Extra Uno
12 de septiembre de 2025, 23:26
—¡Marshall! ¡Marshall! —Chase salió del su vehículo de policia para correr en dirección en donde estaba Marshall, pero antes de poder dar un paso fuera, una luz demasiado intensa lo cegó tanto a él como al resto de su equipo.Tras unos segundos en los que lo único que podía escuchar era el zumbido causado por el aturdimiento, parpadeo repetidas veces para acostumbrar a sus ojos a la falta de luz en la noche.Rápidamente buscó a Marshall con la mirada, sin poder verlo por ninguna parte. —¿Mar...shall? ¿Marshall? ¿¡Marshall!? —Trató de buscarlo, e incluso bajó de la patrulla para ir en dirección al meteorito, el cual estaba apagado. ¡Ryder! Marshall no está.
—Skye. ¿Lograste ver algo? —Su jefe se mostró tan preocupado como él.
—No, Ryder. La luz me cegó como a ustedes. —Su voz sonaba preocupada.
—Ryder, Ryder, tienes que hacer algo. Por favor. No esta Marshall. No sabemos porque se fue. —El cachorro se encontraba demasiado inquieto.
—Lo sé, Chase. Y llegaremos al fondo de esto. Por ahora debemos mantener la calma y llevar el meteoro al laboratorio. Así sabremos qué le pasó a Marshall. —Trató de tranquilizarlo. Chase solo chilló con tristeza. Sabía lo que pasaba por la mente de su jefe y eso no le gustaba.
Con la orden dada, Chase enredó la cuerda al rededor de la gran roca, Ryder la aseguró con un nudo y Skye la levantó con una cuerda para llevarla más rápido por los aires.Cuando llegaron al cuartel general, el meteorito fue dejado en una mesa con rueditas para transportarlo dentro. Ryder lo llevó al laboratorio y comenzó a construir un scanner para saber de qué se trataba el material y otros componentes.
Chase de alguna manera podía sentir a Marshall cada vez que el meteorito brillaba.Lo cual ocurría contadas veces.
Durante la primera semana trató de distraerse con el resto de sus amigos, los cuales también se mostraban tan tristes como el por la falta del bombero. Todos le trataban de dar consuelo incluso aunque no lo pedía.A la segunda semana tuvo que retomar sus deberes como cachorro policía pero su humor fue en picada, siendo en ocasiones un poco malhumorado, especialmente considerando que él es el líder de los cachorros después de Ryder. Tenia que enfocarse en cuidarlos, salvar Bahía Aventura y ser un buen cachorro policía. Pero, si era sincero, todo eso comenzaba a agotarlo, especialmente después de no haber podido proteger de manera eficiente a su mejor amigo y compañero.Durante esa semana todos los habitantes de la Bahía le querían dar ánimos, y aunque lo agradecía, no creía que funcionará tanto.
Durante la tercera semana tuvo la primera discusión con uno de los integrantes de Paw Patrol.
Skye trataba de saber como se sentía pero el no quería hablar.
En cambio quería evitar pensar en sus emociones por lo que sé metió de lleno en los trabajos y encargos qué podía hacer. Pidiéndole de manera directa a Ryder qué aumentará lo más que pudiera su trabajo en las misiones qué pudiera. Al inicio este se negó pero al verlo tan mal decidió aceptar.
Por eso, un día que reaccionó de manera imprudente en una misión en la que solo estaban él y Skye, está pudo ver que estaba llegando a su límite.
Skye era su mejor amiga y el sabía que ella trataba de ayudar. Solo que sus emociones se desbordaron y causaron qué ambos terminaran en gritos.Al final de la misión no se hablaron más a menos que estuvieran trabajando.
Ese distanciamiento fue rápidamente percibido por todos en el equipo, los cuales trataron de hacer algo por ambos.
Cuando se cumplieron dos meses sin Marshall, Chase volvió a pelearse. Regañando de manera poco común en él un suave error qué cometió Rubble al mover las piedras de una cueva en una misión de rescate.Este se sintió triste, y cuando Chase se dio cuenta de su error, se disculpó.
Pero, Rubble se distanció.
Al tercer mes ocurrió la pelea más grande de todas.
Chase se peleó con Zuma, pero Rocky interceptó la pelea, causando que la reacción en ambos acabará en una pelea más que acalorada.Algunas mordidas y rasguños qué fueron el punto detonante para el líder.
Ryder decidió dimitir a Chase de su puesto de forma indefinida.
Tras esto, el pastor aleman se quedó en el laboratorio la mayor parte de su día. Tomando cortos periodos de tiempo para comer un poco. Pero durante esos momentos junto al meteorito solo observaba a científicos especiales contratados por Ryder trabajar en busca de saber que es lo que sucedía con esa roca y si eso a caso tenía algo que ver con la desaparición de Marshall.
Pensó que quizá su baja temporal fue algo bueno después de todo porque así fue capaz de ser testigo de cuando los cambios en el meteorito ocurrían, y por ende logrando sentir al dalmata.
El meteorito brillaba de forma vibrante y desprendia una energía singular qué lo atontaba durante el lapso de tiempo que se encontraba activo.
Así estuvo por meses, logrando causar una angustia mayor a su líder humano sobre el.
Un día de la nada y sin previo aviso mientras tomaba la siesta a un lado del meteorito, solo comenzó a sentir la misma energía singular qué lo atontaba y adormecia.
Al abrir los ojos se encontró con la figura de su Marshall.
Su mejor amigo estaba frente a él.
—Siento haber tardado tanto, Chase...
Pensó que su vida perruna se había esfumado de él por la mala vida qué llevó esos meses. Pero al sentir el toque dulce de las almohadillas de las patas de Marshall sobre su cabeza, supo que era real.
Al fin estaban juntos de nuevo.