ID de la obra: 769

Alterno

Slash
G
Finalizada
1
autor
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160 páginas, 57.700 palabras, 28 capítulos
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El pasado Parte Uno y Dos

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|13 de Marzo de 2023, Ciudad Aventura.| —Un gusto conocerlo. Soy el novato de oficial de policia Chase Wallas y tengo veinte años. —La actitud tan animada de Chase no le sorprendió al hombre sentado en la silla de cuero en la oficina, quien fumaba un cigarrillo de manera pausada. —El nuevo. El recién graduado. —Su voz era ronca y bastante fría. Lanzo el humo a un lado de su rostro. —No durarás mucho aqui si no cambias tu actitud, novato. —Había un tono de desagrado. Chase no lo entendía pero asintió sintiendose mareado por el olor a tabaco tan fuerte que llenaba el cuarto. —Entiendo, Jefe. No, lo cierto es que no lo entendia. —Ahora vete. En cualquier momento habra llamadas. Por alguna razón siempre empiezan a partir de las seis y media. Chase salió y vió el reloj, eran las seis con dos minutos. Supo que Zuma ya se debio haber despertado para prepararse para la preparatoria, así que decidió llamarlo. El telefono sonó unos segundos hasta que la voz adormilada de su hermano se escucho del otro lado de la linea. —¿Bueno…? —Aún estaba ronco y no le sorprendió saber que  Zuma seguía en su cama. —¡Hey! ¿Ya estás despierto? —Ahora así... —Escuchó el bostezo de Zuma al otro lado de la linea. —¿Tienes práctica hoy? —Seh... por eso me tengo levantar... ¿Qué hora es? —Son las seis diez. —Escuchó un pequeño golpe y de la nada había mucho ruido. —¡Ya es tarde! No, no, no... ¡Adios Chase! ¡Ten un buen día! —Chase sonrió dulcemente, su hermano era un poco distraído. Escuchó como la llamada fue cortada y regresó a la oficina principal. Ahí estaban sus compañeros de equipo, Chisa y Romin, quienes esperaban pacientemente por alguna llamada de trabajo. No tardó mucho tiempo antes que el telefono sonara. —¿Bueno? Si. Enseguida. Mhm. Calle Naranja y Buena Vista. —Chisa colgó la llamada y se puso su chaqueta. —Vamos. Hubo un asalto. Hay dos victimas. Los tres subieron al auto policial para ir en dirección al acontecimiento. Al llegar vieron que la ambulancia estaba ya ahí. Chase caminó hacia la victima para interrogarlo. Era un chico joven de minino 19 años. —Hola. —Chase uso un tono amable y cálido para entrar en confianza con el chico. —Soy el oficial Wallas. Tu debes ser… ¿Eris? —El chico aun se veia asustado pero asintió. —Bien, Eris. ¿Puedes decirme que fue lo que pasó? —Yo... estaba junto a… mi amigo, William. Y de la nada aparecieron tres de mis compañeros de universidad... y comenzaron a golpearnos. William trató de defenderme entonces todos se fueron contra él... —Comenzó a sollozar. —Y-Yo... yo no noté que uno de ellos... tenia una navaja. —movía sus manos con nerviosismo, tratando de regular sus propias emociones para no quebrarse ahi mismo. —Bien... Eris. ¿Puedes identificar a los que te hicieron eso? —Refiriendose a sus hematomas. El se quedó callado para luego negar. —Tenían la cara cubierta... no pude verlos. Pero se que eran de nuestro campus porque llevaban unos llaveros de la mascota de la universidad. —Después de eso Chase notó que fue mas difícil sacarle información. Anotó todo lo que pudo y decidió escoltarlo. Lo llevó a su casa, notando cuan triste estaba.Chisa y Romin se fueron en la ambulancia con la otra víctima. —No te preocupes Eris. William estará bien. Mañana vendré por ti para que vayas a verlo. ¿Te parece? —¿Haría eso por mi, oficial? —Claro. No hay problema. Como dijo que haría, lo hizo. Pero, en vez de ser un dia, se volvieron varios, y los varios se convirtieron en una rutina. Chase llevando a Eris se volvio algo de casi todos los dias.Chase sentia que tenia que cuidar de él al no saber si volvería a ser atacado, en caso de que algo malo sucediera. Eso hizo que ambos se volvieran cada vez mas cercanos. William no mostraba señales de que fuese a despertar pronto, los doctores dijeron que habia recibido golpes fuertes en la cabeza. Era probable que esa fuera la razon de que aun no haya despertado. Por ser el novato, Chase tenia el trabajo de cuidar a las victimas o asegurar el área.La amistad de Chase y Eris era dulce y cordial, al menos hasta que el comportamiento de Eris comenzó a ser mas solitario, a veces solo se iba o no contestaba sus llamadas en los dias que fue asignado a cuidar del pelinegro. Un dia en especifico, Eris no respondió a sus mensajes ni llamadas, así que decidió ir a buscarlo a su hogar, no estando ahí. Dió varias vueltas por las calles, bajando de su auto para entrar a lugares que no podía acceder con este, hasta que lo encontró. Estaba ahí, acorralado en un callejón por dos chicos a los cuales iba a detener si no fuera porque ambos iban armados. Su prioridad se volvió evitar que Eris saliera herido. Los dos hombres huyeron despues de haber tomado a Eris como rehen para que Chase no los siguiera. El novato habló por la radio para pedir a sus compañeros que patruyaran el area, explicándoles la situación. —¿Eris? ¿Estás bien?