“Atracción Inesperada” — Tetsurou Kuroo

—Sigues siendo tan malo como siempre, Kuroo. Los tres estaban en la sala jugando videojuegos, bueno, más bien Kuroo y Kenma. Sienna estaba a un lado observándolos entretenida. —Él es un adicto a esto. No hay comparación. —Si le dieras un poco de tiempo creo que te volverías muy bueno. —Eh, no. No puedo estar tanto tiempo quieto como tú. Sentados frente a la TV, Kenma, Kuroo y Sienna pasaban la noche bastante aburridos. Sienna lo tenía peor pues ella no iba al colegio durante el día como ellos así que tenía que verse como pasar el tiempo. Tomó un poco de las palomitas que estaban sobre la mesa mientras veía como Kuroo era apaleado por Kenma. No es que él fuera malo, definitivamente se debía a la experiencia de su primo con los juegos. —¡Aprieta x! ¡Aprieta x! ¡Ah! ¡Cómo me frustra verte! —Kuroo la observó de reojo. Sienna se percató de ello. —¿Qué? —Nada. No es nada. Kenma los miró atento. Había algo sucediéndole a Kuroo que no estaba seguro. Se estaba comportando raro con Sienna desde que llegó. Quizás era probable que tanto tiempo sin verse pudiera hacerlo sentir incómodo pero era muy raro eso teniendo en cuenta su personalidad. —Dámelo. — Sienna le quitó el control para jugar. Kenma prestó completa atención pues sabía que ella era muy competitiva. Kuroo se sentía confundido y no entendía por qué. Se estaba sintiendo raro (atraído) a ella por alguna razón cosa que no tenía absoluto sentido. Observó la pantalla ausente mientras escuchaba el griterío entre esos dos. No podía sentirse atraído, debía ser otra cosa. Quizás había pasado mucho tiempo de haber compartido con ella y su cambio brutal que lo desubicó. —Perdiste. —Como lo has dicho, no hay comparación. —Suena a excusa de perdedora. —Tú lo dijiste primero. Sonrió —Yo no estoy acostumbrado a los videojuegos como tú. —Pues yo hace mucho que no juego. —Oh, ¿es así? —Sí. — tomó su celular luego de pasarle el control. — Será mejor que mejores o seguiré trapeando contigo el suelo. —No estás en el nivel de pasarme. —¿Te crees lo que dices? —¿Quieres probar que me equivoco? —No hay nada que probar. —Cobarde. —Jamás. —Su primo le tendió el control. — Verás como te destrozo. —¡Uuh! Me ha dado escalofríos. Kenma conocía a Kuroo demasiado bien. Había evitado que usara su celular. La sonrisa que tenía Kuroo era diferente a las que conocía. A su amigo le pasaba algo. Jugaron tres partidas en las cuales él había ganado dos. Le divertía a Kuroo en sobremanera la expresión de frustración que demostraba Sienna ante la derrota total contra él. Le hacía falta un poco de medicina a ese orgullo suyo. —Hoy no estoy en mi mejor momento. —Nunca lo estás. ¡Ugh! ¡Siempre tenía una replica para todo! Ella no era muy rápida en eso. Sólo se le ocurría insultarlo. Le puso los ojos en blanco y se fue por un vaso de agua. A pesar de que la irritaba tanto, Kuroo tenía algo de encantador en su asquerosa sonrisa y eso no era muy justo para ella. Kuroo la observó irse sonriendo ladino al ver su victoria en el altercado verbal. Kenma observó los videojuegos que tenía para cambiar por otro mientras pensaba qué exactamente preguntarle al respecto. —¿Te gusta Sienna? —¡¿Q—?! ¡¿De qué— bajó la voz. —¡¿De qué estás hablando?! No volvió a preguntar. Sólo lo esperó expectante. —¡Claro que no! — sintió su cara arder así que volteó para otro lado. — ¿Por qué piensas eso? Una reacción poco usual. Sacó el disco de la consola y lo guardó en donde correspondía. Luego tomó otro videojuego y lo ingresó. Al parecer Kuroo esperaba una respuesta suya. —Pareces un poco extraño alrededor de ella. —¿Eso te parece? Ya te lo dije. Hace mucho que no la veo. Me cuesta conversar con ella. —Yo te veo hablándole bastante bien. —Oye, aunque no lo parezca, me cuesta bastante socializar ¿sabes? —Ah. — atinó a decir a eso tomando el control y configurando para la partida. —¿Tú no te sientes así? —No. Sienna siempre fue muy alegre y extrovertida, así que ella hace que no tenga que esforzarme a cubrir