Compromisos
12 de septiembre de 2025, 21:41
Y tal como cuando James salía al centro de Birnin Zana, los saludos y buenos deseos para los futuros padres no se hicieron esperar. En algunos puestos les ofrecían obsequios, pensaron en declinar junto a un sincero agradecimiento, pero Nakia les dijo que sería como un desprecio a sus costumbres, por lo que los recibieron con radiantes sonrisas.
Wakanda había caído rendida ante los encantos de su príncipe consorte. A T’Challa no le gustaba ese título, pero James sabiamente le recordó “eres hijo de una reina y hermano de una princesa, así que resígnate, eres un príncipe. Mi príncipe azul” y con un beso acompañado de una radiante sonrisa zanjo cualquier discusión
James estaba cansado de estar en palacio, y aunque era divertido ayudarle a la reina en su deberes reales, había decidido escaparse al mercado de la ciudad para comprar algo para su hijo. No sabía que tiempo realmente iban a estar en el país, pero aprovecharía para llevarse cosas para su bebe. A T´Challa no lo emocionaba mucho que su hijo tuviera contacto con la cultura africana, pero no discutiría con James.
El rey había ordenado que ambos hombres tuviesen guardia permanente. “Sabes que si me quiero ir no me podrás detener ¿cierto?” le había dicho el príncipe ganándose un mala mirada de su esposo. En cambio a James eso le había dado la oportunidad para saber realmente la intenciones del monarca “Solo intenta hacernos sentir parte de la familia”
El día estaba radiante por lo que caminar por las calles de Birnin Zana era todo un placer. James lo hacia sonriente conversando con Nakia, mientras la gente lo saludaba felicitándolo por la llegada del heredero. Wakanda realmente estaba feliz por la llegada de ese bebe. Hablaban de todo un poco cuando una discusión llamo la atención de ambos amigos
- No babba por favor – suplico el joven
- ¿te imaginas lo que dirá el rey cuando se entere de tu deshonra? Cancelará el compromiso y no permitirá que…
- ¡El príncipe se casó con el extranjero! – grito W’Kabi – ¡el rey lo acepto!
- ¡Te desharás de esa cosa y te casaras con el príncipe! – grito el hombre señalando el vientre de su hijo
- ¡Es mi bebé y lo quiero! – grito W’Kabi y cerro lo ojos cuando su padre levanto la mano para golpearlo
- ¡No se atreva! – ordeno James interponiéndose entre ambos hombres
- Pero ¿Quién te crees para…? – siseo Tafari
- El príncipe consorte de Wakanda – dijo James nervioso levantando el rostro intentando alejar a W’Kabi del otro – aléjese
- Tú no me das órdenes a mi – grito Tafari
- ¡Babba – suplico W’Kabi llorando – es mi bebe!
- Me pueden explicar que pasa – ordeno James
- ¡Nada que te importe, imbécil! – grito Tafari y la punta de una lanza se apoyó en su cuello – ¿Qué crees que estás haciendo?
- ¡Demuestre respeto al príncipe consorte! – ordeno Nakia
- Estoy embarazado príncipe – dijo W’Kabi desesperado – y mi padre quiere que aborte. Ayúdeme
- Ese niño no nacerá – siseó Tafari
- No se acerque – ordeno James dando un paso hacia atrás – aléjese
- ¿Qué pasa aquí? – dijo la voz del rey con absoluta autoridad
- Majestad – dijo Tafari inclinando la cabeza pero sin dejar de mirar al americano – estoy corrigiendo a mi hijo para que sea un buen consorte para el príncipe, y este americano…
- Cuida tus palabras Tafari – siseo el rey – cuando te refieras al príncipe James
- ¿señor? – dijo este sorprendido – es…
- ¿Qué acabo de decir? – interrumpió el rey
- Majestad – dijo James inclinando la cabeza – en mi calidad de príncipe consorte solicito asilo para W’Kabi de la tribu de la frontera en pro de proteger su vida y la del niño que lleva en su vientre, pues el jefe Tafari pretende obligarlo que aborte – y se escuchó un sollozo de W’Kabi
- Asilo concedido – respondió el rey sin dejar de mirar al otro hombre
- No puede… – grito Tafari pero cayó ante la mirada del rey
- Creo que conoces la ley – le dijo el rey – Y no vuelvas a decir que tu hijo será el consorte del príncipe, porque te recuerdo que el príncipe está casado y su consorte espera al heredero.
