Similitudes Y Diferencias
12 de septiembre de 2025, 21:41
En las noches, los cielos de Wakanda estaban cubiertos de estrellas, y el cálido viento del desierto recorría las calles de la ciudad. El aire era agradable y fresco, y el olor del jazmín y los árboles florales se mezclaba con el aroma del barro seco. En las afueras de la ciudad, los niños corrían por calles perfectamente iluminadas tecnológicamente.Las serpenteantes calles estaban rodeadas de edificios de dos o tres pisos con tejas rojas y balcones de hierro forjado. Los balcones estaban flanqueados por arbustos y flores en macetas. El cielo era de un azul cálido, con unas cuantas nubes blancas que cruzan el cielo. El aire estaba caliente, pero había una brisa fresca. Era una ciudad del futuro, con una mezcla de arquitectura moderna y tradicional. Las casas y los edificios se erguían alrededor del río que corría por la base de unas montañas nevadas.
Los habitantes de la ciudad iban y venian. La ciudad vibraba de actividad, pero aún conserva un halo de lujo y modernidad. Las luces de los edificios reflejaban en el río, dándole a la ciudad un aspecto mágico. Habia todavía tráfico en la ciudad, pero la mayoría de la gente estaba en sus casas o en restaurantes y centros comerciales. Los jardines se iluminaban, mientras que el cielo está oscuro y estrelladoLos coches voladores pasaban sobre las calles y las estrellas, y algunos de ellos llevaban anuncios luminosos. Los edificios más grandes tenian anuncios holográficos que mostraban productos y servicios.
En el palacio de Wakanda, el arte y la tecnología se fusionaban en una forma única. Las techumbres de las habitaciones estaban hechas de capas de barro y tecnología, y los techos estaban tallados con diseños geométricos africanos. En la noche, las paredes del palacio mostraban imágenes de acontecimientos históricos, y los techos se iluminaban con imágenes de animales nativos.En el jardín, la glorieta se alzaba como una joya en el corazón de una maravilla natural. Las paredes de la glorieta estaban decoradas con mosaico, y sus ventanas tenían formas arquitectónicas inspiradas en las formas de la naturaleza. El jardín era un refugio de paz y tranquilidad, con fuentes burbujeantes y estanques de agua dulce
Eran aproximadamente las ocho de la noche y se sentía realmente orgulloso de haber esquivado a su padre durante todo el día. Sabía que ni bien entrase a la recamara James lo miraría mal, pero realmente no quería pelear con el rey.Estaba a solo unos pasos de llegar a su habitación cuando Nakia se acercó por el extremo opuesto del pasillo e hizo el saludo tradicional. T’Challa la miró y no pudo evitar torcer la boca. La mujer lo irritaba y no lograba disimularlo, pero es que no olvidaba el trato que le había dado a James cuando se había presentado en su departamento la primera vez. Su esposo había hecho las paces con la guerrera pero él todavía no podía. En realidad no podía relacionarse con nadie en ese lugar fuera de su madre y hermana
- Buenas noches alteza – dijo Nakia haciendo el saludo- ¿Qué quieres? – pregunto T’Challa cortante- ¿sabías que de niños éramos amigos? – pregunto la mujer- Creo que cualquier vestigio de esa amistad murió cuando te presentaste en mi casa y quisiste que sea el novio de tu amigo a la fuerza – dijo el príncipe- Ya me disculpé – dijo Nakia –. Incluso hice las paces con James- Solo di que quieres y ya – dijo el príncipe perdiendo un poco la paciencia- Tu padre quiere verte en el jardín de la reina – dijo Nakia- No tengo tiempo – respondió T’Challa y se disponía a avanzar- Tu madre también está ahí – dijo Nakia – ¿tampoco tienes tiempo para ella? – el moreno exhaló – El rey ha cambiado su predisposición hacia James. Dale una oportunidad- No quiero pelear, estoy cansado – dijo T’Challa – estar en tu país es agotador- También es tu país – indico la guerrera – y el de James. Es tu consorte – y T’Challa lo miro –. Está bien, lo acepto. Nadie, a excepción de la reina y la princesa supo hacer las cosas bien con James, pero… si no nos da una oportunidad ¿Cómo sabrás realmente si mantenemos esa posición o aprendimos a verlo diferente?- No me quiero arriesgar – confeso el príncipe- Entonces no quieres vivir – dijo Nakia –. la vida es eso, un riesgo. Y si no te arriesgas, si no vives ¿Cómo estarás con James?
