ID de la obra: 950

El títere

Het
NC-17
Finalizada
3
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
109 páginas, 49.404 palabras, 26 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
3 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar

9. La todopoderosa Tonks

Ajustes de texto
Cuando Harry llegó al cuartel por la mañana, fue requerido en el despacho de Dumbledore. –¿Se puede saber dónde has estado toda la noche? Te estuvimos llamando y no apareciste. Y en tu habitación tampoco estabas. Tuvimos que abortar una misión por tu culpa. –preguntó Snape de manera brusca. –Por ahí. –se limitó a decir Harry. –¿Por ahí? ¿Qué clase de excusa barata es esa? –No es ninguna excusa. Tiene dos opciones, creérsela o no. Si no lo hace es problema suyo. –Es un impertinente, igual que su padre. –dijo Snape. –Mi padre no era ningún impertinente. –dijo Harry. –¿Y usted qué sabe, si sólo era un mocoso cuando lo enviaron al otro barrio? –provocó Snape. Harry se abalanzó sobre Snape, le golpeó en la cara y lo tiró al suelo. Harry fue hacia él para darle una paliza pero Snape consiguió detenerlo. –¡Basta, Harry! –gritó Dumbledore. Pero Harry seguía forcejeando con Snape. Dumbledore solicitó ayuda y aparecieron los agentes Kingsley Shaklebolt y Rubeus Hagrid. Entre los dos, con la envergadura que tenían, consiguieron neutralizar a Harry. –¡Tranquilo, muchacho! –dijo Kingsley. –¡Harry, tranquilízate, por favor! –¡Dejadme en paz! –Harry se soltó y se fue dando un portazo. –Gracias, Kingsley, gracias Hagrid. –¡Por el amor del cielo! ¿Por qué estaba Harry tan alterado? –preguntó Hagrid. –Potter se encuentra muy susceptible últimamente. –¿Le has provocado, Snape? –preguntó Kingsley. –No he dicho nada que no fuera cierto. –se defendió Snape. –Pues deberás medir tus palabras, la próxima vez puede que no estemos tan cerca para salvar tu culo. –añadió Hagrid. –No sufras, me las habría arreglado. Harry salió del despacho como alma que se la lleva el diablo. Con lo bien que había empezado el día para él. Se fue derecho al gimnasio y empezó a dar puñetazos al sparring con todas sus fuerzas, imaginándose que era la cara de Snape. Estuvo así un rato hasta que acabó desfondado. A la hora de la comida Harry se sentó a comer solo, aunque no tenía hambre. Entonces, notó cómo alguien se sentó a su lado. –Hola Harry. ¿Por qué tan solo? –preguntó Tonks. –No estoy de humor, Tonks. –Bueno, pues como siempre. –¿Qué quieres? –preguntó Harry bastante cansado. –Quería hablar contigo. ¿Te acuerdas que te dije que me sonaba la cara de Narcissa Malfoy?–Harry asintió con la cabeza.–Pues bien, agárrate. Resulta que me sonaba de haber visto alguna foto por casa. Cuando le pregunté a mi madre, me dijo que Narcissa es su hermana pequeña. En otras palabras, mi tía. –¿Tu tía? –Sí. Mi madre tiene dos hermanas. Narcissa y Bellatrix. Según mi madre, Narcissa es la menos mala. Me dijo mi madre que su familia siempre ha simpatizado con las ideas de los mortífagos y básicamente la echaron de la familia cuando se casó con mi padre porque no les gustaba su origen. Así que al final la “rara” es mi madre. –Siento lo de tu familia. –dijo Harry. –Ya, bueno. En todos los sitios cuecen habas. De todas formas, mi madre siempre ha tenido la mente mucho más abierta y dice que volvería a casarse con mi padre aunque lo volvieran a matar. –¿Mataron a tu padre? –Sí, los mortífagos. Estaba muy bien localizado teniendo a unas cuñadas así. Pero aún sabiendo el riesgo que corría al estar con mi madre, mi padre quería estar junto a mi madre y fue feliz con ella. Entonces, con lo que le había contado, Harry vio que los dos tenían más en común de lo que pensaban. Tonks podría ser una gran aliada en su lucha contra Voldemort. –¿Te interesa hacer justicia? –preguntó Harry. –Cuenta conmigo. Y sonrieron. Después de comer, los dos se fueron a la habitación de Harry. –¿Has oído hablar de Sirius Black? –preguntó Harry. –¿Sirius Black? ¿Te has decidido investigar