—. Dijo cuando al fin se acerco a el, no recibio respuesta. —¿Que haces aqui?—. Eris estaba perdido, ni siquiera lo miraba. Chase entendio que esa no era la primera vez que eso ocurría. —¿Desde…? ¿Desde hace cuando esto te está pasando? —Chase...—. Sono aliviado de que Chase estuviera a su lado y finalmente dio una reaccion, saliendo de su shock inicial. —Lo-Lo siento tanto... por m-mi culpa estuviste en peligro... lo siento, lo siento... —¿Qué? Claro que no. No pienses eso, mi trabajo es cuidarte ¿Si? Soy un policia. —Tu trabajo... —Las palabras de Chase fueron un recordatorio que se sintio como una estaca al corazón. —tienes razón... solo es tu trabajo. —Chase estaba en el suelo, abrazándolo protector hasta que se separó y ayudo a Eris a levantarse, quien dudo en tomar su mano. —¿Porqué estaban ellos aqui? —... Son los mismos que atacaron a William... —¿Dijeron algo? ¿El porque te seguían? Eris estaba cabizbajo, sin querer mirar a Chase a los ojos. —Dijeron que era- era... —Negó y su voz sonó baja. —un puto marica… Chase sintió como su cuerpo se paraliza en su lugar. Muchas cosas comenzaban a encajar en su lugar como un rompecabezas, lo habia visto tantas veces en sus clases de ciencias sociales. Era un crimen de odio. Lo del ataque a William fue por el odio de aquellos hombres hacia Eris y el juntos.—¿Te buscaban solo a ti...? ¿O William también...? Eris asintió. —Yo y William somos o bueno, eramos novios, Chase—. El policía no pudo explicar el sentimiento que se instaló en su pecho pero decidio ignorarlo. —Entiendo... vámonos de aquí. Tengo que regresarte a casa. —Eris lo miró de una manera que no supo describir, creyó que seria mejor ignorarlo.En el auto Eris trató de hablar. —¿Estas...  estas enojado? —No. —Bien, quiza un poco, pero no por Eris. —Chase... —Dime. —¿Te doy asco por...? Ya sabes. —El auto se detuvo abruptamente sorprendiendo a Eris, Chase habia frenado y lo miro de una manera intimidante. Eris comenzó a disculparse de manera nerviosa temiendo lo peor. —Lo siento, lo siento, lo siento- yo de verdad no sabia que pensarías de mí. Debí habértelo dicho y así habría sido más fácil que decidieras alejarte de mí. No te di esa opción. Perdón. —Cerro los ojos con fuerza cuando vio las manos de Chase acercarse a su rostro. Los abrio cuando fue tomado con gentileza de las mejillas por el policia. —¿Chase? —Jamás me darías asco Eris. Nunca pensaría algo malo de ti, y tampoco creo que el ser diferente sea malo. Yo no me alejaría de ti solo por que te gusten los chicos. Se qué si no lo dijiste antes fue porque tenias miedo, miedo de que yo fuera como esos imbéciles. ¿No? —Las mejillas del chico de cabello negro se pusieron rojas, sintiendo la cercanía del policia. Miró sus ojos, luego sus labios, tentandose y luego volvió a verlo. —Yo no soy como ellos, yo no dejaré que algo malo te pase. ¿Entendiste? —Si... Gracias, Chase. El moreno notó la cercanía entre ambos y se alejó un poco avergonzado. Fueron a casa del pelinegro y revisó que no tuviera ninguna herida, además de una búsqueda por un poco mas de privacidad. —Ahora que se la razón por la que fueron detrás de ustedes, podemos identificar a quienes lo hicieron si puedes recordar quienes han sido hostiles contra ti o William. Regresaré a la comisaría para hacer un reporte. —Antes de que pudiera irse, sintió como Eris lo tomaba dulcemente de la mano. —Quiero... quisiera ir contigo... —Eris... —Chase no supo que contestar, sin saber si era una buena idea. —Por favor. —La mirada suplicante de Eris le hizo sentir que tal vez algo andaba mal. Asintió. —Vamos. ________________________________   |Dos semanas después.