When your crown is stained with regrets

La suavidad del viento hace que su cabello le de cosquillas, el olor a hierba fresca llena sus pulmones de algo familiar que no es difícil de nombrar sin embargo está seguro que está en casa, un amplio bosque lleno de rosas blancas los cubre de la vista de terceros, una amplia sonrisa marca su rostro con ansias de algo, que confirme que lo hizo bien. Es un sentimiento curioso lleno de entusiasmo infantil casi olvidado, de tiempos inexistentes y llenos de una calidez que calma su corazón. Alza la vista al frente alzando sus manos deseando ser sostenido en los fuertes brazos de su padre, lo observa con una pequeña curva de labios y las esquinas de sus ojos se suavizan, le susurra en secreto. —Puede que tú sangre también sea de un Black pero somos Malfoy Draco, recuerda esto, nosotros nunca somos atrapados en nuestras travesuras. —Habla con una incredulidad fingida de manera tan exagerada que le provoca una carcajada involuntaria. Este parecía complacido y juguetón. —Entonces, ¿Cómo lo hago para que mamá no me encuentre? ser invisible no es una posibilidad padre. —Su curiosidad era grande, nadie podía huir de la vista de lechuza de su madre, jamás. —Entonces deja de esconderte, que mejor manera de mostrar tu superioridad demostrando que aún frente a ella y sin nada en tus manos tus planes se ejecutan cómo deseas, y sabes porque? —Interrogó un Lucius risueño raro de ver, y Draco se pregunta si esto realmente existió o es solo un sueño. Solo sabe que no quiere despertar. —Aprovechamos su orgullo y lo hacemos nuestro, y es allí donde lo pisoteamos firme en lo que ahora nos pertenece. —Confirma su padre. —Por qué somos fuego, siempre consumiendo lo que deseemos o lo destruimos a nuestro paso. —Repitió de manera automática tatuado en fuego en su corazón, de igual forma lo son las lecciones de su madre. ¿Desde cuándo comenzó a descartar tales enseñanzas? —Exacto Dragón, eso eres, así que se un Dragón, se uno toda tú vida, puedes ser tan extraño y salvaje a veces pero sé con certeza que serás imparable y ganarás contra la mayoría de nosotros luchamos, nosotros mismo, gana y triunfaras en todo lo que hagas. —Suaves caricias a su espalda lo hacen sentir adormilado, mientras su papá camina lentamente de vuelta a la mansión pero aún debía preguntarle, sino lo perdería en la niebla del sueño. —¿Qué tiene que ver ser un Malfoy con salirme con la mía en una travesura?—finalmente preguntó. —Y es precisamente ser un Malfoy lo que te ayudará a lograrlo, usas el orgullo de tú madre y no podrá notar nada. —Un suave tarareo salió de sus labios en compresión. —Pero, en vez de usarlo se lo quito, ¿no lo ganó todo?—Una idea bastante realista para un niño pequeño susurra su padre pero su voz estaba plagada de orgullo. Y cuando la niebla lo arropa tan suavemente al vacío del sueño escuchó por última vez. —Sí existe un Malfoy que pueda ganarle a un Black ese serías tú, mi Dragón. Despertó. Un profundo vacío yace en su pecho, mientras se enderezaba en la silla de su escritorio, no se preocupa ya que no sería la primera vez que alguno de ellos amanece trabajando. ¿Cuándo fue que las cosas comenzaron a ir tan mal? Tomó cómo si fuera agua cada enseñanzas de Narcissa y descartó como simple sensaciones de gloria las palabras de su padre y no fue su culpa, su padre se doblegó a alguien que simplemente hacía el mal porque le apetecía, dobló sus rodillas y su cuello por algo que no iba a perdurar y se suponía que los Malfoy no se doblegan pero él hizo, y eso lo llevó a la muerte en su 5to año. Sí, se equivocó y falló en muchas cosas gracias a su retorcido prejuicio, pero no era lo único que era. Siempre trato de transmitirle la verdadera esencia de su apellido y no se dió cuenta hasta que fue tarde. Pero al final hizo tanto por el cariño de su madre, su respeto y admiración hacia ella eran sus principios, luego se despertó y se dio cuenta de que ella nunca se preocupó por él, solo quería el poder y todo lo que le pertenecía y no su amor. Y por primera vez en toda su vida, se arrepintió tanto de no ver realmente quien era su padre. Sí lo amó, a su extraña manera trato de