¡Hora del almuerzo!
16 de septiembre de 2025, 18:44
Pasó como una hora cuando Zheng volvió con sus demás compañeros de servicio cubierto de césped.
— ¿Cómo fue que terminaste así? — preguntó Leónidas acercándose al chino y recibiendo las bolsas con pasto. — ¿No eras quien tenía la tarea más fácil?
— Gajes del oficio... — respondió el señalado sin querer dar más detalles.
— O más bien... — Michel se acercó a Zheng quitándole un poco de césped del cabello. — Nuestro querido chino estaba jugando con un civil.
— ¿Cómo sabes eso? — respondió quitando la mano de Michel.
— Te vimos, estábamos en la sección de al lado con los rastrillos, tampoco es que pasaras tan desapercibido... — Explicó Kojiro mientras Michel reía.
— ¡Hay que decirle a Adán! — exclamó Michel fingiendo estar preocupado.
— ¿Por que un civil te arrojó pasto? — preguntó Okita curioso.
— No era un civil cualquiera, era mi vecino. — explicó el chino. — La persona que me denunció.
Todos hicieron un gesto de sorpresa por lo último.
— ¿Te denunció y te lo encuentras justo mientras estas en servicio comunitario? ¡Que coincidencia más desafortunada! — exclamó Nikola.
— Estoy casi completamente seguro de que vino aquí a propósito solo para molestarme. — dijo Zheng.
— ¿Pero como sabría el lugar exacto donde estas? Tal vez el... te está acosando~
Zheng se mostró sorprendido por las palabras de Michel, porque ¿cómo Hades sabría donde se encontraba? ¿Era realmente una desafortunada coincidencia o lo estaban acosando?
— Eso no explica por que dejaste que te cubrieran de césped. — Grigori se metió en la conversación con un tono burlón. — ¿Podría ser que nuestro querido japonés esté interesado en su vecino?
— No soy japonés.
— ¿Coreano?
— ¡Chino! — dijo molesto por la confusión del ruso. — Y no, no estoy interesado en Hades, por su culpa me metí en problemas.
— Podrías chantajearlo. — sugirió Michel.
— ¿Qué? — Zheng se mostró interesado en ese comentario a lo que Grigori y Michel se dedicaron una mirada cómplice.
— ¿No es obvio? Convencelo de que retire la denuncia y adiós a todos tus problemas, ya no tendrás que venir aquí. — explicó Michel.
— ¿Eso se puede? — el chino parecía interesado.
— Claro, ya sabes lo que dicen; confía en la palabra de un francés. — Michel parecía muy seguro.
— Nadie dice eso... — murmuró Okita.
— Yo lo digo, así que ya no es nadie. — dijo el francés mirando sus uñas.
— Que bueno ver que ya terminaron la primera tarea. — Adán se reunió con ellos, le dedicó una mirada algo larga al chino por verlo cubierto de césped, pero no dijo nada sobre eso, solo volvió a lo importante. — Ya es su horario de almuerzo, probablemente no trajeron nada por ser su primer día, así que pueden comprar en tiendas en esta manzana, no tienen permitido alejarse de ese perímetro y deben volver aquí en máximo una hora.
— ¿No podemos simplemente ir a casa? — preguntó Kintoki.
— No, cuando terminen de almorzar les explicaré un par de cosas sobre como nos manejaremos de aquí en adelante y quiero que limpien las cosas para guardarlas como se debe.
El grupo empezó a moverse, algunos en silencio, los únicos grupos que se armaron fueron Raiden y Lu Bu, luego el grupo más ruidoso que eran Michel y Grigori. El único que no se movió de su lugar era Zheng, Kojiro notó esto y se acercó a el.
— ¿No vas a almorzar? — preguntó el japonés amablemente.
— No puedo entrar a ningún negocio estando así... — explicó el chino.
— Oh, ¿quieres que te traiga algo? — ofreció el japonés con una sonrisa.
— No, está bien, no tengo hambre, los esperaré aquí.
Kojiro dudó de dejarlo solo, pero tampoco quería presionar, así que se marchó.
Zheng caminó hacia unas escaleras sentándose en estas, tendría que esperar un rato allí, pero no le molestaba.
— ¿Qué haces sin hacer nada? ¿se terminó tu tragedia? — esa era la voz de Hades, quien se acercó a el.
— Todos están en su horario de almuerzo.
— ¿Y tu por que no estas almorzando?
— No traje dinero, no pensé que fuera a quedarme tanto tiempo. — Zheng suspiró restándole importancia.
— Mmm, está bien, volveré a molestarte en un rato. — el griego dio la vuelta marchándose.
— ¡No pasa nada si no vuelves! — le gritó Zheng esperando que le hiciera caso.
