Impotencia/ Reconstruir viejos lazos
12 de septiembre de 2025, 23:26
[—¡Marshall! ¡sal de ahí inmediatamente! Es una orden.]
Marshall sentía mucho calor, buscaba entre los escombros y por todas partes de la casa para encontrar al gato. Una vez que fue a la última habitación de la casa lo encontró en el suelo. Sin saber si estaba vivo o muerto lo sacó con prisa entre sus brazos.
Una vez salió del edificio, se acercó a la ambulancia, sin saber si iba a ser suficiente. Al final el gato fue atendido por un medico veterinario que su dueña había mandado a llamar. Ella lloraba desconsolada, orando por la vida de su mascota. Cuando se alejó fue que notó como Marta caminaba hacia el bastante molesta.
—¡Tú! —lo apunto con su dedo indice. —¡Te dije que salieras inmediatamente del edificio! —Trató de tranquilizarse al saber que no estaba siendo profesional. Al estar cerca lo aparto de la gente y habló de forma dura pero sin gritar. —Has desobedecido mis ordenes directas Byce. —Marshall sintió como los bellos de su espalda se erizaban al ser llamado por su apellido, Marta jamás lo llamaba por su apellido a menos de que de verdad estuviera furiosa.
—Lo siento mucho Marta. Pero... si había la minima oportunidad de salvar al gato...
—¿Que habria pasado si no hubiera estado el gato ahí? ¡Habrías arriesgado tu vida por nada! Eres demasiado imprudente, piensas tan poco en ti mismo que me frustra. Además, ¡Solo es un gato!
—¿Solo… un gato?
Marshall dejo de escuchar casi por completo lo que le decia Marta. ¿Como podia decir que solo era un gato? ¿Solo por eso valia menos? ¡El gato tenia miedo de morir! Marshall no podia ignorar algo asi.
—Si algo así vuelve a ocurrir y no sigues mis indicaciones no me dejarás de otra mas que suspenderte indefinidamente Marshall. —Eso último lo dejó helado y lo saco de sus pensamientos. ¿Suspender? ¿Esta en riesgo de ser suspendido? ¡No era justo! ¡Nadie salió herido! ¡Ni siquiera él! —¿Entendido muchacho? Ahora, quedas fuera de la extinción del fuego. Regresa.
—Si, señora. —Le hablo formal, cosa que nunca hacia y era su manera de demostrar que estaba enojado con la decisión que Marta estaba tomando sobre él. Significaba que estaba en periodo de prueba.Pero, no era la suspension lo que tanto dolia, sino el hecho de que en ese lugar no todas las vidas parecian ser importantes.Los mas pequeños e indefensos parecian valer menos ante los ojos de los demás.
Eso sin lugar a duda, era cruel.
Marta suspiró y lo dejó marcharse. Marshall apretó los puños con frustración y trató de calmarse a sí mismo, respirando profundamente, inhalando y exhalando. Aunque, no estaba del todo seguro si eso estaba funcionando o no. No lograba entender porque era tan grave lo que hizo, salvar una vida es sagrado. Ni siquiera como parte de los Paw Patrol esas cosas ocurrian. En SU mundo, cualquier vida era apreciada y cuidada, no importaba si era de una tortuga o hasta del mismo presidente. Todos eran iguales.
—¿Marshall? —La calida voz de Chase lo exhaltó. Había olvidado por un segundo que ambos trabajan juntos. Trató de recomponerse en su lugar antes de voltear a ver a Chase. No quería mostrarle cuan enojado estaba, pero tampoco podría fingir una sonrisa en ese momento.
—Hey... hola Chase. —Se sintió tonto por lo decaída que sonaba su voz.
—Oh. ¿Todo bien? Te escuchas...
—Si, si. Todo está bien. Solo acabo de discutir con Marta. —Chase pareció guardar silencio sin saber que decir. Marshall suspiró rendido. —Lo siento... es solo que me dijo que podría llegar a ser suspendido si volvía a desobedecer sus ordenes. —Ambos caminaron en dirección al camion de bomberos, con Marshall viendo como su escuadrón apagaba el incendio.
—¿Desobedeciste? ¿Porqué?
—Bueno... había un gato en una de las habitaciones. El gato de la señora Woodwinds. Ella dijo que estaba ahí y si lo estaba. Marta me dijo que regresara y no lo hice hasta que me asegure que el señor bigotes estuviera a salvo. Entiendo la parte en que me dice que pudo haber pasado algo más pero no pasó nada. —Marshall tomó una botella de agua que estaba en la parte trasera del camión para dárselo a Chase y luego tomar una para él.
—Gracias. Bueno, no te puedo decir nada porque se que haría lo mismo que ella.
—¿En serio? —No parecio haberle gustado esa respuesta.
—Solo escuchame, por favor. —Marshall lo dejó continuar. —Cuando somos los líderes, somos responsables de lo que le suceda a cualquiera de los miembros de nuestro escuadrón. Tú fuiste por tu cuenta porque eres impulsivo.
—¿Gracias?
