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Una tarde, Harry y Hermione se encontraban viendo una película acurrucados cuando alguien tocó el timbre de la puerta. Hermione fue a abrir y se encontró con Rufus Screamgeour. –Señor Screamgeour, pase, ¿qué se le ofrece? –Siento haber venido sin avisar. Quería hablar con el señor Potter. –Adelante. –Hola, señor Potter, ¿cómo van sus heridas? –preguntó después de estrecharle la mano a Harry. –La rodilla aun me molesta un poco, pero estoy mucho mejor. Pero supongo que no ha venido a hablar de mi estado de salud, ¿verdad? –No, pero no hay que perder los modales. –¿Y a qué debemos su visita? –preguntó Hermione. –Bueno, quería saber qué va a hacer cuando se recupere completamente de sus heridas. –respondió Screamgeour. –No lo sé. Hermione y yo habíamos pensado en hacer un viaje antes de que avanzara el embarazo y naciera el bebé. –No sabía que serían padres, felicidades. –Gracias. –dijeron Harry y Hermione al unísono. –No obstante, me refería a después de que acaben sus merecidas vacaciones. –aclaró Screamgeour. –Señor Screamgeour. Harry todavía no se ha recuperado de sus heridas, pero va a tomarse un año sabático desde que nazca el bebé. –respondió Hermione. –¿En serio? –preguntó Harry, que no tenía ni idea de esos planes. –Sí, nunca has tenido vacaciones y te lo has ganado. Además, con el bebé no nos va a faltar trabajo. Me gustaría que disfrutaras del bebé todo el tiempo que puedas y su primer año de vida es un buen momento. Espero que el cuerpo de policía no tenga ningún problema con ello. –Por supuesto que no, señorita Granger. Con todo lo que ha hecho el señor Potter, la sociedad le debe un merecido descanso –dijo Screamgeour. –No obstante, sí que me gustaría pedirle que después de ese año sabático, se uniera al equipo de operaciones especiales de la policía. –Lo siento señor. –rechazó Harry después de mirar a Hermione. –Mi vida ha cambiado y a diferencia de antes, van a haber dos personas que me esperen en casa. Esa vida es peligrosa. Supongo que buscaré un humilde trabajo. –Es una pena que se desperdicie su talento y su juventud, señor Potter. Pero si le soy sincero, no sé si aguantará ese tipo de vida. Por lo que sé, usted es un hombre de acción, y estoy seguro de que de alguna manera sigue entrenando. Alguien debe hacer ese trabajo. –opinó Screamgeour intentando convencerlo. –Sí, pero mi prioridad ahora es mi familia. –Harry, escucha. Creo que podrías volver a la policía. Todos tus compañeros de la Orden han sido recolocados. –dijo Hermione sorprendiendo a Harry. –Pero es peligroso, Hermione, y ya hemos tentado demasiado a la suerte. –A mí también me asusta, pero quizá si te dan otro tipo de trabajo dentro de la policía. –¿A qué se refiere, señorita Granger? El mejor sitio para él es el equipo de operaciones especiales. Tiene experiencia, arrojo, recursos y sabe luchar. Podrá liderar el grupo. ¿Qué mejor puesto para él? Es el mejor. –¿Y si formaran mejor a sus policías? –preguntó Hermione. –¿A qué se refiere? La formación del cuerpo es muy buena, y es todavía mejor desde que Lupin está al frente. –dijo molesto. –No estoy dudando de la calidad de la formación, pero si sus policías recibieran algunas de las enseñanzas de Harry, tendrían a policías todavía mejores, y no tendrían que depender tanto de él. Lo que le intento decir es que Harry podría enseñar artes marciales. –No lo había visto de esa manera. Es una buena propuesta. Me parece bien. Pero con la condición de que ocasionalmente participe en alguna operación cuando se le requiera y forme parte del equipo de asesoramiento de las operaciones especiales. –¿Qué opinas, Harry? –Vale. –dijo Harry. ¿Qué más podría decir? Hermione le había organizado su vida laboral asegurándose de incluir las artes marciales. Por lo visto todo el mundo le organizaba su vida, pero con Hermione no le importaba tanto, ya que por lo menos, podría estar con su familia y no viviría para trabajar.00000000
La vida seguía su curso y Harry y Hermione se mudaron a su nueva casita antes de que el embarazo estuviera más avanzado. Hermione obligó “amablemente” a Ron a ayudar a realizar la mudanza, ya que Harry se negó rotundamente a que ésta hiciera esfuerzos. Harry se encontraba limpiando en casa cuando Hermione llegó del trabajo muy contenta y después de darle el besito de rigor a Harry le preguntó. –¿Cómo te ha ido el día? –Bien, sin contar que ese gato tuyo se dedicaba a ensuciar todo lo que acababa de limpiar. Algún día le daré un susto, no sabe contra quién se enfrenta. –Reconócelo, llevas las de perder. Sabe que está bajo mi protección. –¿Quieres más a tu gato que a tu pobre novio cojo? –preguntó Harry. –Es normal, le conozco mucho antes que a ti. –dijo Hermione bromeando. Crookshanks miraba a Harry como si se riera de él. Ante esto, Harry dijo dirigiéndose al gato. –Los accidentes ocurren. –Ni se te ocurra hacerle nada. –intervino Hermione. –¿Él puede hacerme lo que quiera y yo no le puedo gastar ni una bromita? Eso es un trato privilegiado. –Deja de quejarte, Harry. Además, tú tienes otro tipo de privilegios. –dijo Hermione pícara mientras le ponía una mano en la mejilla. Atontado con lo que dijo Hermione, se dirigió a besarla, pero ésta se giró dejándole con la miel en los labios. Evidentemente, lo hizo aposta. Disfrutaba mucho cuando hacía rabiar a Harry, era tan fácil. Durante la cena, Hermione no paró de sonreír. –¿Qué te pasa? ¿Por qué estás sonriendo todo el rato? –Es que, te tengo una sorpresa. –Vale, ¿lo tengo que adivinar? –preguntó Harry. –No. –¿Y por qué no me lo dices ya? –Por darle emoción. –¿Emoción? ¿Qué quieres, que te traiga una banda de música? –Está bien, te lo diré. He contratado el viaje para los dos. Será nuestro primer viaje juntos. Y quiero que lo disfrutemos mucho porque luego con el bebé no podremos viajar mucho, o tendremos que viajar de otra manera. –¿A dónde? –A Japón. Será un viaje increíble Harry. –¿En serio? Pero, ¿no será peligroso viajar en tu condición? –Harry, estoy bien. Estoy embarazada, no enferma. Además aprovecharemos mis vacaciones y el hecho de que aun pueda moverme sin rodar como una pelota. –Eres increíble. Gracias. –dijo dándole un beso. –Por cierto, ¿tu cabecita está siempre planeando cosas? –Mi cabecita siempre está pensando en ti. Después de cenar, se fueron a celebrarlo en el dormitorio. Continuará…