| —¿¡A que te refieres!? —Los gritos de Eris llamaban la atencion de los demas oficiales. —¡No! ¡¡No!! No puede... —Eris lloraba desconsolado en el suelo, golpeando este con fuerza en repetidas ocasiones. —Eris... entiendo que es muy difícil de procesar, pero necesito que te calmes. —¡No tienes ningún derecho de decirme eso, Chase! —evitó que el policía se acercara a él, gritando y lanzandole las primeras cosas que veia frente a el. —¡Me dijiste que William estaría bien! ¡Lo prometiste! —El estaba bien, Eris. Por favor, entiende... —¡¿Entonces como es posible que ahora esté muerto?! —Era visto por varios oficiales con pena. Ninguno atreviéndose a intervenir, dejándole toda la carga de un chico desconsolado al policía novato. —¡Me prometiste que atraparian a los que le hicieron eso! Eres un mentiroso... me mentiste.. —N-No... Eris. Vamos a encontrarlos, no dejare que se salgan con la suya, de verdad. —Chase trataba de acercarse y lo consiguió cuando Ryder volvió a agacharse al suelo con sus manos tomando su pecho. —Por favor... dejame acercarme a ti. Logró abrazarlo. —Por favor, Chase... atrapalos... —Lo juro... Te lo juro… ahora, vámonos a... a casa. —Al ver que aunque lo intentara, las piernas de Eris temblaban tanto que no lo dejaban levantarse decidio cargarlo en su espalda, bajo la atenta mirada de todos. Especialmente la de dos hombres en una oficina, observando todo tras las cortinillas que les daban privacidad. ________________________________ Chase continuó haciendo misiones e investigación en el caso y en otros asignados. Atendiendo a la ciudad y a sus ciudadanos, para después ir a casa de Eris a cuidar de él. Se había vuelto su rutina vivir prácticamente en casa del pelinegro, ya se había quedado a dormir ahí en varias ocasiones e incluso de ahí irse a la comisaría. Ese día había logrado encontrar michas pistas sobre el paradero de aquellos hombres que habían cometido el homicidio. Tenia a sus principales sospechosos, siendo todos en común, compañeros de universidad de Eris y William. El único problema era que la universidad era de gente adinerada. No sabia que peligro podría encontrar al meterse en asuntos con personas tan peligrosas. Lo que debia hacer era recaudar toda la evidencia posible para no dejar libre al asesino (o asesinos). Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando uno de sus compañeros le dijo que su jefe esperaba por el en su oficina. No tardo en levantarse para dirigirse con él. —Oficial Wallas. —Jefe. ¿Me buscaba? —Si. Toma asiento. —La oficina se sentía sombría, no habia ninguna cortina abierta en las ventanas. —He escuchado que has tenido un gran desempeño en la investigación de… William y Eris. ¿Eran esos sus nombres? —Si señor. —Bueno, siempre te has mostrado como un joven leal y dedicado a tu trabajo. Por eso pensé en que mereces un ascenso. Hable con viejos amigos y me dijeron que hay puestos disponibles a los que podrias applicar para mas adelante. —Los ojos de Chase iluminaron. —Lo único que tendrías que hacer seria dejar ese caso. —La sonrisa de Chase se borro al instante—. Se que es un inconveniente, pero asignaremos a otra persona para que lo lidere. Así no tendrás de que preocuparte. Chase frunció el ceño. —Para tomar el ascenso... ¿tendría que dejar mis casos asignados...? La idea no le agradaba mucho. —Relegar. Solo eso. —Su sonrisa parecía amigable pero a Chase no le daba buena espina, se veia muy insincera. A su mente le llego la imagen de Eris, de sus heridas el dia del accidente. Pensó William recostado en la camilla. Reflexiono sobre todos los acontecimientos que han marcado el caso y á su persona. —Yo... tengo que pensarlo, señor. El hombre asintió, perdiendo el interés al instante. —Solo te dire algo muchacho; Las oportunidades como esta que te estoy ofreciendo no se dan dos veces en la vida. Chase se retiró de la oficina cuando ya no tuvo mas que escuchar o decir. Por alguna razon se sintió muy angustiado. No creia que pudiera ir a casa de Eris ese dia así que regresó a su hogar. Sus hermanos debian estar ya ahí.Al entrar fue recibido por una niña pequeña muy alegre, sus padres también llegaron a la entrada desde las escaleras con maletas en mano. Otra vez se irian de viaje por trabajo. Ellos normalmente no estaban en casa y el que hubieran regresado por un corto de tiempo era para arreglar su proximo vuelo. El verlos listos para irse causó una sensación de molestia en su pecho, ¿Porque no podian simplemente estar en casa y hacerse responsables de sus hijos? ¡Los adoptaron para dejarlos abandonados! De quien se hacian mas responsables era por Liberty. A fin de cuentas era su verdadera hija. El que ellos no esten significaba que tendria que ajustar sus horarios, ver menos a Eris y quedarse en más en casa. —¡Chase! —cargó a su hermana cuando esta llego a el corriendo, llevaba una muñeca en su mano. —¡Liberty!