ID de la obra: 647

Castigo virtual

Slash
NC-17
Finalizada
2
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
102 páginas, 30.536 palabras, 24 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
2 Me gusta 2 Comentarios 0 Para la colección Descargar

¡Gracias Qin!

Ajustes de texto
Luego de que Alvitr los interrumpiera Zheng se mantuvo en silencio y preparó todo para que comieran algo. — Ayúdame a llevar las cosas. — le pidió a Hades quien estaba mirándolo. — Claro. — el griego lo ayudó y volvieron con Alvitr a la sala con unos sandwich y té para todos. — Hasta que volvieron los tortolitos. — se burló Alvitr haciendo que el chino la mirara molesto. — Un comentario más y te vas de mi casa. — le advirtió señalándola con una cuchara. — Wow, pensé que solo eras borde conmigo, pero también lo eres con los niños. — dijo Hades dejando la comida y sentándose a su lado. — Me siento un poco engañado. — Alvitr no es un niño. — se quejó Zheng haciendo reír a la adolescente. — Y viene aquí a estudiar, no debería estar opinando de mi vida privada. — Tiene quince años, a esa edad lo que más quieren es opinar de la vida de los demás. — argumentó Hades. — Yo a mis quince años tenía depresión. — respondió Zheng a lo que la risa de Alvitr se escuchó más fuerte. — Y ese no es el problema, todavía que le doy tutorías gratuitas, ¿de qué te estas riendo? — Amo verlos pelear jaja. — explicó la chica haciendo reír también a Hades. — Muy graciosa. — dijo Zheng sin nada de gracia. — Abre un circo, Alvitr. — ¿Tan desesperado estas por trabajo? — respondió con burla la menor. Hades tuvo que contener la risa y dedicarle una mirada comprensiva a su enamorado. — Perdonala, ¿si? — intentó convencerlo el griego abrazando por los hombros al chino. — Está chiquita. — Lo voy a dejar pasar, así que coman para que podamos retomar la lección. — respondió Zheng relajándose en el abrazo cosa que puso feliz a Hades. — ¡Gracias Qin! — Alvitr le sonrió y tomó su parte de la comida. — Gracias Qin. — también respondió Hades, aunque no estaba agradeciendo lo mismo. Hades le dio un par de besos en la mejilla a su vecino que para su sorpresa si se dejó mimar. — Hay “Niños” presentes. — le recordó el chino a su vecino. — No es un niño, es una adolescente. — le recordó el griego a lo que ambos rieron bajo. — Qin, ¿puedo hacer una llamada? — preguntó la adolescente. — Es urgente. — Está bien, no te tardes mucho. — aceptó el chino por lo que la chica caminó hacia la cocina. — Iré al cuarto de cocina para no molestar, vuelvo al rato. — se despidió la chica dejando solos a los vecinos. — A mi no me molestaría que se tarde. — dijo Hades en un tono coqueto mientras acercaba su silla a la de Qin para estar más a su lado. — Bueno, tal vez podría perdonarla esta vez si se tarda un poco... — Zheng movió su cabeza acercando sus labios a los del griego quien no dudo en unirlos. Y mientras los vecinos estaban ocupados en su sesión de besos, la joven estudiante estaba en llamada con la persona que le ayudó a conocer a Qin y por ende encontrar un buen tutor para la única materia que se le dificultaba que era historia. — Loki, no vas a creer lo que está pasando. — dijo en voz baja la chica esperando que el único que la escuchara fuera el otro tras la línea. — ¿Qué paso, Alvitr? — preguntó Loki muy entrado en el chisme. Aunque tenía ocupaciones las dejó de lado en cuanto recibió la llamada puesto que se le hizo extraño que el remitente fuera Alvitr con quien no solían hablar tan seguido. — ¿No estabas con Qin? En esas tutorías. — Sigo aquí, pero verás, cuando llegué vi a Qin muy coqueto con un tipo en la puerta y lo jaló dentro antes de que yo pudiese acercarme. — empezó a contar Alvitr. — Lo más curioso es que yo conozco a ese chico, es Hades, un amigo de la familia. — ¿Muy coqueto? ¿Como sabes que estaban coquetos? ¿Escuchaste su conversación? — preguntó Loki desde el teléfono, reconocía el nombre de Hades, era el vecino de Qin y este siempre estaba quejándose de el, ¿realmente estaban coquetos? — No escuché lo que decían. — Que