Llego al lugar donde su padre lo había citado. Haciendo un saludo Nakia se retiró dejando solo. Miro a su alrededor y en un extremo del jardín había una mesa para dos. El mantel largo, las velas, rosas rojas y el champán enfriando le dejo muy claro las intenciones de su padre. Resoplo molestó e iba girarse para marcharse del lugar antes que alguien más aparezca
- ¿T’Challa? – dijo una voz atrás suyo- Hermoso – dijo mirando a James – yo te lo… ¿Qué haces aquí?- Tu madre me llamo y me dijo que me necesitaba ver aquí- ¿mi madre te llamo? – dijo el moreno intrigado- Si – dijo James – y no fue una nota. Me llamo por el intercomunicador- ¿Con su voz? – pregunto T’Challa- Con su voz y su imagen – dijo James – ¿tú como llegaste aquí?- Nakia me trajo – contestó el príncipe –. Dijo que el rey me quería ver- ¿Cuándo piensas decirle papá? – pregunto James sonriendo mientras su esposo hacia una mueca – entonces dile Babba. ¿Entonces como esperas que nuestro hijo aprenda a decírtelo?- Escuchando como se lo digo a mi papá – dijo el moreno- Pero ese es tu papá – dijo James coqueto – no es tu Babba. No es lo mismo – T’Challa arrugo la nariz justo cuando alguien se aclaró la garganta detrás de ellos y al girar vieron a tres mujeres con bandejas de comida – buenas noches- Wakanda por siempre – dijeron ellas sonriendo mientras inclinaban la cabeza antes de dejar las bandejas sobre la mesa – permiso altezas. Que disfruten su cena – y sin más se alejaron- ¡Qué bonita mesa! – dijo James admirándola- Pero no más que tú – dijo el moreno acercándose para rodear su cintura con un brazo mientras le robaba un beso- Mira – dijo James – hay una nota- Vamos a ver – dijo T’Challa tomándola – “hace un tiempo mi estupidez les arruino una noche. Espero esto lo compense. T’Chaka” – el príncipe resoplo – no lo compensa, pero debo aceptar – dijo añadiendo ante la mirada de su esposo – que la cena tiene muy buena pinta y yo mucha hambre- Y el lugar es romántico – añadió James – se está esforzando- No quiero pensar en él ahora – dijo besándolo nuevamente
Sentado detrás del escritorio de su oficina el rey acariciaba un viejo retrato mientras bebía una copa. Ramonda siempre había tenido razón. Dolía menos su ausencia si vivía ese amor a través de su hijo, aunque en el fondo, solo se estuviese engañando él mismo
Al día siguiente, Shuri había invitado a T’Challa a ver uno de sus nuevos inventos. El nuevo sistema de defensa asentado en la tierras de la tribu del rio, tal como hacía tiempo James lo había sugerido. Sin lugar a dudad su visita estaba siendo abismalmente diferente a lo que había sido la primeraJames había aprovechado esta ausencia para visitar la cocina. Los antojos se estaban haciendo cada vez más frecuente, por lo que lo que su esposo lo llamaba “asaltar la cocina”. Llevaban ya varios días en palacio y debido las visitas del americano a esta área específica, las encargadas ya habían aprendido cuales eran sus gustos y horarios, por lo que lo esperaban con una gran variedad de manjares
Doblaba un pasillo cuando vio que en sentido contrario se acercaba el rey custodiado por Okoye y Ayo. ¿Qué debía hacer? ¿devolverse? ¿hacer una venia y pasar de largo? ¿Tal vez fingir que le entraba una llamada? Reviso sus bolsillos y había olvidado tanto su celular como su manilla. ¿Qué hacer?