—. La mantuvo entre sus brazos mientras comenza a caminar en direccion a sus padres. No la solto cuando estuvo frente a ellos. —Mamá, papá. ¿Volverán a irse? ¿Llevaran a Liberty o la dejarán aquí? Sus padres negaron. Chase fruncio sus labios y endurecio su entrecejo visiblemente enojado. —Lo siento cariño, tenemos que dejarla por esta ocasión, sabes que nosotros nos la llevamos si el viaje sera tan largo, pero hubo unos problemas con su pasaporte. ¿Te molestaría cuidar de ella y Zuma? Solo será un mes. Por favor. —La voz de su mamá sonaba apresurada, probablemente tanto ella como su padre ya iban tarde. Su papá se fue a meter las maletas al auto y Chase dejo a Liberty en el suelo para que se fuera cuando esta se comenzo a mover entre sus brazos para ser bajada. —Bien. —Renegó. No es que le molestara cuidar de sus hermanos, le molestaba que sus padres no estuvieran con ellos por tanto tiempo. Desde que era niño para sus padres lo mas importante era el trabajo. Rara vez los veia al año. —Nos vemos, cariño. —Su mamá le dio un beso en la mejilla y varios en el rostro a Liberty. —Por cierto, Zuma está resfriado. Cuida de él ¿si? —No tienes de que preocuparte, mamá. Estarán bien. —Su voz sonó dura, causando que su madre lo mirara preocupada. —Se que te pedimos mucho Chase pero sabes que pronto Zuma entrara a la universidad, solo estamos construyendo un plan de ahorros eficiente para su futuro y el de Liberty. Asi como no pudimos hacerlo contigo. —Lo se, mamá. Pero al menos deberian intentar no perderse de nuestra vida, ¿no crees? —Su tono era mas acusatorio a medida que hablaba. —Hijo… solo queremos lo mejor para ustedes. —Lo mejor seria si… si mejor no aparecen en nuestra vida de nuevo. —Evito mirar a su madre, sabia que lo que dijo era algo que la lastimaria, y sus palabras fueron dichas con ese proposito. —Solo lastiman a Zuma y Liberty con su ausencia. A penas los conocemos. —No digas eso… no sabes que es lo que estás diciendo. —Regaño, visiblemente afligida. Pronto su padre llego y noto a su madre a punto de llorar y Chase tan molesto. El ambiente tan tenso le hizo preguntar que ocurrio. —Chase esta molesto porque nos vamos de nuevo. —¿Chase? Sabia que si miraba a su padre, querria disculparse inmediatamente por su actitud, pero no se sentia capaz de retractarse ahora. Su orgullo era muy fuerte en ese momento. —Solo le decia a mamá que no regresen. No los necesitamos. El hombre parecio quedarse en shock por esas palabras, sin saber como reaccionar. Jamas habia escuchado a Chase expresarse de esa forma. Su hijo siempre fue un joven recto y empatico. Lo que estaba diciendo en esos momentos no sonaba como el habitual Chase.Si, habian tenido varias discuciones en el pasado pero no como esta. No con un Chase tan exaltado. No sabian que hacer con eso. El sonido de un golpe seco resono por la casa, la cara de ambos hombres mostraban la estupefaccion del momento. La señora Wallas habia golpeado el rostro de su hijo por primera vez.Chase tomo el area afectada con su mano sin poder creer lo que sucedio. Se rio. Una risa leve y sarcástica. De alguna manera lo esperaba. Al mirar a su madre supo que no habia marcha atras. Ella se veia enfurecida, con su rostro rojo y lagrimas saliendo con fuerza. El remodimiento se apodero de él pero dejo la mirada  en la mujer hasta que vio el cambio en su expresion, dandose cuenta de lo que habia hecho. —Chase… dios mio, no, lo siento… Trato de acercarse pero el policia la alejo de un sueve empujon. —Déjame—. Le grito. —Vayanse ya porque llegaran tarde—. Escupió mirando a ambos molesto. Ellos miraron sus relojes y sabian que si no se iban en ese momento, perderian el vuelo. —Hablamos cuando regresemos. —Mejor no lo hagan. Cuando sus padres ya no estaban a la vista decidio prepararse para ir a dormir. No sin antes revisar que Zuma estuviera bien, checando su temperatura. Una vez entró en su cama pensó lo que su jefe le ofreció. Todo lo que paso en el dia y la discusion con sus padres.No sabía que se suponía que debía hacer. Hasta que recordó como Eris lloraba desconsolado. ¿Tiraría a la basura una oportunidad de un mejor puesto en su trabajo por un caso? ¿Por Eris? Él se lo prometió.Le había prometido cuidar de él y encerrar a aquellos que mataron a William. La respuesta era clara. Tenía que rechazar la oferta. ________________________________ —Oficial Wallas. Me alegra