mala eres para el chisme niña. — Escúchame. — volvió a hablar la adolescente. — Sé que estaban cariñosos porque en mi cumpleaños los vi bailar juntos y más importante, los vi besarse. Alvitr tuvo que alejar el celular de su oreja por el gritito de fan emocionada que soltó Loki. — ¿Qin se beso con su vecino? ¿El que lo denunció? — Loki parecía muy emocionado. — ¿Es el quien me dijiste que lo denunció? — preguntó Alvitr sorprendida, ella era consciente de la denuncia pues Loki se lo había contado. — Si, es el, Hades, su vecino. — explicó Loki. — Oh dios, se besaron en mi cumpleaños, se besaron en medio de mi lección y se están besando ahora. — contó Alvitr sorprendida. — ¿Y hay una denuncia de por medio? ¿Cómo se llama esto? ¿Estocolmo? — Espera Alvitr, ¡¿se están besando ahora?! — preguntó Loki muy interesado. — ¿Estas segura? — Bueno, así estaban cuando me fui... Sin embargo, ambos chicos habían dejado de lado los cariños para hablar las cosas seriamente. — ¿Por qué quisiste que no hiciéramos como que lo de la fiesta de cumpleaños no pasó? — preguntó Hades tomando un sorbo de té. — Cambiaste de opinión muy rápido, ¿por que tomaste la decisión en primer lugar? — Bueno, todo ocurrió bastante rápido. — explicó Zheng mirando a Hades con los brazos apoyados en la mesa. — Al principio no quería nada contigo, me gustabas, pero me denunciaste. — Y no voy a retirar la denuncia. — aclaró el griego. — Si, esta vez no te pedí que la retires. — aclaró el chino. — Aunque eso no significa que no me haya ofendido, deberías retirarla. — Es que yo quiero vivir una de esas historias de amor prohibido que todo joven quiere. — se excusó Hades confundiendo a Qin. — Ya sabes, esperarte en casa, pero que tu llegues a altas horas de la madrugada alcoholizado porque tus amigos criminales te robaron de mi lado otra vez para pasar la noche en un bar. — ¿Amigos criminales? ¿Hablas de mis compañeros de servicio? Hades asintió. — Entonces llegues, te quejes de que la comida esta fría y yo te diga que puedo calentarla, pero tu quieres que vuelva a hacerla desde cero, entonces me pegas y yo me dejó golpear, tu sacas tu arma y yo te ruego que no me mates. — Oh no... — Tu terminas cediendo porque aunque seas un criminal de los peores en el fondo me amas, tiras el arma a un lado, nos besamos y yo te digo “gracias Qin” — Vete a la mierda. — dijo el chino riendo. — ¿Tenías que inventarte toda la historia? — Era totalmente necesario. — sonrió Hades acercando su mano para acariciar el cabello del contrario. — Eres muy lindo, estoy dispuesto a vivir violencia doméstica de tu parte. — Eso sonó tan enfermo. — se quejó Zheng quien pese a sus palabras no borraba su sonrisa. — Llámame enfermo, pero yo haría lo que fuera si con eso puedo estar a tu lado. — se acercó a dejar un beso corto en los labios del oriental. — Pareciera que el criminal aquí eres tu. — Bueno, no terminaste de contar, ¿qué te hizo cambiar de opinión? — Hades volvió al tema sin dejar de acariciar al menor. — Digamos que luego de como me ayudaste, me di cuenta de que mi ofensa por la denuncia ya no era tan grande como mi necesidad de estar a tu lado. Hades sonrió, pero tuvo que separarse cuando escuchó a Alvitr volver. — Continuemos con la lección. — dijo la chica y Zheng aceptó. El resto de la tarde la pasaron estudiando hasta que Alvitr tuvo que irse y Hades se tuvo que ir poco después. — Me gustaría quedarme un rato más. — dijo el griego aunque sabía que tenían que despedirse. — A mi no me molestaría, pero mi madre vendrá pronto, si puedes darle una explicación de porque luego de denunciarme me besas eres bienvenido a quedarte. — Nos vemos. — se acercó a darle un beso de despedida y retrocedió unos pasos. — ¿La próxima puedo acompañarte al servicio? — Claro — aceptó el chino. — ¿pero no estarás ocupado? — Nunca para ti, pasaré a buscarte, así que no te vayas sin mi. — No lo haré. — aseguró el chino y con eso ambos se despidieron con la promesa de verse la semana siguiente.
2 Me gusta 2 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)