- James – dijo el rey con una sonrisa- Majestad – dijo nervioso haciendo una venia- ¿tienes prisa? – pregunto el mayor- Me dio… algo de… hambre… y…- Que le preparen algo al príncipe – ordeno T’Chaka y Ayo inclinando la cabeza se alejó – ¡que sea dulce! – dijo alzando la voz- Gracias majestad – agradeció James tímidamente- ¿Nos sentamos? – sugirió el rey señalando la banca de un balcón- ¿me… pedirá que me vaya? – pregunto James nervioso- No volvería a cometer ese error dos veces – dijo el rey mientras se sentaban –. todo lo contrario, quiero agradecerte todos los esfuerzos que has hecho por acercarme a mi hijo. Yo… sé que fuiste tú quien lo convenció las dos veces de venir- Lu… T’Challa – dijo James – está un poco perturbado. Siente que usted quiere obligarlo a elegir, y aunque lo quiere, porque créame… lo quiere, no me quiere traicionar a mí.- Está a la defensiva – dijo el rey- Su vida no ha sido fácil – dijo James – y siente que usted quiere que cambie todo. Que deje de lado las cosas y a las personas que ama y lo aman- ¿Cómo el hombre que lo crio? – pregunto T’Chaka- Como a su papá – corrigió James –. Ese hombre ha hecho cosas por él que solo una madre haría por un hijo- ¿Quién es?- Él no quiere que sepa su nombre – dijo James – y no puedo traicionarlo. Pero si le puedo decir que el día que ustedes hagan las pases, el más feliz, después de mí, será ese hombre. Y no es por el dinero- ¿no? – pregunto T’Chaka- No majestad – dijo James – nosotros amamos a T’Challa, y nos importa que este bien. No sé si lo sepa, pero sufre de pesadilla con el accidente. Le da miedo dormir. Incluso lo he obligado a ir al médico. Pero la raíz de su problema es…- Soy yo – dijo el rey- Acérquese a él. Conózcalo – dijo James – es un buen hombre- No me quiere dar la oportunidad- Porque usted no ha hecho nada por conocerlo realmente – dijo James cuando Ayo se acercó con un plato y se lo ofreció – gracias – dijo sonriendo antes que la mujer se alejara – con todo respeto señor, desde que se reencontraron usted ha tratado de obligarlo a ser alguien que no es- Es el príncipe de Wak…- Se equivoca – dijo James – no es el príncipe. Es su hijo- Es lo mismo James – dijo mirándolo llevarse un trozo de pastel a la boca –. Yo soy un rey y mi hijo un príncipe. Es…- ¿o sea, que si mañana, por algún motivo – dijo James –, usted dejara de ser rey, T’Challa ya no podría ser su hijo? – y T’Chaka lo miro sorprendido – usted acaba de decir que quiere que sea hijo de un rey. En ningún momento ha dicho que quiere que sea su hijo – T’Chaka bajo el rostro analizando las palabras del hombre –. Y es precisamente eso lo que él quiere. T’Challa quiere ser su hijo, no el del rey- Nunca lo había visto desde ese ángulo – dijo el rey pensativo- ¿me permite un consejo?- Por favor – dijo T’Chaka- Despójese de todas sus ideas preconcebidas y como quería que él fuera – dijo James –. Deseche esas ideas y conozca a este T’Challa. Al que le gusta que lo llamen Luke. Que ama los wafles y sabe bailar música country. Al chico simple de Nueva York. Conocerá a uno de los hombres más extraordinarios que pisan este planeta. Piense que si lo consigue, ganara mucho más que un hijo. Tendrá contacto con su nieto, y de cierta manera, lo vera crecer. Vendremos en vacaciones, hablaran por teléfono, compartirán cosas ¿no le gustaría?- Después de todo lo que he hecho – dijo el rey sorprendido – ¿no evitarías ese contacto? Lo convenciste para venir un par de días, pero…- No importa lo que haga – dijo James sonriendo –, y así usted no lo quiera, siempre formará parte de mi familia. Nunca dejará de ser el Babba de mi esposo y el abuelo de mi hijo. Y todo lo que yo quiero es que mi familia sea feliz- ¿James? – dijo T’Challa acercándose deprisa – ¿estas bien? – y miro molesto a su padre que se ponía de pie- De maravilla – dijo el americano sonriendo – el rey me invito un pastel de chocolate mientras me contaba cosas de ti cuando eras niño- Gracias James – dijo el rey sonriendo – me divertí mucho conversando contigo – James le tomo la mano a su esposo – y creo que seguiré tu consejo. Quizás y aun este a tiempo de hacer lo que debo… y quiero- Mucha suerte majestad y gracias por el postre – respondió el americano antes que el rey se vaya- ¿de verdad estas bien? Puedes contarme lo que sea
