ID de la obra: 769

Alterno

Slash
G
Finalizada
0
autor
Fandom:
Tamaño:
160 páginas, 57.700 palabras, 28 capítulos
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Epílogo (Final alternativo)

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—¿Marshall? Te estaba buscando... —Chase iba subiendo una elevación del suelo, cerca de un árbol qué estaba justo unos metros alejado del cuartel general de los pow patrol. —simplemente desapareciste cuando estábamos jugando... ¿Estás bien? Desde que Marshall regresó después de haber estado desaparecido por varios meses después de la misión del meteorito, ya no volvió a ser el mismo cachorro.Tanto él como Ryder intentaron hablar con el sobre lo sucedido pero solo les daba la larga asegurando que estaba bien. Para Chase, su mejor amigo había dejado de ser tan alegre como lo era, siendo ahora un poco melancólico. —Si. Estoy bien Chase, solo estoy observando. —Ambos estaban sentados viendo el mar a lo lejos junto al sol caer para esconderse. —¿Qué piensas, Marshall? —Creo que... se ve muy bonito. —Chase observó a Marshall mientras este veía el atardecer, luego volteó y miró al mismo lugar. —Cuando me fui... Fui a un lugar nuevo. Era muy parecido a este... pero todos nosotros eramos diferentes. —Se rió al recordar los primeros días. —¿Era malo? —¿Eh? ¡No! Tu nunca serias malo, no importa en que lugar sea. Siempre eres amable, leal y cariñoso. —Corrigió. Marshall se tranquilizó al escuchar a su mejor amigo reír. —Me alegra entonces que no sea malo... porqué yo siempre buscaré protegerte. —Le sonrió, mostrando sus caninos. Su pelaje siendo iluminado con la tenue luz del sol al horizonte. Marshall sintió su nariz doler y sus ojos cristalizandose. No lo había notado cuando llegó pero Chase humano sonreía de la misma manera que su Chase. Tampoco se había dado cuenta de lo cambiado qué lucía ese cachorro frente a él. Siendo quizá un poco más alto y con un pelaje más largo, aunque aún se veía más delgado qué antes, eso no le quitaba él hecho de seguir siendo un perro bonito. —Te extrañe muchísimo Chase... Como no tienes una idea.. —Ese fue el momento exacto en que su mente conectó todo lo que había pasado los últimos meses. Había sido necesaria la presencia y la protección qué le brindaba su Chase para dejar su sentido de supervivencia a un lado. Todo eso género qué se quebrara como un cristal, ahí mismo llorando frente al pastor aleman. A fin de cuentas, toda la situación por la que paso era bastante traumatica para un simple cachorro que toda su vida se a encargado de ayudar a otros sin conocer la verdadera y más cruel cara del mundo.El haber enfrentado un cambio tan grande completamente solo y el tener que dejar a alguien que amaste de forma tan repentina era algo muy doloroso. No había ninguna palabra que pudiera describir el dolor que estaba sintiendo en su corazón. Era un dolor qué nadie en Bahía Aventura podría siquiera imaginar. —Marshall... todo eso... todo lo que me has dicho... no es todo, ¿verdad?... —Chase se veía verdaderamente preocupado por él así que negó. —¿Quieres contarme? Marshall asintió. —Pero... es muy largo... —Para ti... tengo toda la noche para escuchar. —Se acomodó de forma policial, manteniendo su espalda recta y haciendo reír a Marshall. —Está bien... —Logró calamar su llanto. —Todo comenzó después de que desperté luego de haber tocado el meteorito...   ...   Chase caminaba de forma apresurada de un lado a otro, cargando en sus manos un gran ramo de flores.Estaba bastante nervioso por lo que ocurriría después. Miró la hora en su reloj de muñeca una vez más. Sabía que estaba temprano y conociendo al bombero, este podría llegar tarde por cualquier percance qué su torpe personalidad causará. Daron las tres, y luego las tres quince. Pronto las tres y media o pasadas se vieron en su reloj. Pero no se movió, tenía la esperanza de que Marshall llegaría en cualquier momento. Cuando dieron las tres con cincuenta y cuatro, el sonido de unos pasos acelerados acercándose a él lo hicieron mirar hacia arriba.Sus ojos brillaron y sus mejillas se tiñeron de un tono rojizo. Frente a él estaba el chico más hermoso del mundo. Marshall con su cabello y piel de color blancas. Sus ojos azules casi grises y esas pequeñas áreas en su pelo y pestañas en las que el blanco no tocaba.Su vestimenta era casual, como casi siempre el bombero se vestía. Usando una camisa y jeans negros junto a botas y su chaqueta roja. —¡Perdón! Lo siento tanto Chase... el taxi qué tome me llevó por la ruta de la avenida principal... hubo un accidente justo en frente y no querían moverse. Vine corriendo hasta aquí pero creí que ya no estarías. —Se veía nervioso y bastante agitado. Chase le sonrió y asintiendo se acercó a él para darle el ramo de flores qué tenía en la mano. —Son para ti. —Oh. Son muy bonitas... vaya... —Se quedó viendo las flores en sus manos hasta que Chase acarició su cabello suavemente para llamar su atención. —Gracias. —No hay de que. Pero será mejor que nos vayamos ahora o nunca llegaremos a tiempo a la reservación qué hice. —¿No es un problema qué haya llegado tan tarde? —No puedo enojarme contigo cuando viniste corriendo desde la mitad de Bahía Aventura para estar aqui, en un restaurante al otro lado del pueblo. —Se rió al verlo sonrojarse. —Además qué reserve la mesa para las cinco y media. No lo cancelan hasta una hora después. —Le guiñó el ojo. —Ay... no se como es que me conoces tan bien. —Ambos comenzaron a caminar juntos, chocando suavemente sus cuerpos en lo que avanzaban. —Porque te amo, Marshall. Chase sabía que el Marshall que estaba frente a él no era él mismo que el conoció, sino un él más roto y desconfiado. Pero, el prometió amarlo con todo lo que tenía si sobrevivía y no lo dejaba. Eso era lo que iba a hacer. La ida de Marshall le dejo una herida en el corazón qué sabía que jamás se cerraría pero también sabía y estaba seguro que tanto él como el bombero tenían que continuar sus vidas sin el otro, porque por más que se hayan amado, no podrían estar juntos. Por otra parte, el sentimiento que tenía por Mar también era amor, durante todo ese tiempo se dedico a conocerlo y cuidar de el mientras se recuperaba en el hospital. Ahí se dio cuenta que mantenía los recuerdos de todo lo que hizo el otro Marshall y por ende sus emociones. También notó que ambos eran la misma persona. Tanto en esencia como en personalidad. Las únicas diferencias qué ambos tenían era la forma de reaccionar ante ciertas situaciones, demostrando así como el pasado de Mar le había hecho ser solo un poco diferente. Era cierto qué amaba y amo a Marshall, un amor que ni siqueira el tiempo podra borrar pero ahora también amaba a Mar, su otro él.
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