esos años que no nos vimos. —Cierto, tienes razón. Ella logra eso. —Por eso no me preocupo mucho. Inició una partida individual ya que tenía muchas ganas de jugar cierta parte del juego antes de poner multi jugador. Kuroo lo dejó ser mientras analizaba lo que había dicho. Probablemente él se sintió forzado a borrar ese tiempo perdido cuando no había por qué ya que Sienna no parecía tener problema con ello. Había estado actuando normal y encargándose de borrar los momentos incómodos. Le dio muchas vueltas innecesarias. —¡¿Quién quiere ir por helados?! — grita ella entrando a la sala. —¿A esta hora? —¿Por qué no? —Yo paso. —Yo también. —Ugh, son unos aburridos. Se volvió a sentar junto a ellos desanimada. —¿Qué estuviste haciendo estos seis años? — le preguntó Kuroo. —Mmm, no mucho. Ah, me trasladé dos veces de colegio. Los dos se sobresaltaron. Kenma puso pausa para mirarle. —¿En qué problemas te metiste otra vez? —No es así. La primera porque quería estudiar un bachiller diferente al que había en mi escuela, la segunda porque no me gustó ese colegio y decidí mudarme otra vez. Me deprimía. —Se me olvida que tus padres tienen mucho dinero. Sienna frunció el ceño —Oh cállate. Claro que no. —Cierto, sólo te consienten mucho. — afirmó Kuroo estirando sus brazos. Miró a Kenma para que la defienda. Él asintió y continuó jugando. —Al parecer te dejé mucho tiempo con este zorro que ya perdiste tu lealtad hacia mí. —Nunca tuviste su lealtad para empezar. — replicó él pasando un brazo por los hombros de Kenma. —Oh, ¿sigues haciendo pucheros a esta edad? Le puso los ojos en blanco y suavizó el rostro. No solía darse cuenta que arrugaba su cara. Kenma se deshizo del brazo de Kuroo y continuó jugando. —¿A qué hora vuelves a tu casa? —¿Quieres echarme? —Podría hacerlo. —Como si pudieras. —Ya es tarde. —Suelo quedarme más tiempo. Las criaturas pequeñas como tú son las que tienen toque de queda. —Eres un insoportable. —Vamos, vamos, tranquila. Estás siendo una dramatica. —Ya cállense. — espetó Kenma y ambos lo miraron sorprendidos. Se desafiaron con la mirada. Sienna llevó su atención a su celular. —¿Es tu novio? —¿Quieres que Kenma nos eche? Cállate. Miró de reojo a Kenma un momento y luego la volvió a mirar. —Hijo de puta. Kenma se sobresaltó ante la palabrota de su prima. —No te lo dice a ti. — lo tranquilizó Kuroo. — ¿Qué pasó? —Nada. — dijo ella levantándose del sofa nerviosa y caminando hacia la cocina. Kuroo le siguió. —¿Te dijo algo verdad? — le sonrió de lado. ¿Ya les dijo antes que odiaba esa sonrisa ladina? Exhaló. —No estoy para tus bromas ahora Kuroo. — tomó un vaso de agua y se lo bebió a grandes tragos. Él se percató que le temblaba la mano. —¿Por qué no sólo le terminas? —Oh, ahora podría hasta matarlo. Kuroo se la quedó mirando analizando. Sienna le sonrió a medias y le levantó las cejas, volviendo a tomar otro vaso de agua para calmarse. No quería tener esta conversación con él, es más no quería que la viera así. Se sentía muy vulnerable frente a él mostrando su fachada débil. Luego de dejar el vaso de vuelta en la mesa se limpió la mano por sus vaqueros, como si eso borrara la existencia de su novio, perdón, ex novio sobre ella. —Me acaba de terminar por mensaje. —explicó sin darse cuenta. Maldición, necesitaba descargarse pero no tenía que ser con Kuroo. —¿Por... mensaje? No jodas. ¿Cómo se atrevía el tipo hacerle eso a Sienna? ¿Qué no sabía que ella era un caso singular en su vida? Sienna odiaba el romance, el amor, la cursilería, todo eso. Se jactaba que jamás sería de esa manera. ¡Le puso un emoji de corazón al lado de su nombre! Era un imbécil. —Bloquéalo. —Lo haré. —Hazlo ahora. Sienna lo miró sin entender. —¿Justo ahora? —¿Para qué querrías seguir en contacto con un idiota como él? Se lo pensó un momento. De cierta forma tenía razón, aunque no parecía un consejo que le daría el mismísimo sabelotodo Kuroo. —No quisiera que terminara así algo que duró un año y cuatro meses. —Pues a él no le importó. Le fulminó con la