La tarde estaba tranquila y había pasado una mañana agradable en compañía de Shuri. “Momento de hermanos” lo habían llamado la princesa. Sabía que James lo había hecho en compañía de su madre en el jardín real. Al rey no lo había visto desde la mañana, y cierta manera era lo mejor. Aun no se sentía seguro del todo con el hombre, a pesar de estar allí para intentar un nuevo acercamiento. Sin embargo su intento de poner distancia se fue al traste cuando doblo un pasillo
- Omo, te estaba buscado – dijo el rey – ¿Puedes acompañarme por favor?- Iba a buscar a James para dar un paseo – dijo T’Challa- Serán unos minutos – insistió el rey- ¿No podemos dejarlo para después, por favor? – preguntó el joven- ¿tanto sacrificio representa hablar cinco minuto con tu padre? – pregunto el rey algo molesto- ¿Qué quieres? – fue el turno del más joven de preguntar- Mostrarte que no somos tan diferente como crees – dijo el anciano- ¡Tú y yo no nos parecemos en nada! ¡Yo no soy racista! – dijo el T’Challa con cierto desprecio en su voz – ¡no juzgo a las personas por su color de piel, ni por su nacionalidad!- ¡Pero me juzgas a mí, sin darme la oportunidad de mostrarte mis heridas! – dijo su padre con tristeza en la voz- Juzgo lo que veo – dijo el príncipe- Pues, me ves muy mal – susurro bajando la voz- ¿Por qué, según tú, nos parecemos tanto? – pregunto T’Challa después de un minuto en silencio- Porque ambos renunciaríamos a todo por un americano blanco. La diferencia es que él que tú amas está en el jardín con tu hijo en su vientre. Y el que yo amo se quedó entre los escombros de la ONU en Viena, hace veinte años. Y junto a él, quede yo – susurro el rey enmudeciendo a su hijo
T’Challa había estado varias veces en la oficina del rey. Era un lugar de poder y elegancia. La pared opuesta de la puerta se veía cubierta por un escritorio de roble, que estaba rodeado por sillones negros y bien acomodados. Los detalles de la habitación eran pequeños, como un cuadro de una pantera negra que colgaba de una pared y unas estanterías de caoba, con libros y objetos de porcelana. En el centro de la habitación, una mesa redonda de mármol negro era el corazón del estudio. Sobre ella se veían una computadora, unas hojas de papel, una lámpara y un vaso con flores. La mesa estaba rodeada por sillas de cuero marrón oscuro y una alfombra que cubría el piso de madera.
T’Chaka abrió lentamente un cajón de su escritorio y saco un porta retrato blanco. Lo miro en silencio y sonrió triste acariciando la imagen
- Después que asumí el trono – dijo el rey – me casé con tu madre. Me encantaría decir que nos unía el amor, pero no mentiré. Queríamos más poder. Queríamos a trasformar Wakanda en lo que vez. Estábamos muy consciente de que los herederos debían llegar, pero…- Siempre supiste de la relación de madre y Zuri – dijo T’Challa- Ha sido un maravilloso compañero para ella y un verdadero padre para Shuri, cosa que yo nuca seré – dijo T’Chaka –. Supongo que ahora se casaran. Se lo merecen. Yo… morí en ese accidente. Es algo que tu madre siempre me reclama. Creo que si las cosas no hubiesen sucedido como… Wakanda hubiese tenido hace muchos años un consorte real blanco – y sonrió sin ganas- ¿Cómo lo conociste? – pregunto T’Challa- Trabajaba para su gobierno en la CIA – dijo el rey –, solía ser el encargado de la seguridad de eventos de mandatarios. Llevaba apenas unos meses en el poder cuando lo conocí en un evento en Francia. Me flecho en cuanto lo vi, pero… no me convenia esa relación en aquel momento. Lo volví a ver tres años después en una reunión en Mónaco. Esa vez no puede escapar del amor – dijo con la mirada perdida –. Tuvimos dos años de relación… si me entiendes.