darle las herramientas que él no supo aprovechar y no lo valoro. Lo extraña tanto, siempre lo hizo pero hoy, justo en este momento quiere colgar en sus hombros y escucharlo hablar, justo cómo cuando era niño. Y sabe con una certeza dolorosa que lo decepciono. Un ligero golpe muy conocido lo hizo alzar muy ligeramente sus labios que difícilmente pasaría cómo una sonrisa pero es lo más cercano que pudo encontrar, accede a qué pasen. Theodore Nott su mano derecha y primer al mando de su élite. Su mejor hombre, su primer amigo, su mejor amigo. Su hermano. Y esté cuando lo vio a lo ojos, lo supo. Explotó la mierda. Harry se encontraba en su propia sala de juntas, sentado en el centro masajeando su sien con una expresión de concentración. Los chicos aún no llegan, pero saben lo que pasará a continuación. Armar contramedidas en caso de traición por parte de Draco. El solo pensamiento hace que una risa carente de humor llene su pecho y resuene con su viejo conocido: vacío. Harry Potter está vacío, hasta que le dieron de beber vida y decidió llamarlo suyo, se dispuso a crear, así se sintió cuando supo que era un mago. Pero cuando conoció a Draco, no lo llenó, o le dió algo de tomar, cuando aceptó su mano sintió que nunca estuvo roto. Cerró los ojos recordando sus palabras de esos primeros días. "Está bien estar roto Harry, eso no define quién podrías ser, lo que ellos te hicieron fue porque tenían miedo de lo extraordinario que eres y eso los asusta, las personas nunca pueden aceptar que ellos simplemente no lo son y está bien porque yo si te vi, yo te ví Harry lo hago todos los días" El primero que creyó en él, y le dió un medio para tratar de sanar. El brillo de sus ojos, sus expresiones libres de máscaras es tan expresivo y natural, el movimiento ágil de su cuerpo, la manera que pronunciaba su nombre, todo se sentía cómo un sueño o la muerte. No importaba, para él Draco es su ángel. Lo inspiró a crear todo lo que tiene bajo sus pies, entonces un día Harry decidió. Crearía un mundo solo para él, y se lo daría en sus manos y para Harry eso sería suficiente. Cumplió su palabra, hasta que ya no lo fue. Suspiro susurrando su nombre, Narcissa. El primer adulto que lo trató como si valiera la pena, lo educó y acogió con "sinceridad" bajo su ala. Sabía desde el principio que solo quería que fuera el esposo de su hijo y siendo sinceros era justamente lo que Harry quería pero también obtener una madre en el proceso, lo significó todo. Una imagen, que ahora permanece en el pasado. Pero siempre noto. Al principio no lo fue, pero al pasar los años, roces y miradas robadas lo entendió. Ella lo quería, sabía que era por él poder. Por lo que construyó. Es una Black, es lo que hacen, cómo lo hizo su no tan inteligente padrino. Lo que vió en ella desde el primer encuentro fue a Draco, en lo que un día se convertiría. Un Draco lleno de experiencia era en definitiva demasiado encantador, sin darse cuenta le devolvió los toques y las miradas. Algo en su mirada llena de aprobación, hizo que algo en él sanará. Tal vez al niño que nunca tuvo madre y se permitió tenerla después o solo una doble visión del hombre que ama. Nunca supo diferenciarlos. Y sospecha que posiblemente nunca lo haga. Ya no es ese niño, creció y mejoró mucho de sí mismo, pero a la vez siempre será las consecuencias de sus tíos, su odio y asco. Pero él no es solo eso. Se sintió así cuando vio los frutos de su trabajo que llegó amar y gobierna aún con el mismo amor, cuando se casó con Draco y lo nombró su reina, cuando se besaron por primera vez, o su primera noche juntos. Incluso estando en su despacho una Narcissa se desnudo ante él a los 17 años, solo lo vio a él. Y todos los años después de esos, se sintió como tener visión doble. Hermione dice que Narcissa sabía esto y se aprovechó del estado de vulnerabilidad y confianza que tenía en ella, para crear esas conductas cuestionables y poco saludables. Y lo fueron, no sabía cómo y cuándo parar. Hasta que fue demasiado tarde. Trata desesperadamente no pensar mucho en la indiferencia y el fuego que lo arropó sean un espejismo de su mente a la jodida traición que cometió. La puerta se abre y 3 personas entran y basta ver su rostro. —Observando tú cara ya lo sabe, ¿No?.