- ¡Le recuerdo que el concejo aprobó…! – siseo Tafari
- ¡Y también lo revocó! – respondió el rey en el mismo tono
- Príncipe James ¿mantiene su solicitud? – pregunto el rey sin dejar de mirar a Tafari
- Si majestad – dijo James mientras W’Kabi se aferraba a su ropa por la parte de atrás
- Tu príncipe hablo – dijo T’Chaka – ¡obedece! – el hombre hizo el saludo se retiró – Ayo, Nakia, escolten al príncipe y a su invitado a la nave
- Wakanda por Siempre – dijeron las mujeres antes de obedecer
- ¡Tafari! – dijo el rey y este giro a mirarlo – ¡no vuelvas a amenazar a mi yerno, porque te juro que será lo último que hagas! – y girándose se dirigió a la nave escoltado por Okoye
Durante el viaje al palacio W’Kabi solo lloraba por lo bajo, mientras James lo hacía en silencio. T’Chaka tecleo un par de veces su intercomunicador y miro de reojo a los hombres. Cuando aterrizaron en el helipuerto del palacio T’Challa los esperaba furioso junto a Ramonda y Shuri.
La escalera bajo y James venia sosteniéndose del brazo del rey, mientras Nakia ayudaba a W’Kabi
- ¡James! – grito T’Challa corriendo a abrazarlo – baby ¿estás bien? – y este asintió escondiendo la ropa entre la ropa de su esposo – ¿Qué paso? ¿Qué le hiciste? – grito lazándose contra su padre
- ¡No! ¡No! ¡No! – gritaron diferentes voces mientras James se aferraba a su esposo intentando detenerlo
- Lleven al príncipe James a su recamara y que un cuerpo médico lo revise en este momento – ordeno el rey – alojen a W’Kabi en el área de invitado
- ¡No! – dijo James – por favor no
- ¡lo quiero fuera de palacio en este momento! – dijo T’Challa
- No lo puedo expulsar – dijo su padre
- Entonces nos vamos nosot…
- ¡Es el protegido de tu consorte! – dijo T’Chaka sorprendiendo a todos – solo él lo puede expulsar. Se amparo en una antigua ley… ni siquiera yo le puedo pedir que se vaya
- ¿James? – pregunto el príncipe sorprendido
- Por favor no majestad – suplico James – si W’Kabi sale del área de la familia real, Tafari le puede hacer algo. Por piedad
- Cálmate – dijo el rey tomándole las manos – te prometo que no le pasara nada. Se harán las cosas como las ordenaste ¿sí? Pero cálmate. Piensa en mi nieto
- Majestad…
- Ya escucharon las órdenes del príncipe James – dijo T’Chaka – lleven a W’Kabi al tercer piso y que sea tratado como un miembro de la familia real ¿te parece?
- Gracias – dijo el americano
- Ahora ve a tu recamara y descansa – dijo el rey besándole las manos a su yerno – te doy mi palabra que nadie tocara a tu protegido, pero tú ve a descansar ¿sí? Llévalo – le dijo a su hijo
- Ven baby – dijo el príncipe llevándoselo
- Aneka – dijo el rey – serás su escolta – y señalo a W’Kabi
- Vamos cariño – dijo la reina – debes descansar también
- Gracias – susurro el chico
James miro en silencio como T’Challa despedía al médico. Todo estaba en orden con su bebé. El americano le había preguntado por W’Kabi, este le había respondido que era otro médico quien se estaba haciendo cargo del hombre, pero hasta donde estaba enterado todo estaba en bien, lo cual termino de tranquilizar al chico.
