ID de la obra: 757

Ace’s Path I — “Cambiaré tu destino” — Portgas D. Ace

Het
NC-17
Finalizada
0
Fandom:
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
181 páginas, 50.533 palabras, 25 capítulos
Descripción:
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“¿Aclaración?”

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Han pasado unos cuantos días desde que fuimos a la playa y ha ido a nadar unas cuantas veces. Parece aún procesar la idea de que esto es una historia y hace alguna que otra pregunta. Sin embargo ninguna de ellas es tan importante. Tambien ha bajado al pueblo para trabajar, de carpintero. Le irrita la idea de que la gente crea que es mi hermano pero lo deja pasar. Lo he visto asesinar con la mirada a Faber unas cuantas veces. Ya lo he regañado, por supuesto, pero no ha servido de nada. Terminando mi turno en la atención del mercado, voy a buscar a Ace para almorzar. Lo veo llevando tablas al dueño y ubicándolas. Ha sido una batalla que usara remera pero debía ocultar la gran cicatriz que sobresalía demasiado. —Gracias hijo. Puedes irte. Tu hermana ha venido por ti. Me busca por el lugar hasta que me ve. Se acerca a mi llevándose el borde de la remera a la cara para secarse el sudor.

Le pego la mano. —¡Hey! ¡Dejas a la vista tu cicatriz! —Ugh. A este punto creeré que realmente eres mi hermana. —Tienes que ser más cuidadoso. —Sólo estás tú enfrente mío. —gira el torso para atrás —Nos vemos señor. El señor lo despide con la mano y entra a la casa. —Me vendría bien mi sombrero. —dice limpiandose la mano por sus shorts. —Ni se te ocurra. —Estoy bromeando. Hey, estás muy nerviosa. —Olvídalo. ¿Vamos a almorzar? Asiente. —¿En la cabaña? —¡Aloise! —Ay no puedo creerlo. —dice volteando al lado contrario. —No se te separa cinco minutos. —murmura y me río. —¡Faber! ¿Cómo estás? —Bien, de maravilla. Hola Alec, qué gusto verte. Me llevo los labios dentro de la boca aguantando la risa al ver cómo su rostro se arruga ligeramente ante el nombre. Sólo porque lo conozco sé que su sonrisa es forzada. —Hola. No podía llamarlo Ace frente a otras personas ¿verdad? Bueno un nombre falso es necesario. ¡Qué nombre de mierda!Había dicho él pero a mi me parecía bonito.Mi nombre es común.No era por eso, muchas características suyas ya eran demasiado evidentes. Le miro el rostro en ángulos y él me mira con el ceño fruncido. —¿Qué haces? —Faber, ¿no crees que el rubio le quedaría bien? Abre los ojos como platos evidentemente conmocionado. —Mmm, pues no le quedaría mal creo yo. ¿Quieres teñirlo? —Sería una buena idea. —Ni siquiera sé qué decirles. —dice él exasperado evitando mirarnos. —¿Van a almorzar ahora? —Sí— —Iremos a nuestra cabaña a almorzar. — me interrumpe Ace.— Ya tenemos todo listo. —Ah, comprendo. Pensaba invitarlos a casa. —Gracias de todas maneras. —digo apenada. Observo que tiene el diario bajo su brazo. —¿Es de hoy? —Oh, sí. —dice y lo extiende. — Ese pirata Sombrero de Paja aparece en él. —¿Cómo? —dice Ace y agarra el diario.—¿Luffy?