- ¿Por qué no dejaste a madre en aquel momento? – pregunto T’Challa mientras su padre se apoyaba en el escritorio al lado de donde él estaba sentado – ¿Por qué dos años de mentiras?- Lo iba a hacer – se defendió el rey – te lo juro. Pero… el juego del poder es complejo y…- Shuri – dijo T’Challa comprendiendo –. Un solo hijo no garantiza el trono- Le plantee a tu madre la idea del divorcio – dijo el mayor –, pero ella me respondió que estaba embarazada. Lo veníamos intentando hacía meses, pero…- Les salió el tiro por la culata – dijo T’Challa sin gracia – ¿madre sabía que…?- Si – dijo el rey entregándole el portarretrato – Everett, así se llamaba. Everett Ross. Vino varias veces a Wakanda. Recuerdo que Ramonda solía llamarlo mi señor o alteza cuando estábamos a solas – y sonrió triste –. Tú eras muy apegado a él. Fue Everett quien nos sugirió otro hijo – T’Challa lo miro – tanto Shuri como tú nacieron por inseminación artificial. Tú madre y yo nunca…- ¿Cómo…? Él ¿Cómo…?- Estaba… exploto la bomba y… – respondió T’Chaka y vio a su hijo cerrar los ojos –. Me aleje cuando tú empezaste a llorar porque no me veías. Fue cuando te regañe... No he podido superar… Quería que tuviéramos un hijo. Él decía que nadie debía interponerse entre tú y el trono. Pero yo… soñaba con eso.- Un hijo del amor – susurro el príncipe mientras miraba la fotografía
Cuando salió del despacho de su padre lo hizo en silencio y cabizbajo. Pensó en ir a buscar a James, pero necesitaba pensar. Aclarar sus ideas.La historia que su padre le había contado era… Se sentó en una banca del jardín de su madre y saco su teléfono. Busco en su galería de foto y se detuvo a la mitad. Agrando la foto y la contemplo en silencio por varios minutos. Miro hacia el horizonte y respiro hondo ¿Qué hacer? En realidad sabía que era lo correcto, pero ¿y si no? ¿y si terminaba causando un daño mayor?
Luke, o T’Challa, siempre se había caracterizado por ser un hombre cariñoso y atento. Los mimos y atenciones se habían triplicado desde que habían regresado a Nueva York, y le había confesado estar embarazado. Sin embargo desde el día anterior su esposo estaba ausente. Parecía que ni siquiera estaba a su lado. Tal vez lo había cansado y…Estaba sentado en el sillón que estaba junto la ventana de su habitación acariciando su diminuto vientre cuando lo escucho entrar.
- Tenemos que hablar – dijo tratando de sonar lo más seguro posible- ¿te sientes bien? – dijo el príncipe mirándolo – ¿Qué tienes? le hablo al…- Eso te pregunto yo a ti – interrumpió James poniéndose de pie para encararlo – ¿tan mal me veo ya que…? – y sus lágrimas cayeron- ¿Qué? No, no, no – suplico T’Challa abrazándolo – perdón. No quise. Cada día te ves más hermoso. y me enamoro más de ti- ¿Entonces? – dijo James mientras su esposo le limpiaba las lágrimas – ¿Por qué has estado tan distraído?- Ayer, el rey me llevo a su despacho y me conto que el gran amor de su vida también fue un americano blanco – dijo T’Challa dejando caer los hombros mientras se volvía a sentar en la cama- ¿en serio? – dijo James – jamás lo hubiese imaginado ¿Qué paso?- Lo perdió durante el atentado – dijo el moreno mientras James se sentaba a su lado – lo describió como un amor tan… bonito- Que pena – dijo James pensativo – ahora muchas cosas tienen sentido. Su tristeza cuando nos ve juntos- Pero… – agrego T’Challa y su novio lo miro intrigado – su nombre… el nombre de ese hombre- ¿Qué hay con él? – pregunto James- ¿te suena el nombre Everett Ross?- ¿es broma? ¿Cómo…? – pregunto James- No, como – corrigió el moreno –. Es el Everett Ross en el que estás pensando- Imposible – susurro James- Me mostro su foto. Es el mismo- ¿Me estás diciendo que el hombre poderoso del que…? Tienes que decírselo – dijo James- ¡No! – respondió T’Challa – ¡Nunca! ¡Y esta fuera de discusión!