—Ron lo descifro de inmediato. —¿Qué demonios, Harry?—Neville no puede salir de su sorpresa. —Evidentemente esto iba a pasar pero decidiste seguir con esto. —En cambio Hermione lo enfrentó. Harry tragó saliva por qué es cierto, ellos eran los únicos que sabían y que en parte lo cubrían, bueno excepto Hermione, se negó a participar en esto. —Nos encontró en medio del acto , nos observó todo el tiempo hasta acabar. —Debía contar cada mínimo detalle, aunque no piensa que Draco vaya a traicionarlo ya que ama de igual manera su reino no quiere decir que su venganza en su contra afecte específicamente a su gente y no exclusivamente a él. Y eso no lo puede permitir. Todos están impactados, Ron sacó su cuaderno de seguro planeando su siguiente estrategia, cómo su primer al mando y cómo en el primer momento que lo conoció predijo tantas cosas por su aguda observación. Lo vió y decidió apostar por él y Ron solo apuesta para ganar, siempre gana. Excepto que nunca le ganó a Draco una de las razones de por qué nunca le agrado. Cuando la sorpresa inicial pasó, se dispusieron a entender el alcance de la situación. —Cómo se podrán imaginar no le interesa escuchar nada que pueda decir al respecto y fuimos directamente al grano de cómo manejaremos la situación gracias a la tensión de la alianza Americana, permaneceremos cómo un equipo y todo este asunto desaparecerá por completo. —Dejó que el silencio llenara la sala, esperando observarlos maquinar la información. —Pero no tienen el presentimiento de que algo potencialmente malo pasará y no hablo respecto a la política, todos hemos escuchado los rumores de lo que pasa cuando lo traicionan, y temo que aunque mantenga la fachada algo hará y será letal.— Neville cómo de costumbre tiene buenos instintos y no se equivoca, siente que apenas comenzó el verdadero infierno para Narcissa. —Es justo lo que haría Draco, al fin de cuentas es un Black que valora el poder sobre todas las cosas, puede vengarse pero mantendrá su posición con uñas y dientes. —El ingenio de Hermione atacando de nuevo. Ninguna de sus puntos de vista no están equivocadas pero el Draco que conoció no era ese. ¿Realmente conocía a Draco como creía o era pura pretensión de su parte? Eso le asusta, porque si no lo conocía por completo como un día llamarlo suyo si nunca se tomó la molestia de conocer todas sus rincones. Ron escribiendo frenéticamente comentó de pronto lleno de desdén ligado con admiración. —Pero también es un Malfoy, la gente tiende a olvidarlo. Se que piensan que no son más que pretenciosos llenos de prejuicios pero solo fueron las últimas 2 generaciones, ¿Sabían que no se sabe casi nada de los Malfoy, de dónde consiguieron tanto poder, influencias y riquezas? Nadie sabe nada de ellos más que rumores diversos. —Ron escribe con furia y la pluma cruje por lo fuerte que la sujeta. —Si quisieran aumentar el poder disponer de rumores es un buen curso de acción que los beneficia. —Hermione contestó escéptica. —Al menos que los beneficie más que permanezca en secreto — Captó Harry lo que en realidad quería decir Ron. —¡¡Exacto!!. Puede que Lucius no calificó para heredar su legado ni su padre antes de este, pero se lo transfirió a Malfoy, no sabemos qué le enseñó y cómo demonios ninguno de sus ancestros fue atrapado, por ese factor es tan impredecible no puedo configurarlo en ninguno de mis planos al menos que él así lo desee, y eso lo hace una variante peligrosa desde el principio. No puedo predecirlo, no puedo leerlo en absoluto y es por ello que no me agrada, fue una variante esencial para lograr la unificación de nuestro continente y porque amaba a Harry sabía que bajo estás condiciones no habría traición pero gracias a las tendencias enfermas de Harry tenemos que contenerlo a tiempo, así nunca tendríamos que averiguar hasta qué nivel llega esas enseñanzas. —Sentencia Ron. El reconocimiento aclara su mirada. —Por eso investigaste, si algún día se vuelve peligroso. —Harry no sabe qué sentir al respecto más que desconfianza y miedo de que sus propios amigos, aliados desconfíen a tal nivel