—Pero, no es malo. Al menos no cuando puedes ayudar a tantos. Lo que sucede con Marta, Marshall, es que ella sabe cuan importante eres para su escuadrón. Estoy seguro qur no se arriesgaría a perderte por imprudencia. Además... yo también me sentí molesto al ver que entrabas solo… Lo mas gracioso es que pensé en ir detrás de ti.
—¿Qué? ¿Porqué? —Antes de que Marshall pudiera alegar, Chase negó en señal de que se quedara callado.
—Por qué me importas. Me importas muchisimo Marshall.—Esa confesion hizo que el corazon de marshall diera un salto, no por el susto, sino por lo que carga con esta. —Y creo que Marta piensa lo mismo. Eres tan importante para nosotros que no nos gusta que te pongas en riesgo de esa manera. No cuando estamos aqui para ayudarte.
Marshall bajó su rostro, sintiendo sus mejillas tan calientes que temía que fuera evidente. El que Chase le hablara de manera tan dulce aun estando molesto por su imprudencia le hacía bombear con fuerza el corazón, tanto que comenzaba a creer que debía ir a revisarse con un médico.
—Eres muy dulce Chase. —Finalmente Marshall se animó a verlo.
Chase no esperó ver esos ojos tan brillantes de manera repentina asi que también sintió sus mejillas calentarse. Volteó a ver a un costado, evitando verlo mientras hacía un sonido con su garganta para evitar que se le saliera un gallo al hablar.
—N-No es nada. —Se sintió avergonzado cuando tartamudeo. —Por cierto, quería invitarte a cenar conmigo, mi hermano y su esposo...
—¿Hablas del contramaestre Wallas?
—Si. Me invitó después de que hablé con él y me dijo que te dijera que podías ir... si quieres, claro.
—Si. No hay problema.Antes de que pudieran seguir platicando, Marshall fue llamado para irse, al igual que Chase.
—Nos vemos Marshall.
—Cuídate Chase.
Marshall lo observó alejarse, sabiendo que esa invitación no era solo a una cena, sino algo que apenas comenzaba a tomar forma entre ellos.
Sabia que el no pertenecia a ese mundo pero por un segundo deseó que si.
_______________________
Marshall buscaba por toda la casa, levantando cojines, moviendo cobijas y ropa pero no podía encontrar las llaves del auto. Hace poco se había comprado un telefono y tenía el numero de Chase en él.
[Creo que iré tarde.¡Lo siento tanto! Nologro encontrar lasllaves del auto.]
[¿Quieres que pasepor ti? No tengoningún problemaal hacerlo.]
[...escribiendo...]
Marshall lo dudó un poco pero sabia que era lo mejor, no quería llegar tarde a la oportunidad de hablar con el Zuma de ese mundo.
[Por favor...Siento mucho las
molestias Chase]
[No te preocupes. ]
Logró acomodar un poco el departamento antes de que escuchara la puerta ser tocada. Al abrir, Chase estaba parado ahí, esperando por él.
—Hola. Muchas gracias por venir por mi. De verdad no se donde deje las llaves.
—¿Son éstas? —Chase se las mostró, eran justamente lo que estaba buscando. —Lo olvidaste en mi mochila el dia de simulacros.
—Dios mio. ¡Eres el mejor! —Marshall lo abrazó de manera rápida, contento. —¡Pensé que tendría que ir a hacer otra copia!
—¿me estas diciendo que esta es la copia?
—De la copia, de la otra copia.
Chase se rió. —Eres un caso Marshall. Pero mejor vámonos antes de que se haga tarde.
—¡Claro!
Ambos se fueron en dirección a donde Zuma les había indicado. En el transcurso ambos platicaban de manera amena de temas vagos.
Por ejemplo, ahí tenias a Marshall contándole a Chase sobre las ocasiones que siempre terminaba causando un caos en su equipo en el elevador, con muy variadas y extrañas situaciones que generaban que todos terminaran en el suelo. Evitando por supuesto el hecho de que era un cachorro en ese entonces. Al llegar a la casa ambos bajaron, siendo recibidos en la entrada por Zuma junto a un hombre alto de cabello largo y gris. Tenia rasgos realmente definidos.
—¡Chase! Hola~ me alegra mucho verte. —La manera tan animada en la que Zuma hablaba contrastaba con la seriedad del hombre a su lado. —Tu debes ser Marshall, un gusto conocerte. —Le extendió la mano y Marshall respondió animadamente. —El es mi esposo Rocky.
Marshall sintió un cosquilleo en su espalda, una sensación que le hizo saber que ese era él Rocky de esa realidad, el opuesto del suyo.
—¡Un gusto conocerte!
La expresión del hombre se relajó en sobremanera al sentir una sensación familiar en Marshall. Era como ver la personalidad de su esposo reflejada en él.
—El gusto es mio. —A diferencia de su rostro, su voz sonó amigable.
—Chase. Se que conoces a Rocky pero, ya que estamos comenzando de nuevo, deberían volver a presentarse. —La expresión del peliplata volvió a cambiar, mostrando desinterés o molestia.
