántas veces él se había regodeado de los altibajos de peter? Mary Jane sentía un odio que no era suyo, tuvo que advertirle a Venom que se calmara al no ser que quiera que Paul se de cuenta de la fachada. -Por cierto, Paul, voy a ir al edificio Baxter. La distracción del sufrimiento de Peter se esfumó, casi podía escuchar su preocupación del otro lado del teléfono. -¿Para qué? -Creo que fui muy dura contigo, se que solo quieres protegerme y te lo quiero compensar. -Compensar¿cómo? -Se que no hemos podido tener un poco de intimidad, y se que te incomoda estar en una relación con 2 personas, ire a ver los cuatro fantásticos para que encuentren una forma de separarme de Venom. -¿Quieres que vaya contigo? -No creo que sea buena idea, la antorcha humana es muy amiga de Peter, no creo que tenerte allí sea lo más productivo. -De acuerdo, no tardes, tendré lista la cena. Te amo. -Yo también te amo. Al colgar Mary Jane salió de su papel y regresó a su yo verdadero, el asco la envolvió como un pútrido manto. Corrió hasta el baño y vomitó todo lo que no había sacado previamente. Continuó vomitando hasta que solo quedaban arcadas, el olor ácido de su vómito le irritó los ojos, no tenía más motivos para contener las lágrimas. Lloro y berreo como una niña pequeña, recordando cada palabra, cada insultos que le había lanzado a Peter y cada caricia inmerecida a Paul. Se sintió bien desahogarse, lo que más deseaba ahora era bañarse con agua hirviendo, tallarse hasta arrancarse la capa de piel exterior y luego dormir por días enteros. Pero, tenía trabajo que hacer y no podía depender de Peter por el momento. ----------- Está vez Mary Jane no podía permitirse excusas; está vez debía de enfrentar el vacío. En el borde de un edificio cercano al apartamento de peter, Mary Jane contemplaba el abismo, totalmente vestida con el simbionte pero ahora que ella estaba en control su figura no se veía grotescamente musculosa, sino que está vez en lugar de proyectar músculos falsos el simbionte se pegaba a la piel de Mary Jane, solo resaltando las curvas que ya tenía. Su logo también cambió, el dorado nunca fue su color. El simbionte sugirió el emblema clásico y unas cuantas franjas blancas como detalles. La máscara también debía de cambiar, era alguien que ella no era. La nueva máscara o rostro de Venom se asemejaba a la máscara cuando Eddie o Peter eran Venom, el patron de los ojos era igual que el de spiderman, pero las facciones eran definitivamente femeninas, sin dientes exagerados saliendo de una boca desproporcionada, también cambió la capucha, su cabello era su tercer mejor característica, no podía ocultar su cabellera debajo de un limo negro. Así que su nueva máscara solo cubría su rostro, sin cubrir su cabello, dejando que éste ondule libremente con el viento. Pero aún con la seguridad que le transmitía este nuevo traje, Mary Jane aun le temblaban las piernas por el vértigo. -Incluso si fallas la caída no nos matará… probablemente.- la intentó animar el simbionte. Ella no quería visualizar su caída ni considerar las posibilidades de fracaso, ya sean buenas o malas. Este no era más que otro personaje que debía dominar, pero es muy diferente balancearse por nueva York en brazos de su amado que ser la misma que se balancea, si, había logrado balancearse por su cuenta con su propia telaraña orgánica en el incidente de la isla araña, pero en ese tiempo tenía súper fuerza, sentido arácnido y sentidos mejorados, ahora se sentía desnuda en la cima del mundo. ¿Cómo lo hizo Peter al principio? -He poseído y me he unido a varias spider-personas a lo largo de mi vida. Se por lo que estás pasando, todos y cada uno de mis anfitriones han pasado por esto, desde Peter hasta mcgargan, desde Eddy y sus novias hasta flash Thompson, y todos están de acuerdo con una cosa. -¿Qué cosa? -Esto es solo un salto de fé. Fe en ti misma y en nuestra conexión, fé en que estás haciendo lo correcto. espero que eso te haya ayudado. -De hecho si. Gracias. Un salto de fe ¿Eh? Mary Jane respiró rápidamente un par de veces y dio un paso atrás para tomar vuelo y saltó. El salto que dió fue más fuerte de lo que había planeado, la fé se le acabó y fue sustituida por la gravedad. -ABRE LOS OJOS MARY JANE.- le gritó el simbionte dentro de ella. El simbionte podía forzarla a ver a través de sí mismo, también podía haber tomado el volante. Pero de eso no le beneficiaría, no si planeaban derrocar a Paul. Mary Jane abrió los ojos e instintivamente intento detener su caída aferrándose a algo, lo que sea. De sus muñecas salió una telaraña como las que lanzaba Spiderman, no esos tentáculos negros que había usado hasta ahora, la telaraña se aferró a un edificio, la gravedad hizo que acelerará como un péndulo hacia la dirección donde había apuntado la telaraña. -Bien. Dispara la siguiente telaraña después de pasar al otro lado del péndulo. AHORA Mary Jane obedeció. Recordó cuando era niña y jugaba en los columpios, como se impulsaba con las piernas en pleno vuelo. -Si. Es lo mismo. Inténtalo. Arqueo su espalda hacia atrás y estiró sus piernas hacia adelante, funcionó, quizás demasiado bien, aceleró tan rápido que no le dio tiempo de lanzar el siguiente disparo de telaraña, pero no importó. Casi había sido disparada hacia adelante. Soltó la telaraña mientras se elevaba en el aire, era como volar, columpiarse en un columpio y hacer clavados en el aire, todo al mismo tiempo. Había pasado mucho tiempo desde que se divertía así. Pasó las siguientes calles experimentando diferentes alturas, saltos y ángulos. Pero todo lo que empieza debe terminar. Antes de que se diera cuenta ya había llegado al edificio Baxter.