ID de la obra: 769

Alterno

Slash
G
Finalizada
0
autor
Fandom:
Tamaño:
160 páginas, 57.700 palabras, 28 capítulos
Descripción:
Notas:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

A la deriva/ Viejos lazos

Ajustes de texto
La luz del amanecer se colaba entre los cristales de la cabina, cálida pero molesta. Marshall entrecerró los ojos y al moverse, notó unos brazos rodeándo su cuerpo. Estaba recostado... sobre Chase. Era una calidez humana, familiar pero demasiado humano. Recordó la noche anterior, donde habían terminado navegando por el mar evitando las grandes olas hasta que estas se calmaron. Como fue en la madrugada, en realidad no es como si hubiera tenido muchas horas de sueño. Lo que sí, era que sentía mucho frio. Aún tenía algo húmedo su uniforme al igual que Chase. Pero este parecía mas cómodo dormido. Salio de sus pensamientos cuando a lo lejos escuchó el sonido de una sirena, y supo que la ayuda al fin habia llegado. —¡Chase! ¡Chase! ¡Despierta! —El policía pareció entrar en un pánico post-sueño. —¿Qué? ¿Está todo bien? —Su voz estaba ronca y le costo un poco hablar. —¡Vinieron por nosotros! ¡Estaremos seguros! —Se levantó del suelo e hizo hacer lo mismo al policía. Ambos salieron rápidamente de la cabina para ir a la base del barco y comenzar a gritar y señalar que estaban ahí. Chase estaba gritando hasta que vió bien el barco que iba en dirección al de ellos. —Diablos. —dio dos pasos hacia atras, levemente nervioso. Marshall volteó a verlo confundido. —¿Chase? —Estaremos bien Marshall. —Se vió levemente irritado, pero le sonrio para calmarlo. Cuando Marshall volvió a ver el barco noto que estaba más cerca, se dió cuenta que la silueta de quien dirigía su ayuda, le era de hecho, bastante familiar. Una vez el barco llegó a ellos, un hombre joven de piel morena y cabello corto muy rizado con uniforme azul detuvo el barco en su dirección. —¿Son… la guardia costera? —Si... ellos son el escuadrón 22, residen en Bahia Aventura. Y… ese que viene a ayudarnos es… es mi hermano. Hermano. Se sintio extraño al escuchar esa palabra. —De hecho tengo dos... Y él, es uno de ellos. Marshall los miro a ambos notando la gran diferencia en el tono de piel de ambos. Mientras que Chase es de piel tigrena, su hermano tenia la tez de color muy oscura. —No se parecen… —Somos adoptados. —Se rio al ver la confusion de Marshall. —Para ser tu hermano no te ves contento Chase. —Marshall observo cada reaccion del policia, preguntandose que historia habia detras de ellos. —Es… es complicado. No nos llevamos muy bien que digamos... El barco llegó tan cerca de ellos que una vez el bote del capitan Turbot se pego al del equipo de la guardia costera, ellos no tardaron en engacharse. Chase frunció el ceño. Su mandíbula se tensó al ver a su hermano Zuma bajando del barco con esa sonrisa despreocupada y encantadora. Marshall lo notó y le puso una mano en el hombro. El contacto pareció calmarlo, al menos por un momento. El hombre del otro barco parecía muy animado al verlos a ambos ahí. —¡Hey! Al fin los encontramos chicos. Estuvimos toda la mañana dando vueltas desde que el escuadrón de bomberos los reportaron como- —Se interrumpió a sí mismo al reconocer a Chase—. desaparecidos... —su semblante cambio a uno mas serio. —Chase. —Zuma. —¿Zuma? —Marshall vió al hombre frente a él con mas atención, sorprendido y bastante feliz. Otro de sus amigos estaba ahí. —Hola… Tu debes ser Marshall, el bombero heroico de Bahia Aventura. —Ignoró a Chase y le extendió la mano en saludo, cosa que el albino correspondió. —Soy Zuma Wallas. Un gusto. —El gusto es mio... —Marshall no estaba tan consciente de cuan blanca era su piel hasta que vió la diferencia entre el y Zuma. Se sintió un poco cohibido al saber que su propia apariencia era la menos normal ahí, y lo supo por la manera tan sorprendida en la que le miraba Zuma, que no había visto a alguien albino antes. —¿Podemos irnos por favor? —Fue lo que dijo Chase después de carraspear e interrumpir la interacción entre el bombero y el guardacostas. Tanto Chase como Zuma se vieron de manera amenazante por unos segundos hasta que Zuma accedió. —Será mejor que se agarren fuerte, los llevare. Tan pronto como dijo eso, Marshall sintió el jalón del barco siendo arrastrado. Chase por su parte se fue a sentar, lo más alejado que pudo del