de su ángel, pero entiende que ÉL es su prioridad, no Draco. Nunca Draco. —Se que lo amas Harry pero Ron tiene un punto, todo saben que su gente no te son leales, si Draco no se los hubiera ordenado, sin embargo nadie de su élite le agradamos, solo velan por el interés de su señor únicamente y cuando se enteren de esto las tensiones pueden llegar a extremos peligrosos. —Harry está de acuerdo con Neville, a los amigos de Draco nunca les agradó, ni les dió una segunda mirada en su dirección excepto que Draco se los ordenará. Y el sentimiento era total y completamente mutuo. —Es cierto, aunque debo agregar que no harán nada que Draco no desee, son demasiado leales a él todos y cada uno de ellos, y si actuaran de manera impulsiva y esto lo lastima mínimamente preferirían cortarse el cuello. —Una Hermione de rostro grave marca lo que sería otro problema. Draco tiene demasiados seguidores. Cómo es posible que tal cosa antes provocaba alivio y plenitud no sea más que una señal de desastre. —Una razón más para contenerlo Harry, si obtiene el respaldo total de uno de sus aliados será el fin podría eliminarte o fácilmente consolidar su posición a través de unión de naciones, invoca a la magia de la unión e impone restricciones ahora que estamos a tiempo. —Ron dejó de escribir para mirarlo fijamente. Todo el salón se paralizó, y su magia se desató. —¿Qué? —Espetó furioso. Pero sabe a lo que se refiere en cambio Ron sin inmutarse le respondió. —Sabes tan bien cómo yo cómo se consolida el poder absoluto, y ese es tomando un segundo compañero y solo existe lo suficientemente poderoso para que ni quiera nuestros enemigos sueñen tocarlo, ni tú, y esa persona está muy dispuesta realizarlo y todos sabemos su fijación por Malfoy y su entendimiento mutuo, se conocen y son justamente las únicas personas que no puedo ver agrandando que le importas una mierda y no lo esconde al respecto la única razón que se firmó el tratado por él, si hacen esa combinación sería totalmente letal Harry, debemos asegurarnos que nunca pase — Cuando terminó la magia de Harry congelo todo a su alrededor excluyendo a sus amigos. —Draco jamás haría eso, saben bien como yo que ese tipo de unión siempre viene con ataduras en ambas partes y jamás permitiría que alguien le quitara el poder. —Contestó, su voz salió serpentina por lo apretados que están sus dientes No puede ni quiere imaginar que Draco le diera la espalda a todo, lo que son y los escombros que quedaron ayer, porque no puede imaginar un mundo donde perdiera a Draco Malfoy. Se estremeció lleno de rabia y miedo. Los tres lo observaron fijamente. Y supo en ese instante qué esto es el comienzo de algo mucho más grande de lo que creyó posible, hasta ahora. Solo no sabe cuál será la respuesta, aún. Expuso lo que le hizo a su madre. El caos reinó por completo, gritos sorprendidos, jadeos de horror sonaron como música de fondo en una fiesta de terror en sus oídos. —Harry, no podías mantener fuera de tus jodidos pantalones la versión afemina de tu esposo. Maldición, ¡esto es grave Harry!. —Un Neville sumamente nervioso golpea la mesa. —Ese definitivamente no es Malfoy — Hermione genuinamente le agradaba Draco, pero ahora se convirtió en "Malfoy". Todos son enemigos, ahora son enemigos de todos. Una risa casi rayando a la locura los hace voltear a ver a un Ron lleno de euforia arrancando hojas de su cuaderno. De ese cuaderno. Repitiendo una y otra vez "La convirtió en un DeFre" Las hojas se acabaron y Ron no perdió la sonrisa. —Nunca, de todas las posibilidades pude imaginar tal inicio de castigo, es brutal. ¡Malfoy está en llamas por Merlin!. —Hay un brillo de una alegría salvaje, casi animal cuando da inicio a una cacería. —La convirtió en una puta, le arrebató cada parte de ella y la despojó hasta de su aspecto, dejándola viva para sus propios fines arruinando su honor ante la sociedad para abrazar naturalmente nuevos peones anteriormente de su madre, y te aseguro que vendrá más y más hasta que la misma Narcissa se quite su miseria. —Se lame su labio superior con deleite, cómo si tal acción pudiera ser saboreada en la punta de su lengua. Nadie dijo nada por un