verlo en mi oficina. ¿Ya tomó su decisión? Tome asiento. Chase se negó amablemente a sentarse. —Si, he decidido que no puedo aceptar la oferta. —noto como la mirada de su jefe se volvió sombría. —Me temo que aún hay mucho que puedo hacer aquí, considerando incluso que si aceptara la oferta, seria cambiado de estación. ¿No es así? —Tienes razón. Supongo que no hay nada que pueda hacer yo al respecto. —Chase negó. —Entonces solo te diré una cosa, ten cuidado. Eres un buen chico con un corazón gentil. Pero si continuas así, este trabajo te destruirá. Chase no supo como responder a eso y salió. Mientras tanto el Jefe de policia Jonas marcó al teléfono que tenia anotado en un papel. Al oír a la otra persona en la línea, habló. —Se negó. Seguirá en el caso.Colgó a la vez que hacía una mueca de tristeza.Chase por su parte terminaba su turno, llendo en direccion a su hogar. No podia darse el lujo de tomar horas extras en el trabajo. 《—Al menos esta semana, tendré paz para pensar en si hice lo correcto o no.》 ________________________________ Chase llegó a su hogar después de su turno. Al entrar sintió que todo estaba inquietablemente tranquilo. No habia un solo ruido en su casa a pesar de tener a una niña de primaria y un adolescente. Algo no estaba bien. —¿Zuma? ¿Liberty? —sacó el arma de su bolsillo y camino lentamente hasta llegar a las escaleras de su casa, donde comenzó a escuchar la fuerte musica de su hermano, la cual no se escuchaba desde la entrada. Al subir revisó la habitación de su hermana, notando que ella estaba tranquilamente tomando su siesta con el uniforme puesto. Chase sonrió y guardó la pistola. Ella estaba bien, y si era el caso, Zuma también. Se dirigio a la habitación de Zuma y tocó la puerta, todo el ruido venia de ese lugar. Al no recibir respuesta abrió la puerta. —¿Zuma? ¿Que suce-...?—Había un enorme desastre en la habitación. Ropa en el suelo, libros, hasta sus posters favoritos estaban rotos. Su hermano estaba recostado en la cama, llorando. Se acercó con rapidez a la este y lo abrazó sin saber el porque de tal desastre. —¿Estás bien? ¿Qué pasó? —No recibió respuesta pero se dio cuenta de que Zuma tenia el telefono de casa en su mano. Este tecleo unos numeros hasta reproducir de nuevo un mensaje grabado. Se lo extendió a Chase. —¿Que...? [—Buenas tardes, me comunico de Humdinger Airlines para darle la noticia oficial de que nuestro avión tuvo un accidente.] Mientras la mujer seguía hablando, corrió en dirección a la televisión para encenderla, poniendo de inmediato las noticias. Ahí estaba. El momento exacto en el que se hablaba sobre la muerte de mas de doscientas cuarenta y nueve personas en un avion al momento del aterrizaje. Se estaban investigando las causas del accidente. [—Nos pondremos en contacto con sus abogados para arreglar todo. Lamentamos  profundamente su perdida.] Chase dejó caer el teléfono al suelo cuando la llamada terminó. Su corazón rompiendose. En su mente nada mas podia pensar en todas las palabras hirientes que les dijo a sus padres. Eran mentira. Dios, no eran verdad. Chase se quedo mirando la pantalla, exactamente el impacto del avion. ¿Sus padres estaban ahi? No… claro que no… Era mentira. No era verdad. No podía ser verdad. Cuando finalmente lo asimilo, no pudo evitar quebrarse por completo. Era un monstruo… Se sentia tan culpable de que lo ultimo que sus padres escucharon de el fue que no queria volver a verlos. Joder. Debio haberles dicho que los amaba. Lo ultimo que le dijo a su mamá fue que no queria volver a verla. La lastimo y ese fue el ultimo recuerdo que tenia de ella. ¿Como se lo diria Zuma? ¿Como le explicaria que sus palabras mataron a sus padres? —Dios… Dios por favor te lo ruego… que no sea verdad… —Sus plegarias se quedarian en el aire por el resto de su vida. Era muy tarde para hacer algo por ellos. Caminó tambaleándose a la habitación de Zuma, escuchando su llanto. Se acercó por atrás y lo abrazó, dejando que este se volteara y le correspondiera este. Ninguno dijo nada. Zuma lloraba con tristeza mientras Chase trataba de contenerse o al menos, llorar en silencio, con un peso en el alma que lo acompañaria por siempre.   _______.