En cuanto el profesional salió de la recamara, T’Challa subió a la cama y acomodo la cabeza de James en su pecho. Intento preguntar cosas pero no obtuvo respuestas, ya que con el bajón de adrenalina causo sueño en el embarazado que se durmió casi al instante
Unos golpes suaves en la puerta lo despertaron para darse cuenta que estaba solo en la cama. Instintivamente se llevó la mano al vientre y sintió un pequeño calor sito en él. Su bebe aún no se movía pero de alguna manera le decía que estaba bien.
Escucho voces que reconoció como la de su esposo y la del rey. Y al parecer discutían. Se levanto con cuidado y fue al recibidor
- ¿pasa algo? – pregunto James
- Vuelve a la cama amor – dijo T’Challa – el rey ya se iba
- ¿Cómo está W’Kabi? – pregunto James nervioso
- James por favor – le dijo su esposo
- ¿Cómo esta W’Kabi? – repitió James
- Bien, nervioso, pero bien y te lo debe a ti – dijo el rey – es por eso que necesito hablar contigo. Si tienes unos minutos
- Debe descansar – dijo T’Challa molesto
- Claro, pase – le dijo James y le señalo el recibidor
- James – protesto el príncipe mientras su padre entraba
- Primero que nada – dijo el rey sentándose en el lugar que su yerno le señalo – quiero saber cómo estas. Los médicos me dieron un informe detallado, pero necesito escucharlo de ti
- Estamos bien – dijo James acariciándose el vientre sonriendo.
- Me alegro – dijo T’Chaka – sobra decir que si necesitas algo… lo más mínimo…
- Gracias majestad – dijo el americano
- El segundo punto de mi visita es W’Kabi – dijo el rey y T’Challa se incomodó –. no se si lo sepas, pero el bebe es de M’Baku, el hijo del líder de los Jabaris
- Me lo imagine – dijo James
- Ya me puse en contacto con ellos, y M’Barak, el líder de los Jabaris, reclamo al bebe como hijo a nombre de M’Baku – dijo el rey
- No entiendo – dijo James
- Resulta que W’Kabi lleva días intentando comunicarse con M’Baku, pero él salió de viaje, por lo que no le había podido decir de su embarazo. Pero ahora que lo saben, M’Baku quiere pedir tu venia para casarse con W’Kabi lo más pronto posible
- ¿a mí? – pregunto James sorprendido
- ¿Por qué le pediría a James su mano? – pregunto T’Challa – no es ni siquiera su familiar
- Aquí me toca darles a ambos una lección de leyes de wakandianas – dijo el rey –. Sucede que cuando alguien de la realeza reclama a un embarazado como tú hiciste, quien lo reclama pasa a tener derecho y obligaciones para con la persona embarazada y el bebe. Esa persona se vuelve intocable pero también está sujeto a que lo casen o no, dependiendo que sea lo mejor para el bebé.
- ¿Como si fuese su padre? - pregunto James
- Exacto – dijo el rey sonriendo – por eso los Jabaris te pedirán la mano de W’Kabi para M’Baku. Vendrán mañana a hacerlo formal
- ¿Y W’Kabi… se quiere… casar? – pregunto James
- ¿Importa? – pregunto el rey
- Mucho – dijo James – un matrimonio por compromiso está condenado al fracaso, y quienes más sufren son los hijos. No deseo eso para él
- Sabias palabras y noble propósito – dijo T’Chaka sonriendo –. no sé porque pero ya lo esperaba de ti, por eso antes de venir hablar contigo pase a verlo
- ¿Por qué no me sorprende el favoritismo? – murmuro T’Challa
- ¿Qué dijo? – pregunto James
- Que está muy enamorado y te suplica que des tu venia para el matrimonio – dijo el rey
- No creo que hubiese suplicado – dijo James sonriendo
- Pues te equivocas, porque lo hizo – dijo el rey sorprendiendo a la pareja –. en tus manos descansa su futuro
- No – dijo James – el futuro lo construimos cada uno. Él eligió a M’Baku. No yo. Yo solo tengo circunstancialmente la autoridad para apoyarlo. Nada mas
- Serás un excelente rey y padre – dijo su suegro –. lo que me lleva al tercer punto de mi visita. Como Babba de W’Kabi, te doy mi agradecimiento eterno por lo que hiciste y sigues haciendo por él
- ¿Babba de W’Kabi? – pregunto T’Challa sorprendido – ¿Qué clase de enfermo…?