Mientras veía la figura del griego desaparecer a la distancia pensaba en lo que le había dicho Michel, ¿realmente podía convencer a Hades de retirar la denuncia? ¿Chun Yan se sentiría mejor de saber que no queda nada en su historial?
Se quedó ido pensando en eso por varios minutos, ni siquiera se dio cuenta de cuanto tiempo pasó ni de que Hades había regresado, solo reaccionó cuando sintió como ponían una bolsa sobre sus piernas.
— ¿Qué es esto? — preguntó el chino mirando a Hades quien se sentó a su lado.
— Tu almuerzo. — explicó llevando su mano a limpiar el cabello de Zheng.
— No te lo pedí.
— Yo quise traerlo, come.
El más bajo abrió la bolsa notando como dentro había dos sandwich, se veían grandes y ricos, no iba a negarlo, tenía hambre, así que su pregunta fue clara.
— ¿Cuanto pagaste? Te lo devolveré cuando vuelva a casa.
— No hace falta que me pagues nada.
— ¿Ahora das caridad?
— Es un regalo mío, oh, espera, ¿te excita más robarlo?
— ¡No me excita! — el chino se puso rojo de vergüenza por ese comentario.
— ¿No? — Hades se mostraba divertido por la reacción de Zheng, claramente notando su sonrojo. — Bien, entonces comamos juntos, ¿eso te parece más aceptable?
— Está bien. — le pasó uno de los sándwich a Hades para que comieran juntos y así lo hicieron, en un silencio agradable.
El chino miró a su acompañante quien le miró de vuelta al notarlo, Hades había sido amable en este momento, antes no lo pensó porque parecía burlarse de el, pero ahora... ¿si se lo pedía retiraría la denuncia?
— Hades.
— ¿Si?
— ¿Podrías...? — sintió la mano de Hades pasar cerca de sus labios como limpiando alguna migaja que tuviera allí, eso casi lo distrae. — ¿Podrías retirar la denuncia?
Hades se mostró sorprendido por eso.
— ¿Eh? No.
— ¿Por que no? ¡Estabas siendo amable!
— No voy a retirarla así como así solo porque me caíste bien un momento. — respondió volviendo a comer. — Debiste pensarlo antes de meterte en mi casa a robar.
— Lo único que quería robar era wifi.
— Eso me hace preguntarme cuanto tiempo estuviste usando nuestra red sin que lo sepamos, son más motivos para dejar la denuncia.
— Fueron... — se detuvó, realmente no le serviría de nada decir que ya llevaba años usando su internet. — Pero no es tan grave como para una denuncia.
— Hazte cargo de tus acciones. — finalizó la discusión mientras miraba hacia un punto. — Y parece que tus amigos ya están volviendo.
— No son mis amigos. — miró hacia donde veía Hades notando a Michel y Grigori quienes tenían las mejillas sonrojados y caminaban bromeando hacia donde estaban ellos. — Ay no.
— ¡Zheng, mi amigo japonés! — casi que gritó Grigori acercándose.
— Es Chino. — le corrigió Michel, ambos hablaban raro, ¿estaban borrachos?
— Los chinos me caen mal, prefiero fingir que es japonés. — explicó el ruso entre risas.
— Oye Zheng, ¿ese es tu vecino? ¿El que te denunció? — el francés se acercó a tropezones a Hades tomando su mano ante la sorpresa del griego. — Un placer, soy Michel, mejor amigo de Zheng.
— Ni siquiera somos amigos... — murmuró el chino.
— ¡Eso es cierto! Su mejor amigo soy yo, su confidente, su socio más fiel. — Grigori aprovechó a tomar la mano de Zheng tirando de el y obligándolo a levantarse para darle un abrazo.
— Agh, hueles a alcohol. — se quejó el chino. — Suéltame, me das asco.
— Y dime guapo, ¿tienes insta? — preguntó Michel hacia un incómodo Hades.
— Ah... ¿si? — respondió dudoso el griego.
— Ah, Zheng Zheng, mi querido Zheng~ — Rasputín se llevó al mencionado alejándose de Michel y Hades. — ¿Lograste que retirara tus cargos? ¿Ya no te veremos por aquí? ¡Era el comienzo de nuestra amistad!
— ¡No grites! — el chino cubrió su boca para que no hable. — No lo logré, pero no me rendiré, conseguiré que retire su denuncia.
El ruso mostró una mirada divertida por la seguridad que Zheng tenía sobre si mismo.
Y a Zheng no le molestó, el estaba decidido. Lo conseguiría. Así que solo caminó de vuelta a donde debía reunirse el grupo intentando no perder a Grigori en el camino, Michel no tardó en unirse mientras bromeaba con ambos.
Y aunque podría quejarse, al chino no le disgustaba la presencia de ninguno de los dos. Así que se reunió con el grupo mientras en su cabeza tenía una nueva meta; lograr que Hades retire la denuncia.