Capítulo 3
11 de septiembre de 2025, 15:42
— Jongseong debemos hablar – El joven mencionado, quien se encontraba estudiando los diferentes nuevos libros que sus consejeros y el hombre que estaba ahí mismo le habían traído para seguir leyendo y así saber sobre diferentes exportaciones de su reino y a cuáles reinos vecinos eran sus mayores compradores como también sus mayores aliados ante cualquier inconveniente como guerras con reinos enemigos que buscaría cualquier señal de debilidad para atacar, levanto la mirada.
Ahora debía prestar atención a lo que fuera a decir su padre aunque muchas veces eran cosas sin importancia o simples berrinches, los cuales llegaban a sacar de quicio pero no podía mostrar aquellas emociones para así evitar molestar aún más a su padre.
— ¿Qué sucede padre? – Jongseong mostro toda su atención a su padre el cual parecía molesto y desprendía su característico aroma de alfa el cual hacia al príncipe sentir arcadas debido al horrible aroma que su padre poseía.
Realmente aquel hombre no tenía un aroma agradable o atrayente para los omegas.
Y las omegas que fueron concubinas de este alfa siempre hablaban de horrible aroma del alfa y como era una tortura estar cerca de él; todo eso se decía cuando Jongseong era un niño pequeño que escucho a encondidas por accidente.
— ¿Ya empezaste a buscar a los integrantes de tu harem? – Pregunto aquel hombre mayor esperando por la respuesta de su primogénito; El rey confiaba en su hijo pero había visto ciertas cosas que necesitaba conocer los detalles y la verdad del asunto.
– Solo tendré un concubino.
Jongseong sabía que realmente no tenía un concubino y que Heeseung aun no decía que "Si" a esa propuesta pero si era verdad que solo quería tener al mencionado a su lado cuando fuera el día de Su Coronación.
— ¿Se puede saber quién es?
— Se llama Heese... – Antes de siquiera poder terminar de nombrar al menor observo como la palma de la mano de su padre se encontraba frente suyo, deteniendo sus palabras.
Aquel hombre supo enseguida de quien se trataba porque aquel joven omega era de quien sospechaba al haber observado varias veces a ese muchacho entrar en la habitación de su hijo como también a su primogénito quien siempre se dirigía al jardín.
— Heeseung... ¿El sirviente? ¿El compañero de trabajo de Taeyeon? – El rey hizo una mueca de desagrado ante la sola idea de que su hijo tuviera como concubino a un omega de clase tan baja – No lo permitiré
— Con debido respeto padre, pronto seré yo quien gobierne por lo cual será mi decisión — Jongseong hablo con total calma, algo que llegaba a irritar a su padre ya que el simple hecho de no causar miedo o imponencia ante su propio hijo lo hacía sentir poco alfa y no hay nada peor que un alfa siendo vencido por otro alfa y más si se trataba de su propio hijo y empeorando que sea menor que el – Nadie alzó la voz cuando tú tomabas a jóvenes omegas ya sean pequeñas o si eran campesinas
— ¿Me estás desafiando? – El rey se estaba enojando y Jongseong buscaba no reírse, de cierta forma le daba gracia saber que sin hacer mucho lograba sacar de quicio a su padre.
— No, solo estoy diciendo verdades para mostrar mi punto.
— Vamos a ver cuánto dura esto – El alfa mayor salió de la biblioteca dejando a Jongseong pensativo y temeroso de lo pudiera ocurrirle a su pequeño omega.
"No importa lo que tenga que hacer, pero te voy a proteger Heeseung"
El hombre mayor ahora se encontraba en su biblioteca personal buscando despejar su mente y la simple idea de que su hijo tuviera por concubino a aquel chico. Realmente no confiaba en ese omega y solo esperaba que solo fuera un capricho de su primogénito.
Pero para estar seguro...
— Sirviente – El pequeño omega llego corriendo a la habitación al escuchar el llamado del Rey e hizo una reverencia por respeto al gobernante frente suyo quien lo venia con desdén.