a toda mi familia? –¿También es familiar tuyo? –Se podría decir que es un tío segundo. Aunque como ya has visto, la mayor parte de mi familia materna no es trigo limpio. –Sí, reconozco que son muy problemáticos, pero necesito hablar con él. –Harry, no sé si debo contarte esto, pero traicionó a tus padres. ¿Realmente quieres hablar con la persona que traicionó a tus padres y mató a un montón de gente? –Sí, ya lo sé. Y no por Dumbledore precisamente. Pero hay algo que no me cuadra en toda esta historia y necesito hablar con él para llegar hasta Voldemort. –Aprecio un poco de rencor hacia Dumbledore. ¿Puedo saber qué ha pasado? –Que me ha estado engañando como a un gilipollas toda mi vida. –¿Qué quieres decir? –preguntó Tonks. –¿Has oído hablar del “Proyecto Potter: el niño que sobrevivió”? –No. –De casualidad vi mi apellido en una carpeta del despacho de Dumbledore y me decidí a investigar. Me colé en su despacho y conseguí cierta información sobre mi familia y del proyecto. Cuando me quedé huérfano, Dumbledore vio el cielo abierto para intentar moldearme, convirtiéndome en un asesino. –Joder. Lo siento mucho. Te podrías meter en un lío por eso. –¿Crees que me importa después de lo que he averiguado? Han hecho conmigo lo que han querido durante toda mi vida. Si no he dejado ya la Orden es porque la necesito para acabar con Voldemort. –Está bien. Retomemos. ¿Qué es lo que no te cuadra en toda la historia? ¿Crees que Black te va a contar algo? –Digamos que me han pasado una foto en la que aparece Peter Pettigrew con Voldemort. –A ver, me estoy perdiendo. ¿Quién es ese Pettigrew? –Un amigo de mis padres. Según todos los informes, Black se lo cargó junto a civiles que tuvieron la mala fortuna de pasar por allí. Sólo se encontró un dedo suyo. No hay cadáver. –Oye, esto empieza a venirme grande. ¿Por qué no informamos a Lupin de esto? Al fin y al cabo, era amigo de tus padres. –No podemos. Confía demasiado en Dumbledore. Antes de pedir su ayuda necesitamos hablar con Black. –¿Y por qué no se lo dices a Dumbledore? Te estaba ayudando a buscar a Voldemort. –No lo quiero hacer si no es estrictamente necesario. Esta vez quiero ser yo quien tenga el control. Además, Snape me odia y haría cualquier cosa por joderme. Es un agente doble y no estoy seguro de qué bando está. –¿Y cómo se supone que vamos a hablar con Black? En cuanto pongamos un pie en la prisión, Dumbledore lo sabrá. –Ahí es donde entras tú y una colaboradora inesperada. Necesito que consigas un documento de identidad falso, una acreditación de periodista falsa, un pinganillo y un dron espía. –Harry, ¿a quién has involucrado en todo esto? –Se llama Hermione Granger. La salvé de unos matones y no me preguntes cómo me ha enredado para que la deje participar. –¡Vaya! No me digas que te has enamorado. –dijo Tonks con tono burlón. –Harry se ha hecho mayor. –Cállate. El caso es que gracias a ella obtuve la foto que me hace dudar de los informes. –Me da miedo preguntar cómo consiguió esa foto. No sé qué te traes con ella, Harry. Entiendo que busques mi ayuda pero involucrar a una civil en los asuntos de la orden es muy peligroso. –¿Crees que no lo sé? A mí tampoco me hace gracia, pero ella ha insistido y me está siendo de más ayuda que el viejo. –Está bien. Como quieras. Te ayudaré. –También necesito que desvíes todas las llamadas de mi teléfono a un móvil que recogerás a las cinco de la tarde del banco cerca de la estatua del parque de St. James. –¿Un móvil? –Sí, es el que usaré para estar en contacto con Hermione para que no me localicen. Este lo dejaré aquí para que no sospechen. –¿Y por qué tengo que recogerlo yo? –Porque después de atizar a Snape me querrán controlar todavía más. Seguro que se están preguntando qué ha fallado del proyecto. Puede que por eso me pidieran volver aquí. Así que de momento necesito unos días para ser el chico “bueno” y obediente otra vez. –Harry, sinceramente. Pensaba que eras un tipo más sencillo.