Sentado tras su escritorio, el rey T’Chaka miraba el retrato que tenía en las manos. Veinte años habían pasado y él simplemente no podía olvidar. ¿Cómo hubiese sido su vida si se hubiese llegado a casar con el americano? Feliz. De eso no tenía ninguna duda. Se vería exactamente como su hijo lo hacía. Nunca hubiese alejado a los príncipes de Ramonda, pero definidamente Everett hubiese sido una madre excepcional para ellos “Nunca te voy a olvidar, amor mío” susurro antes de basarlo mientras sus lágrimas caían
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Los siguientes días fueron un poco… “raros” desde el punto de vista del rey. T´Challa y James parecían distanciados, y más de una vez los encontró discutiendo en voz baja en algún pasillo. Intento aconsejarle a su hijo de que fuese paciente con el americano, ya que debido al embarazo los cambios de humor del hombre estarían a la orden del día, pero lo único que logro fue que el príncipe le gritase que dejara de meterse en su vidaDesgraciadamente, James los había escuchado, lo cual había derivado en otra pelea, en la cual su hijo grito que él no merecía ningún tipo de consideración del americano. Otra vez durante el desayuno James se había aclarado la garganta, pero T’Challa solo había negado molesto. El americano se había levantado furioso de la mesa con rumbo al jardín, mientras su hijo lo había hecho para subir a su habitación. Empezaba a plantearse que por el bien del matrimonio, y de su nieto no nacido, deberían volver a América. Tal vez eso les ayudaría. El problema residía en ¿Cómo decírselo sin que se lo tomasen a mal? Y sin que la reina y Shuri creyesen lo mismoSin embargo no se podía quedar con los brazos cruzados.
Esa noche, mirándose en el espejo de su baño, se armó de valor y decidió hacer algo. Salió lentamente del baño y miro a la mujer que estaba absorta en su lectura. Respiro hondo y se aclaró la garganta para llamar su atención
- ¿pasa algo? – dijo Ramonda levantado la vista de su libro- Si – dijo – y estoy completamente seguro que sabes que es- T’Challa y James – dijo la reina con pesar cerrando su libro- Creo… que su estadía en Wakanda esta…- No, por favor – suplico la mujer –, eso no- …repercutiendo en su relación – dijo T’Chaka –. Si se quedan pueden terminar… Ramonda…- No quiero perderlo – dijo mientras sus lágrimas caigan- él no se va alejar de ti. No tienes que tener miedo de eso – aseguro el rey tomándole las manos –. El problema soy yo, no tú. Tal vez dentro de un tiempo… Piensa en nuestro nieto – pero en ese momento golpearon desesperadamente la puerta de su habitación – ¿pero que…?- ¡Por Sekhmet! – dijo Ramonda abriendo la puerta – ¡Omo! – sorprendida- T’Challa – dijo el rey – ¿estas bien? – preguntó cuando el joven se quedó mirándolo fijamente- ¡No puedo! – susurro el príncipe- ¿Qué no puedes? – pregunto su madre- ¡No puedo! – susurro el príncipe – ¡No puedo! Perdón ¡No puedo!- ¿hermano, que pasa? – pregunto Shuri saliendo de su recamara- Perdóname. ¡No puedo! – susurro el príncipe- ¿hay algún problema con el bebe? – pregunto su madre- ¿Dónde está James? – fue el turno del rey- Estoy aquí majestad – contesto este parándose al lado de su esposo- ¡No puedo! – susurro el príncipe e intento regresar a su recamara- ¡No, Luke! – dijo deteniéndolo- No quiero que… – dijo su esposo desesperado- Debes hablar con…- ¿y si me equivoco? – dijo T’Challa- No estas obligado a n… – dijo el rey intentando calmar la situación- ¡Si lo está! – interrumpió James de manera tajante sorprendiendo a todos – escúchame – dijo tomando las manos del príncipe – ¿me amas?- ¿Qué?- Te pregunte si me amas- Por supuesto que te amo – dijo el moreno- ¿amas a nuestro hijo? – pregunto James tomando su mano y colocándola sobre su vientre- Usted lo son todo para mi – susurro T’Challa apoyando su frente en la del americano- Imagínate perdernos – susurro James y el príncipe intento alejarse pero no lo permitió – imagina que mañana, cuando volvamos a Nueva York, pasa algo… y te dicen que yo morí y nuestro hijo…- ¡Shhh! ¡no digas eso ni en broma! – susurro el príncipe abrazándolo desesperadamente- Ahora imagina vivir… veinte años… con eso – dijo James escondiendo el rostro en el pecho de su marido – yo no podría ni una hora. Sálvalo – suplico con lágrimas en los ojos- Fue cruel – dijo T’Challa mirando a su padre- no fue él, y lo sabes – dijo James sonriendo triste –. Quien hizo todo esto fue su dolor, no él- No lo merece- pero tú padre si – dijo James levantando el rostro –. ¿No te das cuenta? Eres tú. Siempre has sido tú. Renuncio a todo por amor a ti – y T’Challa miro al rey –. por favor…