ID de la obra: 950

El títere

Het
NC-17
Finalizada
3
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
109 páginas, 49.404 palabras, 26 capítulos
Descripción:
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21. Voldemort

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Voldemort tenía un aspecto amenazador. A pesar de tener una estatura media, su cara parecía la de una serpiente dispuesta a atacar en cualquier momento. Tenía la cabeza rapada y una piel blanca y muy pálida, como si no hubiera visto el sol en años. –Hola Harry, por fin te conozco. Has crecido mucho tiempo desde la última vez. Ya tenía ganas de tenerte como invitado. Por un momento creí que eras tu padre. –dijo Voldemort. Harry no dijo nada. Tan sólo le miraba fijamente con cara de pocos amigos. –Me consta que tú también tenías ganas de verme, pero todavía no has abierto la boca. De hecho, Bellatrix me ha dicho que pensabas irte sin ni siquiera saludar. No me lo esperaba de ti. –Deja marchar a mis amigos. –ordenó Harry. –Es de mala educación venir a casa ajena a dar órdenes, Harry. ¿No te lo enseñó Dumbledore? –Déjales marchar. No tienen nada que ver en esto. –dijo Harry. –Pero les has involucrado para atacar la mansión. Por tanto, tú serás el responsable de sus muertes. –¡Déjales marchar! –volvió a repetir Harry. –Nuestro invitado se ha rayado. No para de repetir lo mismo todo el tiempo. –dijo Voldemort, mientras los mortífagos reían a coro. –¿Dumbledore no te ha enseñado a decir otra cosa? Al ver que eso no resultaría, Harry pensó en una alternativa. –Pelea conmigo. Uno contra uno. Sin armas. Si gano yo, les dejarás marchar sanos y salvos. –¿Quieres batirte en duelo conmigo? ¿Y si gano yo? –preguntó Voldemort. –Eso no ocurrirá. –dijo Harry. Voldemort y los mortífagos comenzaron a reír. –No sabía que eras tan divertido, Harry. Eres demasiado optimista, ¿no crees? ¿No has visto el estado lamentable en el que te encuentras? Y todavía cree que puede ganar. Debes saber que no eres el único que sabe luchar. –Si pierdo yo acabarás con mi vida. Es lo que más te gusta hacer, ¿no? Matar a gente. Acabarás lo que no acabaste de hacer aquel 31 de octubre. –Eso es cierto. –le dio la razón. –De acuerdo, acepto el trato. Pero debes saber que además de a ti, también mataré a todos tus amigos. –Harry, jamás lo cumplirá. Hará trampa y lo sabes. –dijo Lupin. –No te enfrentes a él. Si estuvieras al 100% no te detendría, pero estás muy debilitado. Lo único que debes hacer es ganar tiempo hasta que lleguen los refuerzos, pero no pelees. Harry hizo caso omiso de las órdenes de Lupin y se puso en guardia. Miraba fijamente a Voldemort, esperando sus movimientos. Harry pensó que por la pose que ponía dominaba las técnicas del boxeo, pero no se podía fiar, seguramente dominaba algún otro estilo de lucha. Voldemort lo atacó con un puñetazo que Harry consiguió esquivar por los pelos, pero no pudo esquivar otro que lo tiró directamente al suelo. Con la herida del costado y la pérdida de sangre había perdido movilidad, velocidad, reflejos y fuerza. Harry se levantó con un poco de dificultad y se tocó la comisura de los labios, que sangraba después del golpe. Esta vez fue Harry el que intentó atacar, pero ya no era el de antes, Voldemort le dio un rodillazo en el estómago, que le dejó de rodillas. –¿Todavía piensas que puedes ganar? –le preguntó Voldemort, dándole una patada en la cara, tirándolo para atrás. Harry comenzaba a respirar con dificultad. –Menuda decepción. Tenía otras expectativas sobre ti. Pensaba que me iba a divertir más en este duelo. Pero estoy perdiendo el interés. Harry se encontraba en el suelo tosiendo y escupiendo sangre. No sabía cuánto más podría aguantar. –¿Sabes una cosa? Incluso tu madre me dio más batalla que tú. Tu padre fue patético la noche que lo maté. –provocó Voldemort. A la mención de sus padres, a Harry le recorrió la rabia y recordó que gracias a ese mal nacido, la vida de su familia se truncó. Sin saber de dónde sacó las fuerzas, Harry se levantó y atacó a Voldemort, propinándole muchos golpes del kung fu. Voldemort no se esperaba el ataque. Harry siguió golpeándolo hasta que consiguió derribarlo. –¡Maldito seas! –maldijo Voldemort. Voldemort contraatacó, pero Harry le esquivó, golpeándolo de nuevo con golpes secos que casi dejan a Voldemort sin aliento. –¡Así se hace Harry! ¡Acaba con él! –le animó Hagrid. Harry estaba agotado, pero no quería hacérselo ver a Voldemort que se volvió a levantar e intentó atacar a Harry de nuevo. –Voldemort está perdiendo la precisión que tenía al principio. Los golpes de Harry le están haciendo efecto. Lo van debilitando poco a poco. –dijo Lupin. –Sólo esperemos que pueda aguantar. Voldemort no podía creer lo que estaba pasando. ¿Cómo un tipo que había perdido tanta sangre podía luchar de esa manera? –¿Tienes miedo, Tom? –preguntó Harry. Esta vez, el golpe no fue físico, sino mental. –¿Cómo me has llamado? –preguntó Voldemort