ID de la obra: 961

Finjamos un "sí"

Het
R
En progreso
4
Emparejamientos y personajes:
Tamaño:
planificada Mini, escritos 184 páginas, 91.426 palabras, 32 capítulos
Descripción:
Publicando en otros sitios web:
Consultar con el autor / traductor
Compartir:
4 Me gusta 4 Comentarios 1 Para la colección Descargar

Capítulo 31

Ajustes de texto
PATRICK: La fiesta sigue, la música, los brindis, las risas. Pero todo eso es ruido de fondo. Desde que salimos a tomar aire, no he podido pensar en otra cosa más que en Sofía. En cómo me miró, en cómo se quedó a mi lado, a pesar de todo. Jana apareció con sus amenazas, con su veneno, y, aun así, Sofía ... ella se quedó. Me obligo a hacer acto de presencia, a hablar con empresarios, a sonreír a quienes esperan verme como el rostro confiable de esta empresa. Pero cada vez que termino una conversación, sin pensarlo, mis pasos me llevan de vuelta a ella. Como si algo en mi interior —algo que no entiendo del todo— se negara a dejarla sola. Bailamos. Reímos. Me siento tan cerca de ella que es como si no existiera nadie más en el salón. Y sin embargo... sé que ella está pensativa. Su mirada a veces se pierde, y algo me dice que está recordando las palabras de Jana. Yo también las recuerdo. Esa seguridad cruel con la que dijo que yo no me quedaría. Como si ella supiera mejor que yo lo que quiero. .............................................................................................................................................................. Cuando por fin volvemos a casa, la veo caminar descalza hacia el sofá. Se deja caer y me parece la imagen más hermosa que haya visto. Me siento a su lado, simplemente existiendo con ella. No necesito hablar. No ahora. Solo estar ahí. Quiero estar ahí para ella cuando me necesite siempre. Pero luego abre los ojos y me mira, y cuando me mira, cuando me sonríe... siento algo tan simple y poderoso a la vez que no puedo soportarlo. Quiero que ella esté bien. Quiero que se sienta cuidada. Le acomodo las piernas sobre las mías y empiezo a masajearlas, con suavidad, con una delicadeza que ni siquiera sabía que tenía hasta que la conocí. Sé que está cansada asi que solo quiero que se sienta comoda. Y cuando me pregunta, entre risas, si esto está en el contrato, intento bromear. Pero por dentro se me encoge algo. Porque si supiera... si tan solo supiera lo que de verdad significa para mí tenerla así, tan cerca, tan mía por un segundo, entendería que haría cualquier cosa por ella. Todo. Cada contacto con su piel me quema, me despierta, me rompe. Y entonces, sin pensarlo, le beso el pie. Un gesto simple, sí, pero cargado de todo lo que no me atrevo a decirle. Porque la deseo. Pero también la admiro. Mepregunta si le doy asco y me jode —me parte el alma— que ella pudiera pensar que hay algo en ella que podría repelerme. ¿Cómo podría asquearme la única persona que me ha hecho sentir vivo en tanto tiempo? La veo estremecerse, y ahí me pierdo. Me rindo. No hay marcha atrás ya no puedo contenerme y estoy deseando que ella quiera lo mismo que yo. Dejo que mis labios viajen por su piel, por sus piernas, por el borde de ese vestido que, juro, me quitó el aliento desde el momento en que lo vi por primera vez. Ese maldito vestido que supe que usaría esta noche. Porque la conozco, porque la pienso más de lo que debería, más de lo que se supone que está permitido en este arreglo. Cuando me dice que lo recordé, que sabía que lo notaría, siento que por fin — después de meses de represión— me está dejando entrar. Me está viendo. Y yo... no puedo evitar mostrarle todo lo que he contenido. Toda la ternura, toda la rabia de desearla y no poder tocarla. Toda la necesidad de tenerla solo para mí. Entonces susurra que no quiere que me detenga. Y mi mundo se quiebra. En el mejor de los sentidos. Porque por fin siento que no estoy solo en esto. Que ella también siente algo. Que me quiere, aunque sea un poco, aunque sea ahora. Pero incluso así... me detengo. Porque necesito saber. Porque no quiero ser otro más que toma sin preguntar. Porque ella no es cualquiera. Es Sofía . Mi Sofía. Cuando me dice que tiene miedo, que es su primera vez, siento que el tiempo se congela. Y no por desconcierto, sino por reverencia. Su confianza me abruma, me honra, me sacude el alma. Me dan ganas de arrodillarme ante ella, de jurarle que la cuidaré como no he cuidado nada en mi vida. Le prometo que no voy a correr. Que no hay prisa. Que, si quiere esperar, esperaré mil años si es necesario. Pero entonces me dice que quiere que sea yo. Que conmigo se siente segura. Y eso... eso me destroza. Porque no sé si la merezco, pero sé que no voy a desperdiciar la oportunidad de hacerla sentir amada. Quiero hacerlo bien y que ella se sienta comoda. La beso con una devoción que no tiene nada que ver con el deseo carnal. Es más profundo. Más antiguo. Me muevo con cuidado, guiado por cada gesto, cada suspiro, cada mínima señal de su cuerpo. Su sabor, su olor, la forma en que tiembla bajo mis manos... todo en ella me ancla, me consume. No hay ningún otro lugar en el mundo en el que preferiría estar. Podría quedarme aquí, entre sus brazos, durante dias, incluso años, y aun así no sería suficiente. Le pregunto cada paso, cada movimiento. No por miedo, sino por respeto. Porque quiero que lo sienta suyo. Que sepa que ella tiene el control. Que yo estoy aquí solo para ella, para darle lo que necesite, lo que quiera, lo que merezca. Y cuando gime mi nombre, con esa voz entrecortada que suena más a entrega que a placer... cuando siento cómo se abre por completo, sin reservas, sin miedo... lo sé. Esto no es un acuerdo. No es una ilusión. Es real. Tan real que duele. Tan real que me atraviesa. Cuando todo termina, y la tengo en mis brazos, su cuerpo temblando todavía, su respiración mezclándose con la mía, y me mira como si yo fuera lo único que necesita... me rindo. Ya no puedo fingir. Ya no quiero fingir. Ya no puedo fingir mas.  Porque por primera vez, no hay papeles, no hay contrato, no hay máscaras. Solo estamos ella y yo. Dos personas que, por un instante eterno, dejaron de esconderse... y se eligieron de verdad.
4 Me gusta 4 Comentarios 1 Para la colección Descargar
Comentarios (0)