ID de la obra: 647

Castigo virtual

Slash
NC-17
Finalizada
2
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
102 páginas, 30.536 palabras, 24 capítulos
Descripción:
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Una tutoría interrumpida

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— ¿Qué haces en mi casa? — la pregunta de Zheng fue directa. Cuando tocaron su puerta se esperaba cualquier cosa menos a Hades quien lo miraba como si no supiera que decir exactamente. — No fuiste a servicio comunitario. — fue lo que dijo el griego. — Evidentemente no fui, porque estoy en mi casa. — asintió el chino. — ¿Por qué? — Ah, ya entiendo. — Zheng sonrió divertido. — ¿Fuiste a acosarme como siempre y te sorprendiste al no encontrarme? Hades desvío la mirada evitando los ojos de Zheng. — ¿Por qué no fuiste? — repitió. — si te ausentas luego tendrás que pasar más tiempo allí. — Podría pasar nada de tiempo allí si alguien retira mi denuncia. — sugirió el chino. — Hoy no podía ir, le avise a Adán que faltaría, tengo algo que hacer. — ¿Qué es tan importante? — preguntó Hades con curiosidad. — Estas en tu casa. — Si, estoy esperando a alguien. Esas palabras no le gustaron a Hades, se sintió débil de repente. — Oh, ¿a tu amigo? — preguntó sonriendo al recordar al chico con el que había visto a Zheng la otra vez. — No es un amigo... es algo diferente. Si Hades se había incomodado antes eso había empeorado considerablemente al escucharlo. Comenzó a sobrepensar sobre quien podría ser la persona que estaba esperando su vecino, ¿ya había alguien en si vida? ¿Por eso le pidió olvidar el beso? — ... — Si solo viniste a preguntarme eso puedes irte, tengo que prepararme, ella llegará en cualquier momento. ¿Ella? ¿Zheng era heterosexual? Bueno, no es que fuera muy extraño serlo. El chino estaba por cerrar la puerta al ver a Hades tan callado, pero este se interpuso impidiéndole cerrar. — ¿Puedo estar con ustedes? — el griego preguntó de repente tomando de los hombros a su vecino. — ¿Por qué quieres hacer eso? No creo que sea la correcto. — la mirada de Hades se oscureció un poco y el chino se puso algo nervioso. — ¿Necesitan privacidad...? — Hades preguntó con la voz muy baja. Zheng terminó por suspirar y jaló a su vecino dentro de su casa cerrando la puerta. — Puedes quedarte, pero no quiero comentarios de que estas muy aburrido o que quieres irte a media lección. — Claro, no me iré. — Hades se sintió más tranquilo hasta que proceso las palabras del chino. — ¿lección? El timbre de la casa sonó por lo que Zheng ya no pudo responder y en su lugar abrió la puerta recibiendo a la invitada original, quien lo miró aburrida. — Qin, si vas a estar coqueteando con tu novio en medio de la lección me voy. — dijo la chica con molestia, los había visto cuando estaban en la puerta y no le transmitían una vibra pacífica. — ¡No somos novios! — Zheng sintió sus mejillas arder y se alejó a paso rápido. — Espero que hayas traído todas tus cosas esta vez Alvitr, vamos a estudiar. Cuando el chino fue al comedor a terminar de arreglar las cosas Hades y Alvitr se miraron un momento antes de seguirlo. — Hola Hades. — saludó la joven, mirando de reojo que Zheng no los estuviera escuchando. — que gustos tan exóticos tienes. Fue el turno del griego de ponerse rojo, mientras asentía. — Hola Alvitr... La chica caminó hasta el comedor siendo seguida por Hades y cuando llegaron Zheng ya estaba sentado con unos libros frente a el. — Siéntate, comenzaremos la lección. — le indicó a la chica. — Tu también siéntate. Zheng tiro de Hades obligándolo a sentarse a su lado mientras Alvitr se sentaba al frente. — ¿Eres su profesor? — Hades preguntó algo perdido, estaba tranquilo de saber que no era nada íntimo lo que su vecino tenía pendiente. — Solo son tutorías. — explicó el chino. — Alvitr tuvo problemas precisamente en historia y yo la ayudo. — ¿La ayudas? — Hades sonrió enternecido, le recordaba a cuando ayudaba a sus hermanos con sus tareas. — Eso es muy lindo de tu parte. — Si van a estar coqueteandose díganme para irme y dejarlos