- ¿usted es…? – dijo James
- Si… pero no – dijo el rey y sonrió – Te lo explicare pero por favor, no te ofendas. No es mi intención faltarte el respeto – dijo T’Chaka –. En nuestra cultura, los yernos y las nueras son hijos para sus suegros
- ¡Tu yerno es James, no W’Kabi! – siseo el príncipe
- ¿Entonces reconoces que soy tu Babba? – dijo T’Chaka sonriendo por lo que su hijo miro hacia otro lado haciendo reír también a James –. Como decía en nuestra cultura, los yernos y las nueras son hijos para sus suegros. Tafari fue un gran aliado cuando asumí el poder, por lo que se nos hizo fácil comprometer a nuestros hijos
- Disponer de la vida ajena, diría yo – rezongó T’Challa
- También – dijo sonriendo su padre – la cosa es que cuando T’Challa fue secuestrado…
- Encontró en W’Kabi un hijo. Una especie de bálsamo para su dolor ¿cierto? – dijo James – en cada reclamo que hizo, en cada trampa, en cada artilugio, nunca protegió ni a Wakanda, ni a T’Challa. Protegió a su hijo W’Kabi
- Perdóname – dijo el rey bajando el rostro
- No, no, no – dijo James – por favor no pida disculpa. Créame, ahora que lo entendí, lo respeto muchísimo más. Debió ser muy difícil ver que de cierto modo cambiaban a su hijo por alguien mas
- Solo que ese hijo tampoco quería lo que dispuse para él – dijo T’Chaka – hice todo mal ¿cierto?
- Un poquito – dijo James – la pregunta es ¿está realmente dispuesto a enmendarlo?
- Por supuesto que si – dijo el rey – si me dan la oportunidad – y miro a su hijo quien bufo mirando hacia otro lado –. Bueno, ahora te dejo descansar, y si me lo permites, me gustaría pasar luego a visitarte a ti y a mi nieto
- Su nieto y yo decimos que es bienvenido – dijo el americano sonriendo
- Gracias – dijo el rey y besándole la frente se encamino hacia la puerta – una última cosa – dijo deteniéndose –. En Bernin Zana, cuando te enfrentaste a Tafari, no lo veías a él… no fue a Tafari a quien desafiaste
- Fue a usted – dijo James luchando para que sus emociones no lo sobrepasasen – lo desafié a usted para proteger a mi bebe. Así debí actuar el día que me expulso
- Perdóname – suplico T’Chaka y salió de la habitación
- No seas rencoroso – dijo James tomándole la mano – a tu papi no le agradara
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James había salido a dar un paseo por el jardín de la reina acompañado de Nakia. Su cambios de humor estaban haciéndose más frecuentes y T’Challa no ayudaba en lo más mínimo. ¿Qué le costaba a ese aprendiz de príncipe con doctorado en príncipe azul quedarse y escucharlo despotricar porque su ropa empezaba no quedarle? Pero no, tenía que susurrar “es por el exceso de donas” y salir corriendo. Ni que él fuese Tony
Tenía hambre pero no sabía que era exactamente lo que deseaba. Pensó en pastel de chocolate, pero al instante quedo descartado. Al parecer a su hijo o hija no le gustaba el chocolate. Pero si pensaba en…
- Perdón, yo… – dijo James al chocar con alguien por ir distraido
- Alteza – dijo W’Kabi nervioso inclinando su cabeza
- ¿te sientes cómodo diciendo eso? – pregunto James – porque yo no escuchándolo. Prefiero cuando nos lanzamos indirectas – dijo y ambos hombres rieron – ¿Cómo estás?
