ID de la obra: 647

Castigo virtual

Slash
NC-17
Finalizada
2
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
102 páginas, 30.536 palabras, 24 capítulos
Descripción:
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¿Estamos saliendo?

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Entonces Zheng fue invitado a participar en las compras con Hades y Apolo. Pero había una tensión extraña. ¿Eran pareja? Apolo se burló de ellos y no insistió más en el tema. Pero aunque por fuera parecían tranquilos, por dentro eran un caos. Primero vamos con Hades. El griego dijo en un principio que no eran pareja porque no se lo pidió formalmente, quería que el momento donde se lo pidiera fuera especial. ¿Para Zheng ya lo eran? Tenía sentido, actuaban como una pareja. ¿Entonces tenía que asumir que ya estaban saliendo? ¿Si se lo preguntaba a Zheng se molestaría? Por parte del chino... Se sentía muy avergonzado. Demasiado. Primero es descubierto espiando a Hades porque lo puso celoso verlo con alguien más. Y ahora Hades decía que no eran pareja. ¿Por que se besaban entonces? ¿Hades no quería ser pareja? Aunque había dicho que iba en serio. Y luego dijo que si eran. ¿Si le preguntaba se molestaría? Los dos coincidieron en un pensamiento. “¿Estamos saliendo?” La pregunta resonaba en sus cabezas. — Pese a tener compañía me siento tan solo haciendo las compras. — Apolo sacó a ambos chicos de sus pensamientos. — Claro, ¿necesitan algo? — preguntó Hades tanto a Apolo como a Zheng. — Yo no debería estar aquí. — dijo el chino algo nervioso. — Hades, trae café para nosotros. — pidió Apolo tomando a Zheng de las manos y obligándolo a levantarse. — Tu novio y yo te esperaremos aquí. — No somos... — el chino vio como la hermosa sonrisa de Hades se borraba por lo que se corrigió. — ¿Si somos? — Trae un latte para cada uno. — Apolo despidió a su primo antes de que pudiera responder y este algo nervioso se fue. — No dejaste que me respondiera... — se quejó el oriental. — Disculpa, pero hacerse pareja en un centro comercial con terceros de por medio no es muy beauty de tu parte. — lo regañó el griego mientras lo guiaba a la zona de sombreros de la tienda. — Es que hay una probabilidad de que ya estemos saliendo. — se defendió Zheng a lo que el griego alzó una ceja. — ¿Una probabilidad? — preguntó confundido. — ¿Ustedes no saben si están saliendo? — Las cosas ocurrieron de una forma extraña y yo no estoy seguro. — Cuando les pregunté dijiste que si. — señaló Apolo mientras miraba un sombrero negro y otro blanco. — ¿Cual me queda mejor? — ¡Pero el dijo que no! — se defendió Zheng. — El blanco, definitivamente te van mejor colores claros. — Tu también dijiste que no. — tomó el sombrero blanco y se lo probó mirándose a un espejo. — Tienes buen gusto, este me queda bien. — Fue después de que el dijera que no. — el chino observó con aburrimiento como el griego posaba en el espejo. — ¿Cómo te llamas por cierto? No creo que decirte “primo de Hades” sea adecuado. — Soy Apolo, el único e irremplazable. — el griego aprovechó en sacar su celular y tomarse algunas fotos. — Yo soy Ying Zheng. — se presentó. — Gracias por evitar que formalice en un momento incómodo. — No hay nada que agradecer, cada cosa tiene su momento y lugar. — Puede ser, pero aún tengo bastantes dudas. — ¿Estas molesto con Hades? — preguntó Apolo moviendo su celular para que en la selfie también saliera Zheng quien se escondió. — ¡No me saques fotos! — se negó. — ¿Por qué estaría molesto con el? — Bueno, te beso y luego dijo que no eras su pareja, puede que te sientas mal. Zheng miró hacia un lado pensativo. — No estoy molesto. — aclaró. — Estoy confundido. — Tranquilo, voy a confesarte algo, pero es un secreto, ¿estas dispuesto a no contarle a nadie? — Apolo se sentó a su lado. — Claro, ¿de qué se trata? — Mientras hacíamos las compras Hades estaba hablando de ti, por eso no se me hizo raro verte, cuando notó que nos seguías reímos mucho. — ¿Cómo lo notaron? — preguntó algo intranquilo el oriental. — El empezó a describirte, como te veías y yo le dije; “¿no es ese de ahí?” — hizo la acción de señalar. — pero estabas tan ocupado conversando con un grupo de gente que no nos notaste aunque estábamos cerca. — Dejemos eso de lado... — suspiró avergonzado. — ¿Qué fue lo que te dijo de mi? ¿Me mencionó como su novio? — Mmm, no, no hizo eso. — recordó el griego. — Pero la forma en que hablaba de ti y las cosas que contaba que hacían, creo que no tienes nada que dudar. — No dudo de sus sentimientos, dudo de no estar seguro que somos el y yo en este momento. — No dudas de sus sentimientos, pero lo seguiste al verlo con alguien más. — destacó Apolo con una sonrisa burlona. — En el confiaba, el problema eras tu. — ¡Jajaja! Que hilarante~ — Deja de reír... — ¿Deje de ser un problema? — Claro, después de todo son primos. — Si, pero somos griegos. — ... — No me fijaré en Hades, ahora deja de mirarme como si fueras a asesinarme. Al darse cuenta de la mirada mortal que le dedicó, Zheng terminó por desviar la vista y justo en ese momento llegó Hades. — Traje los latte. — le entregó uno a cada uno. — Y Zheng... sobre tu pregunta. — No tienes que responder, tranquilo. — Zheng recibió el café algo nervioso. — No, yo quiero decirte- Hades no pudo continuar, Zheng se levantó y beso sus labios, casi logrando que Hades suelte su café y este cayera al suelo. — Nunca pensé que diría esto, pero me siento pobre ahora mismo. — se lamentó Apolo. — ¿Zheng? — preguntó Hades en cuanto sus labios se separaron. — Hades. — le interrumpió el chino mirándolo con ojitos brillantes. — ¡Te amo! Hades sonrió por esa declaración, le pasó su café a Apolo quien de mala gana aceptó y puso sus manos en la cintura del chino acercándolo y dejando más besos en sus labios. — Maldición~ — se lamentaba Apolo bebiendo de su propio latte. — Debí hacerle caso a ese descarado fumador cuando se me insinuó, así no me sentiría tan solito. Y luego de eso siguieron con las compras como si nada, aunque el único que compraba como si su tarjeta no tuviera un límite era Apolo. Pese a eso, Zheng y Hades no se sentían mal, de hecho estaban muy felices de poder compartir tiempo con el otro.
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