Marta y Fina

Doña Marta indicó a Cata que la ayudara a volver a su sillón de orejas. -¿La acomodo mejor con unos cojines,Doña Marta?,preguntó Cata risueña. -No gracias Cata,desde niña me han enseñado a mantenerme erguida,siempre,sea ante las personas,sea ante las dificultades. -Por favor Cata,alcanzame ese álbum que está en la mesilla,dónde  tenemos la foto de la Mafinca. -¿La Mafinca?,preguntó Cata. -Es como Fina y yo llamabamos a la casita de campo que teníamos cerca de Toledo. -Hace años la cedimos para encuentros de colectivos lésbicos y feministas,pueden hacer retiros,encuentros ponencias,talleres,lectura de poesía,o simplemente disfrutar de la vida y de la Naturaleza. -Qué bonito.Así ayuda a chicas que a veces han tenido que luchar como usted y Fina. -¡Qué difícil lo tuvieron! -Ya te iré contando nuestra historia,es dura pero muy bella,además estaba la diferencia de clase,como te pasa a tí con esa chica. -¿Cómo se llama? -Ni yo misma lo sé,pero ha sido un crush total. -¿Un crush?¿y eso qué es?,rio Doña Marta. -Que me he enamorado de ella,dijo Cata con una solemnidad casi religiosa que asustó a Doña Marta. La joven continuó como si rezara un letanía. -Mis padres tienen una finca en la sierra,cerca de El Escorial,mi padre la usa para invitar a sus amigos y los negocios,y ma madre para sus amigas y sus ociosos,y yo a estudiar debajo de un árbol. Las dos rieron la explicación de Cata,definitivamente había conexión entre ellas. Doña Marta abrió el Álbum por la primera página,donde había una foto con muchísima gente. -¿Quienes son todos estos? -No seas impaciente Cata,ya te iré contando todo,tenemos tiempo,puedes venir siempre que quieras a merendar chocolate con suizos,con Fina y conmigo. .-Gracias Doña Marta,no quiera molestar,ustedes dos y su intimidad. -Cata tu aquí serás siempre bienvenida. -¿Te cuento un secreto? -Acércate y te lo susurro a la oreja. -Cata se aproximó a Doña Marta,y es cuando notó su olor a agua de rosas,las rosas blancas del balcón la colonia,las rosas de pétalos bellísimos,pero con dolorosas espinas,como la vida. Doña Marta le hizo la escuchita a Cata. -Tú y tu historia de amor es lo mejor que me ha pasado en la vida. -Después de Fina,susurró Cata. Y las dos rieron de nuevo. Cata y Doña Marta,Doña Marta y Cata. Un siglo las separaba. Sin embargo,se parecían como dos gotas de rocío al amanecer.