Entonces, ¿están saliendo?
7 de noviembre de 2025, 17:39
Luego de las compras se reunieron en casa de Hades.
Al principio los cuatro hermanos, Apolo y Zheng se pusieron a jugar a las cartas.
Una partida en la cual para sorpresa de todos Adamas salió ganador.
— ¿No era el perdedor de la familia? — preguntó Poseidón totalmente ofendido.
— Me tocaron puras cartas malas. — dijo Zeus.
— Haz mejorado Adamas, antes no podías darnos pelea. — felicitó Hades.
— Voy a al cuarto a probarme algo que si sea de mi talle, porque este juego de cartas no lo es. — Apolo se levantó enfadado y se fue al cuarto que le correspondía.
— Zheng, ¿estás bien? — Hades se acercó a su vecino que miraba las cartas en la mesa. — Te noto muy callado.
— Es solo que no me gusta perder... — suspiro el chino. — Yo esperaba ganar para exigir como premio muchos mimos tuyos.
Hades sonrió por esa respuesta.
— Aún puedo dártelos. — abrazo a Zheng atrayéndolo. — Solo tengo una pequeña condición.
— ¿Cuál? — pregunto el chino recostando su cabecita en el pecho del mayor.
— La próxima vez tendrás que esforzarte más por ganar. — pidió dándole besos pequeños en el cabello.
— ¡Lo haré! — dijo emocionado el chino a lo que Hades le dio un ataque de besos lindos y caricias en sus mejillas.
— Eres tan bonito, quiero consentirte. — dijo Hades en tono cariñoso. — ¿Qué quiere este chico bonito?
— Este chico bonito quiere que retiren su denuncia. — dijo Zheng en un tono cariñoso también.
— El chico bonito se quedará esperando. — dijo Hades a lo que zheng lo miró molesto.
— ¿Por favor? — preguntó separándose lo suficiente para mirarlo a los ojos.
— Ese truco otra vez no, no funcionará. — Hades negó con la cabeza haciendo que Qin se sintiera triste. — ¿No quieres otra cosa?
— Mmm, ¿podemos ver una película?
— Claro.
Los dos chicos junto a la familia del griego se pusieron a ver películas de comedia soltando varias risas y algunos comentarios sobre lo que veían.
Fue un día lindo.
Un día que tanto Zheng como Hades disfrutaron mucho.
Y así fueron sus próximos tres meses.
Solían pasar juntos los días de semana en la casa del griego.
Zheng conoció mejor a los hermanos de Hades, se llevó mejor con ellos y también con Apolo.
Por lo que supo Apolo estaba trabajando de modelo para una marca popular y por eso solía irse por temporadas, pero de vez en cuando volvía.
Eso explicaba el dinero que gastaba en comprar ropa y el cuidado que tenía con su apariencia.
Una vez intentó convencer a Zheng de modelar, le dijo que tenía potencial, sin embargo el chino rechazó su oferta.
Incluso cuando tenía mucho que leer Hades le ayudaba a estudiar en sus ratos libres.
No pasaban todo el tiempo juntos, porque Zheng aún estudiaba y Hades trabajaba.
Pero cuando estaban separados solían pensar en el otro.
— Entonces, ¿ya son novios?
La pregunta vino de Loki, desde lo que Alvitr le contó no paraba de molestar a Zheng con Hades, pero la respuesta siempre era la misma.
— No lo hicimos oficial, pero se podría decir.
Con Loki las cosas eran divertidas, este pudo conocer a Hades en alguna ocasión, anteriormente había visto su apariencia, pero no sabía realmente como era y el hecho de que molestara a su amigo constantemente se le hizo divertidísimo.
Loki y Zheng siguieron jugando su videojuego cuando el nórdico invitaba a su amigo a su casa, aunque esto no era tan seguido.
— Entonces, ¿aún no son novios?
La pregunta vino de Alvitr, en un descanso que tenían de las tutorías.
— ¿Qué te dije de meterte en mi vida privada?
— Oh, vamos, ¿son o no son?
— Aún no, estamos esperando. — respondió el chino con tranquilidad.
— ¿Qué se supone que esperan? — preguntó confundida la joven.
Zheng no respondió, solo le dijo a Alvitr de seguir con la lección.
La adolescente siempre les preguntaba a ambos como iban con su relación, a veces algo pesada, pero a ninguno le llegaba a incomodar, era divertido hasta cierto grado.
Alvitr mejoró bastante en sus notas.
— Es probable que dentro de poco ya no me necesites. — le dijo Zheng con una sonrisa.
— De eso nada. — negó Alvitr. — A mis profesores no les entiendo nada, tu explicas mejor Qin.
Se sintió feliz por esa respuesta, aunque su sonrisa cayó cuando Alvitr le preguntó si podía darle clases también a sus dos hermanas, pues decía que el era muy buen profesor.
Bueno... por algo eligió la carrera.
— ¿Me dices que no están saliendo?
La pregunta vino de Michel mientras estaban en el bar de siempre.
— Prácticamente si salimos, solo que aún no somos oficiales. — respondió el chino antes de darle un trago a su bebida.
— ¿Cómo puedes ser tan insensible? — hizo drama el francés. — Somos como los padrinos de su relación, ¿sabes lo que nos duele que aún no estén casados?
— Ya van tres meses Zheng, ¡tres meses! — resaltó Grigori. — ¡Queremos nietos!
— ¡Ni siquiera son mis padres! — se defendió el asiático.
— Hazle un honor a tu patria y repuebla china. — ordenó el ruso.
— ¡Los dos somos hombres! — dijo el chino avergonzado.
En cuanto al servicio comunitario...
Siguió asistiendo.
La dinámica entre todos era muy divertidos y les iba muy bien.
Kojiro y Souji empezaron a entrenar juntos kenjutsu, hubo una ocasión en la que invitaron a todos a un dojo para que los vieran entrenar.
Zheng admite que son muy buenos, pero no está completamente seguro porque los tuvieron que echar del lugar por hacer mucho ruido.
Descubrió que las chicas a las que les había coqueteado Raiden eran las señoritas Kali, Parvati y Durga, las novias de Shiva.
Cuando le contó a Raiden de ellos el lo reconoció.
En realidad, se lo contó a todos.
Les dijo que Buda iba divulgando los expedientes de todos y sino fuera porque ya se llevaban muy bien con el probablemente hubieran intentado que le quiten el trabajo.
Volviendo al tema, Raiden dejó de ser un mujeriego, ahora sus ojos estaban reservados para una sola dama que veían cada que iban al bar.
Grigori y Michel seguían siendo los mismos bromistas y malas influencias de siempre, cosa que alegraba mucho a Zheng, temía que la situación de Grigori pusiera una barrera en su amistad, pero no fue así.
Y claro, era una amistad.
Porque ahora Zheng los veía a todos como amigos.
Volviendo a el y Hades.
Seguía molestándolo en el servicio, pero no llegaba de imprevisto como las primeras veces, sino que lo acompañaba y se iba con el.
De vez en cuando el chiste de retirar la denuncia surgía, pero Hades nunca la retiraba.
Eso deprimía un poco a Zheng.
Desde que vio la mirada decepcionada de su madre aquella vez quiso cambiar la situación, no se arrepentía del camino que habían llevado las cosas, pero se sentía un poco incompetente de no poder resolver el asunto con Chun Yan.
Aún así, ya no se molestaba con Hades por eso, al contrario, quería dar un paso más allá en su relación.
Un paso grande, pero importante, la duda era, ¿Hades querría?