rato. Por primera vez entendió que mató a Draco. A su ángel, aquel que no le importaba nunca lo retorcido y oscuro fuera Harry, quien lo amó hasta cuando no tenía razones para hacerlo y decidió escogerlo. Lo hizo tantas veces que no se dió cuenta que no se lo devolvió ni una sola vez. Harry Potter mató al Draco que lo amaba y se sintió morir con él también. Sin darse cuenta, las lágrimas bajan por su rostro, su barba espesa se siente seca y asquerosa. Cómo él. Nadie dijo nada. Nadie hizo nada. Esto, pensó Harry, son las consecuencias de mis actos. Theo lo tomó del brazo, no habló, no dió inicio a nada más que la indicación muda que lo siguiera. Draco extrañado se deja guiar hasta la salida secreta de su despacho. Nadie sabía de él, solo Theo y el mismo Draco. Cerrando la puerta tras ellos Theo se da la vuelta, su cabello danzaba salvajemente por el fuerte viento no hace nada más que acentuar la suavidad de su mirada hace que algo en Draco se sienta vulnerable no le gusta. Él no tiene una mirada suave, porque Theo no sabe llorar. Está en su manera de hacerlo, llora por Draco. Draco quiere destrozarlo solo por eso. Pero su voz se convirtió en el viento. —Déjalo salir Draco, sácalo de tú sistema, sabes que este lugar nadie lo puede encontrar y es un campo abierto. Con dientes apretados y su magia descontrolandose arremetió. —No necesito sacar nada Theo porque estaré bien. Con la misma calma, la misma mirada. Se siente un deja vu de su sueño noto. —No estás bien Draco, te traicionaron de la peor forma posible, la mujer que te crío y te llevo por 9 meses en su cuerpo te descartó por completo, al hijo de puta que te entregaste por completo tomó todo de tí y no le fue suficiente, ellos son unos asesinos, asesinaron la parte de ti que ellos componían y todo lo que creias de ti ya no está, no existe y debes llorar Draco. De manera ridícula y bastante inexacta una presa se abrió en su interior. Lloró y lloró. Theo lo sostuvo, lo mantuvo erguido y aguanto. Aguanto junto con él. —Aún la amo, ¿sabes?. Ella una vez fue mi madre. —Lo fue. —Siempre amaré esa versión, sin embargo no siento nada más que repulsión. —Eso está bien, yo también la encuentro asquerosa. —¿Es extraño que esté de luto?. Cuestionó. —¿Por qué lo sería? Murió esa versión de ti y eso merece luto, pero no perdiste quien eras y ahora tú también eres capaz de verlo. —Contesta cómo si fuera obvio. Ya con la respiración tranquila, las lágrimas secas. Un enorme peso fue sacudido de sus hombros. Se siente más liviano. Pero se permitió seguir mostrándose vulnerable. —¿Ahora que?—No pudo evitar cuestionarlo. —Seguir adelante, conquistar. Conquistar. Tiene razón, aún queda mucho que ganar, mucho que conquistar, mucho de que vengarse. Mucho que matar. Y sonrió con deleite. —Prepara a los filtrados americanos y reúnelos en mi residencia, les haré una visita antes de ir a la asamblea de alianzas, y después los quiero en mi despacho los tres, informales todo lo que sabes, mañana partiré que Pansy se encargue de hacerle llegar el papeleo a Potter déjala manejarlo como desee. —Las órdenes fueron recibidas con una pequeña sonrisa. —Por supuesto mi señor. —No me digas señor Theo, siempre te lo digo. —Cómo diga, mi señor. Una mueca de inconformidad de parte de Draco y basto a Theo para sonreír aún ampliamente. Dándole muy dignamente la espalda Draco no dudo en susurrar: —Gracias hermano. Y cuando volvieron a su despacho le señaló una última orden. —Dile a Blaise que los prepare para mí. Ambas sonrisas contenían miles de promesas oscuras. ¡Oh no, la muerte blanca está llegando!. Mentón en alto, espalda recta, mirada altiva y máscara de hielo se dirigió hacia una temblorosa Narcissa arrodillada en su piso de mármol oscuro, se sentó en su trono y le indico acercarse. Hasta quedar bajo sus pies, alzando ligeramente la punta pie a su dirección y deleitándose de su miedo y angustia le dijo sus palabras de despedida. — Yo soy lo que nunca fuiste y haré lo que nunca podrás, y cuando termine quiero que recuerdes una cosa. Se levantó con elegancia de su silla y se inclinó en su oído. — Tú traición me formó, a ti te debo mi victoria. Y le beso la frente.