Drabbles Johnlock

Número de palabras: 231 ------------------------------------------------------------------------------------------ —Podrías ser un gran pianista. John detuvo la música y levantó la vista del blog para mirarlo extrañado. Apartó los auriculares, tratando de descubrir si había escuchado bien lo que Sherlock le había dicho. —Piénsalo —insistió el detective—. Mientras escribes usas música e inconscientemente ajustas el ritmo de los dedos al toque del piano. —Beethoven se está revolviendo en su tumba por lo que estás diciendo —dijo en un tono burlesco el médico. —Beethoven no sabía lo que era un ordenador —se defendió Sherlock, formando un puchero—. Sería incapaz de entender la sutileza que hay que tener y la rapidez de escritura necesaria para que las palabras sigan el ritmo de las notas. —Me alabas en exceso, cariño. —Sabes que no soy dado a ello sin motivo, John —respondió el detective—. Es cierto que no estoy de acuerdo en la forma en que quieres mostrar como llego a la resolución de mis casos, pero puedo leer entre líneas tus pensamientos, y sé ver como usas la música para dar ritmo a las palabras. —¿Qué puedo decir? Necesito música adecuada para soñar despierto mientras hablo de un hombre tan hermoso. Sherlock se sonrojó al instante y se quedó quieto, contemplándole sin palabras. —E-eh…, yo…, bueno… —tartamudeó. John apartó el portátil a un lado y se reunió con el tembloroso detective. —Te amo —le susurró, robándole un suave beso que consiguió tranquilizarle.