—¿Jinbe y... Silver Rayleigh? —leyó en voz alta.—¿Fue el primer oficial de la tripulación de Gol D. Roger? ¿Qué es esto? —Sorprendió a todo el mundo. — dice Faber emocionado. — Nunca se sabe que esperar de ese chico pero le doy el mérito de haberse esforzado tanto en la guerra de Marineford. Ace lo ignoró mientras observaba la foto pálido y reprimiendo sus emociones. —Bueno... será mejor que nos vayamos. —apresuro incómoda tomando a Ace del brazo mientras seguía leyendo. —¿Puedo quedármelo? Asiente y se despide, mirándome de reojo al alejarse sonriendo. —Vayamos a la cabaña. — digo jalándole. —Explícame esto Aloise. —Lo haré. Sólo... espera a que lleguemos. Con mucha prisa llegamos a la cabaña. Ace cerró la puerta con fuerza y dejó el periódico en la mesa analizándolo de vuelta. Carraspeé. —Luffy conoció a Rayleigh en el archipiélago Sabaody. Él será quién lo entrenará. — me observa con el ceño fruncido. Le apunté el brazo. — Lo que tiene allí es un mensaje a sus compañeros. Debían encontrarse en tres días en Sabaody pero luego de lo que pasó fue imposible. Entonces es un mensaje que interioriza que no serán tres días, si no dos años el reencuentro. Jinbe y Rayleigh lo acompañaron para protegerlo. —¿Dónde estará él ahora? —Si recuerdo bien era en Amazon Lily o cerca de allí. Se sienta llevándose las manos a la frente preocupado. —No te preocupes. Estará bien. —le di palmadas a su hombro.—No creerás lo fuerte que será. —Fue de vuelta a orar por mí. De verdad cree que estoy muerto. Me acerqué a abrazarlo por detrás por el cuello.Si tan sólo pudiera ayudarlo a sentirse mejor. Su mano acaricio mi antebrazo un rato y luego jaló para que lo soltara. —Quisiera ver el barco que nos dejó Shanks. Me gustaría largarme de aquí lo más pronto posible. Y no pienso ir junto a él sólo... quiero un poco de espacio. —Te lo mostraré luego de comer. —Bien. —fue lo único que dijo y el sentimiento de culpa me lo tuve que tragar. Como lo prometido es deuda, esa misma tarde lo llevé al muelle para que le diera un vistazo. No era un barco muy grande, relativamente igual al cual usamos en nuestro primer viaje según mi parecer. Aunque yo no sabía mucho de barcos. —¿Es este? — cuestiona. —Sí. —Es una carabela. Es perfecto para que viajemos nosotros dos. No habrá problema. —¿En serio? —no le creo nada. Asintió. —Veamos qué hay dentro. — dice y se balancea agarrándose del cable y saltando para dentro. —Ven, sujétate del obenque y sube. —¿Qué? —De este cable. — señala. — Yo te ayudo. Me sujeto del obenque y tomo su mano, mientras mi pie está posado sobre el borde. Jalo haciendo fuerza y logro ascender. Ace me ayuda a estabilizarme. —Gracias. —digo sin soltarlo. —Claro. —me suelta y entra en el camerino. Yo me quedo de pie allí. Por un momento pensé que al fin nos entendíamos, desde ese día que dormimos juntos. Sin embargo ahora siento una cierta distancia entre nosotros que no creí que sucedería. Todo esto es muy extraño. Nuestra relación es difusa. No debería darle tantas vueltas y aceptarla, aunque no entiendo porqué hizo todo lo que hizo. ¿Por qué me besó? ¿Cuál fue el punto de decirme lo que me dijo? ¿Debería hablarlo con él? Pero sólo podría complicar las cosas. ¿Y si sucede de vuelta lo de Dressrosa? Pensé mucho en ti en Impel Down. Suspiré. No sé que siente por mí. Quizás no sea nada serio. Dejaré de darle vueltas al asunto, de todas maneras es mejor que nos llevemos bien. Debería mantener la distancia yo también. —Oye, ¿vienes? —me dice desde la puerta. —¿De verdad crees que estaremos bien nosotros dos? ¿No deberíamos contar con más personas? —digo ingresando al camerino. Habían mapas, cuadernos, brújulas sobre la mesa además de lápices, plumas y linternas. Shanks los habrá dejado para nosotros. —Estaremos bien. —Viajaremos por el Nuevo Mundo. No es nada sencillo. —¿Con quién crees que estás hablando? Tengo mucha experiencia. Lo ignoré. Fui a revisar los cajones de la mesa. —Supongo. ¿Manejas el Haki no? —Por supuesto. Había una nota en el cajón. Lo saqué y lo extendí sobre la mesa.

"Querida Aloise:

Quería dejarte una nota en esta habitación que oficialmente será tuya. El barco es tuyo.

Gracias por confiar en mí otra vez, espero que el futuro que se forma ante nosotros sea afortunado.

Si necesitas ayuda o un lugar al que acudir, siempre habrá un espacio para ti en mi tripulación. No dudes en pensar en mí.

Deseo para ti un viaje seguro y agradable.

-Shanks"

