Capítulo 15
                                                    12 de septiembre de 2025, 21:16
                                            
                Capítulo 15
Shiro y Lilith se encontraban sentados sobre una inmensa roca plana.
A su alrededor, se extendía un infinito vacío de colores iridiscentes.
El corazón de la Brecha Dimensional.
Un lugar sin tiempo, sin reglas y sin sonidos más allá de los ecos distorsionados de la existencia.
Shiro suspiró con cansancio, recostándose con los brazos detrás de la cabeza.
“Nah… en serio vamos a buscar a los portadores de Albion y Ddraig…”
Su voz tenía un matiz de fastidio.
Había estado viviendo aquí sin hacer nada.
Sin necesidad de moverse, sin preocuparse por comer, durmiendo eternamente…
O al menos, intentando dormir.
Shiro entrecerró los ojos, frunciendo el ceño.
"Aunque quisiera, no puedo dormir por largas horas en este lugar. Algo siempre me despierta."
Lilith, sentada a su lado con la misma expresión estoica de siempre, no reaccionó de inmediato.
Shiro giró la cabeza hacia ella.
"¿Qué ganamos haciendo esto? Ni que fuéramos a entrenar al más débil solo para matar el aburrimiento."
Sin saberlo, en el futuro, sus palabras se convertirían en una profecía cumplida.
Lilith desvió la mirada hacia atrás, como si sintiera algo.
Shiro notó su gesto.
“… ¿Qué pasa?”
Lilith volvió a mirarlo, sin expresión alguna.
“Tampoco quiero ir. Estoy muy cómoda durmiendo en la Brecha Dimensional.”
Su tono seguía siendo monótono, pero había una ligera pausa antes de que continuara.
“Pero mi madre dice que ya no nos soporta en este lugar. Y quiere dormir en paz por un buen tiempo.”
Shiro parpadeó varias veces.
“… ¿Tu madre?”
Lilith asintió una vez, lentamente.
Shiro se incorporó un poco, con incredulidad en el rostro.
“… ¿Tu madre nos está echando?”
Lilith simplemente asintió de nuevo.
Hubo un silencio incómodo.
Shiro se masajeó las sienes con los dedos.
“Asshh… Bien, vamos a tocar pasto para que tu madre pueda dormir tranquila.”
Se levantó con pereza, estirando los brazos como si fuera un castigo impuesto.
Lilith hizo lo mismo.
Luego, Shiro ladeó la cabeza ligeramente antes de preguntar:
“Por cierto, ¿dónde vamos primero para investigar a Ddraig y Albion?”
Lilith adoptó una pose pensativa antes de responder.
“Creo que en el Inframundo ocurrió un evento importante con el portador de Ddraig. Podemos comenzar investigando ese lugar.”
Shiro ladeó la cabeza, sin mucho interés en su voz.
“Bien, viajemos al Inframundo.”
Y así, sin más, dejaron atrás la Brecha Dimensional y comenzaron su viaje.
❅──────✧❃✧──────❅•
Shiro observaba el movimiento de Issei con calma.
El adolescente se acercaba con un puñetazo cargado de determinación.
Era un avance.
No solo porque atacaba sin dudar, sino porque ahora su velocidad y fuerza eran lo suficientemente decentes como para intentar golpearlo.
El derechazo de Issei se acercaba a centímetros de su rostro.
Shiro podía esquivarlo fácilmente.
Pero no lo hizo.
¡Impacto!
Su cabeza se movió ligeramente hacia un lado por el golpe.
Silencio.
Issei se congeló por un instante.
Luego, su expresión cambió a pura emoción.
"¡Lo logré!"
Por primera vez, había golpeado a su maestro.
"¡Ja! ¡Finalmente conseguí darle un puñetazo! Esto significa que—"
Antes de que pudiera terminar su pensamiento…
Una presión agarró su pierna izquierda.
Su cuerpo fue levantado como si no pesara nada.
