Semillas y secretos
8 de octubre de 2025, 12:32
Sí, mi señora. - Ascendiendo con energía, sus rizos saltando, y salió disparada hacia la puerta. Una doncella no corría y tampoco le dio tiempo regañarle por su pelo. Negó con la cabeza. Había sido su madre quien había mimado demasiado a la niña, llenándola de afecto y de expectativas que no le correspondían. Con su fallecimiento, le había pasado a ella la difícil responsabilidad de educarla correctamente. Con sus hijos, ella no cometería esos errores.