________._______._________   Las miradas sobre Chase eran intensas. Sus compañeros lo dejaban pasar a la par que lo miraban con lastima. Chase sentía que vomitaria en cualquier momento. Llegó a su escritorio y comenzó a revisar el caso. No había dormido bien y tampoco se había tomado aún los dias libres por la muerte de sus padres, esperando hasta que trajeran sus cuerpos y organizaran su funeral. Se sentia tan agotado que el suave temblor en sus manos era prueba de ello. Zuma no había ido a la escuela para cuidar de Liberty mientras el trabajaba. Ninguno de los dos hermanos tuvo el corazón para decirle la verdad. Creyeron que lo mejor seria esperar un poco hasta el momento del funeral. Revisó las pruebas del caso una y otra y otra vez, sintiéndose cada vez mas perdido, no podia concentrarse y todo le daba vueltas al rededor. Su jefe le dijo que podia irse a casa cuando lo encontro frustrado entre los documentos, pero en vez de ir allí, fue en dirección a la casa de Eris. Habían pasado varios días en los que no había ido a ver como se encontraba. Necesitaba verlo. Cuando toco la puerta fue recibido por el chico de cabello negro. Eris se veia un poco mas delgado y ojeroso pero eso no evito que lo recibiera de manera calida en su hogar. Le dedico una sonrisa brillante que Chase sospecho era falsa. Al tenerlo frente a frente se quebró. Estaba perdido. Eris lo abrazo, tratando de contenerlo. Tal vez no entendia el porque el oficial lloraba pero estaba seguro de que era algo grave. Esa noche Chase le conto a Eris lo que sucedio, como se sentia, que pensaba y que le atormentaba tanto. Le conto lo que le dijo a sus padres antes de morir. Fue esa noche cuándo Chase supo que había algo en si mismo que no era normal, no era normal la manera en la que disfrutaba de la compañia de Eris, ni el hecho de que le gustara tanto el verlo. Oh. Eso era. Le gustaba Eris. Por alguna razon presentia que esos sentimientos eran muy peligrosos. ________________________________   Habían pasado tres meses desde la muerte de sus padres. En su trabajo no ha habido un progreso significante, ninguna pista sobre los homicidas de William. Para Chase era frustarnte tener a Eris en su espalda preguntando siempre sobre alguna novedad que no podia darle. No tenía nada. No habia nada. Un dia que se quedo dormido en el trabajo causo que saliera tarde de la comisaria, sin esperar que al ir por su auto al estacionamiento encontraria a su jefe hablando con dos hombres con trajes, los cuales lucian intimidantes. No era su intencion escuchar la conversacion que se daba entre ellos pero no pudo evitarlo cuando escucho el nombre de Eris y William ser nombrado. "-¿Estás seguro de que ese novato no logrará encontrar a mi hijo? Te he pagado demasiado como para que no resulte. ¿Entiendes?" Su manera de hablar era utoritaria, hasta en cierto sentido includo molesta. El hombre tenia un acento extranjero, no comprendia que hacia ahi con su jefe. Se fijo al rededor para buscar psiatas de quien era ese hombre. Noto el carro que nunca habia visto en el estacionamiento antes, no era de ninguno de sus compañeros. Saco su block de notas que siempre traia consigo en uno de los bolsillos de su uniforme para anotar el numero de placa. Una vez hecho eso saco su teledfono celular para activar la camara, rezando que el audio lograra captar lo que estaba escuchando. -Si, señor. A su hijo ni a nadie más. La víctima falleció antes de que pudiera decir algo. Hare que cada centavo que me dio valga la pena. Si me tengo que encargar personalmente que el novato no encuentre a su hijo, lo hare. Su jefe se mostraba intimidado, nervioso y cohibido pero al mismo tiempo emocionado como un perro a la espera de un premio. Le dio asco. Odió tanto comprender porque el caso no avanzó ni un poco. -Bien. Eso espero. Esos maricas lo merecen. Solo vienen a confundir a los niños con sus depravaciones. Ya digo que son unos enfermos. Aqui tienes lo acordado. Que no se sepa nada. Le dio un fajo de billetes que su jefe contó uno a uno con una mirada de satisfacción. Ambos hombres se retiraron y Chase corrió en dirección a su auto para esconderse antes de que alguno de los dos hombre lo vieran. Si no se equivocaba, encontró a uno de los culpables. Cuando toda la adrenalina se fue de su sistema y su jefe o el otro hombre no estaban al rededor sintio su estomago inquieto. No pudo evitar vomitar por los nervios. Apenas podia levantarse al sentir el temblor en su cuerpo. Mentiría si decia que no tenia miedo de lo que sucederia con él si era descubierto. El mismo escuchó que su jefe haria todo lo que estuviera en sus manos para evitar que encontrara al culpable. No era ajeno a lo que las personas con poder eran capaces de hacer. Suspiro y a su mente le llego la imagen de sus hermanos y por primera vez dudó en si debia continuar o