Gracias Shanks, necesitaba leer algo así. Me has dado un rincón al cuál poder retornar. ¿Qué es...? —Es un mensaje de Shanks, para mí. —digo guardándolo en mi bolsillo. —¿Y qué dice? —Me desea un buen viaje... y que el barco es mío. —No esperaba menos. Seguramente te invitó a unirte a su tripulación. —¿Cómo lo sabes? —¡Hola! —escuchamos a alguien gritar afuera. Salimos a cubierta y encontramos a Faber junto a otra mujer. Era joven, tenía un aire dulce y delicado y nos observaba con cierta vergüenza. —Creí ver a alguien caminando y vine a revisar, eran ustedes. —dice el más tranquilo. —Estábamos comprobando el barco. — respondo acercándome. — Planeamos quizás irnos de la isla dentro de poco. —Oh, bueno, lo suponía. Si vinieron con el señor Shanks, dudaba que fueran a quedarse. Por cierto, les presento oficialmente a mi novia, Ellie. Sonreí. ¡Era realmente bonita! —¡Hola! Faber me ha hablado mucho sobre ti. Esperaba conocerte pronto. Un tierno rojizo apareció en sus mejillas y me dieron ganas de bajarme a abrazarla. —Gracias. También el gusto es mío. —¿Y cómo planean pilotar la carabela? — volteé a ver a Ace. Estaba recostado por la puerta de la cabina observando a Ellie. —Nos las apañaremos nosotros dos. —sonríe divertido. La confirmación que necesitaba vino del rostro de ambos jovenes frente a mi: No era eso posible. —Veremos cómo hacemos. Aún es muy temprano para zarpar. — les tranquilizo acercándome para bajarme al muelle. —Aloise— —Alec, ya basta. —digo molesta ante su insistencia. Él no estaba pensando con claridad, sólo quería hacer lo que se le plazca. Con la ayuda de Faber bajé del barco y gracias a la sonrisa de Ellie me sentí un poco más tranquila. —¿Ustedes son piratas verdad? —Me paralicé. Ambos se rieron de mi expresión. — Vamos, no es un misterio siendo que vinieron con el señor Shanks. —volvió a recalcar. —Bueno, sí lo somos. Más él que yo la verdad. Pero hemos decidido dejarlo. Ahora sólo queremos viajar. —¿No son hermanos? — pregunta Ellie. —No. —declara Ace enseguida, lanzándose al muelle y aterrizando a mi lado. ¿Qué estás diciendo?— No lo somos. —Su brazo pasa sobre mis hombros y me atrae a su pecho dejándome confundida. Miro molesta su sonrisa radiante.—Somos— —Amigos. —terminé. Su sonrisa se deshizo. —Somos amigos. —¿Amigos? —dice encarándome— ¿Cómo que amigos? —¿Qué no lo somos? —Sí, pero tú y yo...— —¿Nosotros qué? — nunca has sido claro. Traga nervioso. Está a punto de decir algo pero Faber al parecer prefiere salvar la situación incómoda. —¡Bueno! Se está haciendo tarde. Podemos hablar de esto otro día. No se preocupen, su secreto se quedará entre nosotros. —¿Por qué estás molesta conmigo? ¿Ahora qué hice? —dice soltándome de su agarre. —No has hecho nada. Ése es el problema. —No lo entiendo. —Oigan— —Me dijiste que sea cuidadoso y estuve siguiendo esta farsa de ser hermanos. Ellos ya lo saben así que no tenemos que fingir más. —¿Y por eso puedes acercarte a mi como se te de la gana? No hemos establecido nada aquí aún. —¿Qué hay que establecer? Estaremos juntos desde ahora ¿no? —Pues sí pero— —¿Y entonces qué? —¡No me has dicho qué es lo que quieres o sientes! — digo avergonzada. No puedo creer que me haga decirlo frente a ellos. —¿Acaso es necesario? Ya lo sabes. ¿Es que es bruto? —Alec, — interrumpe Faber acercándose —¿te gustaría ir a pescar un rato? Dejemos a las chicas conversar. No parecía querer moverse de mi lado. Faber insistió con la mirada. —No. —dice él sin apartar la vista de mí. — Al parecer tengo que dejar algo claro aquí. Aloise, no sé qué estás pensando de mí pero te dejaré una sola cosa clara: la única mujer que me interesa eres tú y coincide con el hecho de que eres la única persona con la que puedo compartir mi vida. ¿De verdad crees que me aprovecho de ti? ¿Crees que haría una cosa así? Jamás. —No lo decía de esa manera— —De lo que sabes de mí ¿me has visto rondando entre mujeres? —No— —No, porque no me gusta desperdiciar mi tiempo. Siempre me esforcé en ser el mejor, el más fuerte. —Lo sé. —Entonces que no quepa duda en tu cabeza que estoy completamente comprometido a ti. ¿De acuerdo? No puedo creerlo. —dice finalmente mirando a Faber. ¿Se esfumó el inseguro de Dressrosa? Esto no me lo esperaba. —¿Estás seguro? —¿Quieres que lo repita? —¡No! Es sólo que... —bueno, tus acciones antes... Suspiró cansado. ¿Cómo podía verse tan tranquilo luego de lo que dijo? ¿No está avergonzado? —Ya he dicho lo que debía. — dice dándome la espalda. —No volveré a repetirlo. Me voy a la cabaña. —Bien. — atino a decir dudosa. —Nos vemos luego —se despide de Faber y Ellie que lo miraban pasmados y se aleja. —Vaya. — dice Ellie al verlo perderse de nuestra vista. — Es un poco torpe. Le cuesta expresarse. Faber se rió a carcajadas —¿Dijo que le interesabas? Tonterías. Se quedó corto. —Estaba todo sonrojado. ¡Qué tierno! —¿Podríamos hablar de otro tema por favor? Vayamos al mercado. Ambos asintieron divertidos y decidieron dejarme tranquila por un momento.
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