La Sombrilla
17 de septiembre de 2025, 18:56
Cata salía del colegio hacia su casa,cuando se le acercó Sol con algo escondido en la espalda,casi nunca habían hablado.
Cata,que tenía muchas amigas,siempre había considerado a sol,taciturna como un sauce llorón,y un tanto enigmática como un problema de ajedrez insoluble.
-¡Toma Cata!¡Esto es para tí!¡Lo he pintado yo a mano!
Sol abrió una preciosa blanca,con motivos de helechos y amapolas,el contraste entre el blanco y el rojo,con el débil toque verde la daba esa belleza japonesa,de delicadeza y humildad al mismo tiempo.
Cata,se quedó tan sorprendida,que no supo que decir,ese caluroso día de julio el sol de las dos de la tarde quemaban la cara.
-¿Y tú no tienes uno?,preguntó Cata.
Pero Sol había desaparecido por la esquina de la calle del colegio.
Cata siguió andando de manera despreocupada,el blanco de la sombrilla reflejaba los rayos anaranjados,era el regalo ideal para ese mediodía.
-¿Pero por qué?,pensaba Cata,si casi no hemos hablado durante nuestra estancia en el colegio.
Sol caminaba desgarbada con la corbata en el bolsillo,su casa quedaba bastante más alejada,y su familia no se podía permitir un chofer.
Odiaba el metro y el autobús porque estaban llenos de gente,y odiaba a la gente,y de pronto se puso a llorar,se acurrucó contra un muro.
Pintar la sombrilla le había costado infinitas noches sin dormir,el recuerdo de Cata le compensaría colmando infinitos sueños.