- Asustado, pero feliz – dijo acariciándose el vientre plano – gracias a ti aún está aquí
- El rey me explico cómo funciona lo del asilo para embarazados… – dijo James
- No te preocupes – dijo W’Kabi – convenceré al rey para que me lleven a otro…
- No saldrás del área de la familia real – interrumpió James –. No me arriesgaré a que Tafari intente alguna cosa contra ti o el bebe. Se que el rey te quiere como a un hijo y tú lo ves como a un padre. Eso convierte a esta casa en tu casa. Yo jamás pediría que echen a alguien de su casa
- Gracias – dijo W’Kabi mientras se sentaban
- Ahora necesito saber cómo te sientes ¿Qué quieres? – dijo James – quiero que imagines que no estas embarazado ni comprometido con nadie ¿Qué quieres para tu vida?
- Casarme con M’Baku y vivir a su lado – dijo W’Kabi – pero creo que no es lo que él quiere. Yo lo… tengo miedo de haberlo perdido. El rey dijo que M’Baku quería asumir su paternidad pero no dijo nada de mi
- Yo le pedí al rey que no mencionara que M’Baku había pedido tu mano – dijo James
- ¿Por qué? – pregunto W’Kabi sorprendido
- Porque no quería actuar contigo como Tafari lo hizo – dijo James – quería que tú eligieras tu destino, no que alguien te lo imponga
- ¿Qué habría pasado si M’Baku no pedía mi mano? ¿o si yo decía que no lo quiero?
- Nada – dijo James con simpleza – te quedabas aquí, protegido por personas a las que si nos importas
- Alteza – dijo Aneka haciendo una venia – el rey lo solicita en el salón del trono
- ¿Por qué? – pregunto James
- El jefe Tafari está aquí – dijo la chica y ambos hombres se miraron nerviosos
El ambiente era tenso en los pasillos mientras ambos hombres se dirigían al lugar escoltados por dos Dora Millajes. Ya una vez el rey había respaldado sus acciones ¿lo volvería a hacer? Estaba por tocar la puerta cuando T’Challa llego casi corriendo y lo abrazo. Le susurro cuanto lo amaba y lo orgulloso que estaba de él. Miro a W’Kabi a punto de llorar y solo asintió en apoyo mudo
Las puertas se abrieron y los tres hombres entraron para encontrarse con Tafari intentando disimular su molestia y fracasado terriblemente
- Príncipes – dijo el rey – como ven el jefe Tafari nos visita hoy
- Príncipe – dijo el hombre inclinando su cabeza – le agradezco los cuidados que le ha proporcionado a mi hijo y me complace ver que se empiezan a entender…
- Tafari… – siseo peligrosamente el rey
- Pero no es correcto que los prometidos convivan antes de la boda como usted y W’Kabi – dijo el hombre
- ¡No me casare con el príncipe!
- Mi esposo es James – aclaro el príncipe
- Creo que usted no entiende la gravedad del hecho de romper su palabra, alteza – siseo el líder tribal
- ¡El que no entiende eres tú! – dijo una voz gruesa y segura desde la puerta –. Tu hijo espera a nuestro nieto. Soy yo quien pedirá la mano de W’Kabi para mi hijo
- ¡M’Baku! – dijo W’Kabi sonriendo
- Rey T’Chaka – dijo el joven gorila – mi padre me ha informado de la terrible confusión que ha habido debido a mi ausencia, y agradezco al príncipe James su predisposición para el cuidado de mi familia. Le solicito, a ambos, su venia para casarme cuanto antes con el hombre que amo, W’Kabi – y este sonrió sonrojado.
