CUARENTA Y CINCO
12 de septiembre de 2025, 23:26
Tener a sus amigos de regreso se sentía como un alivio emocional. Pero, al mismo tiempo, como una pared entre él y Chase.
Después de que se fue, y sus amigos se quedaron por unas horas, Chase no regresó.Y eso... dolió.Intentó dormir, pero no podía. Despertaba a cada rato.
No lo entendía. ¿Por qué le dolía? No era como si dependiera de ver a Chase a cada segundo. Supuso que era el hecho de haber compartido cuarto con él. Se sentía solo en la habitación del hospital.
Sabía que ahora estaba bien. Sentía que estaba lo suficientemente bien como para dormir en su cuarto, pero no lo habían dado de alta aún.
¿Eso lo iba a detener? La verdad... no.
Con cuidado, desconectó las máquinas como sabía hacerlo y se quitó los aparatos con tanto cuidado como podía.Eran quizá las once o doce de la noche, pero no pensaba con claridad.Solo tenía un objetivo en mente.
Ver a Chase.
No sabía por qué lo hacía, pero quería hacerlo.Quería compartir espacio con él como lo había hecho antes.
Se coló por los pasillos, caminando hasta llegar a su habitación.Puso el código en la puerta y entró.
Pudo relajarse en su propio espacio.
Miró a Chase dormir profundamente. Sonrió con dulzura y se recostó en su propia cama.Saber que el moreno estaba en la otra cama era reconfortante. Lo dejó dormir.
A la mañana siguiente, se despertó por un toque en la frente. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que se trataba de Chase. No se veía feliz.
—¿Qué haces aquí? Aún te quedan dos días antes de que te den de alta.
Su ceño fruncido en confusión lo avergonzó.Mierda. Pensaba quedarse al menos una hora, no toda la noche.
—¿¡Me quedé dormido!? ¡Maldición! —se sentó en la cama rápidamente, aún sintiendo la mirada de Chase sobre él—. ¿Qué me ves?
Dijo un poco a la defensiva.
—Marshall. ¿QUÉ HACES AQUÍ?
Pasó su mano por el rostro con frustración. Sentía que intentar dialogar con Marshall esa mañana sería difícil.
—Ya... no podía dormir.
—¿Por eso te colaste a nuestra habitación en la madrugada? ¿Cuando estás en tratamiento médico?
Marshall formó una línea con los labios y después le sonrió a Chase con inocencia fingida.
—Sí.
—Marshall... ugh... —puso sus manos en los hombros del albino—. No puedes hacer esto.
—Lo sé.
—¿Lo sabes? No parece.
—Bueno... sí. No debí irme del hospital así como así. Pero... es que de verdad no podía dormir. Solo cuando vine y te vi... vivo... pude relajarme.Y ayer no fuiste a despedirte de mí. Sé que es estúpido que me queje por algo así, ¿bien? Estoy actuando como una mariquita, pero ¿puedes culparme?Mis amigos se fueron y solo quería verte, y no fuiste.No es reproche, pero no puedes hacer eso solo porque sí.Digo, no soy quién para mandarte, pero... ¿lo entiendes, no?
El albino estaba hablando a un ritmo tan rápido que Chase tuvo que parpadear varias veces en señal de que se estaba perdiendo.
—Alto. Alto. Alto. Espera. Más despacio. No comprendo.
El albino siguió parloteando sin parar.
—Marshall.
Siguió.
—¡Marshall!
—¿Qué?
—No estoy comprendiendo. Estás hablando muy rápido. Pero eso no importa ahora. ¿Por qué te fuiste?
—¿Eres sordo o qué? No pude dormir.
—Ajá. Eso sí lo escuché. Pero... ¿por qué?
—¡No sé! No me gusta el hospital. Me da nervios.
Chase negó.
—Pero no puedes—
—Y también no te vi ayer desde que te fuiste.
La reacción tan avergonzada de Marshall hizo que Chase bajara sus defensas. No podía con él. No en ese estado. Quizá el efecto de la anestesia seguía en él.
—Marshall...
—Solo me preocupé, ¿okey? No pasará otra vez.
Las manos de Marshall comenzaron a temblar levemente. Y las movía inquieto.
—Marshall...
No sabía qué hacer. No sabía qué decir.No esperaba esta situación.No esperaba a Marshall actuando tan fuera de sí.
—Creo que debería volver. No quiero molestarte más.
Hizo el ademán de levantarse de la cama, pero Chase lo detuvo.
—No me molestas, espera. Solo... no lo comprendo, ¿sí?
Marshall rodó los ojos. Fastidiado.
—¿Qué no entiendes? Mierda.
—Explícamelo una vez más.
—Ya déjame.
—Marshall.
—Ya me voy.
Intentó levantarse otra vez, pero lo detuvo Chase. Marshall estaba molestándose y no comprendía por qué.
—Solo quiero respuestas.
—¡YA! ¡No lo sé!
Colapsó.Marshall estaba teniendo un colapso emocional. Estaba molesto, sí, pero las emociones lo abrumaron y no pudo evitar que sus ojos se cristalizaran.No entendía qué le estaba pasando.
—¡No lo sé! ¡No lo sé! ¡Solo me molestó mucho que ayer no fueras a verme! ¡Me dolió!
Chase se quedó quieto.¿A Marshall... le dolió? ¿Le acababa de decir que le había dolido?¿Desde cuándo era capaz de decir lo que sentía?
Frunció apenas los labios, en una mueca confusa.¿Tenía que disculparse, si ni siquiera creía que lo que había hecho era tan grave?
—Déjame ver si entiendo... ¿Viniste en la madrugada porque te sentiste mal de que no fui a verte?
—Dicho así... suena estúpido.
Marshall se abrazó a sí mismo.
—Bueno... solo un poco. Pero, ¿por qué te molestarías por algo así?
—No... no lo sé. Solo... quería verte.
La declaración lo dejó frío. Chase se sonrojó, de nuevo.Marshall era demasiado directo para su propio bien.
—Creo que entiendo. Pero no es razón para venir hasta acá. ¿Cómo está tu brazo?
Sin pedir permiso, tomó el brazo de Marshall con suavidad.La venda seguía bien colocada. No había sangre, ni señales de que la sutura se hubiera abierto.A diferencia de él, la herida de Marshall no dejaría una cicatriz tan grande.
—Está bien. No dormí sobre él...
Chase no notó lo cerca que estaban hasta que alzó la vista.
Otra vez esa cercanía.Otra vez respiraciones entrecortadas. Otra vez los ojos brillando.Otra vez ese momento que no sabían nombrar.
—Uh... tengo que irme. Si no salgo ahora, Marshall, voy a llegar tarde al entrenamiento matutino.
Marshall se fijó en la hora: 5:43.
—Volveré a la enfermería. Tal vez, con suerte, consiga que me den el alta.
—Y si no, iré a verte. ¿Bien? Trata de seguir descansando. Si hay planes en la base, te los haré saber.
Marshall asintió.
—Adiós.