00000000

Unos días después, Harry y Tonks armaron un plan para hablar con Black. Harry recogió a Hermione y se fueron a casa de Tonks. Cuando llegaron, Harry las presentó. –Hermione, esta es Nymphadora Tonks, la experta en cibercrimen de la Orden. –Y fan de su madre –añadió Tonks. –Por cierto, Harry, ¿quieres dejar de llamarme Nymphadora? –Encantada. –dijo Hermione. –¡Vaya! Así que tú eres la que ha hecho latir el corazoncito de Harry. –Tonks, no empieces. –advirtió Harry, consciente de que se habían caído bien desde el segundo uno. –Te explicaré el plan. –Harry, eres un aburrido. Déjame ofrecer algo de picar a Hermione. Perdónalo Hermione, está en modo trabajo. –dijo dirigiéndose a Hermione. Harry hizo caso omiso a la interrupción de Tonks y continuó. –Cogerás un taxi y te dirigirás a la prisión de Azkaban. Te registrarán y seguramente te dejarán sin teléfono. Allí te presentarás como Rita Skeeter, una periodista freelance que quiere vender un reportaje sobre la vida en Azkaban. Como esos permisos los tendrá que dar el director de la prisión, seguramente acabes hablando con él. Les dirás que no sólo quieres conocer las instalaciones, sino también el punto de vista de trabajadores y presos. Tonks ha investigado en su sistema informático y ha averiguado que el preso más antiguo es Black, así que dirás que quieres conocer el punto de vista de diferentes presos para evitar sospechas: el más nuevo, uno que haya estado durante unos pocos años y del preso más antiguo. –Vale, pero ¿qué pasa si me ofrecen a un preso que no sea Black? Se supone que yo no debo saber quién es el más antiguo. –preguntó Hermione. –Entonces les dirás que quieres hablar con el más peligroso o el que haya cometido el crimen más atroz. Tonks ha conseguido meterse en los archivos de la prisión y hemos visto la ficha de cada preso. –Sí, y Black es el que gana en atrocidad. Por suerte el nivel de peligrosidad está clasificado por colores, porque habríamos tardado una eternidad en ir ficha por ficha. –añadió Tonks. –¿Y si aún así se niegan? –preguntó Hermione. –¿Quieres abandonar, Hermione? –preguntó Harry. –Si quieres abandonar no hay problema. No tienes por qué hacer esto. –No, no es eso. Es que no estoy acostumbrada a todo esto. –Hermione. Una de las cosas que antes se aprenden en la Orden es que aunque intentes planificarlo todo, siempre pueden surgir imprevistos. –¿Y qué se hace en esos casos? –preguntó Hermione temiendo la respuesta. –Improvisar. –¿No hay un plan B? –preguntó Hermione. –No siempre se puede tener un plan B. –dijo Harry. –Por cierto, se te ha olvidado decirle un detalle importante, Harry. Al ser un reportaje, esto te puede llevar varios días. –¿Y qué voy a hacer con mi trabajo? No puedo estar pidiendo permisos así como así. –Aquí tienes. –Tonks le extendió un papel –Una baja médica falsa pero con apariencia muy real. La baja ya está enviada telemáticamente. No tienes que hacer nada, excepto avisar de que estás enferma y que ya has enviado la baja. –¿Cómo lo has hecho? –preguntó Hermione, que no daba crédito. –Nadie diría que fuera falsa. –Todo esto es pan comido para mí. –dijo Tonks. –Simplemente entré al servidor de la seguridad social, introduje tu número, puse que tienes una gripe, una receta, la baja médica y metí una firma electrónica. –¿Puedes hacer todo eso? –Y mucho más. Yo soy dios, querida –dijo Tonks alegremente. Continuará…
3 Me gusta 0 Comentarios 0 Para la colección Descargar
Comentarios (0)