- No tienen mi venia – grito Tafari
- Pero la mía si – interrumpió James
- Tú no eres nadie para… – grito el anciano
- No sé bien cómo funciona lo de la organización de una boda según las tradiciones wakandiana – dijo James – y aunque, repito, doy mi venia, W’Kabi no dará un paso fuera del área de la familia real sin que esa boda se realice. Quiero estar absolutamente seguro que tanto él como su hijo estarán completamente seguros y que nadie atentara contra sus vidas
- Tú no eres…
- Majestad – continuo James – le suplico que esa boda sea dentro de palacio
- Por supuesto – dijo el rey – se dispondrá todo para que así sea
- Gracias majestad – dijo el americano inclinando la cabeza
- La boda se realizará en quince días – dijo la reina – en mi jardín privado – y James miro sonriendo a la pareja
- Esto es un insulto – grito Tafari – y en vista que el rey no sabe gobernar, lo reto a duelo – y todos lo miraron sorprendidos
- ¿Estás loco? – siseo M’Barak – este es un problema entre nuestras familias. No lo uses como excusa para intentar darle un golpe de estado al rey
- ¡Tú y yo nunca seremos familia, maldito gorila! – dijo Tafari
- Sigues igual de rencoroso que hace treinta años – dijo M’Barak – no condenes a nuestros hijos por nuestros errores.
- ¡Yo no cometí ningún error! – siseo Tafari – excepto amarte – dijo en voz baja
- Yo también te ame – respondió el Jabaris en un tono triste – pero el amor a veces florece, como entre nuestros hijos, y otra veces muere como…
- ¡No hables por mí! – amenazo Tafari
- ¡Déjalos ser felices! – suplico M’Barak
- ¡Nunca! – siseo el líder de la tribu fronteriza
- Entonces pelea contra mi – dijo M’Barak dando un paso hacia atrás y hablando fuerte – si yo muero ellos no se casarán…
- ¡Babba! – dijo M’Baku
- Pero si tú caes – continuo – darás tu venia
- ¿me matarías? – pregunto Tafari sorprendido
- Yo dije “si caes” – respondió el líder de los gorilas sonriendo – no “si mueres”. Hay una gran diferencia – por breves segundos que parecieron eternos ambos hombres se sostuvieron la mirada y M’Barak estuvo seguro de ver una lagrima traicionera bordear los ojos de Tafari
- ¡Haz lo que quieras – dijo fuerte y claro – ya no eres nada mío! El compromiso queda nulo por derecho – y sin más se retiro
- Babba – susurro W’Kabi e intentando seguirlo
- Déjalo – dijo M’Barak deteniéndolo suavemente – es demasiado terco para dar su brazo a torcer tan fácil. Cálmate, enfurecerá más si le pasa algo a su primer nieto – y sonrió – confía en tu suegro – y W’Kabi sonrió – ¿mantiene sus condiciones, alteza? – pregunto el gorila a James
- Si – dijo James intentando no amedrentarse
- Ok – dijo M’Barak resoplando mientras T’Chaka y Ramonda reían por lo bajo – ¿majestad, está seguro que es su yerno y no su hijo? El nivel de terquedad es preocupante
- Es porque no ha tratado lo sufriente a su consorte – dijo Shuri desenvolviendo un dulce – ese si es irracional
- ¡Shuri! – la regaño su madre, aunque no supo si por lo que dijo o por comer golosinas
- Usted gana alteza – dijo M’Barak – pero solicito que mi hijo pueda visitar a su futuro consorte
- Yo lo exijo – dijo James sin pensar ganándose una mirada sorprendida de sus suegro y su esposo –. Digo, me parece acertada su petición jefe M’Barak – y este sonrió