renunciar. Chase estaba consciente que lo unico que les quedaba a sus hermanos era él. Lo unico que tenia Eris era a él. Condujo en dirección a su hogar, no sintiendose capaz de ir con Eris, principalmente porque en esos momentos dudaba en si podria cumplir el juramento que le hizo. Al llegar a casa fue recibido por su pequeña hermana y un increible desorden en la casa. Fruncio el ceño al mirar al rededor. Platos y vasos por todos lados, revasando en el lavaplatos de la cocina e incluso logro ver algunos liquidos derramados por la alfombra del suelo. Lo mas frustrante de todo fue encontrarse con las paredes rayadas por Liberty. Chase podia jurar que intento no enojarse y estallar pero no pudo. Zuma se habia quedado en casa jsutamente para hacerse cargo de Liberty mietras el trabajaba y el que la casa estuviera de esa manera era prueba de que hizo todo menos lo indicado. -¡Zuma! -Grito una vez subio las escaleras. Sabia y estaba consciente de que no deberia estar actuando asi frente a Liberty, sabia que no debe ser tan explosivo y gritarle a sus hermanos pero usto en ese momento la ira y el cansancio se apoderaron de él. Fue brusco al tocar la puerta, y al irrumpir en la habitacion de su hermano lo vio alterado, como si recien se hubiera despertado de una siesta. -¿Que? ¿Porque gritas Chase? -Se veia temeroso. -¿Porque la casa esta hecha un caos? -No medito en bajar la voz. -¡Liberty rayo todas las paredes, Zuma! ¡No puede ser posible que no puedo ni siquiera encargarte a Liberty! -Zuma fruncio el entrecejo, el no tenia conocimiento de lo que su hermana habia hecho. -¿Que? Pero... ¡hace un momento estaba bien! -¡¿Hace un momento, cuando?! -La frustracion del policia era evidente. -¡No puedo confiar en ti! ¡¿Siquiera has bajado para ver como se ve abajo?! -¡Ya! ¡Si, lo entiendo! Pero yo- yo solo... ¡No es mi maldita responsabilidad! ¡No es mi culpa que mamá y papá hayan muerto! Chase trago saliva y apreto los puños a sus costado. Era cierto... No era culpa de Zuma. Tampoco era su responsabilidad cuidar de Liberty. Y pensandolo mejor ya faltó mucho a clases por tomar una responsabilidad que ni siquiera estaba dispuesto a tomar. -Estoy tan decepcionado de ti. El rostro de Zuma cambio de enojo a confusion y luego a uno de dolor. -¿Que? ¿A que te refieres que estas decepcionado de mi? -Chase se dio la vuelta, dandole la espalda, no dispuesto a continuar discutiendo. Zuma se acerco a el y lo tomo del brazo dolido. -¡¡Hey!! ¡No me des la espalda, Chase! ¡Alto! -El policia no aguanto mas y lo empujo con un movimiento de su brazo. Zuma perdio el equilibrio y cayo sobre la alfombra del suelo. -Chase... -Ambos se miraron a los ojos. Uno con ira y el otro con tristeza. -Si no piensas siquiera ser un buen hermano con Liberty, lo minimo que te queda es ser buen estudiante. No tires la unica oportunidad que te han dejado nuestros padres. Si lo haces, se sentiran decepcionados de ti y su muerte ni siquiera habra servido de algo. -Palabras crueles que se quedarian clavadas en el corazón de Zuma. ________________________________ Era miércoles por la mañana cuando la estación de policía recibió una llamada alarmante. Se trataba de una mujer de 43 años que encontró un cadaver en la zona central de Ciudad Aventura. Todos los oficiales asignados se dirigieron a la escena del crimen. Chase fue a registrar los hechos y hacer un informe acerca de la situación. Una vez ahí notó como el cuepo ya había sido cubierto por una manta negra. Al inicio no le dió mucha importancia, creyendo que era un caso común para investigar, hasta que vió algo familiar en una de las manos del cuerpo. Se trataba de un anillo de plata en el dedo anular. Cuando se acercó lo reconoció. Era idéntico al anillo que usaba Eris, el mismo que simbolizaba su promesa con William. Desde ese momento todo el sonido a su alrededor se comenzó a amortiguar. Sus ojos solo podian estar fijos en el anillo. Era solo una coincidencia ¿verdad? ¿Verdad? Chase sintió como sus piernas se debilitaban, caminó mientras sus pasos se volvían más pesados, siguió a tropezones. Al llegar retiró la sabana, siendo así capaz de confirmar lo que más temía.Cerro los ojos y dio un suspiro largo, no dando credito a lo que veia. Volvio a poner la manta en su lugar suavemente, tapando el rostro casi desfigurado que habia debajo. Se alejó de la escena para evitar destruir cualquier evidencia importante. No podía. No podría con ese caso. No quería hacerlo. -¿Chase? -Le habló su compañera Chisa, para saber si se