sorprendido. –Tom. ¿No es ese tu verdadero nombre, Tom Riddle? –¿Cómo sabes eso? –preguntó. –Sé más de lo que crees. Por la cara de tus lacayos veo que ellos no saben nada. –dijo Harry. –Odiáis a los judíos, pero aquí, vuestro jefe es de origen judío. Su nombre real es Tom Riddle. Según sus principios, tendría que matarse a sí mismo. Ese odio que tiene lo tiene hacia sí mismo. Qué paradoja. Con el desconcierto de Voldemort, Harry volvió a atacar y derribó a Voldemort de un sólo golpe, cayendo junto a Bellatrix. –Ríndete, Tom. Tu lucha no tiene razón de ser. Voldemort estaba exhausto, no podía más y sabía que estaba acabado. Pero entonces le quitó la pistola a Bellatrix y disparó a Harry, dándole en el hombro izquierdo. –¡Harry! –gritaron todos en la Madriguera y sus amigos en la mansión. Con ese disparo le inutilizaron el brazo izquierdo, que caía muerto. –Las tornas han vuelto a cambiar, Potter. –dijo Voldemort. –Dijimos que lucharíamos sin armas. –le recriminó Harry. –Mentí. –dijo Voldemort. –¿Creías que ibas a salir con vida de aquí? Si lo creías es que eres un iluso. –Eres un ser rastrero. –dijo Harry. Voldemort le volvió a disparar, esta vez, dándole en la rodilla derecha. –Si sigues así, tendrás más agujeros que un queso gruyer. Voldemort le volvió a golpear en la cara, haciéndole caer. –Ahora estás a mi merced. –le dijo sin dejar de apuntarle. –Pero antes de morir, te haré un último favor. Te voy a contar con todo lujo de detalles cómo maté a tus padres y el gran placer que sentí al hacerlo. Entonces eras muy pequeño y es probable que no lo recuerdes. –Qué hijo de puta. –dijo Lupin. –¿Sabes por qué los maté? Porque empezaron a meter sus narices en mis asuntos y truncaron mis planes de imponer mi ley. ¿Y qué mejor noche para morir que la dedicada a los difuntos? Cuando entré en tu casa, me encontré a tu padre en la escalera. Por lo visto intentaba proteger a mami, pero se le notaba el terror en los ojos. Estoy seguro que sabía que ese sería su fin. Me bastó con apretar el gatillo para agujerearle la cabeza. Tendrás el placer de morir como tu padre, aunque con algo más de dolor, por supuesto, no voy a desaprovechar la ocasión, pero no te preocupes, que seguirás sus pasos y te remataré en la cabeza. En la Madriguera no podían creer cómo alguien podía llegar a ser tan sádico y cruel. –Cuando subí vi a tu patética madre despidiéndose de ti. Te decía que fueras fuerte. ¿Cómo has podido decepcionar así a tu madre? Mírate, te dijo que fueras fuerte y estás aquí hecho una piltrafa. Cuando intentó atacarme, le disparé en el estómago, pero seguía viva. No te preocupes, tú también recibirás tu correspondiente disparo en el estómago. Después, como soy un caballero, te rajé la cabeza haciéndote esa cicatriz en forma de rayo. ¿A qué es chula? Así siempre llevarás un recuerdo mío. Tus llantos casi me dejan sordo. Mientras te la hacía, tu madre gritaba: ¡A Harry no! ¡A Harry no! Era patética. Lo que no me esperaba era que sus amiguitos de la Orden del Fénix llegaran tan pronto, así que, por desgracia, no pude recrearme más. Rematé a tu madre con un disparo en el corazón y me fui. Después de eso tuve que esconderme como una vulgar rata durante años. En la Madriguera estaban todos llorando con la crueldad con la que hablaba Voldemort. –¿Por qué no me mataste, entonces? –preguntó Harry. Mientras lo hacía, Harry se llevó la mano a un costado, cerca de la herida, y cogió algo del cinturón. –Porque me parecía más trágico y divertido dejar a un bebé huérfano. –contestó Voldemort. –¿Huérfano como tú? –preguntó Harry. –¿Te pareció divertido ser huérfano, Tom? Eso sólo muestra que estás podrido por dentro. –¡Cállate! Ha llegado tu hora. Voldemort se disponía a disparar, pero entonces, Harry le lanzó un shuriken que se le clavó en la mano y desvió el tiro. Con el desconcierto de todos, Hagrid, Kingsley y Ron aprovecharon para obtener el control de sus captores. Con fuerzas que no supo de dónde sacó, Harry se abalanzó sobre Voldemort y le dio un codazo en la cara. Harry estaba encima de Voldemort y al ver que Bellatrix iba en su ayuda, le sacó la estrella ninja de la mano y se la lanzó a Bellatrix, clavándosela en la frente y matándola en el acto. Mientras hacía esto, Voldemort recuperó el arma y disparó a Harry en el estómago. Todo el mundo se quedó quieto. Esta vez sí parecía el fin. A Harry le empezó a salir sangre por la boca y apenas podía respirar. Mientras ocurría esto, Harry miraba a Voldemort, que reía como un poseso. Antes de caer muerto, Harry decidió que no se iría del mundo sin deshacerse de Voldemort. Así que, con un golpe seco, le golpeó con el codo derecho en uno de los puntos vitales del cuerpo humano. Voldemort fue perdiendo poco a poco la sonrisa, hasta que se quedó sin aliento y murió. Harry se levantó con mucha dificultad, dio unos pasos cojeando y cayó al suelo. Entonces, todo se volvió negro. Continuará…
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