solos. — Alvitr los regañó por lo que el griego dejo de mirar tanto a su vecino mientras que este tomaba el libro. — No estamos coqueteando, voy a empezar con la lección. Fueron dos horas hablando sobre la segunda guerra mundial, para sorpresa de Hades, Zheng si era un buen profesor. Explicaba todo con una claridad y que hacia que todo se sintiera muy ligero y completamente comprensible, Alvitr tomó apuntes de lo que era vital recordar y tuvieron un breve debate sobre la postura política que tenía el antiguo dictador alemán. — No siento que sus ideales sean muy diferentes a presidentes actuales. — mencionó Alvitr cuando Zheng le señalaba en el libro algunas de las famosas frases que este decía a su gente. — Qin, tengo algo de hambre, ¿podemos tomar un descanso? — Claro, traeré algo para comer, esperen aquí. — el chino se levantó y fue a la cocina. Alvitr miró a Hades quien se sintió juzgado por ello y para no quedarse solo con la joven se levantó siguiendo a Zheng. Si, definitivamente fue por eso y no porque quisiera estar a solas con su vecino. — ¿Por qué te dice Qin? — preguntó el griego entrando a la cocina y acercándose al menor. — Tu amigo también te llamó así. — Qin Shi Huang, fue el primer emperador de china. — explicó mientras ponía a calentar el agua. — Su nombre era Ying Zheng, igual que yo, por lo que en la carrera teníamos la broma de que soy su reencarnación, Loki empezó a decirme así y como el me presentó con la familia de Alvitr me llaman del mismo modo. — ¿Te gusta que te digan Qin? — preguntó Hades curioso, no sonaba mal. — Ciertamente no me molesta. — se encogió de hombros. — ¿Quieres decirme Qin? — Depende. — el griego fingió pensarlo. — ¿Tengo que decirlo completo? ¿Chin chihuan? — ¡Es Qin Shi Huang! — lo regañó Zheng molesto. — Ya no puedes decirme así, vete. — No me corras, es difícil de pronunciar. — Estas ofendiendo mi patria. — Déjame quedarme. — Hades lo abrazo cálidamente. — Prometo comportarme. — Más te vale, porque la próxima te correré de la casa y estarás vetado por siempre. — para sorpresa de Hades el chino correspondió el abrazo por lo que se quedaron así un momento. — Hades. — ¿Mmh? — el griego le indicó que lo escuchaba. — Sobre el cumpleaños de Alvitr, cuando nos besamos... — los ojos de Hades se abrieron con sorpresa, no esperaba que el chino tocara ese tema. — Pensé que eso no había pasado. — ¿No quieres que haya pasado? — Zheng preguntó algo deprimido, aunque había sido su idea en primer lugar. — Yo quiero. — Hades aseguró. — Me gustó mucho ese momento, no quiero olvidarlo. — Yo tal vez me equivoqué al decir que había que olvidarlo, me gustó besarte. — Zheng tuvo que tomar mucho coraje para decir lo siguiente. — Y me gustaría repetirlo. La alegría que sintió Hades por esas palabras fue mucha que abrazó con más fuerza a su vecino apretándolo un poco hasta que recordó algo. — Espera, si hay que hacer como que no pasó. — Hades rompió el momento haciendo que Zheng se separara de el. — ¿Qué? — preguntó genuinamente confundido. — Es que tu me besaste, estaba sorprendido y fue nuestro primer beso. — Hades intentó explicar. — Puedo hacerlo mejor. — ... — Zheng lo miró un segundo incrédulo, pero terminó por sonreír. — ¿Puedo pedir pruebas? Hades lo tomó del rostro y lo acercó hasta unir sus labios, esta vez el beso fue correspondido al instante y estuvieron un largo rato así, sintiendo el sabor del otro, dejándose llevar por como movían sus bocas buscando devorar al contrario hasta que Alvitr los interrumpió. — El agua lleva tanto tiempo en el fuego que no me sorprendería que esté quemada. — dijo haciendo que los vecinos se separen y Zheng apague rápidamente el agua que ya echaba humo oscuro. — Sabía que iban a besarse, pero podrían al menos hacerlo donde no haya niños presentes. Después de esas palabras Alvitr se retiró dejando avergonzados a su tutor y el hombre que lo estaba besando. — Vamos a seguir después. — rompió el silencio Zheng. — ¿La próxima vez puedo meter mi lengua? — Hades bromeó. — No te pases de listo.
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