barco de la guardia costera. El ambiente se había puesto tenso y eso no le agradó al bombero, quien caminó en dirección a Chase para sentarse a su lado. —¿Estás bien? —Si. ¿Por qué no lo estaría? —Parecía que quería disimular su enojo pero sonaba más como si estuviera refunfuñando. —Estás muy tenso. —Marshall pasó su mano por el brazo de Chase, el cual mantenía cruzado en su pecho. Penso que quiza un poco de contacto humano era necesario. Esta acción hizo que el policia se sobresaltara al sentir al bombero tocarlo y verse tan preocupado por él. —No había… no habia visto a mi hermano desde hace algunos años... fue la impresión supongo. —¿Años...? ¿Llevabas sin ver a Zuma desde hace años? ¿Por qué? —Sintió su pecho apetrujarse por la simple idea de que su grupo de amigos esté dividido. Si ahí son hermanos y están separados. ¿Qué podía esperar de su relación con los demás? Los Paw Patrol debian estar juntos, eran todos amigos. Tambien, el ver dos versiones humanas de lo que conocia en su mundo era como conocer a un extraño que alguna vez conociste. —Complicado. Es muy... complicado. —Se veía desanimado. —Entiendo... —no, no lo entendia, pero ver a su amigo tan… ¿Triste? le dejaba en claro qué fuera cual fuera la situacion, estaba lastimandolo. —Y… ¿porqué no hacen las paces? No es de mi incumbencia saber que pasó entre ustedes pero, ¿alguna vez lo intentaste? —Chase no dijo nada y esa era una respuesta obvia para el cachorro. —Nunca lo intentaste... —Sé que no quiere verme. —¿Él te lo dijo? —No... —Suspiró. —Yo solo… lo sé. —No lo sabes Chase. Si el no te lo dijo, entonces tal vez no sea verdad. Si son hermanos, creo que tal vez quiera a su hermano de vuelta. Chase sonrió un poco pero su sonrisa se borró rápidamente cuando vió a Zuma conducir, se veía de la misma manera que el, decaído y sin querer hablar con sus compañeros del barco. Alejado de ellos. Pensó que tal vez Marshall tenia razón. —La razón por la que dejamos de hablar fue porqué me opuse a ir a su boda. —Marshall mostró su sorpresa en la cara, sabia que una boda era una ceremonia especial entre los humanos, una conexion entre dos personas que desean estar juntas. Al menos eso es lo que comprendio de lo que Marta dijo cuando hablaba de su esposo. Chase se escondió mirando en dirección contraria a él. —¿Porqué...? ¿Porque te opondrias a una boda? —Me opuse porqué yo era muy prejuicioso y no quería que se casara con- —Se travo con su propia saliva. —con un... hombre. Marshall no comprendio. ¿Estaba mal casarse con un hombre? Enntre los cachorros no existian tales cosas. Nunca creyo verlo en Chase. Aun asi no pudo darle la espalda, se veía muy arrepentido. —¿Sigues pensando de la misma manera que antes? —Su voz no sonó acusatoria como Chase pensó que lo haría, sino que reflejaba sincera curiosidad. —¿Qué? —No esperaba la pregunta. —¡No! Claro que no- yo... dios. No pienso de esa manera, al menos ya no. Tuve un proceso muy largo y duro para entenderlo. —¿Entonces? —Lo miro inquisitivo. —Deberías ir... le debió haber roto el corazón el que no estuvieras en un dia tan importante. ¿no? —Tal vez... —Lo volteo a ver al fin. —tal vez lo haga, Marshall. —Es lo mejor. —Marshall se sentó a su lado y acomodó su cabeza en el hombro de Chase, cansado. El movimiento del barco lo arrullaba junto al sonido del mar. —Voy solo a... a cerrar mis ojos un poco. No tardó mucho en quedarse dormido y Chase no se movio, pensando que era quiza un momento que no se debia romper de esa manera. O mas bien, queria no romper. El bote siendo jalado por el de los guardacostas despeinaba su cabello, haciendo que el viaje se hiciera disfrutable.   _______________________   Habian llegado finalmente a tierra firme. Marshall fue recibido con los cálidos abrazos de sus compañeros de equipo, quienes parecían muy arrepentidos de no haber podido mantenerlo a salvo de casi extraviarse en el mar.Chase los observaba con dulzura, sabiendo que el bombero formó amistades muy buenas, luego a lo lejos vió a su hermano platicando por telefono, al menos hasta que colgó la llamada. Chase respiró hondo. Recordó la forma en que Marshall había puesto su mano en su hombro la primera vez que vio a Zuma en el barco cuando su pecho se había llenado de tensión. Ese gesto pequeño... le había dado valor. Quizás ahora podía hacer lo mismo: dar el paso