Y luego…
"Oh, mierda."
Issei fue brutalmente azotado contra el pasto.
¡BOOM!
El suelo tembló con el impacto.
Issei ni siquiera tuvo tiempo de gritar antes de ser levantado de nuevo.
Y luego otra vez.
¡BOOM! ¡BOOM!
Una y otra vez, como si fuera un muñeco de trapo.
Finalmente, su cuerpo rebotó un poco antes de quedar boca arriba, con los ojos en blanco.
Shiro lo observó en silencio, sin cambiar su expresión.
“… Eso fue innecesario,” murmuró Lilith, quien había estado observando a la distancia.
Shiro se sacudió ligeramente la mano, como si se hubiera ensuciado.
"Se estaba emocionando demasiado."
Lilith parpadeó lentamente.
“… Solo le diste un respiro de victoria antes de destruirlo.”
“Exacto.”
Issei seguía temblando en el suelo.
No podía moverse.
Pero dentro de su mente, un solo pensamiento se repetía en bucle.
"¡¿Por qué?!"
Shiro cruzó los brazos.
“Bien. Ha mejorado lo suficiente como para hacer contacto.”
Lilith giró la cabeza hacia él.
“Eso significa que el verdadero entrenamiento puede comenzar.”
Shiro asintió con una leve sonrisa.
Issei, aún en el suelo, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
"Espera… ¿qué?"
La verdadera pesadilla estaba por comenzar.
¡BOOM!
El puño de Shiro impactó brutalmente contra la mejilla de Issei.
Su cuerpo fue enterrado de vuelta en la tierra.
No hubo tiempo para reaccionar.
Antes de que pudiera procesar el golpe, sintió cómo su pierna era agarrada cruelmente.
¡BOOM!
Shiro lo azotó contra el suelo sin piedad.
Pero eso no fue todo.
Antes de que pudiera intentar recuperar el aliento…
¡BOOM!
Otro golpe.
Directo en su cabeza.
Su visión se nubló.
"Mierda… No puedo… No puedo moverme…"
El dolor era insoportable.
Cada hueso de su cuerpo estaba gritando.
Shiro lo miró desde arriba, sin expresión alguna.
“Levántate.”
"¿Levantarme?"
"¿Cómo se supone que haga eso? ¡No puedo sentir mi propio cuerpo!"
Y entonces…
Una voz profunda resonó dentro de su mente.
 [Así que este es tu límite, Sekiryuutei.] 
Los ojos de Issei se abrieron de golpe.
"¿Ddraig? ¿Por qué hablas hasta ahora?"
 [Porque estaba observando.] 
La voz de Ddraig era grave y firme, pero no indiferente.
 [Tenía que ver hasta dónde podías llegar por tu cuenta.] 
Issei apretó los dientes.
"¡Maldición, no puedo hacer nada contra ese bastardo! ¿Cómo demonios se supone que lo derrote?!"
Ddraig soltó un gruñido bajo.
[Si realmente deseas poder… si quieres levantarte… debes entender algo.]
Las palabras se grabaron en su mente.
 [El Balance Breaker se logra a través de emociones intensas.] 
 [Esas emociones pueden ser ira, dolor, deseo de proteger…] 
 [O incluso la desesperación de querer cambiar tu propio destino.] 
Issei tragó saliva.
"Balance Breaker… ¿Es esa la clave para luchar contra él?"
 [Sí… pero hay un problema.] 
Ddraig hizo una pausa.
 [Por ahora, solo podrás mantenerlo por 10 segundos.] 
Issei se congeló.
"¿10 segundos? ¡¿Nada más?! ¡Eso no es suficiente!"
 [Lo es… si sabes cómo usarlo.] 
Las palabras de Ddraig fueron acompañadas de un rugido profundo en su mente.
 [¿Sigues temiendo fracasar?] 
Issei cerró los ojos con fuerza.
"No quiero perder."