encontraba bien. -¿lo conoces? No ha sido identificado aún. Estropearon su rostro, y no esta en ninguna base de datos. Tampoco hay alguna cartilla o algo que nos diga quien es. -Chisa... -Hizo una pausa, no queria que su voz se quebrara al hablar pero aun asi fue dificil. -Él es... es... es Eris. La mujer se vió sorprendida, y su expresión cambió a una de horror al comprender. -No puedo creerlo... -Chisa tapo su boca con sus manos y luego se acercó rápidamente a Chase para poner una mano en su hombro, tratando de reemplazar el abrazo que no podia darle por estar en uniforme. -Lo siento tanto... Chase no dijo nada y solo observó como los forenses comenzaban a llegar para llevarse el cuerpo y gradar la evidencia. Todo era un mierda. Su madre, su padre y ahora Eris. Los ojos de Chase se quedaron fijos en el brazo del cuerpo de Eris que estaba siendo revisada por uno de los forenses. Había sido marcado con un objeto filoso la palabra maricon. Esa palabra fue un detonante. La causa de la rabia que contendrá hasta que encontrara a los culpables. No hace falta recalcar que Chase no pudo volver a ser el mismo. Ese joven alegre y amoroso se volvio insensible y cruel. Se convirtio en una version de el que jamas habria deseado ser. Se obsesiono con su trabajo a tal punto que rara vez se le veia en casa. Se concentró en encontrar a los culpables. Al final la investigación duró un año y medio, en donde se reunió con reporteros, investigadores y forenses que no fueron comprados. Todo con la finalidad de terminar con el caso de una vez. Cuando el esperado día del juicio llegó, no solo aquellos estudiantes fueron a prision, sino que el padre y su jefe, quienes eran complices tambien fueron sentenciados. Era una justicia a medias para William y Eris porque despues de quince años, todos ellos podrían apelar para salir de prisión con una fianza de $25,000. No le sorprendio. Imaginaba que el amigo cercano del multimillonario Ruth Humdinger no podia tener una sentencia tan alta. Desde su primer investigacion y la muerte de Eris, Chase comenzo a darse cuenta que no eran un caso ajeno. Cada dia llegaban diferentes casos a la comisaria, y entre todos esos siempre había al menos uno ligado a la violencia intragenero. Verlo tan reflejado en la sociedad causo un miedo indescriptible en Chase. No volvio a sentirse capaz de expresarse sin temor a que dañaran a quienes queria. Inesperadamente un dia despues del cumpleaños numero 18 de Zuma, este llego a su hogar con alguien más. Chase se sintió perturbado cuando Zuma le dijo que era su novio. Volvio a sentir miedo. El recuerdo del cuerpo de Eris destrozado causó una reaccion violenta en su persona contra su hermano y su pareja. Le prohibio continuar con su relación, alegando que no era correcto, que no era normal y peor aún, que era muy peligroso. Le prohibió verlo de nuevo, causando el enojo en Zuma, quien le dijo que se iria. Era un adulto y no podia detenerlo. No supo de ninguno de los dos hasta que al año siguiente Zuma regreso para llevarse a Liberty por temor de que la convirtiera en alguien tan llena de odio como él. Sorprendentemente, Chase no se negó. Incluso el se dio cuenta que comenzo a dañar a su hermana pequeña. Decidio hacerse cargo de todos sus gastos mientras viviera con Zuma. Cuando Zuma se graduó de la universidad Chase no fue invitado a asistir pero aun asi fue a verlo. Estuvo entre las sombras de sus logros sin que su hermano se diera cuenta, no sintiendose merecedor de estar a su lado. Cuando la fecha de la boda de Zuma y Rocky se decidió, recibió una invitacion. Ambos iban a casarse pero decidio no asistir. En la noche recibio una llamada de Zuma, rogandole ir, entregarlo en el altar y darles su bendicion porque sus padres nunca podrian y el era el unico que podia hacerlo. Lo unico que le dijo Chase fue que esperaba que les fuera bien pero que no asistiria. No quería que su hermano fuera señalado, no quería que corriera el riesgo de ser asesinado. Y si iba a pasar, el no quería saber nada al respecto ni estar involucrado. Si Zuma iba a acabar como Eris, prefería no estar ahí. Durante las vacaciones Liberty se quedaba con Chase, quien se volvió un adicto al trabajo hasta que en su cuarto año se mudo a Ciuda Aqua para ser ascendido a Jefe de policia. Cuando comenzo a ir a terapia comprendio sus errores. No fue hasta que conoció a Marshall dos años despues que tuvo el valor de tratar de remediarlos.   [Fin del flashback]
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