— ¿Si su majestad? – Heeseung seguía en su misma posición de reverencia esperando cualquiera fuera la petición del rey ya que como alguna vez le dijo Taeyeon, "Debía esperar a que tu superior ya sea el Rey, el príncipe o concubina te de la orden"
— ¿Qué quieres? – Aquella pregunta hizo a Heeseung levantar la mirada muy extrañado; No sabía que contestar y no sabía a qué se refería.
— ¿Disculpé? – Con algo de timidez se atrevió a preguntar temiendo una reacción violenta, ya que estaba prohibido hablarle al Rey si este no le daba la orden para hacerlo.
— ¿Cuánto dinero quieres? – Aquel hombre estaba perdiendo la paciencia con el omega frente suyo debido a la expresión que este tenía en su rostro que era de total confusión y curiosidad.
— Señor n-no e-entiendo – Sin poder evitarlo los labios del menor temblaron ya que el aroma del alfa mayor lo estaba intimidando y hacia a su cabeza dar vueltas debido a la potencia de aquel aroma que buscaba hacer que su lobo bajara las orejas pero no permitiéndolo.
— Cuánto para que dejes a mi hijo en paz – Dijo firmemente obteniendo por respuesta una clara expresión de desagrado y confusión.
En esos momentos Heeseung estaba enojado.
— No soy esa clase de persona... –Sus ojos se volvieron de aquel color azul tan característico de los omegas los cuales llego a molestar al Rey quien se levantó de su lugar.
— Todos tienen un precio
— Yo no, yo amo a su hijo – Heeseung se sonrojo fuertemente al declarar aquello mientras su aroma se expandía por el lugar y de una manera tan dulce.
— ¡¡No vuelvas a decir esa blasfemia!! – Aquel hombre mayor ante el enojo de esos momentos y no sabiendo que hacer para que ese chico no dijera aquellas cosas que solo molestaban a su corazón y mente, decidió utilizar su voz de mando logrando que el lobo de aquel sirviente bajara sus orejitas pero también logrando que el menor tomara el valor para volver a hablar y enfrentar a aquel hombre aunque este fuera más grande, fuera el Rey y un alfa dominante, realmente en lo único que pensaba era en defender aquellos sentimientos que florecían hacia su Alfa.
Hacia aquel príncipe que siempre lograba hacerlo sonreír y sonrojar por las mínimos detalles.
— Solo digo la verdad – Ante aquellas palabras dichas por el menor fue cuando el rey se iba atrever a golpear al menor el cual en su defensa cubrió su cuerpo para no recibir tan fuerte el impacto.
Pero Heeseung se dio cuenta que ese golpe jamás había llegado así que levanto la mirada encontrándose con la escena de Jongseong sosteniendo con fuerza el brazo del Rey mientras sus ojos mostraban ese color rojo oscuro debido al enojo de haber presenciado la imagen de su padre a punto de golpear a su omega.
— Serás mi padre pero intenta nuevamente lastimarlo o tocarlo y me olvidare de que eres mi padre y el rey – Jongseong soltó el brazo de su padre dándose cuenta de que lo había roto sin querer ya que, en esos momentos, realmente no pensó en la fuerza que ejerció, simplemente pensó en proteger a Heeseung a quien abrazo ocultándolo detrás suyo para prevenir si aquel alfa mayor intentaba nuevamente atacar al omega.
— Solo es un sirviente, hay millones en este lugar como en otros reinos, y muchos mejores – Aquellas palabras habían herido a Heeseung pero al sentir el aroma de Jongseong supo que lo dicho por el Rey solo causaron una cosa en el alfa menor.
Solo el sentimiento de Enojo y Rabia.
– Heeseung ve con Taeyeon y Tiffany Noona – El mencionado negó rotundamente, no quería dejar solo a su alfa por miedo a que le pasara algo pero al ver los ojos de Jongseong termino por asentir con la cabeza y salir de aquella habitación yendo directamente a la cocina donde fue recibido por sus mayores quienes estaban alteradas ya que por todo el castillo se sentía el aroma del rey y del príncipe.