"No quiero ser débil."
"No quiero… morir como alguien que no pudo hacer nada."
Shiro dio un paso hacia él.
"Si no te levantas, acabaré con esto ahora."
¡BOOST!
¡BOOST!
Issei apretó los dientes.
¡BALANCE BREAKER! 
Una explosión de energía escarlata estalló a su alrededor.
Shiro se detuvo.
Lilith, quien observaba desde lejos, ladeó la cabeza ligeramente.
La tierra comenzó a temblar.
El Boosted Gear brillaba con un resplandor feroz.
Su forma cambió.
La armadura roja se extendió por todo su cuerpo.
Por primera vez…
El Sekiryuutei se había manifestado completamente.
Shiro sonrió por primera vez.
“… Finalmente.”
Lilith cerró los ojos con tranquilidad.
"El Sekiryuutei… ha despertado."
La energía escarlata iluminaba el campo de batalla.
La armadura del Boosted Gear cubría por completo el cuerpo de Issei.
Su aura rugía como un dragón en llamas, sacudiendo el aire a su alrededor.
Shiro mantuvo su postura relajada.
Sus ojos rojos brillaban con curiosidad.
“… Bien.”
El albino dio un paso adelante.
"Demuestra lo que puedes hacer, Sekiryuutei."
¡BOOM!
Issei desapareció de su vista.
Shiro solo tuvo una fracción de segundo para notar algo:
"Es más rápido."
¡BAM!
Un impacto brutal en su pecho.
Shiro se deslizó varios metros hacia atrás.
Pero antes de que pudiera estabilizarse…
¡BAM!
Otro golpe.
¡BAM! ¡BAM!
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
Shiro era golpeado sin piedad.
Cada puñetazo resonaba con una fuerza brutal.
El suelo se resquebrajaba con cada impacto.
Por primera vez, Shiro sentía la presión del poder de Issei.
¡CRACK!
Una línea roja descendió por la comisura de sus labios.
Shiro se limpió la sangre con el dorso de la mano.
Había sido herido.
Lilith observaba con sus ojos inmutables.
“… Lo logró.”
Issei rugió.
"¡Por fin lo golpeé en serio!"
Su adrenalina se disparó.
Su velocidad era incomparable.
Su fuerza… monstruosa.
Shiro sonrió levemente.
"Interesante."
Pero entonces, el aire cambió.
Issei no notó el peligro.
Su Balance Breaker seguía corriendo.
Pero los 10 segundos se agotaban.
Y Shiro, sin haber intentado esquivar ni un solo golpe…
Aún estaba de pie.
Issei se sentía imparable.
"¡Lo logré! ¡Finalmente lo hice!"
Shiro tenía cortes en el rostro y el uniforme dañado.
Issei se preparó para otro golpe.
Pero entonces…
"¿Dónde está?"
¡BOOM!
En un parpadeo, Shiro apareció a su lado.
Antes de que Issei pudiera reaccionar…
¡BAM!
Un puñetazo descomunal lo estrelló contra el suelo.
El impacto sacudió la tierra.
Issei tosió, aturdido.
"¿Q-Qué…?"
Pero no había tiempo para pensar.
Shiro no iba a dejarlo escapar.
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
Puñetazos rápidos y devastadores comenzaron a caer sobre él.
Cada golpe agrietaba la armadura del Balance Breaker.
"¡Mierda! ¡No puedo moverme!"
Las grietas se extendían cada vez más.
Shiro no decía nada.
No había burla, ni arrogancia.
Solo castigo.
Y entonces…
¡CRACK!
La armadura se rompió.
Issei se sintió desnudo.
El poder desapareció.
Y en ese instante…
¡BAM!
El puño de Shiro se detuvo a centímetros de su estómago.
El impacto nunca llegó.
Shiro bajó lentamente el puño.
Miró a Issei, que jadeaba pesadamente en el suelo.
Luego, sonrió levemente.