y tener el valor de enfrentar algunos fantasmas del pasado. —Zuma. —Llamó su atención al acercarse a él. Zuma lo vió sin mostrar enojo o felicidad. —Oficial Wallas. ¿hay algo más en lo que pueda asistir? Chase casi se arrepiente de su repentina confianza. —Yo... solo quería hablar con usted. Me... —Carraspeó. —Me alegra ver que se encuentra bien. La expresión del guardacostas pareció relajarse. —Yo también me alegro de verte bien, Chase. —Yo... —suspiro. —quiero disculparme por todo... lo que dije e hice en el pasado. Perdón. No fue correcto y... sin duda… no es algo que hace un hermano. Zuma trago saliva y miro al suelo por unos segundo procesando la disculpa. —Chase… —Abrio los ojos con sorpresa y se movio en su lugar levemente inquieto. —vaya... no creí que alguna vez te disculparias... —trato de ocultar la sonrisa que amezaba con posarse en sus labios. —yo- yo acepto tus disculpas. Pero, si vuelves a decir algo malo sobre Rocky no te lo perdonaré. ¿Entiendes? Yo lo amo y no puedes hacer nada al respecto. —¡No, no, no! Lo sé. Ahora lo entiendo. Yo no debí comportarme así. Era muy prejuicioso y no quería que tú pasaras por lo que tanto he visto en este lugar. Se qué no es excusa para todo lo que hice pero... extraño a mi hermano —Zuma frunció el ceño, no de manera molesta sino, confundida. —Chase... yo... —Entiendo si tu no quieres hablarme Zuma, de verdad. —¿No sabes cuando callarte, verdad? —Se rió haciendo que Chase guardara silencio. —Ven aquí, idiota. —Se acercó para abrazarlo. Chase no supo como reaccionar al inicio pero después solo se dejo llevar. —La verdad yo también extraño a mi hermano mayor. Y me dolió tanto que no… no me aceptaras. —Perdóname, perdóname... de verdad lo siento. Ambos se separaron, sabiendo que no podían verlos tan cariñosos en uniforme y no querían recibir una sancion por eso. —Hablemos mejor de todo en otro momento. ¿Qué te parece? —Si. Me gusta la idea. —Bien. ¿Estas libre el próximo jueves? —Ah... —penso un poco. —si, de hecho si. En la tarde. —Entonces te invito a cenar en mi casa conmigo y con Rocky. Sirve también y conozco al bomberillo. —Le guiñó un ojo mientras veía a Marshall. —¿eh? ¿Tú...? ¿Cómo...? —Digamos que... siempre has sido muy obvio. —Se rió de él. —Bien... le preguntaré si esta libre el jueves. Estoy seguro que estará feliz de conocerte y a Rocky. —Puedo ver que es alguien muy especial. ¿Fue él quien te dijo que volvieras a hablarme? —Aunque Zuma lo decía en broma, se sorprendió al ver que Chase no negó nada y que de hecho solo aparto la mirada. —Oh. Vaya, entiendo. Woah... Eh... estoy bastante sorprendido. ¿Chase haciendole caso a alguien? Eso es sin duda algo nuevo. Ahora si quiero conocerlo en verdad... —Hey, basta. Y no vayas a hacerle ninguna pregunta sobre... bueno, ya sabes. —¿Su color de piel y cabello? Digo, si me dio curiosidad de encontrar a un bombero que es albino… —Si... no es que le incomode, pero ya debe estar cansado de recibir siempre las mismas preguntas referente a eso. Él es una persona muy interesante como para solo enfocarse en como se ve. —Zuma volteó a ver a Marshall cuando Chase lo hizo. Se preguntó como fue que su hermano se dio cuenta que era como él, porque si, lo noto. Tenia la duda de que fue lo que le llevó a creer que estaba mal, que tenia que evitar todo eso y evitar que él, Zuma, no fuera igual. También se preguntó que fue lo que hizo Marshall para hacer que su hermano tomara el coraje que nunca tuvo para volver a hablarle, para ser él mismo y cambiar. Salio de su burbuja cuando fue llamado por sus compañeros. —Tengo que irme. Nos vemos, Chase. —Adios Zuma. —Ambos se despidieron de manera gentil. Y cuando Chase ya no vió a Zuma y a su equipo, volteó a ver en dirección donde estaba Marshall, quien ya no estaba siendo rodeado de todo su escuadrón, sino que estaba solo, observándolo. Esperando por él. Sin querer hacerlo esperar más, caminó en su dirección. —¿Marshall? ¿Qué haces aún aquí? Pensé que ya habías regresado a la estación de bomberos. —Solo esperaba por ti. Si es que no te molesta, claro. —Sus mejillas se volvieron de un leve tono rosa. Algo que dejó maravillado a Chase, a quien le picaban las manos por tomar el rostro contrario entre sus estas pero se abstuvo de hacerlo. —Para nada. Vamos juntos.
0 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)