Hasta Que La Muerte Nos Una

Dos semanas después, Harry Potter y Ginny Weasley eran la pareja oficial de Hogwarts. Paseaban tomados de la mano, y Harry la miraba con una devoción vacía que a Ron y Hermione los helaba. "No tiene sentido, Hermione," susurró Ron una noche, observando a su hermana reír y alimentar con un pedazo de pastel a Harry, quien sonreía con una beatitud idiota. "Él nos dijo... nos dijo que amaba a Malfoy. Lo veías en sus ojos. ¡Era real! ¿Y ahora esto? Es como si fuera otra persona." "Es como si estuviera hechizado," murmuró Hermione, sus ojos llenos de preocupación y suspicacia. "Pero no muestra signos del Confundus o del Imperius. Es... aterrador." Mientras tanto, en las mazmorras de Slytherin, la vida se desvanecía. Draco Malfoy estaba muriendo. La enfermedad de Hanahaki, la rara maldición que aflige a aquellos que mueren de amor no correspondido, se había apoderado de él. Los ataques eran cada vez más frecuentes y violentos. Pansy, Blaise y Theo se turnaban para cuidarlo, ocultando su condición del resto del mundo. Su dormitorio se había convertido en un santuario de enfermedad y dolor, perfumado grotescamente por el dulce aroma de las flores que le brotaban de los pulmones. "Tienes que decirles a Granger y a Weasley," suplicó Blaise una tarde, sosteniendo un cubo mientras Draco vomitaba un ramo completo de gardenias ensangrentadas, tosiendo con un sonido húmedo y horrible que parecía rasgarle la garganta. "Ellos pueden hablar con Potter. Explicarle..." "¡No!" la voz de Draco era un hilo áspero, apenas audible entre jadeos. Se limpió la sangre de los labios con un paño que Theo le alcanzó. Sus ojos, antes grises y llenos de vida, ahora estaban opacos y rodeados de oscuras ojeras. "No quiero... su piedad. Menos la de él." Una nueva convulsión lo dobló por la mitad, y escupió más pétalos y sangre sobre las sábanas. "Se lo dijo claramente... me rechazó... eligió a la Weasley... Esto... esto es solo la consecuencia." Theo, generalmente tan estoico, tenía los ojos vidriosos. "Draco, esto te está matando. La única cura es que el amor sea correspondido o... o que te extirpen el sentimiento. Una cirugía mágica. Pero perderás todos tus recuerdos relacionados con él. Todo el amor que sientes." Draco se dejó caer contra las almohadas, exhausto. Una lágrima solitaria, mezclada con la sangre de sus labios, surcó su mejilla pálida. "Preferiría morir," susurró con una convicción aterradora, "que olvidar cómo se sentía amarlo, aunque solo fuera en mi propia mente. Aunque fuera una ilusión. Prefiero la realidad de este dolor a la falsedad de un olvido feliz." Pansy tomó su mano, fría como el mármol, y lloró en silencio. El sonido de la respiración entrecortada y agonizante de Draco era la única melodía en la habitación, un réquiem por un amor que nunca llegó a florecer, ahogado en pétalos y sangre antes de nacer. La tragedia se cernía sobre ellos, tan densa y pesada como las aguas oscuras del lago que golpeaban contra los muros del castillo. ~~~~ Atte: C. Sanchez ✨