Honestidad
11 de septiembre de 2025, 13:11
Esta mañana, el peso en mi pecho es un poco más leve. Como si, por un momento, respirar no doliera tanto. Como si el nudo en mi garganta aflojara lo suficiente para dejar pasar algo de aire.
La veo de nuevo. Como siempre, entra en mi vista periférica sin esfuerzo. Sus ojos, grandes, cargados de algo que no me atrevo a interpretar, parecen decir más de lo que cualquiera podría asumir.
Pero esta vez... esta vez viene hacia mí.
Trago saliva, como si eso bastara para calmar la ansiedad que me sube por la espalda.
Deja caer su mochila en la silla junto a la mía. Se sienta sin decir nada.
¿Eso es bueno?
¿Se supone que diga algo? ¿La miro?
"Buenos días, queridos estudiantes" dice el profesor al entrar, interrumpiendo la espiral que ya me estaba tragando. Su ropa, como siempre, parece sacada de una bolsa de donaciones: hoy lleva una camisa verde de manga corta y unos pantalones cafés arrugados.
Saca un estuche amarillo con plumones y colores. Se nota que no ha dormido bien.
"Hoy tendrán toda la clase para avanzar en su proyecto" añade, mientras saca un plumón y escribe su nombre en el pizarrón:Prof. Elías Hernández."No espero que terminen nada astronómico, pero sí quiero ver un primer vistazo. Algo que me diga hacia dónde van."
"No dejen que los distraiga" añade mientras se sienta en su escritorio "Estaré revisando trabajos de otros grupos. Pueden comenzar."
Me vuelvo ligeramente hacia ella.
"¿Cuál es tu nombre?" pregunta después de unos segundos. Esta vez, sus ojos sí buscan los míos.
No logro sostenerle la mirada. No porque ella sea intimidante, sino porque yo… soy yo.
"Leo" respondo. Mis manos ya están sudando y empiezo a jugar con los dedos, como si pudiera trenzar la ansiedad entre ellos y volverla invisible.
"Bueno, Leo" dice, con una sonrisa leve que no estoy seguro de haber imaginado "Yo soy Jade."
Di algo. No te quedes callado. No seas un cobarde.
"¿Me prestas un lápiz? Dejé el mío en casa…"
¿De verdad? ¿Eso fue lo mejor que pudiste decir? ¿Subrayar que eres un despistado socialmente torpe? Genial, Leo.
Jade asiente en silencio y me pasa uno sin mirarme. No parece molesta. Tampoco especialmente interesada. Simplemente… presente.
"¿Tienes alguna idea?"pregunta, y esta vez su tono no suena impaciente. Solo sincero.
En ese momento recuerdo la hoja que vive en mi mochila.¿Debería enseñársela?
"Ayer dibujé algo" murmuro, mientras distraigo mis manos buscando la hoja entre mis cosas.Cuando la tengo en las manos, la coloco en medio de los dos, intentando replicar el mismo gesto que ella hizo conmigo.
Ella la observa en silencio durante unos segundos.Parece concentrada, como si tratara de entender cada línea... como si tratara de entenderme a mí.
Lo arruiné.De seguro ahora piensa que soy raro. Tal vez mostré demasiado.
"Podemos empezar algo desde cero si prefieres" digo antes de poder frenar las palabras.
Jade me mira, con una leve confusión al principio. Luego niega con la cabeza.
"No, está bien. Me gusta."Está diciendo la verdad.
Honestidad.
El aparente alivio se ve opacado por una oleada de náuseas. Las paredes comienzan a cerrarse a mi alrededor; se sienten cada vez más sofocantes.
"Tengo que ir al baño" murmuro, apenas audible.
Mis manos temblorosas apenas responden mientras me levanto de la silla.Mis pasos son torpes, desordenados, trazando una línea inestable hacia la salida.
Antes de cruzar la puerta, noto cómo el profesor levanta la mirada de sus papeles. Su ceño está fruncido, con una preocupación leve, discreta, pero visible.No le doy importancia.Sigo caminando.
-----------------------------------------------No sé exactamente cómo llegué al baño. Solo sé que tenía que salir de ahí.
“No puedes salir aún de aquí, Leo. Necesito que seas autosuficiente. No lo eres en estos momentos. Mírate en el espejo.”
Sus palabras no me dolieron por lo que decían, sino por lo que mostraban.Por la forma brutalmente honesta en que lo dijo.Como si necesitara que esa frase se quedara tatuada en mi cabeza.
Honestidad.A veces libera. A veces te deshace, hace más grande el vacío en tu pecho.
Preferiría que me mintieran mil veces antes de ver esa verdad en sus ojos.Es inservible pensarlo ahora, lo sé.Debería buscar una distracción. Algo que me saque de esto.Pero no encuentro nada.
Vamos, Leo. Eres más fuerte que esto. Esto no te define.
¿Pero entonces quién soy?¿Y si lo que en verdad soy... no quiero serlo?
No te distraigas. Respira. Uno... dos...
¿Y si ella ya lo ha visto en mis ojos?
El miedo, la incertidumbre, mi inseguridad...
Lo que está dibujado debería ser suficiente.
El dibujo.¿Y si ahora tiene más peso del que pensé?
Tengo que volver.
Al salir, veo a Jade esperándome. Lleva mi mochila colgada al hombro y la hoja en la mano.
"La clase terminó mientras estabas en el baño. Aquí están tus cosas" dice, tendiéndomelas con el rostro serio.No hay nada que leer en su expresión.¿En qué estará pensando?
"Gracias... Jade" murmuro, levantando la mirada del suelo. Nuestros ojos se encuentran.No está molesta. Solo... cansada.Como si llevara días sin dormir del todo.
"Te veo mañana" dice con una pequeña sonrisa, sincera.
Me quedo sin aire por un momento.
"Te veo mañana" respondo, intentando devolverle una.Sé que la mía no es ni la mitad de bonita que la suya.
La veo alejarse por el pasillo con paso tranquilo, su mochila colgando de un solo hombro y el dibujo todavía en mi mano.No voltea.No tiene por qué hacerlo.
Me quedo ahí un momento, sin moverme.Quizás para ella fue solo un día más.Pero para mí… algo se sintió distinto.
Y aunque no sepa qué fue exactamente, por primera vez en mucho tiempo, no quiero que desaparezca.