— No me interesa lo que tu pienses sobre lo que hago padre...
Los días pasaban y aunque buscaba concentrarse en sus deberes como sirviente realmente Heeseung no podía concentrarse ante el simple hecho de no saber del paradero de su mayor quien no había podido ver en dos semanas.
Tenía miedo de que algo lo hubiera pasado al mayor debido a su desobediencia y falta de respeto hacia el Rey.
Estaba tan concentrado en limpiar la habitación del príncipe hasta que vio como la puerta era abierta bruscamente y el alfa cayendo sobre la cama con diferentes heridas en su cuerpo y rostro.
— ¡¡Majestad!! ¿¡Qué le sucedió!? – Heeseung se acercó rápidamente al príncipe para ayudarlo a sentarse sobre aquella cama y acariciar su rostro con delicadeza.
— Mi padre me mandó dos semanas a la mazmorra pero estoy bien – Jongseong no pudo evitar quejarse debido al dolor de solo sentarse o hacer movimiento alguno pero busco sonreír hacia el menor para lograr que este no se preocupara tanto.
— Esto es mi culpa...
– No lo fue pequeño – Jongseong observo como su pequeño traía agua, toallas y algunas medicinas, hechas por el curandero del castillo, para curarlo y sin poder evitarlo sonrió aunque quejándose en el proceso debido a las heridas en su rostro.
Heeseung se encargó de curar aquellas heridas mientras liberaba algo de aroma ya que sabía perfectamente que aquello calmaba al mayor quien esos momentos deleitaba su olfato con aquel delicioso aroma a Fresas y Crema.
– Heeseung no te sientas culpable – Jongseong acaricio las mejillas de su menor el cual se acurruco en aquellas caricias que tanto extraño durante esas dos semanas lejos de su mayor – Mi padre será el Rey, pero yo soy su sucesor y la pareja que yo escoja será mi elección como él también lo hizo
– Majestad... – Ambos sonrieron mientras sus aromas se mezclaban de una forma que los hacía sentir reconfortados ante las sensaciones en sus cuerpos y corazones.
No importaba cuanto tiempo pasaba su amor solo crecía con el paso de los días y Jongseong sabía perfectamente que el día en que se convirtiera en Rey solo quería una cosa.
Heeseung a su lado...
El rey observo por el gran ventanal como su hijo y aquel sirviente se perdían en el jardín del palacio mientras llevaban consigo una canasta, mantas, y demás cosas las cuales lo hicieron bufar molesto debido que aunque busco que Jongseong se retractara de su decisión.
– ¿Qué has visto estas semanas? – hablo aquel gobernante sin alejar su mirada del ventanal a la vez que aquel joven sirviente que siempre le hacia recados, y realizaba todas las ordenes que le daba, ahora se encontraba por decirle lo que ha podido observar esas semanas en las que espió al heredero del reino Park y al joven sirviente Heeseung.
– Nada mas allá de salidas al mercado, al jardín, y a veces solo se encuentran en la habitación del príncipe charlando – Hablo el joven esperando alguna reacción o palabra del Rey aunque también esperando que este no llegara a explotar en su contra.
– ¿No ha pasado nada raro? ¿O extraño?
– No, con suerte se toman las manos y como mucho pequeños besos – comento aquel hombre algo sonrojado ya que de cierta forma se sentía que no debía estar en ese momento tan intimo de los menores quienes solo charlaban, de daban leves besos y mezclaban sus aromas para sentir mejor la conexión entre ellos.
Un momento intimo entre un alfa y un omega.
– Retírate – Pronuncio el alfa mayor recibiendo una reverencia del joven quien se retiró dejándolo solo con sus pensamientos, esperando y rezando a los dioses de que su hijo estuviera tomando la mejor decisión.