—Yo... es un gusto volver a verte Rocky, soy Chase... el hermano de tu esposo. —Aunque le parecia absurdo, iba a hacer lo que fuese necesario para recueperar a su hermano.
La tensión entre ambos se hacía mayor a cada segundo. Zuma codeo a Rockypara que hablara, este rodó los ojos y le dio la mano a Chase. —Un gusto...
Marshall se sentía un poco incomodo. No le gustaba ver a sus dos mejores amigos tan distanciados aunque fuesen de otro mundo. ¿Porqué se llevaban tan mal?
Zuma los invitó finalmente a pasar a su hogar, donde se sentaron en la mesa del comedor, siendo recibidos por mucha comida frente a ellos.
—¡Siéntanse cómodos de comer lo que quieran!
Su ánimo le era muy contagioso a Marshall. —¡Vaya! Todo se ve delicioso. ¿Lo has preparado tú?
—Si.
—Y se esforzó mucho. —Agrego Rockyalgo arisco. —Supongo que le animó la idea de que —Hizo énfasis en lo siguiente—. Su hermano al fin se atreva a hablarle.
Otra vez esos ataques. ¿Que les había hecho Chase a ellos exactamente como para que Rocky estuviera tan enojado? Volteó a verlo, notando que esa actitud lo molestaba y le entristeció. Aún no lo conocía lo suficiente pero sabia que no era una mala persona. Su rocky no era malo.
—Bueno, ¿Cómo les va en sus trabajos? Eh visto que han estado muy ocupados recientemente.
Zuma sé sentó junto a ellos, interrumpiendo la que parecia ser una guerra de miradas, después de darles sus platos para que se sirvieran de comer.
—Si. —Comenzo. —Estamos en una temporada de sucesos en Bahia Aventura. Normalmente es muy tranquilo y no suceden cosas graves pero, han habido muchos accidentes que casi cobran vidas. —Habló Chase mientras tomaba el plato de Marshall y le servia. Luego agarró el propio y se sirvió de la lasana y la ensalada preparada por su hermano.
—Ya veo. Nosotros tambien estamos muy ocupados por lo mismo. ¿Puedes creer que la semana pasada un barco de carga fue saboteado? Tenia marcas extrañas pero no pudimos descifrar la causa. —Eso hizo que Chase pausara su comida. —Creimos que fueron piratas pero no han habido avistamientos en meses… suelen dejar rastros y esta vez no hubo ninguno.
—¿Que dijiste?
—Lo de los piratas?
—No, antes de eso.
—¿eh? ¿que el barco fue saboteado?
—Lo de las marcas extrañas. ¿Cómo eran?
Marshall notó la leve tensión en Chase, así que lo tomó del brazo de manera suave.
—Fueron hechas por algo extraño, un material que no pudo ser identificado y que se veía como quemadura, solo que sin serlo.
Chase pareció pensar en algo. —¿Crees que podrías mandarme un informe? Estoy trabajando en un caso con las mismas características.
—Si, no hay problema. —Zuma comió un poco. —¿Y hace cuanto se conocen ustedes dos? Parecen bastante cercanos. —Zuma quiso cambiar de tema antes de que el ambiente se volviera mas incomodo luego de hablar sobre trabajo.
Marshall le sonrió y Chase se sonrojo. —Bu-bueno, no tiene mucho. Nos conocemos desde el incidente del complejo de apartamentos.
—Oh. Entiendo, eso ya son dos meses. Aunque, juraría que luce como si se conocieran desde antes.
Marshall sudó frío. El los "conocia", al menos a sus versiones cachorros. Pero ellos no lo conocían de esa forma.
—Eso es lo extraño. —Comenzó Chase. —Siento como si lo conociera desde hace mucho... no me sorprendería si ya nos hubiéramos visto antes. Aunque… —Tanto el policía como el bombero se vieron para luego sonreirse. Chase tenia algo en su mente. Tal vez si habia conocido a Marshall antes.
Marshall estaba un poco nervioso y no estaba seguro de si era por el miedo de ser descubierto o por sentir que hay algo entre lo que se dicen los hermanos entre lineas.
Rocky por otra parte, se sintió perdido sobre lo que sucedia frente a sus narices. Veía a Chase y a Marshall verse de la misma manera que él y Zuma lo hacían. No entendía como fue que eso comenzó, el como Chase se habia vuelto lo que tanto se negó a aceptar en si mismo y Zuma. Ya no sentía el valor de seguir odiandolo porque de alguna manera tenia una idea de lo que pasaba por su mente años atras. Frente a él estaba la prueba de lo que sospechaba. Al entenderlo, al haber pasado por tanto junto a Zuma, entendió los miedos de Chase.
Los miedos de ser él mismo.
Lo entendia porque lo vio en Zuma. Y ahora lo veia en Chase.
Marshall no sabía si la cena había sido un éxito o una bomba a punto de estallar, pero algo dentro de él le decía que había valido la pena.