mirada. —Yo no soy él. —Por supuesto que no. Tienes más decencia no como él. Al menos ibas a esperar a verlo para terminar. El vio una oportunidad y te terminó como cobarde. Sienna se cruzó de brazos y se recostó por la mesada de la cocina. —Ni siquiera lo conoces. No sueles hablar mal de alguien que no conoces. —Por lo que me cuentas es suficiente. —Es un buen chico. Quizás— —Ay no por favor. No busques justificarlo. Creía que eras más inteligente. Kuroo rió internamente. Sin duda Sienna iba a— —Soy inteligente. ¿Quién te crees tú para juzgar mi inteligencia? — rió con sorna — ¿A ver cuánto de IQ tienes? Genio de cuarta. —¿Genio de cuarta? —Cállate. No quiero oírte más. —Sólo digo que es un tipo que no vale la pena si te hizo eso. Su celular comenzó a vibrar. —Es él, ¿verdad? — ella observaba el nombre en la pantalla. — ¿Vas a contestar? Contestó. Kuroo se pegó a su oreja y ella lo empujaba en vano para que le diera espacio. —¿Hola? —Hola. Se formó un silencio entre los dos... más bien tres. —¿No deberías estar en la fiesta? Lo escuchó suspirar —Decidí quedarme en la habitación. —¿Para qué me llamas Zack? —Escucha, no quería que la conversación fuera así. Es sólo que lo estuve pensando mucho y, como es nuestro último año y tendremos que separarnos...— —Escucha Zack, ahora no puedo hacer esto. — empujó a Kuroo. — Hablemos cuando ambos volvamos de nuestros viajes ¿de acuerdo? —Lo siento Sienna. —No, lo siento más por ti. — cortó. Lo sentía. Podía sentir la sonrisa de Kuroo extendiéndose por su rostro. Dios, cómo lo odiaba. —¿Así que sientes más por él? —Eres un hijo de tu madre insoportable. —Me alegra que evitaras insultarla con lo furiosa que estás. —¿En serio serás un patán hasta el último? —Ya te lo dije. El chico no vale la pena. —tomó de vuelta su vaso divertido. —Pff, qué excusas tontas. —¿Crees que son excusas? —Si fueras mi novia vería la forma de solucionarlo y hacer que funcione. Kuroo se maldijo en cuanto terminó. ¿Qué demonios acababa de decir? No lo decía en ese sentido. No quería que Sienna se hiciera la idea equivocada. No se sentía de esa manera hacia ella. Sólo hablaba del hipotético caso de lo que él haría. Era fácil para él decirlo. Estaba segura que él tomaría la misma decisión que Zack. —Estaremos en diferentes puntos del país. Es complicado. —Siempre hay una manera de lograrlo. —¿Te gustan las relaciones a distancia? —Si confío en que la otra persona es capaz, sí. Igual vería la forma de conseguir verla en lo posible. —Qué romántico. Kuroo levantó los hombros —Es sólo trabajar en que funcione. Es normal en una relación madura esforzarse a que continúe. La sonrisa de Sienna que resplandeció en su rostro mientras le negaba se clavó en lo más profundo de su ser. —Bueno, espero poder encontrar a alguien que piense como tú. —¿No vas a rogarle a Zack por volver? — se recuperó rápidamente. —¿Rogar? — volvió a reírse. — ¿Con quién crees que estás hablando? Le devolvió la sonrisa. —¿Y el amor que le tienes? —Tetsuro Kuroo, te diré algo. — se acercó y le clavó un dedo en el pecho. — Si algo no funciona, pues no lo hace. Lección aprendida y a seguir. Soy una persona que puede darlo todo por alguien pero nunca forzaré al otro a que lo haga. Si no quiere hacerlo, no voy a pedírselo. Si ya no quiere nada de mi, pues no lo tendrá. Es su decisión, con las consecuencias que trae. No vale la pena quedarse en el pasado, hay muchas cosas que ocurren en el presente y tengo ambiciones que cumplir. Kuroo observó su espalda llena de orgullo que se alejaba. Esta chica no había cambiado nada. — Tan fría y desapegada como siempre. Ella giró a mirarlo —Sólo hay que ser objetivos. —Querrás decir racional. Se encogió de hombros —Es la misma mierda Kuroo, deja de romperme los ovarios. Lo dejó de pie en la cocina sonriendo. Maldita sea, aunque no lo pareciera y Sienna no le creería, siempre lograba dejarlo sin palabras. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Hola! Aquí Anto2344 reportándose ahora con Haikyuu! ¿Qué les parece?