"Bien."
Se dio la vuelta y se alejó unos pasos.
"Has mejorado."
Issei todavía no podía moverse.
"¿Eso… eso es todo?"
Shiro levantó una mano y lanzó un hechizo.
Una luz envolvió el cuerpo de Issei.
Las heridas desaparecieron.
Pero…
"Mierda… sigue doliendo como el infierno."
Issei se estremeció internamente.
Shiro miró al cielo.
"El entrenamiento ha terminado."
Issei abrió los ojos con sorpresa.
"¿Ya está?"
Shiro miró a Lilith.
"Nos vamos mañana."
Lilith asintió en silencio.
Issei se quedó mirando al cielo, su cuerpo temblando por el dolor.
Había ganado.
Y luego había perdido de la forma más humillante posible.
Pero algo dentro de él había cambiado.
❅──────✧❃✧──────❅•
El fuego crepitaba suavemente, iluminando los rostros de los tres con su brillo cálido.
A diferencia de otras noches, hoy la cena era especial.
El aroma de la comida llenaba el aire, haciendo que incluso Shiro y Lilith, que rara vez mostraban interés por la comida, prestaran más atención.
Pero el verdadero espectáculo no era la comida en sí…
Era Issei.
El Sekiryuutei devoraba todo como un hombre que no había comido en semanas.
"¡Qué demonios… esto es un festín!"
En la fogata, sobre platos improvisados de hojas grandes, había un banquete digno de reyes:
Costillas de cerdo asadas a la perfección, con un toque de especias que resaltaban su sabor jugoso.
Muslos de pollo dorados y crujientes, con un ligero glaseado dulce que se deshacía en la boca.
Filetes de pescado envueltos en hojas de bambú, con un aderezo de hierbas aromáticas que los hacía irresistibles.
Tortilla de huevo esponjosa con finas rodajas de cebolla y pimientos, cocinada en una pequeña sartén sobre el fuego.
Onigiri de arroz rellenos de atún y algas, alineados en una bandeja improvisada.
Ensalada de verduras frescas, aunque claramente nadie excepto Lilith parecía interesada en eso.
Issei no tenía modales en este momento.
Mordía, tragaba y seguía atacando la comida sin piedad.
Shiro y Lilith lo miraban en silencio.
Y luego…
Soltaron débiles risas.
Lilith ladeó la cabeza.
"Su metabolismo está funcionando a máxima capacidad."
Shiro cruzó los brazos.
"Sí. Pero no pensé que fuera una máquina de consumo masivo."
Issei levantó la cabeza un momento, tragando un gran trozo de pollo con dificultad.
"¡Hey! ¡Ustedes no entienden lo agotador que fue ese entrenamiento!"
Shiro alzó una ceja.
"¿Ah, sí?"
Lilith cerró los ojos por un momento antes de hablar.
"De todas formas…"
Su tono seguía siendo neutral, pero había un matiz de reconocimiento en su voz.
"Elogios para ti, Sekiryuutei."
Issei parpadeó sorprendido.
Lilith lo miró con su expresión inmutable.
"Has logrado algo que pocos pueden decir… Lastimaste a Shiro."
Issei se detuvo.
El trozo de onigiri en su mano quedó a medio camino de su boca.
Miró a Shiro.
El albino seguía comiendo tranquilamente.
Pero ahora que lo miraba bien…
"Lo hice sangrar."
Lilith continuó.
"Al final, una semana fue suficiente para entrenarlo, como habías dicho, Shiro."
Shiro se encogió de hombros.
"Ya tenía potencial. Solo había que sacarlo a la superficie."
Issei bajó la mirada hacia sus propias manos.
"En solo una semana…"
"Pasé de no poder hacer nada… a esto."
Apretó el puño.
Por primera vez…
Sintió que realmente había avanzado.
No había terminado.
Pero este era el primer gran paso.
Y lo había conseguido.
                
                
                    